Un ejemplo paradigmático de inteligencia digital lo he encontrado hoy al conocer, con detalle, la disponibilidad en la red de un programa, Zac Browser, concebido desde su origen para los niños autistas. No quiero explicar nada que lo hace por sí solo. Entren en estas páginas http://www.zacbrowser.com/es/index.html y http://www.peoplecd.com/) y lean, vean y sientan cómo es una realidad la inteligencia digital, tal y como la he definido tantas veces en su tercera acepción, de las cinco propuestas en mi libro Inteligencia digital. Introducción a la noosfera digital (1): 3. capacidad para resolver problemas o para elaborar productos que son de gran valor para un determinado contexto comunitario o cultural, a través de los sistemas y tecnologías de la información y comunicación”, sabiendo que en sí misma no es software, en una dialéctica posible: “Y me quedó claro que la inteligencia es un don humano (para algunas personas “divino”), pero que afortunadamente, no es una lotería: venimos pre-programados a la vida, después de un proceso de concepción y construcción cerebral que se prolonga a lo largo de nueve meses (sinceramente, de toda la vida…). En cualquier caso, se viene demostrando científicamente que la inteligencia, ni siquiera la estrictamente digital, no se puede instalar como un software” (por cierto, ¿libre ó de mercado? Ninguno)”.
Solo me queda el reconocimiento y agradecimiento personal a John LeSieur, el programador que ya está haciendo muy felices a más de 750.000 niños en el mundo gracias a Zac Browser. ¿Por qué? Porque su software…, sobre todo, tiene alma.
Sevilla, 10/IV/2009
(1) Cobeña Fernández, J.A. (2007). Inteligencia digital. Introducción a la noosfera digital (Edición digital).


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