Ante las próximas elecciones generales, hay que aunar voluntades hasta que la dignidad se haga costumbre

Sevilla, 3/VI/2023

Estamos en la cuenta atrás de la decisión más importante de la democracia, elegir el próximo 23 de julio el destino político del país a través del Gobierno que gane en las urnas y no hay tiempo que perder. Como las ideologías no son inocentes, tengo que manifestar que en mi caso crecí muy cerca de cantores, no cantantes, de este país y de Latinoamérica (cantante es el que puede cantar, mientras que cantor es el que debe cantar, según Facundo Cabral) y, sobre todo, de un grupo inolvidable, Quilapayún, junto a uno de sus fundadores, Víctor Jara. En 2020, en plena pandemia, volví a escuchar de nuevo una versión profundamente actual, de lo que la sociedad chilena de izquierdas canta todavía hoy, con más fuerza que nunca, con la música y letra de fondo de Quilapayún en su memorable Cantata Popular de Santa María de Iquique, que tantas veces he citado en este cuaderno digital. Me refiero a un vídeo que Chile lanzó ese año al mundo solidario de los que tenemos ilusiones todavía por transformarlo, porque se puede hacer recordando la letra de esta cantata tan sobrecogedora, de la que siempre he destacado una frase que llevo grabada en mi corazón: con el amor y el sufrimiento se fueron aunando las voluntades, perteneciente al Relato II de la Cantata, que emociona más cuando inmediatamente después escuchamos la preciosa canción “Vamos mujer”. Inolvidable.

Se había acumulado mucho daño,
mucha pobreza, muchas injusticias;
ya no podían más y las palabras
tuvieron que pedir lo que debían.

A fines de mil novecientos siete
se gestaba la huelga en San Lorenzo
y al mismo tiempo todos escuchaban
un grito que volaba en el desierto.

De una a otra Oficina, como ráfagas,
se oían las protestas del obrero.
De una a otra Oficina, los Señores,
el rostro indiferente o el desprecio.

Qué les puede importar la rebeldía
de los desposeídos, de los parias.
Ya pronto volverán arrepentidos,
el hambre los traerá, cabeza gacha.

¿Qué hacer entonces, qué, si nadie escucha?
Hermano con hermano preguntaban.
Es justo lo pedido y es tan poco
¿tendremos que perder las esperanzas?

Así, con el amor y el sufrimiento
se fueron aunando voluntades,

en un solo lugar comprenderían,
había que bajar al puerto grande.

Recibí en esa ocasión el vídeo que encabeza estas palabras, elaborado  por los hermanos Ibarra Roa y creo que resume muy bien el compromiso de mi recuerdo activo sobre la unidad popular democrática y el estado de vigilancia para cuidar la democracia en cada momento, situación que en este país es de una actualidad plena por lo ocurrido en las últimas elecciones municipales y locales. En 2014 crearon, en Santiago de Chile, el proyecto Coro y Danza Ciudadana, que expongo respetando el texto original de su declaración de intenciones: “El CANTO NO BASTARÁ” es el nombre que da vida a este inédito video épico, donde el Coro y Danza Ciudadana junto al emblemático grupo Quilapayún, se unen para conmemorar los 50 años del triunfo de la Unidad Popular. A través del arte, traemos al presente un registro histórico musical, que da cuenta de la vigencia y la importancia de la lucha social contra la injusticia;  que nos invita a la unidad y a ser capaces de generar una sola fuerza para alcanzar la victoria y la tan anhelada dignidad. Luchamos por nosotrxs y por todxs nuestrxs compañerxs. Es hora de agruparnos y levantar las voces de aquellxs que realmente quieren un Chile mejor; aquellxs que escuchan al Pueblo y avanzan junto al Pueblo. Agradecemos a lxs artistas del Coro y Danza Ciudadana por su rigor y su empuje, y por supuesto, a Quilapayún por esta maravillosa alianza creativa. También a nuestro equipo de edición y producción, por el enorme trabajo realizado. PRONTO NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR!! HASTA QUE LA DIGNIDAD SE HAGA COSTUMBRE!!”.

La letra de la canción de despedida de la Cantata, en la versión auténtica de Luis Advis, su creador, no la he olvidado en su fondo y forma. Escucharla de nuevo y, si es posible, en el contexto global de todo el relato, es el mejor homenaje que podemos hacer hoy a todas y cada una de las personas que luchan en cualquier lugar del mundo por la libertad, la paz, la fraternidad y por la dignidad humana en todas las manifestaciones posibles «hasta que se haga costumbre». También, en nuestro país, porque no la olvido.

Ustedes que ya escucharon
la historia que se contó
no sigan allí sentados
pensando que ya pasó.
No basta sólo el recuerdo,
el canto no bastará.
No basta sólo el lamento,
miremos la realidad.

Quizás mañana o pasado
o bien, en un tiempo más,
la historia que han escuchado
de nuevo sucederá.
Es Chile un país tan largo,
mil cosas pueden pasar
si es que no nos preparamos
resueltos para luchar.
Tenemos razones puras,
tenemos por qué pelear.
Tenemos las manos duras,
tenemos con qué ganar.

Unámonos como hermanos
que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr.
La tierra será de todos
también será nuestro el mar.
Justicia habrá para todos
y habrá también libertad.
Luchemos por los derechos
que todos deben tener.
Luchemos por lo que es nuestro,
de nadie más ha de ser.

Así la deberíamos seguir recordando, ahora más que nunca, luchando unidos HASTA QUE LA DIGNIDAD SE HAGA COSTUMBRE en nuestro país y se instale en nuestras vidas, porque sé que es posible cuando con el amor y el sufrimiento se aúnan las voluntades.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Preguntas de Mayo en un mundo al revés/ y 10. ¿Dónde están el niño o la niña que fuimos?


Sevilla, 14/V/2023 (actualizado sobre el publicado en la serie original, Preguntas de Mayo, el 20/V/2021).

Finalizo hoy una serie de artículos dedicados al inmenso mar de las preguntas en un tiempo, como el actual, lleno de dudas para vivir dignamente. He vuelto a leer una obra póstuma de Neruda, Libro de las preguntas(1), muy querida y presente en mi biblioteca del alma, escogiendo a lo largo de esta serie y hasta hoy algunas que resultan inquietantes cuando te aproximas a las cosas de personas mayores, porque ya no vivimos las cosas de niño, recordando aquella hermosas palabras de un viajero incansable, Pablo de Tarso, en su primera alocución a los Corintios (13, 11): «Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño».

Acudo hoy de forma diligente a ese conjunto de preguntas de Neruda en su preciado libro, concretamente cinco, deteniéndome especialmente en el capítulo 44 (XLIV), en torno a su niñez:

¿Dónde está el niño que yo fui,
sigue adentro de mí o se fue?
¿Sabe que no lo quise nunca
y tampoco me quería?
¿Por qué anduvimos tanto tiempo
creciendo para separarnos?
¿Por qué no morimos los dos
cuando mi infancia se murió?
¿Y si el alma se me cayó
por qué me sigue el esqueleto?

Es importante recordar el niño o niña que fuimos, indagando en la memoria de hipocampo si continúa o no junto a nosotros, como hilo conductor de la primera de estas preguntas. Ya digo que desde la perspectiva de la ciencia del cerebro allí está, en el hipocampo, quizás en una espera tocada de ese caballito de mar inquieto por la ardiente impaciencia de ser recuperada a tiempo. La segunda es más desconcertante porque responde a la compleja niñez de Neruda, muchas veces citada en su obra. ¿Puede ser ahora un buen momento para recordarla? Cada uno, cada una sabe cómo fue y lo importante es no despreciarla o pasar por alto al buscarla en la estructura compleja de nuestro cerebro, porque también está allí.

La tercera pregunta es quizá la más desconcertante porque es la declaración del desgarro humano por el crecimiento en dos caminos que siempre se bifurcan, aunque siempre he creído que siguen caminando en paralelo sin que la niñez entre nunca en vía muerta. Los aprendizajes de la niñez rediviva lo demuestran en un sentido o en otro. La intensidad de las preguntas sube en el cuarto interrogante: ¿Por qué no morimos los dos / cuando mi infancia se murió? Aquí suele contar cada uno como le ha ido la vida o la feria (de la vida). ¡Cuántas veces añoramos la niñez por ello!, porque la niñez no muere en nosotros, se abandona.

