Sevilla, 30/III/2025 – 15:45 h (CET+2)
Estoy todavía conmocionado y conturbado al haberse publicado el pasado miércoles, en un programa de televisión, las imágenes de una agresión de cuatro alumnos, de entre 16 y 17 años, a un compañero con parálisis cerebral, en un instituto de Santander, en las que se ve cómo le acosan y se burlan de él, defendiéndose como podía e intentando escapar de ellos en su silla de ruedas. Creo que han conmovido a la opinión pública sensata de este país y lo que traducen estas imágenes es que la educación institucional tiene un serio problema de convivencia que va a más y sin visos inmediatos de solución. Esta es la razón de por qué he investigado cómo podía conocer datos fiables y recientes de la situación de acoso y ciberacoso en España, bullying , localizando un informe después de diversos análisis de fiabilidad profesional en este tipo de documentos, I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia, llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación ColaCao, concretamente por la Unidad de Psicología Preventiva dependiente de la Facultad de Psicología y dirigido por la profesora María José Díaz-Aguado Jalón.
Quien lee páginas de este cuaderno digital sabe la importancia que doy a la obtención de datos fiables, para conformar juicios bien informados que nos permitan evaluar este tipo de noticias, en las que muchas veces el relato mata al dato. Por esta razón he leído atentamente el estudio, del que se obtienen las siguientes conclusiones, también facilitadas por el mismo, bajo un epígrafe impactante: casi dos alumnos por clase sufren acoso escolar en España. Con este primer dato relevante, es importante contextualizar los más significativos , en una síntesis obligada que no exime de la lectura pormenorizada del estudio completo:
• La investigación, una de las más completas hasta la fecha en nuestro país con una muestra de casi 21.000 estudiantes de las 17 comunidades autónomas, refleja que desde 4º de primaria hasta 4º de secundaria hay un 6,2% de alumnos que se reconocen como víctimas de acoso escolar.
• 1 de cada 3 víctimas de bullying afirma no explicárselo a nadie: el miedo y no querer preocupar a sus familiares, los dos motivos principales.
• Se reconocen como acosadores un 2,1%: hay un acosador/a por cada dos clases. Un 16,3% de estudiantes- casi 5 estudiantes por aula- afirman haber presenciado situaciones en las que se ha acosado a un/a compañero/a del mismo centro en los últimos meses.
• El 19,2% del alumnado reconoce haber sufrido situaciones de maltrato entre estudiantes que podrían derivar en acoso escolar, tales como llamar por motes o burlarse. En el caso del ciberbullying, las víctimas de estas situaciones ascienden al 10,3%.
• Haber sufrido acoso escolar incrementa el riesgo de sufrir ciberacoso: casi la mitad de las víctimas de bullying (46,4%) reconoce haber sufrido alguna situación de maltrato digital.
• La relación del bullying y el suicidio es muy alarmante: en el caso del acoso escolar, el 20,4% de las víctimas y el 16,8% de los acosadores declaran haber intentado quitarse la vida alguna vez. En el caso del ciberacoso, este dato es del 21,1% de las víctimas y del 24,9% de los acosadores.
Sobre la actuación impresentable de acoso al adolescente con parálisis cerebral que comentaba al principio, se sabe a la fecha en la que escribo estas líneas que la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria ha activado el protocolo de acoso escolar y que el centro educativo donde sucedió este lamentable hecho ha abierto un expediente disciplinario a los menores implicados en la agresión, junto a medidas cautelares y la expulsión del instituto durante cinco días, el plazo máximo que permite la ley, aunque también se conoce ya que pero al iniciarse un procedimiento por vía judicial por parte de la familia del adolescente, se ha paralizado el citado expediente administrativo.
He leído también una noticia que reproduce perfectamente la gravedad del acoso escolar y ciberacoso en nuestro país, todavía más acusada en menores discapacitados: “Inazio Nieva, de 25 años y nacido en el pueblo vizcaíno de Leioa, se muestra conmovido por este caso porque le ha recordado lo que él vivió hace 10 años. Tiene parálisis cerebral y es divulgador de la discapacidad. “Caí en depresión, no tenía amigos”, rememora. Sufrió acoso escolar en los dos centros educativos en los que estuvo, del primero asegura que se tuvo que ir porque la situación le resultaba insostenible, cuenta que padecía agresiones verbales. “Las monitoras del recreo miraban hacia otro lado”, denuncia. En el segundo, sufrió violencia física, pero asegura que los profesores supieron atajar la situación en cuanto un vídeo, similar al que se ha conocido este miércoles, llegó a sus manos. “El moratón lo vemos todos, pero las secuelas son invisibles y pueden quedar de por vida”, dice mientras explica que ocho de cada 10 alumnos con discapacidad han sufrido bullying. El dato procede del estudio Acoso y ciberacoso elaborado por Fundación ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), en 2023, que también muestra que las burlas, el aislamiento y el rechazo son las modalidades de violencia más frecuentes.
Sobran más comentarios. Lo importante ahora es actuar inmediatamente ante teste tipo de situaciones y establecer protocolos efectivos que permitan actuar de forma preventiva y no sólo reactiva, rodeada de silencios cómplices, en la convivencia escolar. Es lo que he descubierto también como preocupación educativa estatal y pública, a través de una publicación científica de sumo interés, Indicadores para evaluar y mejorar la convivencia escolar, por parte de la profesora María José Díaz-Aguado, autora del estudio anteriormente citado, cuya sinopsis oficial ayuda a comprender bien su hilo conductor: “El estudio es una herramienta que permite medir y valorar el grado de cumplimiento de los objetivos que los centros educativos se proponen para mejorar la convivencia escolar. En él se recogen elementos y propuestas que son el resultado de más de cuatro décadas de estudio. Los indicadores que se presentan en el primer capítulo reflejan la calidad global de la convivencia en el centro; en el segundo capítulo se muestran los indicadores para evaluar oportunidades y problemas de las relaciones de amistad entre el alumnado, así como pautas para favorecer dichas relaciones; en el siguiente capítulo se analizan las relaciones entre el alumnado y el profesorado; en el cuarto se exponen los indicadores para evaluar la relación entre la escuela y las familias desde diferentes perspectivas; y el último capítulo se centra en los indicadores que permiten el diagnóstico global de la convivencia escolar a partir de las condiciones, recursos y obstáculos en el centro y en su entorno”.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL,
¡Paz y Libertad!
















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