León Felipe nos recuerda hoy que hay que ganar, junto al pan, la luz con el dolor de los ojos

Xulio Formoso: León Felipe

He venido a escuchar otra vez esta vieja sentencia en las tinieblas:
Ganarás el pan con el sudor de tu frente
“y la luz con el dolor de tus ojos”.
Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz.

León Felipe, en El dolor (Ganarás la luz1975)

Sevilla, 1/V/2025 – 08:45 h (CET+2)

En el día internacional dedicado al trabajo, me acerco de nuevo al gran poeta español León Felipe, para encontrar un sentido a una celebración que este año, de acuerdo con las grandes organizaciones sindicales del país, se dedica a la lucha para alcanzar grandes objetivos laborales: «Proteger lo conquistado, ganar futuro». UGT y CCOO convocan a la ciudadanía para que les acompañen y acudan a manifestaciones con el objetivo de poner en valor lo conquistado para fortalecer las propuestas de presente y futuro, entre las que se fijan la reducción semanal de la jornada y la reforma del despido.

Justifican estas movilizaciones porque “frente a la precariedad, la desigualdad, el autoritarismo y la guerra, el sindicalismo de clase plantea propuestas, compromiso y movilización”, propuestas a las que siempre agrego personalmente, como en años anteriores, una especial: ganar más luz por el dolor que a veces contemplan nuestros ojos por lo que está pasando en el ocaso de la democracia. Además, el secretario general de CCOO también se ha referido en esta convocatoria “al contexto geopolítico y económico internacional para advertir sobre el impacto del regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos y le ha acusado de promover un “neocolonialismo 4.0” que pretende debilitar a la Unión Europea”.

Si traigo hoy a colación, de nuevo, al poeta León Felipe, en un día tan especial, es porque recuerdo con profundo respeto la lectura de un poema suyo, El dolor, que simboliza también el mejor homenaje a las personas que desean dar un nuevo sentido a la vida a través del trabajo digno, bien remunerado y desarrollado con todas las garantías de realización personal, rechazando el denostado reconocimiento como meros “recursos humanos”, tal y como nos recordaba Eduardo Galeano, porque somos “seres humanos”, mucho más que nadies que necesitan trabajar a diario: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida… Con ojos que son fuentes del llanto y de la luz también.

El dolor

No he venido a cantar
No he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra.
No he venido tampoco, ni estoy aquí arreglando mi expediente
para que me canonicen cuando muera.
He venido a mirarme la cara en las lágrimas que caminan hacia el mar,
por el río
y por la nube…
y en las lágrimas que se esconden
en el pozo,
en la noche
y en la sangre…

He venido a mirarme la cara en todas las lágrimas del mundo.
Y también a poner una gota de azogue, de llanto,
una gota siquiera de mi llanto
en la gran luna de este espejo sin límites, donde
me miren y se reconozcan los que vengan.
He venido a escuchar otra vez esta vieja sentencia en las tinieblas:
Ganarás el pan con el sudor de tu frente
“y la luz con el dolor de tus ojos”.
Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz.

Muchas personas de este país, crecimos con el mensaje bíblico de las primeras palabras de Dios sobre el trabajo humano, aquello de “conseguir el pan con el sudor de la frente”, lo que nos permite comprender mejor a León Felipe, con sus palabras llenas de exilio interior y físico, porque una de sus razones laicas es que se puede ganar, con el trabajo digno, la luz para iluminar el día a día de nuestras vidas.


LA INTERNACIONAL, coro de Quilapayún con la Orquesta Sinfónica de Chile dirigida por Sergio Ortega

También he recordado hoy un himno especial para celebrar este día, La Internacional, en una versión de Quilapayún que forma parte de la banda sonora de mi vida. Hay dos estrofas que me sigue ilusionando cantarlas y vivirlas con especial ilusión, sobre todo con el coro de este grupo chileno que me marcó para siempre y a los que tanto aprecio: El día que el triunfo alcancemos / ni esclavos ni dueños habrá / los odios que al mundo envenenan / al mundo se extinguirán // El hombre del hombre es hermano / derechos iguales tendrán / la tierra será el paraíso / patria de la humanidad.

Todo lo expuesto tiene hoy un sentido especial, en el Primero de Mayo y su más allá, sin quitar un ápice de importancia a la luz que este tiempo tan complejo también lleva dentro. Sobre todo , cuando el trabajo de cada día, de cada uno, de todos, es digno.

NOTA: la imagen la he recuperado de https://periodistas-es.com/leon-felipe-medio-siglo-muerte-recuerdo-zamora-9657

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!