La quinta y última pregunta es para mí la más profunda porque simboliza la pérdida del alma vestida de inocencia, porque es la verdadera seña de identidad de la infancia, que él explicaba muy bien a través del juego y los juguetes, como fueron siempre sus mascarones de proa y popa en su casa de Isla Negra: “El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta. He edificado mi casa también como un juguete y juego en ella de la mañana a la noche”.

He vuelto a Pablo de Tarso para ver si encontraba algo para ilusionar a los que hace tiempo hemos dejado de hacer las cosas de niño y la verdad es que me ha dejado lleno de dudas: «Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido». ¿Se refiere a las creencias expuestas por José Ferrater Mora en su obra El hombre en la encrucijada, como respuestas en diferido al enigma de vivir? (2). Él decía que necesitamos tener creencias, que no podemos vivir sin ellas, y a lo largo de las páginas de su tesis existencial demuestra que el mundo ha evolucionado hacia adelante gracias a que nuestros antepasados y muchas personas contemporáneas han tenido y tienen creencias en cuatro ámbitos, juntas o por separado, de una forma u otra, da igual, pero siempre relacionadas con las Personas, la Naturaleza, Dios/dioses o la Sociedad. Así durante muchos siglos. Nos necesitamos y juntos podemos hacer camino al andar. Puede ser una buena forma de encontrarnos cara a cara con el niño o niña que fuimos y que nunca debimos abandonar para resolver el enigma de vivir dignamente.

Hasta aquí hoy, con esta serie, qué quizás nos ayude a interpretar mejor este mundo al revés, como nos lo recordaba en mis años jóvenes el poeta malagueño Rafael Ballesteros, en una composición, Ni yo tampoco entiendo, que la hizo popular el grupo Aguaviva y que lo sintetizaba en una frase que tengo grabada en mi persona de secreto: De este mundo los dos sabemos poco. Y sin embargo, estamos aquí obligatoriamente obligados a entenderlo.

(1) Neruda, Pablo (2018). Libro de las preguntas. Barcelona: Seix Barral – Planeta.

(2) Ferrater Mora, José (1965). El hombre en la encrucijada. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Preguntas de Mayo en un mundo al revés / 3. ¿Me puede contestar alguien qué vine a hacer en este mundo?

Pausa – IZAL – Sonia Lafuente, patinadora olímpica

Sevilla, 7/V/2023, (publicado en la serie original el 29/V/2021)

¿A quién le puedo preguntar
qué vine a hacer en este mundo?
¿Por qué me muevo sin querer,
por qué no puedo estar inmóvil?
¿Por qué voy rodando sin ruedas,
volando sin alas ni plumas,
y qué me dio por transmigrar
si viven en Chile mis huesos?

Pablo Neruda, El libro de las preguntas, XXXI

Estamos desconcertados en nuestra vida porque caminamos en un mundo sin respuestas a cuestiones fundamentales de nuestro acontecer diario, siendo conscientes desde hace ya mucho tiempo de algo que aprendí de Mario Benedetti en mis años jóvenes: cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas. La pregunta de Neruda que he escogido hoy es de una carga de profundidad inmensa: ¿A quién le puedo preguntar /  qué vine a hacer en este mundo?, obligándonos a hacer una pausa en la búsqueda incesante de islas y respuestas desconocidas.Recientemente, creo que encontré un camino, entre otros, en el difícil mundo de las respuestas para todo escuchando una canción de Rozalén con un título sugerente “Y Busqué”, cuya sinopsis nos la presenta ella misma como aviso afectuoso para navegantes en los mares procelosos de las preguntas: “es una subida al templo Tepozteco, en México, una subida a la cima de cualquier montaña. Una metáfora. El camino que nos toca andar… Es un viaje interior, un intento de búsqueda de respuestas al sentido de las cosas, de la Vida, un “porqué estoy yo aquí”. Al final la respuesta se hace clara en soledad. Siempre buscamos fuera lo que nace dentro…”.

Invito a escucharla y seguir la letra de esta hermosa canción, palabra a palabra, porque todas juntas nos dan una solución muy inteligente: las respuestas a lo que está pasando, entre las que se encuentran las de Neruda, están en nuestro interior, es decir, en nuestra inteligencia individual, emocional y sentimental, porque es la única que nos guía en la resolución de cada problema diario: Y busqué, y busqué, y busqué / hasta la cima. / Y no hallé, y no hallé, y no hallé / el sentido a mis días. / Y busqué, y busqué, y busqué / hasta el fin. / La respuesta estaba dentro de mí. Cada estrofa de la canción es una página de vida y del alma. Aplicarlas en nuestra situación concreta es el desafío ante las grandes preguntas de la Vida, con mayúscula, como la canta Rozalén agregando siempre a sus notas las metáforas y el lenguaje de signos, aunque a veces tengamos el alma en los huesos. Junto a Neruda, creo que podemos descubrir una nueva forma de buscar respuestas a los grandes interrogantes de la vida gracias a un gran descubrimiento: la respuesta está dentro de mí. En este camino tan complejo de búsqueda de respuestas, siempre he creído en la importancia de la ética de situación, que me ha acompañado siempre como complemento extraordinario de la ética (a palo seco) que he asumido siempre, la que aprendí hace muchos años, una nueva forma de vida, tal y como la definió excelentemente el profesor López-Aranguren en su famoso tratado de Ética, publicado en 1958, como raíz de la que brotan todos los actos humanos. Ahora, como solería hecha en nuestras vidas, que justifica nuestras respuestas ante tantas preguntas de cada existencia humana.

En mis años jóvenes descubrí que era imprescindible abordar la ética de situación como guía y camino para el discernimiento humano más digno, de la que me enamoré para siempre, frente al dogmatismo de la Iglesia Católica que hacía estragos en este país y, sobre todo, en la dictadura que me tocó vivir amargamente. Aquellas clases del Profesor Häring [del que fui alumno durante un Curso impartido por él durante nueve meses en una Universidad romana] me abrieron los ojos definitivamente sobre la importancia de hacer uso de la libertad en momentos transcendentales de la existencia, tanto en la vida como en la muerte. Me lo explicaba Häring en las clases y, personalmente, en su humilde habitación del Alfonsianum en Roma, porque había prestado servicios en la aviación alemana de Hitler, como capellán y en Rusia, donde aprendió que tenía que atender siempre a cualquier ser humano aplicando la ética de situación, fuera amigo o enemigo, actitud que le acarreó serios disgustos y la separación final de aquellos servicios militares por ser considerado persona non grata para el ejército alemán. El problema radicaba en que había contemplado mucha muerte indigna en directo y había tenido que ayudar a muchas personas a vivir y a morir alejado del dogma católico que había aprendido y enseñado en su proceso de evolución ética. Häring sufrió mucho por sus actitudes éticas sobre la vida y la muerte hasta su fallecimiento, sobre todo por el trato recibido por la iglesia oficial, a la que recordó que cuando era citado en Roma para justificar su doctrina de libertades ante el dicasterio eclesial, le recordaba algo tan grave como estar presente ante Hitler en un juicio sumarísimo. Häring me enseñó a defender la vida digna, en cualquier circunstancia, sin más limitación que la aplicación de la ética de situación en su defensa plena y con el amparo de la ley correspondiente.

