García Márquez ha recibido un premio en “su” biblioteca de Barcelona, la mejor del mundo

Sevilla, 23/VIII/2023

La Biblioteca Gabriel García Márquez, situada en un enclave popular de Barcelona, el Distrito de Sant Martí, ha sido premiada el pasado 21 de agosto como la mejor biblioteca pública del mundo, por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) y Systematic, en una convocatoria que compartía nominación con las bibliotecas Janez Vajkard Valvasor Krskov Public Library (Eslovenia), la City of Parramatta Library (Australia) y la Shanghai Library East (China), junto a otras 12 bibliotecas a escala mundial, representando en total a 11 países. Siguiendo muy de cerca la belleza de sus palabras colombianas, esta Biblioteca, que lleva su nombre, ha recibido una extraordinaria “premiación”. Es la primera vez que una biblioteca pública recibe este galardón en nuestro país, al que se une un premio de 5.000 dólares. Es una noticia que nos debería llenar del llamado “orgullo patrio”, que creo que existe, sin confundir los términos en la clave que gusta a muchos presentar a la patria en sociedad desde una óptica viejuna y trasnochada. Lo dijo en cierta ocasión el eminente cardiólogo Valentín Fuster, catalán por cierto y residente durante muchos años en América, durante una de sus múltiples visitas a España: “Yo puedo estar hablando todo el rato del desastre que hay en España. Pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…” o lo que es lo mismo, puedo estar hablando todo el rato de lo que hace mal este país, pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…, si alguien nos representa con dignidad más allá de nuestras fronteras y alegrarnos por ello, rompiendo los silencios cómplices a los que estamos acostumbrados o a desprestigiar a quien tanto lucha por sus ideales y principios. El proyecto explicado anteriormente da la razón, de forma más que suficiente, a lo expresado por el doctor Fuster.

Como se detalla en su página web oficial, “La biblioteca ha sido la ganadora por la buena valoración de los siguientes puntos: la interacción con el entorno y la cultura local, la calidad arquitectónica del edificio, la flexibilidad de los espacios y servicios, la sostenibilidad, el compromiso con el aprendizaje y conexión social, la digitalización y soluciones técnicas de los servicios, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca a Naciones Unidas y la visión global del servicio que establece la IFLA. Inaugurada el 28 de mayo de 2022, la Gabriel García Márquez es la biblioteca central del distrito de Sant Martí. Se trata de un edificio magnífico de seis plantas con una estructura de madera vista de casi 4.000 m². Un equipamiento cultural y de proximidad para los vecinos y vecinas de un distrito con una gran vitalidad y actividad de la sociedad civil, organizada en entidades del tejido social, cultural y educativo del territorio. El equipamiento incorpora estrategias sostenibles que han permitido obtener la certificación Gold LEED, el sistema internacional de certificación de edificios sostenibles que se basa en la incorporación en el proyecto de aspectos relacionados con la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficiencia del consumo de agua, la selección de materiales, etc.”.

Para comprender el alcance de este magnífico proyecto cultural, recojo datos oficiales sobre el mismo: “Los arquitectos Elena Orte i Guillermo Sevillano, al frente del estudio SUMA Arquitectura, son los responsables del diseño del edificio, que ha sido galardonado con el Premi Ciutat de Barcelona de Arquitectura 2022. La biblioteca, especializada en literatura latinoamericana, lleva el nombre del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. Barcelona honra de esta manera el escritor y periodista colombiano, que vivió en la ciudad de 1967 a 1975. Vista la colaboración entre Biblioteques de Barcelona y Casa Amèrica Catalunya, junto con otras entidades, se organizan propuestas de promoción cultural como el KM América, Festival de Literatura Latinoamericana, que en junio celebró la segunda edición. Las cifras de este nuevo equipamiento son abrumadoras: hasta julio de 2023 la biblioteca ha recibido más de 300.000 visitas, una media de más de un millar de personas al día, y ha llevado a cabo casi 200.000 préstamos. Durante el primer año se han hecho más de 6.000 carnés nuevos y ha acogido más de un centenar de actividades y talleres. Conforman su fondo más de 40.000 documentos. Entre las secciones temáticas habituales en una biblioteca (infantil y juvenil, ficción y no ficción, cómic, hemeroteca, ensayo, cine y música, etc.) destaca un espacio expresamente dedicado a uno de los vecinos ilustres de Sant Martí: Francisco Ibáñez, que moría el julio pasado. Del mítico dibujante de cómics se ha reunido un fondo de cómics de todos sus personajes y de la historia del editorial Bruguera. Desde su muerte, acompaña a sus títulos un libro de pésame y de homenaje”.

Gabriel García Márquez, mi querido Gabo, me ha recordado también hoy la necesidad de volver a leer su prólogo de Doce cuentos peregrinos -obra que recomendaré siempre para las mesillas de noche de las personas que me acompañan en nuestra “Isla Desconocida”-, una obligación ética al escribir palabras que se entregan a los demás, cuando se navega en los mares procelosos atómicos y digitales de la turbación ignaciana. Hoy, cuando me acabo de enfrentar de nuevo a la página en blanco de mi cuaderno digital, resuenan sus palabras con una fuerza especial: “Aquí está, listo para ser llevado a la mesa después de tanto andar del timbo al tambo peleando para sobrevivir a las perversidades de la incertidumbre”. Es verdad. Aquí está listo el artículo de hoy, para ser llevado a tu mesa, lector, lectora, cuando voy permanentemente de mi corazón a mis asuntos, del timbo al tambo particular, personal e intransferible. Cerebro y corazón, básicamente el cerebro, para los que nos acercamos con tanto respeto a él, que nos recuerda permanentemente su papel estelar en la vida, porque diversas estructuras cerebrales todavía atómicas hacen posible escribir la historia jamás contada de vivir de forma controlada para no ir del timbo al tambo. A ser posible, para garantizar que se camina en la búsqueda de asuntos importantes para la felicidad. Y estos días que pasan, pero que en algunas y algunos se quedan, estamos viviendo momentos trascendentales para cada persona, para la sociedad, para la política del país, para la ciudadanía, para las familias, para las amigas y amigos a los que queremos, con los que estamos obligatoriamente obligados a vivir, estar y, lo más difícil, ser.

Escribir hoy sobre este reconocimiento mundial era obligado en este cuaderno digital que busca también islas culturales desconocidas, en este caso, una excelente biblioteca pública, siendo este adjetivo, pública, que además lleva su nombre, algo transcendental en el esfuerzo de las Administraciones Públicas para dotar a la población de equipamientos culturales dignos y creadores de cultura en el sentido primigenio de la palabra “cultura”. Es la misma sensación interna que mostré con palabras cuando en el pasado mes de junio escribí unas palabras de homenaje a la Biblioteca “Fantasía”, de un colegio público de Sevilla, en un barrio con pobreza severa y exclusión social, al recibir el Premio Nacional de Fomento de la Lectura 2023 otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte. El otorgamiento de ambos premios es un triunfo de lo que llamo “tríada capitolina” de los servicios públicos: espacios públicos, levantados con dinero público y destinados a tiempo también público, para todos, sin excepción alguna, reforzando de forma digna lo que se llama a veces “la pariente pobre” o inútil en política, es decir, la cultura.

Mi enhorabuena por el premio concedido a esta biblioteca pública de Barcelona y a los profesionales que trabajan en ella en la actualidad, estando, como estamos, tan necesitados de estos reconocimientos del valor de lo público ante la invasión del mercado privado que, paso a paso y nunca mejor dicho, nos “consume” a diario casi sin darnos cuenta.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!