
Sevilla, 19/VIII/2025 – 07:47 h (CET+2)
En la última edición del Índice de Calidad de Gobierno 2024, elaborado a través de la encuesta realizada por la Universidad de Gotemburgo (1), con datos de 2024, Andalucía ha obtenido un valor de -0,764 puntos (en una escala de -3,0 a +3,0), el mismo que Extremadura y seguido por Castilla y León (-1,24), siendo Cantabria (0,62), Madrid (0,34) y Valencia (0,18) donde valoran mejor a sus gobiernos. Con objeto de poder emitir juicios bien informados a la hora de valorar estos resultados en Andalucía, es importante conocer la finalidad de la elaboración de este Índice Europeo de Calidad de Gobierno (EQI) 2024, cuyo objetivo, obtenido a través de la fuente oficial del Instituto de Calidad de Gobierno adscrito a la Universidad de Gotemburgo (Suecia), es «obtener nuevos datos de encuestas sobre la gobernanza a nivel regional (por ejemplo, subnacional) dentro de la UE. Los datos se recopilaron y publicaron por primera vez en 2010 y luego se repitieron en 2013, 2017, 2021 y 2024. Como afirman los autores de este informe, «Según varios estudios, para comprender por qué, en la Europa actual, los ciudadanos de algunas regiones disfrutan de mayor bienestar —en términos de ingresos, empleo, salud, educación, medio ambiente, seguridad, compromiso cívico, accesibilidad a servicios, vivienda, comunidad y satisfacción vital— (Reginato et al., 2023), se sienten más felices (Shiroka-Pula, Bartlett y Krasniqi, 2023) y votan más por partidos no populistas (Bauhr y Charron, 2023a) que en otras, es necesario analizar principalmente un único indicador: el Índice Europeo de Calidad de Gobierno (ICE). Este informe ha encontrado una fuerte asociación entre la percepción promedio de la calidad de gobierno que tienen los habitantes de una región de la UE, que refleja el ICE, y un gran número de indicadores de calidad de vida. Con el fin de seguir contribuyendo a la expansión y profundización de esta interesante agenda de investigación, este artículo presenta la quinta ronda (2024) de este índice EQI, después de las de 2010, 2013, 2017 y 2021».
Además, “el índice se basa en una gran encuesta ciudadana en la que se pregunta a los encuestados sobre las percepciones y experiencias con la corrupción en el sector público, junto con la medida en la que los ciudadanos creen que varios servicios del sector público se asignan de manera imparcial y de buena calidad. Es la primera fuente de datos hasta la fecha que permite a los investigadores comparar la Calidad de Gobierno (QoG) dentro y entre países en un contexto multinacional. Su objetivo es proporcionar a los investigadores y formuladores de políticas una herramienta para comprender mejor cómo varía la gobernanza dentro de los países y ahora, a lo largo del tiempo. Cubre los 27 estados miembros de la UE, el Reino Unido antes del Brexit y dos países candidatos (Serbia y Turquía también están incluidos en la ronda de 2013). Las regiones subnacionales se encuentran en el nivel NUTS 1 o NUTS 2 [NUTS: Nomenclatura de unidades territoriales para estadísticas], según el país. Actualmente, proporcionamos datos de hasta 206 regiones, según el año en cuestión. En las cuatro oleadas de la encuesta EQI, tenemos aproximadamente 330,000 encuestados en total. Debido al Brexit, los datos regionales de 2010, 2013 y 2017 se han actualizado retrospectivamente con las nuevas publicaciones de datos en 2021 y 2024, y las versiones anteriores de los conjuntos de datos se pueden encontrar en nuestro Archivo de datos«. Hay que señalar, igualmente, que este Índice recopila las opiniones de 135.227 encuestados en un total de 210 regiones NUTS 1 y NUTS 2 de los 27 países miembros de la UE, correspondiendo a España 10.429 encuestas, que cubren la totalidad de Comunidades (17) y Ciudades Autónomas (2). Es importante señalar que se ha dedicado especial atención a la comparación de las percepciones y experiencias de gobierno de los ciudadanos de la UE antes y después de la pandemia de COVID-19. También es digna de atención la referencia a que en la realización de la encuesta se han tenido en cuenta las lenguas catalana y vasca para la obtención de datos.