La ética de las respuestas a las Preguntas de la Vida no debería estar sometida a la moda o al mercado, como una mercancía más, tal y como sucede ahora, porque bien entendida es una actitud permanente ante la vida personal y social, pública y privada, sostenida en el tiempo que corresponda vivir a cada uno, es decir, una forma de vida. Vuelvo a comprender perfectamente que las respuestas a las preguntas de Neruda en su capítulo XXXI (31) tienen todo su sentido en la aplicación de la ética de situación de cada uno, entendida como una nueva forma de vida, como la raíz de la que brotan todos los actos humanos, como una solería sobre la que pisa nuestra vida y que justifica nuestras respuestas personales e intransferibles ante las preguntas de cada existencia humana, en cada aquí y ahora. Es lo que Benedetti llamaba “baldosas” en su poema PausaDe vez en cuando hay que hacer una pausa / contemplarse a sí mismo / sin la fruición cotidiana / examinar el pasado / rubro por rubro / etapa por etapa / baldosa por baldosa / y no llorarse las mentiras / sino cantarse las verdades. En el fondo, esto que estamos haciendo hoy a través de estas palabras es navegar sin prisa, con pausas, buscando con ética personal y de situación la Ítaca que todos tenemos derecho a soñar y con un deseo confesable: que no esté lejos alcanzarla en la distancia y en el tiempo que cada uno, cada una, vive en su devenir diario.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Preguntas de Mayo en un mundo al revés / 1. ¿Dónde se encuentra el amor?

Luar Na Lubre – Romeiro Ao Lonxe (Con Diana Navarro)

Sevilla, 4/V/2023

Amor, amor, aquel y aquella
Si ya no son, ¿dónde se fueron?
Ayer, ayer dije a mis ojos
¿cuándo volveremos a vernos?

Pablo Neruda, Libro de las preguntas, XXII

En el mes de mayo de 2021, saliendo del túnel de la pandemia, escribí una serie de diez artículos en torno a diez preguntas inquietantes de Pablo Neruda, a las que pretendí ofrecer alguna respuesta a la Noosfera, en un inmenso mar de preguntas y en un tiempo lleno de dudas para vivir dignamente. Por esta razón, he vuelto a leer una obra póstuma suya, muy querida y presente en mi biblioteca del alma, Libro de las preguntas (1), siempre inquietantes cuando te aproximas a las cosas de personas mayores porque ya no vivimos las cosas de niño, recordando aquellas hermosas palabras de un viajero incansable, Pablo de Tarso, en su primera alocución a los Corintios (13, 11): «Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño».

Hoy, siguiendo también al pie de la letra el consejo de Federico García Lorca en su alocución al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada), en 1931, con motivo de la inauguración de su biblioteca pública, » [—] y no olvidéis este precioso refrán que escribió un crítico francés del siglo XIX: “Dime qué lees y te diré quien eres”, refiriéndose al escritor francés François Mauriac, que agregaba a esas palabras un final inolvidable: “Dime lo que lees y te diré quién eres, eso es verdad, pero te conoceré mejor si me dices lo que relees”, he vuelto a leer la serie citada, pero comenzando por el último artículo, aunque el orden de su lectura no altera el mensaje a compartir con quienes los quieran leer de nuevo.

Sí comienzo a releer la serie de nuevo, al revés, es porque es muy importante en mi vida saber, en cada momento, dónde se encuentra el amor en un mundo también al revés, como lo expresaba Eduardo Galeano en el pasado siglo, pero tan actual siempre: “Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana. Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies”.

Preguntas de Mayo / y 10. ¿Dónde se encuentra el amor?

 Sevilla, 31/V/2021

En Galicia conocí una tradición preciosa en torno a San Andrés de Teixidó. Una vez más, a través de una canción del grupo gallego Luar na Lubre (resplandor de la luz en el bosque celta), Romeiro ao Lonxe (1.999), sentí hace años la realidad de la búsqueda del amor, que se encuentra incluso cuando alguna vez se va y no se llega a conocer nunca dónde fue, en una composición con la que despido, junto a estas palabras, la serie que he dedicado durante este mes a preguntas de Neruda compiladas en un libro póstumo, Libro de las preguntas, de las que he seleccionado las que me han conmovido especialmente en este tiempo de coronavirus y que hoy se cierra con un homenaje a la gran pregunta del amor, Amor, amor, aquel y aquella / Si ya no son, ¿dónde se fueron? En esta ocasión, Neruda sólo cita tres veces la palabra amor en sus setenta y cuatro capítulos, aunque creo que está presente en ellos de múltiples formas. Respeto, profundo respeto es lo que manifiesto a esta realidad que mueve el mundo y que el poeta chileno cantó siempre a los cuatro vientos incluso, a veces, de forma desesperada. ¿Por qué he elegido a Luar na Lubre para intentar responder a estas preguntas? Creo que por una razón geológica, la proximidad del mar que siempre apreció especialmente Neruda desde sus casas en Valparaíso o en Isla Negra y al que canta con frecuencia este grupo folk coruñés. También por lo que dice la letra de esta canción respetando una tradición multisecular gallega, envuelta en una canción popular inglesa “Scarborough Fair” (La feria de Scarborough), de la que se conservan datos desde el siglo XII, que conocimos también hace años por la versión de Simon & Garfunkel y ahora por Luar na Lubre.

La sinopsis de esta canción es presentada por este grupo como mensaje de paz y concordia mundial a través del amor, algo que deseo utilizar hoy como broche final de esta serie: “En el fin del mundo, como el dicho popular proclama a San Andrés de Teixido, “va de muerto el que no fue de vivo”, los peregrinos comparten el camino con los animales, que son las almas de los que no pudieron cumplir en vida la peregrinación, por lo que no pueden recibir ningún tipo de maltrato. Los romeros solían llevar una larga camisa blanca con cenefas formando ondas y en algunos puntos del camino depositaban piedras que iban haciendo crecer: milladoiros. Alrededor de la ermita los vecinos aún siguen haciendo los sanandreses, hermosa artesanía de miga de pan endurecido en el horno y coloreado, con imágenes del santo en su barca de piedra. En el atrio crece la hierba de enamorar, a la que se atribuyen propiedades casamenteras. En la canción peregrina el cormorán, el alcatraz y el lagarto ocelado -vistoso ejemplar con cabeza de intenso color azul-, en este espacio que despierta las ansias de amor y paz y la hermandad entre vivos, muertos, animales, plantas y aguas”. Fraternidad universal.

He sentido un profundo respeto a la hora de traducir la letra de la canción, en gallego y escrita por Xulio Cura, porque hay palabras y expresiones que pierden toda su fuerza cuando intentamos volcarla a la lengua española. Aún así, voy a intentar destacar lo que considero de mayor interés para esta reflexión, publicando íntegramente la letra de la canción en gallego, como corolario de esta serie, porque el hilo conductor está expresado en la canción: tenemos que buscar el auténtico sentido de las preguntas de la vida en el santuario de la felicidad y de la creencia particular y colectiva, un espacio común en el que se despiertan “las ansias de amor y paz y la hermandad entre vivos, muertos, animales, plantas y aguas”, que en tiempos tan complejos como los actuales es importante recordar.

La vida es como una romería permanente que busca siempre algún pretexto para intentar encontrar su sentido esencial, a veces con cosas tan sencillas como unas pequeñas hierbas que simbolizan el amor y sus caricias, porque nos pesan las tradiciones de nuestros mayores que, boca a boca, conocían alguna formas de encontrarlo de esta forma. En la canción original inglesa, Scarborough Fair, era recurrente la cita de hierbas para enamorar: perejil, salvia, romero y tomillo. Al ser un acontecimiento tan importante hay que presentarse con las mejores galas, vistiendo una camisa de lino que ella, la persona a la que amamos (lo que o a quien amamos como símbolo), nos tejió y adornó -en un día ya lejano- con esas pequeñas hierbas, para que la pudiéramos utilizar en las mejores fiestas de la vida. Esto lo comprenden el lagarto azul, las amapolas, que demuestran el sinsentido de las guerras humanas y sus tambores lejanos, los alcatraces que brincan por el acantilado y cuidan el atrio familiar. También el cormorán que sobrevuela los montoncillos de piedras [amilladoiro] que cada persona, que acude al santuario, deposita a lo largo del camino, cuidando que todo quede en el recuerdo de un pan santo iluminado con colores que dignifican e iluminan esta aventura de amor y que cada uno, cada una, guardará siempre en su corazón.

Desde cada finisterre particular, que también existe, podemos hoy comprender mejor las últimas preguntas de Neruda en esta serie, que simbolizan el motor que mueve el mundo, el amor, sin que sepamos al despedirnos hoy cuando volveremos a vernos:

Amor, amor, aquel y aquella
Si ya no son, ¿dónde se fueron?
Ayer, ayer dije a mis ojos
¿cuándo volveremos a vernos?

