Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso
Sevilla, 7/II/2024
Voy a intentar emular a Augusto Monterroso en su brevedad a la hora de escribir sobre una fábula que tiene que ver con las ovejas negras y las zorras, aprovechando el vendaval que ha azotado nuestro país, a una de las dos Españas, “horrorizada” por el triunfo de una canción, Zorra, que lo representará en Eurovisión 2024, así como del dúo que la canta, Nebulossa, en un ataque de edadismo sin compasión alguna. Monterroso, en una obra suya, La oveja negra y demás fábulas (1), que guardo como oro en paño en mi clínica del alma, mi biblioteca, ha salido a mi encuentro y me ha recordado que su oveja negra aparece en la letra de Zorra: Ya sé que soy solo una zorra / Que mi pasado te devora / Ya sé que soy la oveja negra / La incomprendida, la de piedra / Ya sé que no soy quien tú quieres (lo sé) / Entiendo que te desespere (lo sé). También, que a su fábula, La oveja negra, que da título a su obra, sería importante ponerle música hoy, eso sí como cantores, no cantantes, puesto que los cantores o cantoras deben hacerlo, porque entregan siempre un mensaje dentro de la canción, mientras que los cantantes pueden hacerlo también (Facundo Cabral dixit), pero muchas veces sin alma dentro:
En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.
Sustituir oveja negra por zorra, la de la canción, ayuda a comprender la nueva fábula en pleno siglo XXI, en nuestro país por supuesto. Sobran más palabras, aunque cuando me he despertado, la España de siempre, la que hiela el corazón, todavía sigue aquí (como el dinosaurio).
(1) Monterroso, Augusto. La oveja negra y demás fábulas, Madrid: Santillana, 2002 (4ª ed.), p. 25.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA Y GAZA, ¡Paz y Libertad!


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