Analizado este contexto como fuente oficial de datos para el análisis de los resultados obtenidos, se deduce de los mismos que Andalucía está por debajo de la media nacional y europea, una vez más, porque es reincidente en estos resultados según se aprecia en la siguiente distribución de los índices últimos publicados que comenzaron a elaborarse en 2010: -0,25 (2010), -0,12 (2013), -0,74 (2017), -0,52 (2021) y -0,76 (2024). Ante estos resultados se deduce que en los últimos quince años ha habido en Andalucía un serio retroceso en la calidad de su gobernanza, pero me preocupa esta situación porque en el informe se refuerza la idea de estabilidad en Europa y cambio: «El panorama europeo de la calidad de gobierno que surge de esta quinta ronda es de estabilidad, pero también de cambio. Por un lado, las regiones con mejor y peor desempeño son, respectivamente, la región finlandesa de Åland y la búlgara de Severozapaden, como en todas las rondas anteriores. Las regiones del norte y oeste de Europa obtienen, en promedio, mejores resultados que las del sur y este, en consonancia con las rondas anteriores de la encuesta. Por otro lado, se observan algunos cambios a lo largo del tiempo y, en particular, se detecta una mejora notable en muchas regiones del sur de Europa, en particular en Italia y España. También se observan cambios importantes en la disparidad y la clasificación relativa de varias regiones importantes de Europa».
Pero ¿qué significa en realidad «calidad de gobierno»? Es muy interesante la formulación que hacen los autores del informe citado en relación con esta pregunta: «Conceptualmente, seguimos la definición estándar de calidad de gobierno en la literatura, la de Rothstein y Teorell (2008), es decir, la calidad de gobierno como imparcialidad en el ejercicio del poder público. Para medirla, consideramos tres aspectos: imparcialidad (es decir, que el gobierno defienda un trato imparcial a todos los ciudadanos, independientemente de sus características o conexiones personales); corrupción (es decir, que no haya abuso del cargo público para beneficio propio); y calidad (es decir, que los servicios públicos se perciban como de alta calidad). Exploramos las percepciones de estos elementos en tres servicios públicos básicos: atención médica, educación y aplicación de la ley».
También abordan los llamados desequilibrios territoriales en las regiones analizadas, incluida obviamente España: «en consonancia con rondas anteriores, observamos que las puntuaciones de calidad de gobierno a nivel nacional ocultan, en ocasiones, una drástica variación regional en Europa. Para los ciudadanos, la región en la que viven parece ser tan importante como el país en el que viven. Encontramos grandes y significativas diferencias regionales dentro de algunos países, como Italia, España, Bélgica, Grecia, Bulgaria, Francia (especialmente si incluimos sus regiones de ultramar) e incluso países miembros más pequeños como Eslovenia y Croacia».
Una vez más, este informe nos permite evaluar la calidad de gobernanza en nuestra Comunidad, para poder emitir juicios bien informados al respecto. Es una oportunidad científica de demostrar que los datos pueden anular determinados relatos interesados, que no responden a la realidad actual de nuestra Comunidad y, por extensión, de nuestro país. Recomiendo entrar en los mapas interactivos de la página web del Instituto de Calidad de Gobierno adscrito a la Universidad de Gotemburgo, para conocer con detalle la puntuación de Andalucía en los diferentes ítems analizados en el informe.
(1) Nicolás Charron, Víctor Lapuente y Monika Bauhr (2024). «La geografía de la calidad del gobierno en Europa. Variaciones subnacionales en el Índice Europeo de Calidad de Gobierno 2024 y comparaciones con rondas anteriores«. Serie de documentos de trabajo QoG 2024: 2. Departamento de Ciencias Políticas, Universidad de Gotemburgo. versión impresa ISSN: 1653-8919
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