Un colegio público, en una pedanía de Sevilla, que vuela alto y sueña a lo grande

Sevilla, 9/VI/2023

La noticia ha saltado a todos los medios de comunicación: “El “colegio milagro” de una pedanía de Sevilla llega a la NASA.Cinco alumnos de primaria del colegio público de Torre de la Reina, con 1.500 habitantes, logran ser recibidos en el Centro Espacial Houston, como culminación de un proyecto educativo”. En estos tiempos tan convulsos, donde los servicios públicos sufren a diario la falta de respeto institucional y colectivo en cualquiera de sus proyecciones emblemáticas del Estado de Bienestar, educación, salud y servicios sociales, es maravilloso conocer con detalle este tipo de noticias y las manifestaciones del artífice principal de esta gesta educativa, el maestro de primaria Herminio Rodríguez Pozo, que dese hace años cuida los sueños de niños y niñas de esta pedanía de Guillena, en Sevilla, llevándolos en volandas mediante un proyecto, Expedición a la NASA 2023, que recomiendo leer y ver con atención, como colofón al proyecto educativo de ciencia y ámbito aeroespacial “Viajando por el mundo”, donde también expresan su voluntad de acercar el mundo científico a las niñas del Colegio, desde la perspectiva de género, “vital para alcanzar los objetivos de Desarrollo Sostenible (2030), en favor de ciudadanos globales constructivos”.

Leo en el diario El País, frases esclarecedoras de este “milagro”, en boca de este maestro excepcional, uno de los “imprescindibles” de Bertolt Brecht: “Somos un colegio muy pequeñito, una escuela pública en una pedanía de un pueblo de Sevilla, pero eso no nos impide soñar a lo grande”, ““Aquí enseñamos a soñar, queremos que los chavales crean que todo es posible, incluso las oportunidades que parecen destinadas a otros. Ahora que está tan de moda la agenda 2030, yo me quedo con ese eslogan de Una oportunidad para las personas, con las alianzas, y la vinculación de la sociedad civil y de las empresas. Es maravilloso cómo la comarca se ha movilizado para hacer realidad este sueño. Eso es inspirador para otros coles, compartimos la experiencia para mejorar la calidad de la enseñanza pública. Hay que generar ilusión en los chavales y obsesionarnos con conectarnos con la sociedad”, para culminar estas frases con una rotunda: “hay que ser un poco Quijote”.

Me ha entusiasmado conocer esta aventura docente que ensalza “el valor de lo público”, que ahora culmina con un viaje al Centro Espacial de Houston, de cinco alumnos de este Colegio Público, Marina (8 años), Teo (7), Hugo (7), Sergio (9) y Aitor (11), que han sido los seleccionados mediante sorteo —”era lo más justo”— “entre los 189 niños del colegio, que viajan, junto al docente y un progenitor, hasta el citado Centro Espacial, donde serán recibidos y atendidos por los ingenieros españoles de la NASA Eduardo García Llama y Carlos García-Galán, que ya habían remitido el año pasado un vídeo al colegio explicando la misión Artemis I a la luna y animando al alumnado a «seguir estudiando»: “Así que esta pequeña historia va incluso también de algo grande: “el valor de la educación pública”, asegura Herminio. “La escuela es la clave, lo dicen Pablo y Sara, nuestros astronautas españoles en la NASA, cada vez que son entrevistados: sin la educación pública no hubieran llegado a donde están hoy. Y la calidad de la enseñanza tiene su fuerza en las alianzas, que es lo que hemos estado buscando nosotros durante todo el curso”. Porque en esta aventura docente ha participado la comarca al completo, con entidades públicas y privadas solidarias con este esfuerzo de la enseñanza púbica, aunque también a nivel autonómico y estatal.

Llevan a Houston un proyecto muy especial, entregar allí “la primera Constitución Lunar, que los alumnos del Colegio Nuestra Señora del Carmen han redactado con los derechos y deberes de los que pudieran ser en un futuro los primeros humanos habitantes de la Luna. “Cada niño ha escrito su punto de vista de cómo puede ser su gobernanza de la luna”, con citas tan contundentes como “que haya sanidad lunar gratis” o “la riqueza de la Luna sea repartida de manera justa y controlada”, según puede leerse en un emocionante documento de letra infantil”. En Houston “conocerán de primera mano el programa Artemis, que a finales del año pasado completaba suprimera misión de órbita no tripulada a la luna. […] Esta es, por tanto, una pequeña gran historia de un pequeño gran centro escolar: “Ya nos llaman por ahí el colegio milagro”, presume Herminio. Un pequeño paso para un niño, que diría Neil Armstrong…”. También, un gran paso para la humanidad, para los niños y niñas de Torre de la Reina, Guillena, Andalucía…, para España.

Lo expuesto anteriormente me recuerda lo que manifestó en 2013 el eminente cardiólogo español Valentín Fuster, residente durante muchos años en América, durante una de sus múltiples visitas a España: “Yo puedo estar hablando todo el rato del desastre que hay en España. Pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…” o lo que es lo mismo, puedo estar hablando todo el rato de lo que hace mal este país, pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…, si alguien nos representa con dignidad más allá de nuestras fronteras y alegrarnos por ello, rompiendo los silencios cómplices a los que estamos acostumbrados o a desprestigiar a quien tanto lucha por sus ideales y principios. El proyecto explicado anteriormente da la razón, de forma más que suficiente, a lo expresado por el doctor Fuster. Mi enhorabuena a este colegio público y a la comunidad educativa del mismo en Torre de la Reina (Guillena). Necesitamos, como agua de junio, estos reconocimientos del valor de lo público.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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