Romeiro ao lonxe

Romeiro hei de ir lonxe ao San Andrés [de Teixidó]
con herbiñas de namorar,
dareille a quen alén mar está
o aloumiño do meu amor.
Hei de vestir a camisa de liño
que ela teceo para min
con herbiñas de namorar;
anda o lagarto azul e souril
a acaroar mapoulas bermellas,
nacidas de fusís,
co aloumiño do meu amor,
alleo á guerra e ao seu tambor.
Morto ou vivo hei volver á terra
que ela andou canda min
con herbiñas de namorar;
chouta o mascato polo cantil
a vela-lo adro familiar,
ala lonxe, na fin,
co aloumiño do meu amor.
Cabo do mundo, ó pé dun aguillón
doéme a guerra ruín
entre herbiñas de namorar;
corvo mariño voa xentil
o amilladoiro a levantar
e pan santo a colorir
co aloumiño do meu amor.
Romeiro hei de ir lonxe ao San Andrés
con herbiñas de namorar,
dareille a quen alén mar está
o aloumiño do meu amor.

(1) Neruda, Pablo, Libro de las preguntas. Barcelona: Seix Barral – Planeta, 2018.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Cuando calla la Orquesta Sinfónica de Sevilla calla la vida

Imagen captada ayer a las 12:00 horas, en el Teatro de la Maestranza – Sevilla / JA COBEÑA

Más el trabajo humano
Con amor hecho, merece la atención de los otros

Luis Cernuda, A sus paisanos, en La desolación de la quimera

Sevilla, 30/IV/2023

Ayer estuve muy cerca de la huelga que declaró el pasado 23 de marzo y hasta el 17 de junio el comité de empresa de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS). Estaba programado un Concierto de Primavera, en el Teatro de la Maestranza, bajo la dirección del maestro Lucas Macías, con un repertorio muy cercano a la ciudadanía: “la obertura del “El Barbero de Sevilla” de Gioacchino Rossini, las suites 1 y 2 de la popular ópera cómica “Carmen” del compositor francés Georges Bizet, ambientada igualmente en Sevilla, la Suite nº2 “Danza Final” de “El sombrero de tres picos” del compositor gaditano Manuel De Falla, o el “Bolero” de Maurice Ravel, pieza inspirada en una danza española y cuya versión de concierto es una de las obras musicales más interpretadas en todo el mundo”. Finalmente, no se pudo celebrar, y así se anunció por la megafonía a la hora exacta en la que debía haber dado comienzo.

Salimos del Teatro y nos acercamos a los componentes de la Orquesta que estaban explicando su postura a quien quisiera información directa junto a una pancarta reivindicativa, fundamentalmente porque quería manifestarles mi solidaridad con ellos. Hablé con dos componentes, profesores de oboe y clarinete, respectivamente, que nos entregaron un documento con un titular ¡Por el futuro de la orquesta!, en el que se ofrecía información y aclaraciones al último comunicado de la empresa sobre la continuidad de su postura actual, entre las que destaco su flexibilidad sobre su propuesta inicial, aunque la empresa no lo ha hecho así, mostrando un inmovilismo permanente, situación que entre otras se hizo patente ayer. También ofrecía un enlace para conocer toda la información a través del blog oficial del Comité, la ROSS por dentro, que recomiendo consultar para conocer con detalle lo que está pasando, lo que permite emitir juicios bien informados y no sólo de la parte oficial de la empresa, que también, aunque escasa.

A continuación, deseamos saludar al maestro y director en el concierto citado, Lucas Macías, a quien profeso gran admiración y respeto, como se puede comprobar en múltiples artículos y citas sobre él en este cuaderno digital. Pude estrecharle la mano y expresarle mi agradecimiento y reconocimiento por su trayectoria profesional honesta, de gran calidad artística y de éxito permanente, tanto como solista de oboe como de director de orquesta, puesto que compatibiliza de forma permanente en la actualidad en Oviedo y Granada. Me explicó que los ensayos habían ido muy bien y que sentía la cancelación del concierto, sobre todo por el público que deseaba escucharlo, dado que eran obras conocidas por el gran público y porque siempre les debe el respeto máximo.

Hubo una imagen que me impactó sobremanera. Junto al monumento dedicado a Mozart, muy cerca del Teatro, estaban bastantes profesores de la Orquesta Sinfónica con una pancarta reivindicativa desplegada y pensé que nadie mejor que él les podía servir de portavoz, con su trayectoria tan claramente proclive a los inconformismos, tal y como lo mostró en su trayectoria vital y profesional. Todo un símbolo. También comprendí mejor que nunca lo que Horacio Guaraní quiso expresar al mundo cuando presentó la canción Si se calla el cantor, como banda sonora de la película del mismo nombre estrenada en 1973, que hoy recuerdo especialmente habiendo vivido en directo el silencio de la Sinfónica de Sevilla:

Si se calla el cantor calla la vida
Porque la vida, la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor, muere de espanto
La esperanza, la luz y la alegría.

Si se calla la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, calla la vida de la ciudad, del mundo, simbolizado en cada acto en que no comparece por su legítimo derecho a la huelga, en una ciudad en la que el gran escritor Stefan Zweig dijo hace ya muchos años que «aquí se puede ser feliz», algo que le ocurrió a él en una visita llevada a cabo en 1905: «La vida parece tener aquí un ritmo más veloz, y las personas la sangre más viva; en ningún lugar hay más estómagos hambrientos que en Andalucía y, aun así, Sevilla brilla con su portentoso colorido, resplandece de alegría y nos saluda con miles de banderas. Aquí se puede ser feliz”. Pero los responsables directos, públicos, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla, que permiten que su trayectoria de los últimos años sea la crónica de una descapitalización artística y un deterioro anunciado de la misma, deberían ser conscientes de la gravedad de la situación, porque no sólo calla la vida, que mucho es, sino que si se calla de nuevo la ROSS, mueren de espanto la esperanza, la luz y la alegría. Incluso la felicidad de sus ciudadanos y ciudadanas, tal y como lo sintió Stefan Zweig. Una vez más, la Sinfónica de Sevilla se muestra como la pariente pobre de la cultura en esta ciudad. Una muestra clara es que según el comunicado del Comité de Huelga del pasado 27 de abril, “[…] el viernes pasado [21 de abril], el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla rechazaba debatir una moción urgente en defensa de la ROSS y en apoyo de las demandas de su plantilla durante la última sesión ordinaria del mandato que había presentado la confluencia progresista encabezada por Podemos e Izquierda Unida. No parece compatible el rechazo de esta moción urgente con las manifestaciones de los responsables de la empresa por atajar el conflicto y evitar mayores consecuencias”.

Ante la situación tan compleja en relación con la huelga que permanece activa, agradecería que todos los responsables de la misma, obviamente aquellos que no dan su brazo a torcer en el diálogo, recordaran unas palabras del poeta sevillano Luis Cernuda, desde el exilio, dedicadas a sus paisanos: Más el trabajo humano / Con amor hecho, merece la atención de los otros, o lo que es lo mismo ante la huelga: el trabajo humano y profesional de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, merece la atención de la empresa y de la ciudadanía en Sevilla. Estamos identificados y no deberíamos mantener silencios cómplices ante lo que está pasando y estamos viendo durante este tiempo de huelga.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

El cine es el semblante de Meryl Streep

Meryl Streep (Summit, EE. UU.), 22 de junio de 1949)

Sevilla, 27/IV/2023

Lo dijo el director de cine John Ford, que conocía muy bien a Henry James Fonda, respondiendo a un periodista ante la pregunta clásica de ¿qué es el cine?: “Es ver caminar a Henry Fonda”. Hoy, me atrevería a decir, emulando humildemente al gran director americano, ídolo de mi infancia, que “el cine es el semblante de Meryl Streep”, en el sentido que el Diccionario de Autoridades, tan querido por mí, da a ese lema: «La representación exterior en el rostro de algún interior afecto del ánimo, […] de lo que se siente en el corazón» (RAE A, 1739). Quizá ha sido uno de los elementos humanos principales para haberle otorgado ayer el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2023, “por dignificar el arte de la interpretación y conseguir que la ética y la coherencia trasciendan a través de su trabajo, con la virtud de subrayar que los seres humanos, y concretamente las mujeres, deben latir y destacar a partir de su singularidad, de su diferencia. A lo largo de cinco décadas, Meryl Streep ha desarrollado una carrera brillante encadenando interpretaciones en las que da vida a personajes femeninos ricos y complejos, que invitan a la reflexión y a la formación del espíritu crítico del espectador. La honestidad y responsabilidad en la elección de sus trabajos, al servicio de narrativas inspiradoras y ejemplarizantes, traspasan la pantalla y los escenarios con una impecable técnica interpretativa, armada únicamente con su gestualidad, voz y mirada. Activista incansable a favor de la igualdad, con su talento y rigor ha posibilitado que diferentes generaciones disfruten de interpretaciones inolvidables, conquistando el respeto que este gran arte merece”.

