La Romanza de Salvador Bacarisse, música de fondo para un nuevo 20 de noviembre en libertad (V)

Sevilla, 20/XI/2023

Hoy, 48 años después de la muerte del dictador, de cuyo nombre no quiero acordarme ahora, se hace pública la composición del nuevo GOBIERNO DEMOCRÁTICO de este país, Gobierno Legítimo, con mayúsculas, a pesar de los esfuerzos de las derechas y su más allá (por su amplio espectro) para impedirlo de todas las formas posibles. La democracia ha triunfado una vez más y se abre un periodo de esperanza fundada en el progreso del país de la mano de un Gobierno que afianzará los derechos y libertades de todos, sin excepción.

Es una ocasión especial que no quiero perder en esta escritura circular y diaria que vuelco en este cuaderno digital, porque estoy convencido de que si se callan…, el cantor, el compositor, el escritor, el soñador, el bloguero, el político digno, el artista o el ciudadano anónimo, no conformes con las injusticias que pasan en nuestro mundo cotidiano, también en nuestro país, se calla la vida y la palabra. Repito que hoy es un día muy especial para España, que no olvido al cumplirse el 48º aniversario del fallecimiento de Franco, el dictador de este país que tuvo helado el corazón, durante muchos años, de una de sus dos Españas.

Como conocí bien lo ocurrido, al ser una persona que nació sólo ocho años después de finalizar la guerra civil, pero no sus daños colaterales, vuelvo a publicar hoy las palabras que escribí hace cinco años en este cuaderno digital, al igual que en años anteriores, como pequeño homenaje a la memoria histórica de hombres y mujeres de este país que entregaron su vida durante la dictadura por la ansiada libertad para todos. Para que no se olvide y para lo que sirva, mucho más indicado hoy por lo que está ocurriendo estos días en relación con el clamor insaciable de las derechas para demoler el gobierno votado en la sede del pueblo, el Congreso, compartiéndolo en el club digital de las personas dignas, libres y buenas, en el buen sentido de la palabra «buenas», como lo aprendí en mis años jóvenes de Antonio Machado, un hombre bueno y ejemplo de lo que significa hoy día la dignidad del exilio interior, que también existe y en el que, a veces, seguimos viviendo, siendo consecuentes con una ideología pre-ocupada (así, con guion) por el ansiado bienestar personal y social de todos.



La Romanza de Salvador Bacarisse: música de fondo para un 20 de noviembre en libertad

Una romanza es una composición de aire tierno y sencillo, un aria que solo quiere transmitir sentimientos. Estos días estoy experimentando una emoción especial tocando en fase de aprendizaje la Romanza de Salvador Bacarisse, el segundo movimiento de su preciosa obra Concertino en La menor. Mis profesoras de piano y violín han hecho los arreglos necesarios porque la versión original de 1952 es para guitarra y orquesta. Creo que les ha quedado preciosa.

Navegando por la memoria, entre lo que somos, tenemos y hemos perdido, he recordado al pintor Joe Brainard porque encontró una fórmula maravillosa para navegar por ella, los Me acuerdo…”. Así es y hoy me he acordado de la persona que ha colgado en Youtube el vídeo de la cabecera de este post, cuando decía que “Con este vídeo, hago un pequeño y humilde homenaje a Bacarisse y a los que fueron víctimas de sus propios días, sobre todo, a los que tras perder la guerra, por si fuera poco, tuvieron que marcharse. Murieron, perdieron y se marcharon, la gran mayoría lo hizo para siempre, y nunca han tenido el reconocimiento que también ellos merecen. Jamás olvidemos la historia, y aprendamos siempre de ella. Es por eso que, sin demonizar ni buscar culpables, sólo emito un reflejo más de esa época que, espero, al menos nos haya servido para aprender y no volver a cometer los mismos errores nunca más. Sé que este es un tema no superado en España y tenemos que buscar todos los medios para que así sea. Han pasado más de ochenta años y no veo que haya habido un perdón de verdad. Sólo tratando esta época sin rencores podremos avanzar como sociedad, y este país podrá ser algo mucho mejor. Hay que encontrar algún nexo de unión, porque, aunque siempre existan divergencias políticas, la herida de la Guerra Civil española nunca se cierra porque nunca nadie parece querer curarla, sobre todo los que tan malamente nos gobiernan hoy día”.

