Ahora, necesitamos juntarnos con la gente que nos gusta

Juan Genovés, El abrazo (1976)

Sevilla, 27/VI/2023

1. A veces, falta mar para recoger a todos los que se tiran ahora del barco político…
2. A veces, después, faltará barco para recoger a todos los que se tiraron a ese mar…

Aforismos

En estos tiempos de tanta desazón política y a pesar de que sabemos, como ciudadanos responsables, que la política y sólo ella es la que va a ofrecer las formas de ser y estar en la mejor democracia posible en este país, a partir del 23 de julio próximo, un día clave para la democracia bien entendida, recurro a leer pausadamente unas palabras preciosas que pertenecen al acervo popular, aunque se han atribuido falsamente a Mario Benedetti, como en tantas otras ocasiones. Llevan por título, La gente que me gusta, porque es verdad que las personas creyentes en democracia necesitamos rearmarnos anímicamente y juntarnos con la gente que dignifica la vida a diario, salvando siempre el interés general, que también afecta al propio. No voy a comentar o reinterpretar nada, sólo a leer estas palabras, compartirlas e intentar caminar con esa gente que tan maravillosamente se describe como que sabe lo que hay que hacer y lo hace. Aún mejor, gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera […] gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.

La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.

La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Sabiendo de esta forma popular cómo es posible identificar con urgencia la gente que nos gusta, sé también la que le gustaba a Benedetti, a través de su recomendación de que no actuemos solos, que vayamos juntos con la gente digna, como nos lo explicó en su precioso poema, No te salves (este sí es auténtico), del que elijo sólo los versos finales, por el contexto de desazón política que estamos viviendo en estos días: «[…] pero si / pese a todo / no puedes evitarlo / y congelas el júbilo / y quieres con / desgana / y te salvas ahora / y te llenas de calma / y reservas del mundo / sólo un rincón tranquilo / y dejas caer los párpados / pesados como juicios / y te secas sin labios / y te duermes sin sueño / y te piensas sin sangre / y te juzgas sin tiempo / y te quedas inmóvil / al borde del camino / y te salvas / entonces / no te quedes conmigo». O lo que es lo mismo, ahora, falta mar para recoger a todos los que se tiran del barco político; en el día después, estoy seguro de que faltará barco para recoger a todos los que antes del 23 de julio se tiraron a ese mar. Esos, no se deben quedar con nosotros, porque con el debido respeto que merecen como personas, es gente que no nos gusta.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!