
Sevilla, 9/III/2025 – 11:17 h (CET+1)
En un mundo tan falto de noticias ejemplares, he leído y comprendido bien el excelente trabajo que desarrolla el cirujano coruñés Diego González Rivas, que ha revolucionado la vídeocirugía pulmonar robótica, no invasiva, en una entrevista publicada hoy en el diario El País, con motivo de la publicación de su libro, Curando el mundo y que ante la pregunta incisiva de la periodista, “Estará forradísimo. ¿Para qué sirve el dinero?”, responde de forma rotunda y concisa: “Me sirve a mí. No me mueve el dinero, sino la cirugía y ayudar a los enfermos. Nunca voy a dejar de operar a alguien porque no tenga dinero. Ya no trabajo en el sistema público en España, porque hace mucho que tuve que salir para poder tener la libertad de viajar a operar y a formar. Pero a veces opero y doy masterclass en la sanidad pública. Si opero en la privada, me pagan. Si me llama un multimillonario y me pone un avión para operar a su mujer, como ha sucedido, me pagan. Con eso consigo vivir bien y, a través de mi fundación, poder operar gratis al 60% o 70% de mis pacientes por todo el mundo que ni pueden pagarme ni tienen otra oportunidad en la vida”.
La sinopsis oficial de Curando el mundo, es una declaración de intenciones de su contenido: “El profundo viaje humano y cultural del cirujano Diego González Rivas, considerado uno de los mejores del mundo, que ha operado a más de 10.000 pacientes en 136 países. La vida de Diego es una mezcla de aventura, valentía y empatía, y demuestra que, para sanar el mundo, debemos comprenderlo y narrarlo. Curando el mundo es un viaje más allá de los quirófanos. En cada destino, se sumerge en la vida local y se enfrenta a situaciones que le sacan de su zona de confort. Nos encontramos conversaciones con brujos en el Congo, cenas con príncipes saudíes o cómo operar en un hospital de Gaza sin luz. El libro no solo trata de retos médicos, sino del Diego más personal, de sus miedos, dudas y esperanzas. A través de sus ojos, descubrimos un mundo donde la medicina y el entendimiento humano están entrelazados. Desde avanzados hospitales hasta centros médicos con recursos limitados, Diego consigue encontrar el modo de curar desde el respeto y la humildad”.
Sigo de cerca el trabajo solidario y admirable que desarrolla el doctor González Rivas, a través de su Fundacióna homónima, que aconsejo frecuentar para conocer sus estatutos, así como sus fines y actividades fundacionales mediante proyectos de investigación y desarrollo, unidos a una innovación tecnológica permanente. Le agradezco su esfuerzo diario por demostrar que otro mundo es posible para los nadies, además enfermos sin recursos, aplicando una cirugía solidaria y distribuida. Fantástica lección de humanidad con compromiso social. La Fundación está destinada a salvar vidas, porque el doctor González Rivas está convencido de que “imposible es nada”.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL
¡Paz y Libertad!

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