
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo.
Eduardo Galeano, en Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.
Sevilla, 18/I/2025
Mañana, a las 7:30 horas, llega el alto el fuego a Gaza. Se abrirá la frontera de Rafah, palabra que paradójicamente significa “medicina” en hebreo, situada en el Sur de Gaza, junto a Egipto, lo que permitirá el paso para que pueda entrar de forma masiva la ayuda humanitaria de todo tipo para el pueblo palestino, se puedan evacuar heridos y se entreguen por parte de Hamás los tres primeros rehenes israelíes capturados en el ataque de octubre de 2023, en una denunciable acción terrorista.
Siguiendo al revés el esquema bíblico de aquellas tierras, Goliath ha vencido desgraciadamente a David. En este escenario terrible, ha llegado este día de débil paz tan esperada. Ahora toca continuar como siempre, en una situación insostenible para Palestina desde hace setenta y seis años, iniciándose un proceso de atención a los terribles daños colaterales de esta guerra, decenas de miles de personas masacradas sin piedad, más de quince mil niños y niñas como víctimas de este sinsentido mundial, con unos comportamientos por parte de Israel, consentidos con silencios cómplices internacionales que muestran la desnudez ética de este mundo al revés.
El mercado hará su enero y meses posteriores, dicho sin contención alguna, su calendario económico en la reconstrucción material de Gaza, pero quién restaura tanto daño personal en todo el territorio gazatí. Pasarán años, muchos años, para que Palestina recupere su “normalidad”, que no será posible sin que de una vez por todas se le reconozca su identidad histórica como Estado.
Hemos llegado a este día con la toma de conciencia de que algo grave pasa en el mundo porque muchas cosas funcionan al revés. Quizá sea la situación de Gaza la que más nos conmociona en determinados momentos por su crueldad innecesaria. También lo ocurrido en Líbano, Ucrania, Sahel o los niños y niñas que mueren durante travesías imposibles como migrantes africanos en dirección a Canarias.
Lo decía Eduardo Galeano en el artículo citado en la cabecera de estas palabras: Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad. Es verdad que nos debe consolar este alto el fuego, pero no debemos olvidar los daños irreparables que está absurda guerra ha ocasionado y seguirá haciéndolo en la población palestina, afectando de forma cruel a estos niños y niñas que necesitan crecer en una Palestina libre de yugos extraños, para recobrar de una vez por todas, ante este mundo descreído y al revés, su identidad personal y comunitaria.
NOTA: la imagen se ha recuperado hoy del diario EL PAÍS.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL
¡Paz y Libertad!

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