Se ha publicado recientemente un libro precioso, Atlas de islas remotas, conocidas, hasta donde he podido investigar, que necesito leer para reforzar la idea de que las islas desconocidas necesitan una edición especial, que sería maravilloso compartir en la Noosfera de miles de millones de personas que ahora vivimos en el planeta tierra. Aunque hace una reflexión sorprendente: «El paraíso es una isla. Y el infierno también».
Ya me comprometí con esta aventura al iniciar la publicación de este blog, aunque he descubierto hasta ahora que sí es posible publicarlo a través de medios digitales, respetando el hilo conductor que me enseñó Saramago, en su Cuento de la isla desconocida: saber a qué puerta se llama de las ofertas reales de cada vida para descubrir el amor que lo mueve todo, pero saliendo cada uno de sí mismo para contemplar lo que hay que cambiar en cada persona de secreto para compartirlo con los demás.
Así lo escribí un día, no tan lejano, cuando describía la forma de acceder a esas islas tan necesarias para vivir con dignidad humana: «Sigo entretejiendo una telaraña digital en torno a la divulgación científica de las estructuras del cerebro humano, de la inteligencia digital, porque estoy convencido que la Noosfera es la gran aventura por descubrir en toda su potencialidad», porque […] «El viaje de la “Isla desconocida” que me regaló en el más puro anonimato su autor, José Saramago, no se me olvidará nunca. Gracias, a él. Fueron 43 pequeñas páginas que el 10 de diciembre de 2005, cuando registré este blog, aparecieron como por arte de magia en mi memoria a largo plazo como abriéndose paso, hoja a hoja, para tener un sitio preferente –intercaladas- en este cuaderno de derrota, en términos marinos. Quizá fuera porque siempre he insistido en mi vida que lo importante es viajar hacia alguna parte, buscándonos a nosotros mismos y, a veces, en compañía de algunas y algunos, los más próximos y cercanos. Al fin y al cabo, tal y como finalizaba el cuento de Saramago. Su compromiso». Porque el paraíso y el infierno existen, sin lugar a dudas, en el viaje hacia alguna parte, hacia islas desconocidas, que hacemos cada día.
Sevilla, 12/II/2014
Debe estar conectado para enviar un comentario.