En este cuaderno tiene su sitio desde hace años, concretamente a través de dos películas excelentes de la actriz que tanto admiro, Memorias de África y Los puentes de Madison. En relación con la primera, escribí en 2019 un artículo, Memorias de Mozart, en el que unía la interpretación magistral de Meryl Streep con la banda sonora de la película, en un homenaje compartido con mi gran maestro musical Wolfgang Amadeus Mozart al contemplar, ensimismado, una galería de imágenes en el diario El País, dedicadas a Meryl Streep, la excelente actriz ganadora de tres Oscar y reconocida intérprete de películas inolvidables, entre las que escojo “Memorias de África”, que resume a la perfección lo que pienso sobre esta película: “La inolvidable banda sonora de John Barry, su bellísima dirección de fotografía o frases como “Yo tuve una granja en África, al pie de las colinas de Ngong” forman parte para siempre de la memoria colectiva cinematográfica. También la química exhibida por la pareja formada por Streep y Robert Redford, por entonces quizá los dos actores más aclamados del momento en Hollywood”. La banda sonora de la película, bajo la batuta de John Barry, sigue viva en mi discoteca de secreto, haciendo incursiones en la memoria de hipocampo que, como caballo de mar, sigue surcando historias de búsqueda de islas desconocidas para contarlas en este cuaderno digital. Lo que me sobrecoge verdaderamente es asociar siempre esta película y su trama con Mozart, a través de su maravilloso adagio compuesto para el Concierto para clarinete y orquesta (K. 622), acompañando los recuerdos de Karen. No desmerece esta puntualización, en absoluto, el tema nuclear que suena lentamente en los títulos de crédito que ayudan a comprender mejor los tesoros ocultos para el alma en Kenia. El segundo tema, se hace presente en momentos difíciles para la protagonista en su penoso matrimonio de conveniencia. […] Doscientos mil años de memoria de la inteligencia humana nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de Memorias de África, de la memoria de Mozart en su precioso adagio. Para que no olvidemos África y su alma, todavía desconocidas para muchos en junio de 2019. Ni a mujeres excelentes como Meryl Streep y lo que representan para la historia de la humanidad”.

Respecto de Los puentes de Madison, volví a resaltar su figura en un artículo de 2021, Futuro imperfecto / 8. Todavía nos quedarán los puentes de Madison, encabezado por una frase de Francesca, la protagonista interpretada por Meryl Streep, que resumía bien su mensaje implícito en su semblante y sus eternos silencios en los que su mirada lo expresaba todo: Haced lo que tengáis que hacer para ser felices en esta vida… ¡Hay tanta belleza! Dije entonces que en la película se trata una historia corta, muy corta, de cuatro días, aunque luego se transforme en una realidad inexorable para toda la vida: “Si me apuran, casi de un minuto, el momento álgido y en silencio de la mano de Francesca sobre la manecilla interior de la puerta del coche que, definitivamente, no se abre a una nueva vida. En un plano muy corto, pero rodeado de planos perfectos y secuenciales, se resume la película: abandonamos un camino, aparentemente de libertad, porque en el fondo nos da miedo cogerlo, estando rodeados de mundos muy difíciles de abandonar. Lo que viene después, es harina de otro costal. ¿Cuántas veces nos pasa esto? Lo que ocurre es que por esta vez, cualquier parecido de lo que les ocurre a Francesca y Robert, no es pura coincidencia con la realidad, sino la realidad máxima con su principio asociado. Pasa todos los días y me atrevo a decir que ahora mismo está pasando, pero el imperativo categórico de la moral establecida, que no ética en su sentido primigenio, pesa mucho en nuestras conciencias, sobre todo a los que somos mayores, como nos llama el Estado”.

Meryl Streep borda su interpretación en esta película, cuando todo empieza en los silencios que sufre Francesca como mujer, esposa y madre, excepcionalmente interpretados por ella en planos inolvidables. Su expresión lleva dentro el silencio de una vida anodina, reiterativa, frustrante, rota en definitiva, para una persona que antes de la emigración a América era una mujer italiana, nacida en Bari, culta y llena de proyectos. Su vida es un guion preestablecido e impuesto por la sociedad, del que no te puedes evadir, asunto tratado muy bien en el guion a través de la mujer rodeada de murmuración popular en el Condado. Francesca es el prototipo de mujer americana, rodeada de un supuesto bienestar económico y familiar pero que no coincide con su realidad anímica. Quizá sea una frase de su diario, la que resume bien lo dicho anteriormente: “Cuando una se hace mayor, los temores se apaciguan y lo que realmente se hace cada vez más importante es que te conozcan. Que te conozcan por todo lo que has sido durante esta breve estancia. ¡Qué triste me parece abandonar este mundo sin que aquellos a quienes más quieres sepan realmente quién eras!”. Efectivamente, suele pasar esto en muchos casos. El famoso puente Roseman pasaría a la posteridad.

A Meryl Streep la premian por su trayectoria, por su vida llena de detalles, “por dignificar el arte de la interpretación y conseguir que la ética y la coherencia trasciendan a través de su trabajo, con la virtud de subrayar que los seres humanos, y concretamente las mujeres, deben latir y destacar a partir de su singularidad, de su diferencia”, como lo ha reconocido el jurado al concederle el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2023. Ella misma lo expresa, simbólicamente, en Los puentes de Madison, en palabras que no olvido, cuando dirigiéndose con su mirada a Robert, el fotógrafo, le dice en un mar de dudas sobre si se debe ir con él o quedarse en su vida rutinaria: “Robert, por favor. No lo entiendes, nadie lo hace. Cuando una mujer toma la decisión de casarse, de tener hijos, de cierta manera su vida comienza, pero en otro aspecto termina. Construyes una vida de detalles. […] Sólo quiero conocer la rutina, el procedimiento para no perturbar tu vida ¿sabes? […] Te conviertes en una madre, una esposa, y en ese momento te detienes y te quedas quieta para que tus hijos se puedan mover. Y cuando ellos se van, se llevan tu vida de detalles con ellos”.

Definitivamente, me quedo hoy con el semblante de Meryl Streep a través de sus películas, porque define a la perfección qué es el cine. Indudablemente, con su rostro lleno de expresión, en silencio, como lo supo interpretar aquél fotógrafo que un día paró en la puerta de su casa para preguntar por un puente famoso, Roseman, para hacer unas fotos. Nos transmitió de forma simbólica algo importante: todo acabó donde había empezado, en ese puente, cumpliéndose el deseo de Francesca al esparcir sus hijos sus cenizas en sus alrededores. Es la maravilla del cine, una historia breve pero que al ser buena se convierte en dos veces buena. Un poema de Lord Byron, muy querido por Robert, estaba “dentro” de la vasija funeraria y se quedó con ella volando hacia el aire que quisieron respirar juntos en aquellos cuatro días mágicos, inolvidables:

Hay un placer en los bosques sin senderos,
hay un éxtasis en la costa solitaria,
hay compañía, allí donde nadie se hace presente,
al lado del mar profundo, y música en su rugido.
No amo menos al hombre, sino más a la naturaleza,
a partir de nuestros encuentros,
a los que asisto sigiloso,
a partir de todo lo que puedo ser,
o que he visto antes,
para fundirme con el universo y sentir,
lo que nunca puedo expresar
aunque me sea imposible ocultar
.

