Valeria Castro, ´chiquita´ y muy grande al mismo tiempo

Sevilla, 9/XI/2023

La música es una de las grandes pasiones culturales que cuidan mi alma, porque sé que siempre es compañera en la alegría, pero también medicina para el dolor (musica laetitiae comes, medicina dolorum), incluso para comprender el sinsentido de las guerras actuales, en Palestina y Ucrania, a la que no olvido, junto a las intestinas de la política nacional cuando ésta carece de altura de miras, no inocente por cierto, tal y como lo estamos viviendo estos días en este país como consecuencia de la traída y llevada amnistía, sin que se explique bien y se comprenda su verdadero alcance democrático. En este contexto, vuelvo hoy a ella a través del descubrimiento, esa es la misión de este cuaderno digital, de una cantante ´chiquita´, debido a su nacimiento en la isla de la Palma, que así se identifica también a esta preciosa isla, muy bonita y que conozco bien, cuyo nombre, Valeria Castro (La Palma, 1999), se va a escuchar a escala internacional, próximamente, con motivo de la ceremonia de la entrega de los premios Grammy en esta ciudad, el próximo 16 de este mes, al estar nominada a uno de estos premios, concretamente el Grammy Latino a mejor canción de cantautor por ´La raíz´, canción que preside estas palabras, como homenaje a su tierra ´chiquita´, a la que nunca ha renunciado en su fondo y forma.

Así se presentaba en 2021 en una entrevista en la revista ´Vogue´, con palabras que enmarcan perfectamente su vida y su obra, respetando siempre sus raíces: ´Nací en La Palma, que es una de las islas menores de Canarias, y es también por eso mi sentimiento de pequeñita. Saber de dónde vienes, cuando se trata de un sitio pequeño, es saber también que tienes que crecer desde más abajo. Empecé estudiando en una escuela de música de allí y, si no hubiese crecido ahí, quizás mi amor por la música no sería el que es hoy. Empezar con 4 años a tocar el piano y cantar fue clave, la infancia es una etapa muy bonita para desarrollar esas pasiones y que luego duren, ojalá, siempre´.

Valeria Castro ha crecido junto a la música en sus más diversas manifestaciones, baile, guitarra, piano y canto, faceta esta última que le permitió con tan sólo 18 años, entrar a formar parte de la discográfica multinacional ‘Warner Music’, presentándose en el mundo musical con un proyecto de homenaje a canciones de las décadas de 1990 y 2000, junto a su guitarrista y violinista, Alberto Torres. Dos años más tarde, la discográfica lanzó un disco, ´Chiquita´, con seis temas entre los que destaca ‘Ay, amor’, una canción que critica la hipocresía frente a la inmigración, junto a otras composiciones que mezcla ´talento y ternura´, tal y como la ha definido a ella  Alejandro Sanz, mentor también de su meteórica carrera artística, ‘Culpa’, ‘Cómo te voy a olvidar’, ‘La corriente’, ‘Cuídate’ y ‘Guerrera’, siempre con el hilo conductor de la sororidad y su proximidad a las mujeres que sufren violencia de género y que junto a su madre y abuela, constituyen su inspiración más directa a la hora de componer y cantar sus propias canciones.

Respetando esta trayectoria vital, me ha interesado conocer la letra de la canción nominada al premio Grammy citado, La raíz, porque refleja el respeto que debemos sentir siempre por nuestras raíces humanas, con sus sentimientos y emociones, porque hay que escucharla siempre con el corazón, más fuerte que el viento, tal y como lo aprendí hace ya muchos años de Rafael Alberti, aplicado a los versos, en su Canción 8, recogida en Baladas y canciones del ParanáSentimiento, pensamiento. / Que se escuche el corazón / Más fuertemente que el viento. / Libre y solo el corazón, / Más que el viento. // El verso sin él no es nada. / Sólo verso. O lo que es lo mismo: La raíz, sin corazón, no es nada. Solo una canción.

Todo se inunda y piensas que nunca
Toca la bala en tu pecho y asusta
Y todo parece que en unos meses
Sigues pensando en que igual es tu culpa

Y tú mirando a todos lados por si alguien ha llorado
Y tus ojitos tan mojados no han secado
Y tú que tanto te mereces, no todos permanecen
Y no por ello no amanece, no florece

Pasó lo que tenía que pasar
Y no pienso hacer nada más
Más que quedarme aquí
Cuidándola

Pasó lo que tenía que pasar
Y no pienso hacer nada más
Más que quedarme aquí
Cuidando la raíz
Cuidando la raíz
Cuidándola

Y aunque a veces llores, tienen las flores
Que tener agua aunque no sea la justa
Y es recurrente al lado de tu frente
Unos ojitos que piden disculpas

Y tú que siempre has intentado tener tanto cuidado
Con lo que estaba cerca pero no en tu mano
Y tú tendrías que ver el alma que tiene tu garganta
Que solo así se aprende a ver el mar en calma

Pasó lo que tenía que pasar
Y no pienso hacer nada más
Más que quedarme aquí
Cuidándola

Pasó lo que tenía que pasar
Y no pienso hacer nada más
Más que quedarme aquí
Cuidando la raíz
Cuidando la raíz
Cuidándola

Pasó lo que tenía que pasar
Y no pienso hacer nada más
Más que quedarme aquí
Cuidándola

Pasó lo que tenía que pasar
Y no pienso hacer nada más
Más que quedarme aquí
Cuidando la raíz
Cuidando la raíz

Cuidando la raíz (cuidando, ay cuidándola)
Cuidando la raíz (cuidando, ay cuidándola)
Cuidando la raíz (cuidando, ay cuidándola)
Cuidando la raíz (cuidando, ay cuidándola)
Cuidando la raíz (cuidando, ay cuidándola)
Cuidando la raíz (cuidando, ay cuidándola)
Cuidándola

Valeria Castro va a estar en esta ciudad, pendiente de su nominación junto a otros cantautores de mucho prestigio. No sabemos qué pasará la semana próxima, pero de lo que estoy convencido es de que a ella sólo le basta su raíz, cuidándola día a día, como siempre, su mejor premio, porque siempre ha intentado, en una adaptación personal que hago de la letra propuesta al Grammy, tener cuidado con lo que estaba cerca pero no en su mano / porque es consciente del alma que tiene su garganta / porque solo así se aprende a ver el mar en calma // Pasará lo que tenga que pasar / Sé que no piensa hacer nada más / más que quedarse cuidando… su raíz.

Con estas palabras, sólo he querido cuidar las raíces ´chiquitas´ de su vida y de su extraordinaria obra, en un mundo tan alejado de estas cuestiones. Nada más. Para lo que sirva, Valeria.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

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