El futuro digital ya no es lo que era ayer

AMAZON PRIME NOW

El problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era

Paul Valéry

El mundo conoció la semana pasada que el fundador y consejero delegado de Amazon, Jeff Bezos, fue el hombre más rico del mundo durante unas horas. La noticia no iría a más si no fuera porque Bezos está siendo noticia todos los días y porque también hemos sabido que el mundo de las grandes superficies tembló hace poco tiempo, concretamente en el mes de junio pasado, cuando Amazon compró la cadena americana de supermercados Whole Foods, 440 tiendas en total, no por establecer una solución de continuidad a su actividad sino para demostrar que otro paradigma del mercado de consumo es posible, incluso de productos perecederos: las tiendas tienen que ir a las casas de los compradores y no al revés. Es decir, si Bezos es el hombre más rico del mundo, se puede deducir que es capaz de comprar casi todo, transformando el mercado de consumo hasta unos niveles insospechados, con la ayuda de las plataformas de inteligencia digital de amplio espectro, con alta presencia de la AI.

Es verdad que el futuro de las grandes superficies ya no es lo que era y no serán lo que son en la actualidad. ¿Está preparada la sociedad española para este cambio vertiginoso de paradigma de consumo? ¡Que tiemble El Corte Inglés, piensan los más atrevidos! (digitalmente hablando), porque su futuro (digital, por supuesto) ya no es lo que era. Amazon ha comenzado a ensayar en Estados Unidos una experiencia consistente en compra acumulada de ropa y otros bienes domésticos, con objeto de que te lo puedas probar todo en casa, cómodamente, y devolver aquello que no te guste, aunque premiará con descuentos suplementarios sobre el precio de lo comprado en función del número de bienes que al final adquieras. Si se envía una foto actualizada a Amazon, sus máquinas inteligentes te visten de la forma que tú eliges, aconsejándote sobre otras alternativas que pueden mejorar tu imagen.

En Estados Unidos se están viviendo unos momentos transcendentales para concretar tendencias del mercado digital. Amazon quiere seguir comprando grandes cadenas de distribución para consolidar su modelo de entrega inmediata, sustituyendo las grandes superficies físicas por la concentración de las mismas para garantizar la distribución en el esquema “lo compras y lo tienes de inmediato”, ya sea producto perecedero o físico en cualquiera de sus modalidades, con un matiz claramente diferenciador sobre el modelo actual: todo lo que quiero comprar me lo traen a casa en muy poco tiempo, sin necesidad de desplazamiento alguno. Además, con muchos beneficios por ser un cliente de servicios prime, con tratamiento de alta disponibilidad, sin problemas reales de horario de apertura y cierre que a veces condiciona cualquier compra.

La marca Amazon avanza a pasos digitales agigantados, con lo que ello supone, porque Bezos, tal y como ha escrito recientemente en su habitual carta anual a sus accionistas, que lee hasta el último trabajador de su empresa, siempre hay que estar atentos al Dia 1 de la organización (lema de la empresa), pensando que Amazon debe trabajar a diario en modo startup, como si en cada decisión de hoy nos fuera la vida, tal y como comenzó a trabajar hace ya 20 años. Porque siempre hay un doloroso Día 2: “El día 2 es estancamiento. Seguido de irrelevancia. Seguido de un doloroso declive. Seguido por la muerte. Y por eso aquí siempre es Día 1. Es cierto que este tipo de declive puede ocurrir de forma muy lenta. Una compañía consolidada puede seguir en Día 2 durante décadas, pero el resultado final llegará”. Además, para vencer la realidad de este Día 2, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:

1. Hay que centrarse siempre en el cliente (respecto de su periódico Washington Post, en “sus lectores” no en los anunciantes).

2. Hay que prestar atención a los “proxys”, es decir, a veces se comete el error de analizar solo datos, olvidando a los clientes reales en tiempo real, porque lo importante no es el proceso normalizado, sino el protagonista del mismo (el cliente) en cada caso, en cada momento.

3. Hay que mostrar siempre capacidad de adaptación permanente y prestar especial atención a las últimas tendencias.

4. Hay que tomar decisiones de calidad y muy rápidas.

En este marco incomparable de persistente trabajo en modo Día 1, existe un gran reto para los proveedores clásicos y noveles, que serán grandes sufridores de este futuro incierto si se mantienen principios estrictamente analógicos y no digitales. Solo será necesario ser calificado como proveedor de Amazon (interno o “en modo” Marketplace) y se garantizará la venta y compra del producto, mil veces evaluado en tiempo real o diferido por proximidad. Las oportunidades serán impresionantes para los proveedores pequeños y medianos, porque ya no se tendrá que hacer colas ante los negocios de siempre con modelos muy clásicos de provisión, sino de atención a la demanda de los clientes que buscan en Amazon aquello que necesitan con independencia de marcas y grandes líneas productoras de bienes de consumo. La retroalimentación en tiempo real mediante tratamiento de big data de lo que venden los proveedores ya asociados o los que lleguen a formar parte del ejército blanco de Amazon a través de sus marcas blancas, tendrán una respuesta segura en el mercado. Lo que interesa al comprador virtual es comprar al mejor precio y disponer del bien comprado inmediatamente, así como que mi opinión cuente para futuros compradores del mismo bien. Aunque, como pasa en Madrid, sea a través de una bicicleta el medio atómico que utiliza Amazon para demostrarnos que el futuro digital en este negocio ha llegado para quedarse, aunque ya no es lo que era. Excepto la bicicleta, aunque entre drones ande hoy el juego.

Sevilla, 31/VII/2017 NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de https://www.gizlogic.com/wp-content/uploads/2016/07/Amazon-Prime-Now-3-1024×410.jpg