NOTA: la imagen se ha recuperado de Meryl Streep – Premiados – Premios Princesa de Asturias – Fundación Princesa de Asturias (fpa.es) 

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

25 de abril: de nuevo, en cada esquina un amigo, una amiga y en cada rostro, igualdad

Sevilla, 25/IV/2023

Dedicado especialmente a nuestro hijo Marcos, a quien tanto queremos

Hace tres años, cuando estábamos viviendo la terrible pandemia en sus primeros días de absoluto desconcierto vital, escribí las páginas que siguen, que siguen teniendo el mismo valor que llevaban dentro en aquellos momentos tan difíciles, porque este día es un día especial, diferente, en mi persona de todos y en la de secreto, por las razones que vuelvo a recordar como si fuera ayer, ese 25 de abril de 1974, una fecha revolucionaria que no olvido. Este día es una hoja de calendario que me indica también, cada año, que hoy se celebra la festividad de San Marcos, el evangelista que hizo funciones de periodista para contarnos el día a día de una persona a la que seguía y admiraba mucho, Jesús, el líder nacido en Belén. Entre la revolución de los claveles y la del mensaje cristiano de base, llegó el momento de poner el nombre a nuestro hijo, Marcos, sin duda alguna. Era un símbolo de agradecimiento por lo aprendido en los años jóvenes y para que nunca olvidáramos el mensaje de este joven tan atrevido que nos contó hechos maravillosos de una persona humilde pero carismática, de nombre Jesús. Sólo por esas dos razones históricas, la revolución de los claveles y el nacimiento de Marcos, vuelvo a recordar hoy a protagonistas de historias ya contadas. ¡Ojalá no olvide nunca que en cada esquina puedo encontrar un amigo, una amiga y en cada rostro, igualdad!, como he cantado tantas veces en esta fecha tan especial, haciendo el coro a Jose Afonso, en su interpretación impecable de Grándola, Vila Morena.

Durante varias décadas, compraba este día con ilusión especial el diario personal de cabecera, El País, porque recogía siempre semblanzas y reportajes recordando la revolución de los claveles. Hoy, después de varios años sin comprarlo y leerlo en soporte papel, al haberme dado de baja por su cambio de rumbo ideológico y por el sometimiento drástico al poderoso caballero don dinero, lo he comprado de nuevo, para comprobar si seguía presente en sus páginas la revolución de los claveles y me he encontrado con una doble hoja que lo envolvía, con un anuncio de una empresa, Mango, en las que aparecía a toda página el jugador Antoine Griezmann luciendo los nuevos modelos de esta temporada, con una leyenda: Avanzar, presentados por el citado jugador. Sin comentarios. He retirado la portada y la contraportada envolvente y ha aparecido en la última página, ¡oh, sorpresa!, una entrevista interesante de Tereixa Constenla, a quien admiro, con un fotógrafo que estuvo presente en los primeros momentos de la citada revolución de los claveles, Alfredo Cunha, quedándome con dos respuestas de sumo interés dado el tiempo transcurrido: «Estoy satisfecho por la libertad, la democracia, el fin de la guerra y lo felices que fuimos. Estoy muy insatisfecho por la sociedad que hemos creado, la desigualdad, la corrupción y todo lo negativo que ha ocurrido. No culpo a este Gobierno, creamos un sistema que, en vez de producir riqueza, produce ricos. […] Mi padre era fotógrafo comercial y mi abuelo, también. Mi hermano era juez y mis hermanas eran amas de casa. Tenía una vida normal. Teníamos dificultades, todos los portugueses las tenían. Portugal era un país… hay una frase de Salazar que dice: “Somos infelices gracias a Dios”. Quiere decir que aquí vamos viviendo, es una forma muy portuguesa». Agradezco que El País haya recordado este día, que no es poco cuando amanece en momentos dolorosos de ocaso de la democracia.

25 de abril: en cada esquina un amigo, una amiga y en cada rostro, igualdad

Cada año vivo este día de forma especial. En primer lugar, porque celebramos el santo de nuestro hijo Marcos, no tanto por el olor de la santidad de su nombre sino porque su nombre programático, que ya he explicado otras veces en este cuaderno digital, me activa la memoria de hipocampo para recordar que poner el nombre no debe ser nunca una tarea inocente, sino un programa de vida que hay que cumplir. Marcos, un avezado “periodista” en tiempos de Jesús de Nazareth, hizo un trabajo encomiable: preparar las buenas noticias de un tal Jesús a pesar de hacer una maravillosa crónica de una muerte anunciada (lo que luego se llamó “evangelio”), de que el mundo podía cambiar, de que podemos ser diferentes, más siendo que teniendo: “Al apearlo de la peana santa, Marcos es hoy símbolo de revolución humana, de los que pensamos que todavía es posible ser personas en su real medida, la que cada uno desea a pesar de los pesares”. Marcos fue el intérprete directo y sincero de las historias que contaba Pedro sobre la amistad que tuvo con Jesús de Nazaret, y que le sobrecogió de tal forma que decidió grabarlas en su cerebro y transmitirlas boca a boca a toda aquella persona que quisiera escucharle, tal como lo ha confiado a la historia Eusebio de Cesarea: Porque todo su empeño lo puso en no olvidar nada de lo que escuchó y en no escribir nada falso (Eusebio, Hist. Ecl. iii. 39).

En segundo lugar, porque tal día como hoy, hace ya cuarenta y seis años, aprendimos de la revolución de los claveles que era verdad, que la vida puede y debe ser más agradable para todos, sobre todo para los que menos tienen. Y que las revoluciones silenciosas o ruidosas existen, son necesarias y triunfan cuando compartimos ideologías, sentimientos y emociones: “En 1974, tal día como hoy, 25 de abril, festividad de San Marcos, muchos portugueses pensaron en sus corazones que otro mundo era posible en su país y surgió la revolución de los claveles, con expresiones cantadas por Jose Afonso (Grândola, Vila Morena) de forma admirable:

“en cada esquina, un amigo
en cada rostro, igualdad…”

No es una fecha inocente, como le ocurre siempre a las ideologías cuando son sinceras y comprometidas con las personas que nos acompañan a vivir juntos, con el tu quiero y mi puedo que cada uno, cada una, mejor conoce, se aplica a sí mismo y entrega a los demás. El pueblo es quien más ordena, Marcos del siglo XXI, es otra estrofa preciosa de la canción cantada por Zeca. Lo recuerdo hoy porque lo aprendí de Marcos, del siglo I, en Galilea y de Jose Afonso, del siglo XX, en su pequeño rincón de Grândola.

En plena crisis de la pandemia por el coronavirus, siguen vivos hoy los recuerdos de lo que nos enseñó Portugal en su revolución y nos sigue enseñando hoy día en su inteligente y equitativa acción política sociosanitaria tan cercana y ejemplar. También, de épocas en las que luchábamos como ellos por salir del túnel de la dictadura, sobre todo cuando escucho también una canción contemporánea de Luis Pastor, que me marcó desesperadamente, gracias a la composición de fondo creada por Mario Benedetti en su compromiso activo y porque ahora, más que nunca, ya no somos inocentes / ni en la mala ni en la buena / cada cual en su faena / porque en esto no hay suplentes:Reproductor de audio


Audio de Mario Benedetti recitando Vamos juntos

Vamos juntos (Letras de emergencia, 1969-1973, Versos para cantar)

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

compañero te desvela
la misma suerte que a mí
prometiste y prometí
encender esta candela

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la muerte mata y escucha
la vida viene después
la unidad que sirve es
la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la historia tañe sonora
su lección como campana
para gozar el mañana
hay que pelear el ahora

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

ya no somos inocentes
ni en la mala ni en la buena
cada cual en su faena
porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

algunos cantan victoria
porque el pueblo paga vidas
pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.
Reproductor de audio

Luis Pastor, Vamos juntos

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

El libro del tercer día, en lenguaje Nü shu, enjuga las lágrimas de la mujer china

Tan Dun, Nüshu, canto secreto de las mujeres. Orquesta de Filadelfia, con la interpretación al arpa de Elizabeth Hainen.

