No olvido hoy a los santos inocentes de Gaza

¿Quién está traficando con todo este dolor humano? ¿A quién da de ganar esta tragedia? “La cara del verdugo está siempre bien escondida”, cantó, alguna vez, Bob Dylan.

Eduardo Galeano, en Patas arriba. La escuela del mundo al revés.

Sevilla, 28/XII/2024

Jesús, el niño de Nazaret, supo hace más de dos mil años lo que era buscar refugio como niño inocente que era, junto a su familia querida, iniciando un viaje sin retorno que le costó la vida, tal y como nos lo han contado como un relato mantenido en el tiempo y como creencia para quienes la han querido profesar y extender. Lo más incomprensible es que santos inocentes existen todavía a diario por la migración mundial, en guerras de todo tipo, aunque también se refleja, por ejemplo, en la pobreza infantil severa de este país, de mi Comunidad, sin ir más lejos.

Hoy, festividad de los santos inocentes, según el calendario católico y ocho años después de haber hecho una reflexión sobre la tragedia de Siria en este cuaderno digital, vuelvo a escribir palabras cargadas de dolor por la guerra en Gaza. ¿Por qué? Sólo cambio el lugar de la reflexión que hice aquel año sobre aquel lugar, Alepo, ahora Gaza, y compruebo una vez más que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, por decirlo en roman paladino, dado que cuido mucho la sentencia de Terencio que tantas veces he citado en este cuaderno digital: nada humano me es ajeno. Mejor dicho, nada humano nos debería ser ajeno.

Quince meses después del execrable ataque de Hamás a Israel, que marcó el principio de una guerra en la Tierra Prometida, seguimos viendo imágenes que hieren cualquier sensibilidad de los espectadores de la vida digna. Anoche abrían los informativos con la noticia facilitada por la UNRWA de cómo mueren de frío los bebés en Gaza, en los campos de refugiados que sobreviven en condiciones precarias, insufribles, por el frío extremo y la falta de refugio adecuado.

Seguirán engrosando la lista dolorosa y vergonzante para la humanidad de los más de 14.500 niños y niñas gazatíes que han muerto por el sinsentido de esta guerra.

Hemos llegado a este día con la toma de conciencia de que algo grave pasa en el mundo porque muchas cosas funcionan al revés. Quizá sea la situación de Gaza la que más nos conmociona por su crueldad innecesaria. También lo ocurrido en Líbano o los niños y niñas que mueren durante travesías imposibles como migrantes africanos en dirección a Canarias. En el día que celebra la Iglesia Católica la festividad de los santos inocentes, he recordado el post que dediqué en noviembre de 2016 a la tragedia de Siria, No puedo aguantarlo más, donde una niña gritaba de forma desesperada que “Mataron a todo el mundo. Mataron a todo el mundo. ¿No basta con lo que han matado hasta ahora?”. El cambio de escenario bélico en Siria sigue siendo un interrogante, con Alepo como exponente de lo que ha significado aquella guerra sin sentido, con decenas de miles de santos inocentes.

Vuelvo a leer hoy, ocho años después, aquellas palabras que resuenan con fuerza en una celebración, el día de los santos inocentes, que debería recordarnos a estos niños y niñas gazatíes como representativos de los nuevos inocentes en el mundo que permanece en estado de guerra y exilio permanente, entre los que no se encuentra el Mesías Prometido que a veces buscamos desesperadamente entre los escombros de la vida que nos llega a través de imágenes no inocentes. Con responsabilidades internacionales de todo tipo, cubiertas de silencios cómplices que claman a los cielos que, paradójicamente, tanto se cantan y ensalzan en estos días.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de EUROPA PRESS

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!