Cuando toco de forma incipiente la Romanza en sus dos versiones, para piano y violín, con fallos lógicos por mi parte en su ejecución y en este momento de aprendizaje, siento estas palabras como si fueran la letra de esta composición que representa el dolor de la España que ha tenido helado el corazón durante muchos años. No me importa repetir los compases una y otra vez porque es una forma de comprender mejor qué quiso transmitir el autor en ellos. Ya la recordé el año pasado en este cuaderno digital, cuando dediqué unas palabras especiales a Ataúlfo Argenta, gran amigo de Bacarisse: “Buscando esta verdad de Ataúlfo Argenta, he seguido de cerca a Fernando Argenta en mi vida nómada, escuchándolo siempre con enorme respeto en la radio del coche, en viajes siempre hacia alguna parte. El mismo que él tenía hacia su padre cuando nos presentaba el Concertino para guitarra y orquesta en La menor, de Salvador Bacarisse (sobre todo su Romanza), nada apreciado por el Régimen franquista por su deriva republicana y que dirigió en un concierto memorable en París el día de su estreno [15-X-1953, París (Théátre des Champs-Élysées), interpretado por Narciso Yepes (guitarra) y L’Orchestre National, en un concierto publico organizado por la Radio Televisión Francesa)], del que guardo un recuerdo entrañable en mi memoria de hipocampo, de secreto. Escuchen esta versión de la Romanza con la pasión de Ataúlfo Argenta en su dirección musical.

Recientemente, he localizado un tesoro musical: la obra compilada de Salvador Bacarisse en la Fundación Juan March, con un prólogo emocionante de su único hijo, Salvador Bacarisse Cuadrado: “Yo me fui a vivir a Inglaterra pero mis padres siguieron en París, en el pisito del 7 de la rue Cassette que ocuparon más de treinta años. Cuando murió mi madre en 1976, trece años después que mi padre, yo quité el piso de la rue Cassette, y me llevé a Escocia todos los papeles y libros de mi padre. Desde aquel día permanecieron a salvo, y yo creía olvidados, hasta la fecha memorable en que llamó a la puerta de mi casa Emilio Casares, quien venía a pedirme autógrafos y otros materiales para una exposición de «La música en la Generación del 27» que estaba organizando y que tuvo lugar en Granada en julio de 1986. Esa exposición y el magnífico catálogo que publicó el Ministerio de Cultura fue el primer reconocimiento de aquellos músicos olvidados durante el franquismo, entre los que figuraba mi padre. En Granada, durante la exposición y hablando con Rodolfo Halffter, que había venido de Méjico, y con otros, decidí hacer lo que en realidad ya sabía que tenía que hacer: mandar los manuscritos de Salvador Bacarisse a su tierra, a España. Por muy hijo de francés, emigrado a España, que fuera mi padre, nunca se sintió sino español. Vivió treinta años en París, desarraigado y triste lejos de su querido Madrid”. Me ha permitido conocer su obra a través de esta publicación extraordinaria, que está al alcance de quien desee conocer de cerca a este gran compositor olvidado durante la dictadura franquista. Ha sido un hallazgo que me permitirá conocer a fondo a Bacarisse, en su vida y en su obra. En la Fundación está el legado completo del compositor, llevado a cabo por su hijo en 1987, que incluía todas las partituras que obraban en su poder.

Cuando comienzo hoy mi ensayo de violín, he sentido la necesidad de compartir este sentimiento de respeto y agradecimiento a un autor muy desconocido en su país, pero que tuvo el reconocimiento mundial fuera de él alternando su labor de composición y de dirección de orquesta con el trabajo que desarrolló en el exilio en París, en la Radiodifusión-Televisión Francesa, como productor de programas en español para Hispanoamérica.

No lo olvido…, en un día próximo de infeliz memoria. Para lo que sirva, compartiéndolo en el club de las personas dignas y libres de este país.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA – ISRAEL/HAMÁS, ¡Paz y Libertad!