Sevilla, 23/IV/2023, Día del Libro

En el Día del Libro deseo compartir con la Noosfera un descubrimiento personal de una isla desconocida en torno a la caligrafía ancestral en China, a través de un lenguaje denominado Nü shu, la antigua escritura secreta de las mujeres chinas, nacido en el siglo III de nuestra era, que me ha parecido deslumbrante y aleccionador, dando lugar posteriormente a una forma de expresión que no utilizaba exclusivamente el formato libro sino alternativas para conservar su anonimato, en canciones, bordados, pañuelos y jarrones con caligrafía especial y todo un símbolo en el lenguaje Nü shu –dos palabras con un significado especial, escritura de mujeres, exclusivamente para mujeres–, los denominados libros del tercer día, teniendo en cuenta que a ellas se las forzó a no aprender a leer o escribir durante toda su vida, siendo estos libros el único sustento anímico para seguir viviendo y volcando en las páginas en blanco que contenían dentro sus sentimientos más profundos.

Estos libros estaban vinculados estrechamente con las bodas forzadas de aquellas mujeres sometidas al poder patriarcal, que buscaban refugio en jarrones, abanicos y cinturones en los que figuraban caligrafías en nü shu con mensajes que sólo las mujeres podían interpretar: “Uno de los usos más importantes del nü shu ha surgido como resultadode los casamientos.Tradicionalmente, después de una boda, la novia deja la casa de sus padres y se muda con su marido. Y si en ese nuevo rol se siente sola, el nü shu se vuelve una vía para expresar su tristeza. En ese proceso de reacomodamiento de los recién casados implica el regalo de un Sanzhaoshu o «Libro del tercer día», hecho de tela y entregado a la novia tres días después de su boda. La madre de la novia sus amigas más cercanas van a expresar sus sentimientos de tristeza y perdida en el libro. Los buenos deseos para el futuro compartido serán grabados en las primeras páginas, las siguientes para el dolor”.

En estos días, Caixaforum dedica un homenaje a esta experiencia milenaria, presentando una película, Hilden Letters, bajo la dirección de Violet Du Feng en una coproducción de China, Estados Unidos, Noruega, Alemania, de 2022, que desarrolla esta cultura y sus vivencias en la actualidad, con una sinopsis que ayuda a comprender su hilo conductor: “A caballo entre el pasado y el presente, ‘Hidden Letters’ sigue a dos mujeres chinas milenarias conectadas por su fascinación por el lenguaje secreto del nushu. Esta lengua oculta de siglos de antigüedad unió a generaciones de mujeres chinas en un sistema clandestino de apoyo a la hermandad, la esperanza y la supervivencia. Influenciadas por el legado de solidaridad femenina del nushu, las dos mujeres luchan por encontrar el equilibrio mientras forjan sus propios caminos en una cultura patriarcal. La historia de dos mujeres chinas que intentan equilibrar sus vidas como mujeres independientes en la China moderna, al tiempo que se enfrentan a la identidad tradicional que las define pero también las oprime. Conectadas a través de su amor por el Nushu -un texto secreto de siglos de antigüedad compartido entre mujeres- cada una de ellas se transforma a través de un período crucial de sus vidas y da un paso más para convertirse en las personas que saben que pueden ser”.

Me ha parecido extraordinario el contenido histórico de este lenguaje de mujeres, para mujeres, en un silencio multisecular que se ha salvado para el presente y la posteridad gracias al cambio político del pasado siglo en China que permitió el florecimiento de esta experiencia milenaria y que se muestra en la actualidad en todo en su esplendor en el Museo creado a tal efecto en la pequeña localidad de Puwei. La unión entre mujeres, ha perdurado y se recupera en las experiencias actuales de salvaguarda de este lenguaje, a través de sus significantes y significados: “Las mujeres que crearon este fuerte vínculo se les conoció como «hermanas de juramento» y eran por lo general grupos de tres o cuatro jóvenes, sin vínculo familiar que estaban unidas por una amistad sustentada en cartas escritas ycantar canciones en nüshu entre ellas”.

Como se anuncia oficialmente en Caixaforum, esta película fue seleccionada para la 95ª edición de los Premios Óscar de este año, aunque finalmente no obtuvo este reconocimiento mundial. La película transmite esta cultura milenaria del Nü Shu, en el entorno de este lenguaje, conservando en la memoria histórica la injusta realidad cultural de las mujeres en aquél territorio, que durante siglos no pudieron acceder ni a la escritura ni a la lectura. Les salvó el lenguaje secreto dibujado en mensajes ocultos de su caligrafía, constituyendo una hermandad secreta,  las hermanas de juramento, algo que la película muestra en la escenografía de hoy día, en la que las protagonistas, Hu Xin y Simu, funden sus almas a través del lenguaje Nü Sshu, que sólo ellas pueden entender.

Finalmente, he conocido que existe una obra musical, la sinfonía Nüshu, canto secreto de las mujeres, de trece movimientos, donde el instrumento central es el arpa. En la UNESCO he recuperado información sobre este compositor chino con palabras que contienen la intrahistoria de este lenguaje secreto: “Esta escritura ha ayudado a las mujeres Jiangyong a enjugar sus lágrimas”, explica Tan Dun, célebre compositor chino y embajador de buena voluntad de la UNESCO. En 2008 regresó a su provincia natal, Hunan, para investigar sobre la cultura nüshu. “A la entrada de Shanggangtang Village vi un puente de la dinastía Song de ochocientos años de antigüedad, cuya mitad se había derrumbado. Me recordó al nüshu, que también está en peligro”, consignó en su diario de viaje. Es así como se prometió hacer todo lo posible por salvar esta escritura, cuyos caracteres se asemejan a “notas de música que vuelan al capricho de los vientos” y que algunas suelen evocarle las formas del arpa o la pipa (laúd tradicional) china. Y fue ahí cuando nació la idea de una nueva sinfonía: “Nüshu, canto secreto de las mujeres”. Desde 2013, la Orquesta de Filadelfia (Estados Unidos), la Orquesta del Concertgebouw (Países Bajos) y la Orquesta sinfónica de la NHK (Japón) han coproducido este poema sinfónico en las salas de conciertos más prestigiosas del mundo. El nüshu ha pasado de ser una cultura femenina secreta y confidencial a ser una “cultura del mundo”, expresó Tan Dun, para quien el éxito de su sinfonía “muestra el respeto del mundo por la utopía de las mujeres”. Esta obra maestra contemporánea de trece movimientos combina tradiciones musicales orientales y occidentales y refleja diferentes aspectos de la cultura nüshu: canciones que acompañan el acicalado de la novia o la separación de ésta de su madre; otras que tristemente evocan medio siglo de vida matrimonial o expresan la nostalgia por las amigas de la infancia. El instrumento central es el arpa que suena, según la fórmula del compositor, como “un relato de mujer que solloza”. Tan Dun presenta en su sinfonía trece secuencias de un vídeo que él mismo realizó en 2008 en China. Fue la primera vez que alguien filmó la cultura tradicional nüshu. En la aldea de Shang Gan Tang, el compositor se reunió con seis mujeres capaces de escribir nüshu. Fueron nombradas custodias de la tradición nüshu por el gobierno del distrito. Gracias a ellas, esta antigua cultura puede transmitirse hoy a las nuevas generaciones. “El secreto de la inmortalidad reside en el esfuerzo por preservar las tradiciones culturales en peligro y legarlas a la posteridad”, dice Tan Dun. Creo que ha sido un regalo especial conocer estas bellas historias en la celebración del Día del Libro, del lenguaje Nü Shu, en el lenguaje oculto de las mujeres que sufren. Todo un símbolo en el mundo actual.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

A veces, toda la vida cabe en un solo día

Sevilla, 19/IV/2023

Sé por su biografía oficial que Silvia Pérez Cruz “es una de las voces más sobrecogedoras que ha aparecido en los últimos tiempos; en palabras de Jorge Drexler, “una voz que marca una generación”. Es compositora además de cantante, y habla el lenguaje de la música desde que tiene uso de razón: creció entre canciones populares ibéricas y latinoamericanas, se educó en el clásico y el jazz. Contagiada por el flamenco a través de una conexión que parece sobrenatural, canta de una forma que sólo es suya y estremece”. Sé que es “cantora”, algo mucho más profundo que “cantante”, porque es consciente que no sólo puede, sino que por principios éticos personales y sociales, debe hacerlo.

