Los sentidos de las noches de agosto, según Vicente Aleixandre

Vicente Aleixandre

Sevilla, 6/VIII/2023

No es la primera vez que me aproximo a la obra de mi paisano Vicente Aleixandre en este cuaderno digital, al que dediqué en febrero un pequeño homenaje, Vicente Aleixandre vuelve a Ibiza desde Sevilla, en relación con su publicación emblemática, Historia del corazón, por una experiencia inolvidable durante mi estancia en la isla, al comprar un ejemplar “perdido y robado” en un mercadillo muy famoso en el mundo jipi, que devolví inmediatamente a su legítima dueña, la Biblioteca Pública Insular, de donde nunca debió salir, para que los niños y niñas, jóvenes y personas mayores, en Ibiza, puedan leer a este autor extraordinario a través de una obra simbólica y de una calidad excepcional, que vuelve a esa tierra preciosa desde la ciudad en que nació y para tener un sitio en sus estanterías de uso público.

En este recorrido que estoy haciendo, día a día, de los recuerdos y semblanzas sobre este mes, por parte de poetas que figuran en mi biblioteca mental, he elegido hoy uno escrito por Aleixandre, Agosto (1), dedicado a las noches de este mes tan romano y laico, donde destaco la belleza de sus palabras hilvanadas en torno a un hecho: la noche tiene sentidos, aunque no lo sepamos descubrir a tiempo porque el mundo entero es ciego. Recomiendo su lectura atenta y pausada, porque quizás, después de asimilar bien lo que expresa con maravillosas palabras, descubramos que las noches de este mes pueden proporcionarnos algo más que oscuridad, sobre todo para quienes tienen los ojos bien abiertos, sabiendo de su generosidad, porque desde el momento que la contemplamos fijamente, todo el espacio partido está para mí, para nosotros. Late su corazón porque su sangre está viva, erguida.

Agosto

Plantada, la noche existe.
Vientos de mar sin esfuerzo.
Cuajante, estrellas resulta
–signos de amor– y luceros.
Luceros, noche, centellas
se ven partirte del cuerpo.
La noche tiene sentidos.
¿Qué buscas? Se te ven bellos
desplantes a solas; alzas
tu forma, cristales negros,
que chocan de fe y de luces
contra las brisas, enteros.
Rotunda afirmas la vida
tuya, noche, aquí en secreto:
secreto que está callado
porque el mundo entero es ciego:
que tú lo gritas, la noche,
te vendes, ¡te das!, en sueltos
ademanes sin frontera
para los ojos abiertos.
Todo el espacio partido
está para mí. Te encuentro
feliz y cierta, carente
ya de flojos, torpes lienzos,
liberales los sentidos,
los pulsos altos, enteros,
cuajante la forma impura
sin compasión, bajo el cielo,
y en la abierta sombra mate
tu sangre, erguida, latiendo.

Para finalizar estas palabras, un nuevo deseo para Ibiza, como un ejemplo nada más,  acompañado por las noches de agosto de Aleixandre, acá y acullá. Espero que en las noches de este mes, tan especiales desde que comienzan a ser una realidad cósmica tras sus famosas puestas de sol, los lugareños y turistas sepan apreciar los sentidos descritos por Aleixandre y se conviertan en una historia inolvidable en el corazón de cada persona que deseen contemplarlas de forma diferente, porque ellas afirman, rotundas, su propia vida, aunque el mundo entero esté hoy ciego.  

(1) Aleixandre, Vicente, Ámbito, Madrid: Visor, 1976, pág. 61.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

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