
Sevilla, 1/XII/2023
El pasado miércoles se emitió el capítulo final de la serie “Cuéntame como pasó”, que desde 2001 ha estado presente en la televisión pública de este país. Veintidós años cronológicos y veintitrés temporadas en total. No ha pasado desapercibido este hecho, que ha marcado un antes y después en este tipo de formatos que tanto se han enriquecido ahora, por el hecho de la concurrencia de múltiples plataformas que se han lanzado a una carrera desenfrenada de estrenos con variada temática, algunos con bastante éxito y que han permanecido también varias temporadas, aunque ninguno es comparable con el éxito obtenido por “Cuéntame”, como se denominaba a secas en sus comienzos de 2001.
Ahora, nos queda a cada espectador contar cómo han pasado los años de la serie, cómo hemos vivido 22 años de acontecimientos de la familia Alcántara, que reflejan muchos comportamientos personales, familiares, profesionales y sociales de las personas que entretejemos día a día la malla pensante de este país. Radio Televisión Española, presenta así su sinopsis, ya sin peligro de espóiler alguno: “Como tantos españoles, los Alcántara emigraron a Madrid desde su pueblo natal en la Mancha, Sagrillas, en los años 50. A través de la vida de la familia Alcántara, ‘Cuéntame’ refleja algunos de los acontecimientos más destacados de nuestra historia reciente y los cambios que experimentaron los españoles en su vida. Todo lo que es humano y nos emociona tiene cabida en la serie más premiada de la televisión española”.
Jacobo Delgado, coordinador de guion de la serie y de esta última temporada, creo que sintetiza bien el trabajo desarrollado a lo largo de los años: “Cuéntame nos ha contado nuestra historia, nos ha emocionado, durante muchísimos años. Está en el top de la ficción televisiva nacional sin ninguna duda. Haber participado en ella es un privilegio absoluto». Creo que tal y como describe las secuencias finales, nos ayuda a comprender qué han querido transmitir a través de imágenes muy reveladoras de la intrahistoria de la familia Alcántara: “Durante muchas temporadas se ha especulado con la posible muerte de Herminia, pero era complicado matar «a la abuela de España», como se conoce al personaje. Sin embargo, el equipo de guion ha sido valiente, dando el paso en esta temporada final para que su fallecimiento tuviera un propósito mayor: lograr unir de nuevo a toda la familia. «Le dimos muchas vueltas. Lo que teníamos clarísimo cuando nos sentamos a escribir esta temporada es que la serie iba a acabar con Cuéntame vista en la televisión, eso sí. Que el evento final familiar fuese la muerte de la abuela fue una idea que surgió y se discutió bastante», revela Jacobo Delgado, confesando que incluso se llegó a descartar la idea: «La medio desechamos, pero más tarde volvimos a pensar que era buena idea. Lo era porque, por un lado, era bastante lógico dada la edad de Herminia, y por otro, nos daba un evento familiar sobre el que construir tramas que cerrasen toda la serie. Fue una de las primeras ideas, pero le dimos varias vueltas y hubo muchas dudas, pero creo que al final tomamos la decisión correcta. La secuencia con Carlos, en la que se dicen tantas cosas, es de las más potentes de la temporada. La propia María Galiana cuenta que entró en trance rodando esa secuencia y no es para menos viendo la reacción de todos. Esa es de las que más nos hizo llorar a nosotros, y eso que hemos llorado mucha esta temporada. Pero lo bueno es que la escena acaba con una sonrisa. Herminia dobla la servilleta de su personaje, solo le quedaba hablar con Carlos y tras esa conversación muere, pero su recuerdo queda vivo en ese encargo que le hace a su nieto de mantener a la familia unida», explica el guionista, argumentando así el porqué de esa decisión tan dramática.
Tengo grabadas las frases de Herminia en su encuentro imborrable en su pueblo, Sagrillas, a la sombra de la encina que plantó su padre cuando ella nació, con Carlos, el nieto ausente pero muy querido por ella: “En los tiempos duros es cuando hay que reírse. Cuando la cosa va bien no tiene mérito”, “una cosa es que me queráis, que a mí eso me hace feliz y otra que me necesitéis …, pero eso es la vida, Carlos, unos nos vamos y otros vienen, es natural”. A la pregunta de Carlos de qué quiere decir con esas últimas palabras ella contesta con dos cosas: “no quiero que en mi entierro os vistáis de negro, porque es muy triste…; tampoco vais a ir de fiesta, normal, quiero que no haya coronas, porque los de las empresas de muertos las usan de serie, son feísimas…, un ramito de flores del campo, eso es lo que quiero”, “quiero que os echéis un baile, un pasodoble. No quiero cosas tristes”. En este momento, Carlos le pregunta a su abuela “por qué estamos hablando de esto”, a lo que ella responde. “¿Tú que crees? Ahora, la otra cosa que quiero: tus hermanos, tus hermanos no están unidos, […] yo quiero que tú te encargues de arreglar esto, […] se han dichos unas cosas…, ellos casi no se ven…, ya ni siquiera hacemos la paella los domingos, […] tú eres el que lo tienes que arreglar, porque tú conoces la historia de esta familia y tú eres el que puedes hacer que siga para adelante, […] tú eres escritor y has sabido contar muy bien las cosas que han pasado, tú debes conseguir ahora que pasen cosas buenas para luego escribirlas, […] ¡anda, dame un beso!
Lo que vino después lo dejo para que cada persona que vea estas escenas y las finales de esta última entrega, comprenda que la vida es así, pero que podemos aprender a través de estos mensajes que otro mundo es posible a pesar de las desavenencias personales y familiares en las que nos vemos enredados en bastantes ocasiones. Carlos cumplió con las peticiones de la abuela una vez que fallece bajo su árbol querido, curiosamente una encina, de la que yo aprendí en mis años jóvenes que su misión es dar corazón. Una fiesta de pueblo, una orquesta que ameniza la noche del 13 de septiembre de 2001, unas canciones, un pasodoble, pusieron el broche final de la serie, con las peticiones cumplidas por Carlos y que Herminia pudo contemplar desde su cielo particular, escuchando los compases de una familia que “quería bailar toda la noche”, sobre todo el “pasodoble” soñado por la abuela de todos, así como el “bolero” con la voz de Karina, la fiel compañera de Carlos desde la adolescencia, recordándonos cómo han pasado los años de Cuéntame, cómo cambian las cosas…, las vueltas que da la vida, aunque el amor sigue creciendo en quien lo encuentra, que acaba envolviéndonos, como dice la canción, porque es verdad que han pasado años y pasarán, pero el tiempo no ha podido hacer que pase esta serie de largo en nuestras vidas, porque al fin y al cabo nos ha contado la vida misma, lo nuestro. En este caso, cualquier parecido con la realidad de este país, contada a lo largo de 22 años, no ha sido pura coincidencia.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

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