Si la traigo hoy a estas páginas buscadoras de islas desconocidas es por la publicación de su última obra, Toda la vida, un día, en la que la artista ha querido a través de cinco capítulos de su vida, con cinco colores diferentes, transmitirnos algo muy importante: “cuida lo que haces, disfrutemos y dediquemos el tiempo que necesita cada cosa”, porque para ella la música es “un milagro y un amparo donde uno siempre encuentra cobijo”, invitándonos a que la acompañemos en ese viaje y nos dejemos llevar por él. Esta obra “representa una vida entera, un día, de sol a sol, circular, un instante, una eternidad”, según explica en las redes sociales.

La canción que he escogido para comprender bien su última obra, Toda la vida, un día, que da título también al álbum, es un homenaje a la cantora argentina Liliana Herrero, acompañada a la guitarra por Pedro Rossi, con un coro grabado en la capilla de la Asociación Cultural Mutte, en Pontós (Girona), y la música especial que se obtiene de un violonchelo barroco, envolviendo las voces de Silvia y Liliana: “Como no la conocía, se me ocurrió hacerle una canción que finalmente no le enseñé hasta después de nuestro encuentro. Es una canción dedicada a ella, una mujer espectacular, potente, profunda, comprometida; un ser humano de los que te cambian la vida”. El vídeo que he escogido está grabado en Islandia — “en un paisaje bellísimo, pero a la vez abrumador”—, que refleja la relación con la soledad de la que habla Toda la vida, un día”. Me ha agradado conocer que en esta producción colaboran grandes músicos flamencos como Pepe Habichuela, Carmen Linares, Diego Carrasco y Carles Benavent, en una fusión extraordinaria que engrandece todavía más su empeño artístico.

Según se afirma en la sinopsis oficial a título de presentación de esta producción, el título simboliza “una vida entera, un ciclo, habla del tiempo infinito, circular, ordenado en principios y finales. Tiene cinco movimientos, cada uno tiene una sonoridad y una búsqueda distinta. El primero es la infancia y la seguridad, la calma en casa. El segundo es la búsqueda de los sonidos, donde también toca el saxo, y se reencuentra con un instrumento que tocaba desde los 7 años. El tercer movimiento es más de la intimidad, de madurez, y donde aparecen los dúos. El cuarto es una edad más adulta, entra el peso, la música va cogiendo profundidad y peso. El quinto y último movimiento es el renacimiento, es decir, son canciones más alegres y vivas. En este movimiento también participa Maro, cantante portuguesa que participó en Eurovisión 2022, y es una gran amiga también. ‘Toda la vida, un día’ se compone de 21 canciones, donde están representadas todas las generaciones, desde niños cantando a abuelos. Es un disco en el que se reivindica la belleza y la riqueza de todas las edades”.

Pasado mañana se presenta oficialmente esta obra magna y se lanza a todos los vientos del mundo, para quien lo quiera escuchar y, sobre todo, entender. Mientras, intento asimilar el mensaje de la canción principal que da nombre a toda la producción y resume a la perfección su hilo conductor: a veces, toda la vida cabe en un solo día, recordando algo que aprendí hace ya muchos años del poeta de Moguer, Juan Ramón Jiménez, cuando en su obra Diario de un poeta recién casado, recogió unas palabras bellísimas del sánscrito -¡ay, la influencia de Zenobia Camprubí!- que no deja indiferente a nadie:

¡Cuida bien de este día! Este día es la vida, la esencia misma de la vida. En su leve transcurso se encierran todas las realidades y todas las variedades de tu existencia: el goce de crecer, la gloria de la acción y el esplendor de la hermosura. El día de ayer no es sino sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Cuida bien, pues, este día!

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Todo el mundo lo sabe, eso es lo que pasa

Todo el mundo sabe / Todo el mundo sabe que el barco hace aguas / Todo el mundo sabe que el capitán mintió / Todo el mundo tiene ese sentimiento desgarrado

Leonard Cohen, Todo el mundo sabe

Sevilla, 16/IV/2023

Leonard Cohen lo cantó con el desgarro humano que le caracterizaba, a pesar de que sus duras palabras estuvieran acompañadas siempre de melodías excelentes: Los pobres se quedan pobres, los ricos se hacen más ricos / Eso es lo que pasa / Todo el mundo sabe / Todo el mundo sabe que el barco hace aguas / Todo el mundo sabe que el capitán mintió / Todo el mundo tiene ese sentimiento desgarrado. Una canción de 1988 perteneciente al álbum “I’m your man”, Todo el mundo sabe, escrita por él y por la cantautora estadounidense Sharon Robinson, vuelve a sonar en la caja de música que guardo en mi clínica del alma, mi biblioteca, cuando constato que el mundo al revés sigue impertérrito, abriéndose camino al andar de cualquier forma.

Traigo hoy esta reflexión a este cuaderno digital cuando compruebo que el expresidente Trump ha salido reforzado en su prestigio nacional a pesar de haber sido llevado a los tribunales y que encara su candidatura a las elecciones de su país como si no pasara nada: todo el mundo sabe que el mintió siempre que pudo, pero millones de seguidores lo seguirán votando a pesar de que los pobres se quedan pobres, los ricos se hacen más ricos / Eso es lo que pasa / Todo el mundo sabe / Todo el mundo sabe que el barco hace aguas / Todo el mundo sabe que el capitán mintió / Todo el mundo tiene ese sentimiento desgarrado. Todo el mundo lo sabe, pero la realidad es que muchos conciudadanos, millones para ser exactos, siguen creyendo que Trump y otros aprendices de Trump en el mundo, también en nuestro país, son los únicos salvadores del mundo “al derecho”, en el que millones de personas viven en unas condiciones infrahumanas y con serios problemas en el bienestar social de este mundo al revés.

Desde esta orilla, salvando lo que hay que salvar, Andalucía sigue con cifras imposibles de aceptar en relación con su pobreza severa y vemos con ardiente impaciencia, estudio tras estudio, que las cifras no mejoran, porque sabemos dónde están los pobres en nuestra Comunidad, todo el mundo lo sabe, que diría Leonard Cohen, aunque algunas fuerzas políticas los ignoren por definición, tal y como lo expuse al año pasado en el artículo que dediqué a esta situación lacerante a la luz del informe territorial sobre exclusión y desarrollo social en Andalucía, de 2022. Las personas que recordamos esta realidad tenemos muchas veces la sensación de que somos “ciudadanos molestos” para los demás, algo así como el rayo que no cesa, pero no me resigno a tranquilizar la conciencia y mirar continuamente para otro lado. Están próximas las elecciones municipales y de determinadas Comunidades Autónomas, donde el voto, no inocente, será vital para obtener los mejores resultados en beneficio de todos, para transformar esta tierra, no solo cambiarla, ante la mirada desafiante del Partido Abstencionista que es la peor representación que podemos imaginar desde una democracia decente.

Ha llegado el momento de pasar definitivamente a la acción y unas elecciones son la gran oportunidad de decantarse por otra forma de hacer política y de ser políticos en el sentido más puro del término, aunque la primera toma de conciencia es repasar algunos conceptos de pobreza para salir de ella, porque creo que estamos muy confundidos, que diría Eduardo Galeano. ¿Saben por qué? Porque pobres, lo que se dicen pobres, son los que no saben que son pobres: Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo. Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo. Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar. Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida. Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella. Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión. Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas. Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos. Pobres, lo que se dicen pobres, son los que no saben que son pobres.

Ahora, en tiempos de votación y turbación, lo más importante es identificar bien al capitán que nos mintió y a otros «capitanes» que siguen mintiendo cada día como si no pasara nada, para hacer la mejor mudanza ideológica y transformar la sociedad. Palabras de Cohen.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

A %d blogueros les gusta esto: