
Sevilla, 3/IX/2024
Cuando constatamos que el turismo se ha incrementado potencialmente en el mundo, alcanzando cifras extraordinarias de viajes imaginarios de personas que dan muchas veces la vuelta a este curioso mundo al revés, más acá o allá de los ochenta días de la novela homónima, se demuestra científicamente que una sencilla mariposa, de nombre científico Vanessa Cardui, con un cierto toque de diva cinematográfica y con el sobrenombre de «Dama pintada», acaba de batir un récord de su largo viaje por el mundo, tal y como se acaba de publicar en la revista Nature, en un artículo sorprendente con amplia participación de científicos españoles en su elaboración y redacción final.
El resumen del citado artículo, Un vuelo transoceánico de mariposas pintadas, más de 4.200 km, explica esta realidad científica en los siguientes términos: “La extensión de los flujos aéreos de insectos que circulan alrededor del planeta y su impacto en los ecosistemas y la biogeografía siguen siendo enigmáticos debido a los desafíos metodológicos. Aquí informamos sobre una travesía transatlántica de mariposas Vanessa Cardui que se extendió al menos 4200 km, desde África occidental hasta Sudamérica (Guayana Francesa) y duró entre 5 y 8 días. Aún más, inferimos un probable origen natal para estos individuos en Europa occidental, y el viaje Europa-África-Sudamérica podría expandirse a 7000 km o más. Este descubrimiento fue posible a través de un enfoque integrador, que incluyó estudios de campo costeros, modelado de trayectorias de viento, genómica, metacodificación de barras de polen, modelado de nichos ecológicos y geolocalización multiisótopos de orígenes natales. El viaje general, que fue energéticamente factible solo con la asistencia de los vientos, es uno de los más largos documentados para insectos individuales y potencialmente el primer cruce transatlántico verificado. Nuestros hallazgos sugieren que podemos estar subestimando la dispersión transoceánica de los insectos y resaltan la importancia de las autopistas aéreas que conectan los continentes mediante los vientos alisios”.
Conozco las aventuras viajeras de Vanessa Cardui desde 2016, cuando ya dije en este cuaderno digital que no era muy conocida en el mundo del arte, pero que desde hace millones de años viaja por el globo terráqueo desde que un día decidió abandonar África, como hicimos los primeros humanos hace más de 50.000 años, para asentarse en los cinco continentes posteriormente, aunque se caracteriza por algo especial: huye del frío constantemente y busca siempre calor, aunque tenga que hacer miles de kilómetros al año y pasar por una evolución continua de seis generaciones anuales. Esta mariposa, pintada como una dama, pertenece al género Vanessa, según la taxonomía de Linneo en 1758 y desde entonces se la conoce por este atractivo nombre, aunque su campo de asentamiento sea siempre algo no tan atractivo como los cardos, de ahí su denominación científica, Vanessa Cardui. En América se la conoce también con el sugerente nombre de “La dama pintada”, citado anteriormente. Hay que pensar también qué ha aportado África al mundo, cuando sabemos que, efectivamente y como decía anteriormente, los africanos, que brillaban por ser magníficos cazadores-recolectores, decidieron hace 50.000 años, aproximadamente, salir de su territorio y comenzar la aventura jamás contada. ¿Igual que Vanessa Cardui? Aprovechando, además, un salto cualitativo, neuronal, que permitía articular palabras y expresar sentimientos y emociones. Había nacido la corteza cerebral de los humanos modernos, de la que cada vez tenemos indicios más objetivos de su salto genético, a la luz de los últimos descubrimientos de genes diferenciadores de los primates, a través de una curiosa proteína denominada “reelin”. Empezó la aventura de una mente maravillosa que sigue siéndolo en nuestros días y que ya alcanza la cima de más de ocho mil millones de mentes pensantes.
Hablar hoy de esta elegante dama pintada, de nombre cinematográfico, Vanessa Cardui, es solo una metáfora de la vida. Los humanos buscamos continuamente calor para vivir mejor, porque el frío nos enmudece, no digamos la tibieza y deberíamos copiar sin rubor alguno la experiencia de esta mariposa que como pasa en la vida, se asienta en los cardos cuando no hay nada mejor donde estar. En un país que nos hiela el corazón con tanta frecuencia últimamente, es interesante saber que científicos catalanes, hace ya más de diez años y hasta hoy, han descubierto que estas mariposas “son capaces de recorrer 4.000 kilómetros hasta asentarse en la sabana tropical africana” y que gozan de unos recursos extraordinarios para llevar a cabo estas hazañas voladoras y de subsistencia, según manifiesta uno de sus principales investigadores de campo, Roger Vila: “Durante unos días migran hasta donde su instinto les dice […] detectan el norte magnético, perciben la temperatura y la presión atmosférica, son capaces de seleccionar los vientos adecuados y pueden guiarse por el sol” (1). Ahora, con la publicación citada anteriormente en este año, sabemos que gracias a la reconstrucción de los 10 años de investigaciones llevadas a cabo sobre esta asombrosa realidad de una mariposa alada y de colores elegantes, se demuestra el insólito vuelo transoceánico de tres ejemplares de Vanessa Cardui, desde África a la Guayana Francesa, en un viaje de 4.200 kilómetros, explicado con profundo detalle en un artículo reciente publicado en el diario El País, del pasado 26 de agosto (2), El autor finaliza con una reflexión muy actual, cuando estamos sobrecogidos por el llamado «virus del Nilo»: «Pasados 10 años, los científicos han podido resolver el gran misterio de las mariposas Vanessa Cardui aparecidas al otro lado del océano, aunque siguen siendo muchas las preguntas. ¿Hasta qué punto ha sido una casualidad? ¿Este tipo de viajes son más habituales de lo que pensamos? ¿Cómo puede afectar a un ecosistema la llegada de insectos migrantes transmisores de virus y bacterias?
La mariposa Vanessa Cardui nos muestra hoy que científicos españoles dignifican este país desde Barcelona y Harvard, y nos dan el calor que nos falta para comprender lo que en 2013 decía el eminente cardiólogo Valentín Fuster: “Yo puedo estar hablando todo el rato del desastre que hay en España. Pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…” o lo que es lo mismo, puedo estar hablando todo el rato de las cosas que se hacen mal en Andalucía, pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…. Y comprobaremos que es verdad, que funcionan muchas cosas en este controvertido país y en esta maravillosa región. Lo que ocurre es que no nos ponemos a ello, como lo hace siempre Vanessa Cardui, porque lo único que sabemos que nos pasa es que no sabemos a veces lo que nos pasa. Ella, sorprendentemente, sí y esa es su gran lección a lo largo de los siglos. Lección magistral, por cierto.
(1) Quinteros, Micaela (2016, 7 de octubre). La mariposa que recorre 4.000 kilómetros en busca del calor. El País.com.
(2) Sánchez, Diego, 2024, 26 de septiembre). El misterio de las mariposas que aparecieron al otro lado del Atlántico. El País.com.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
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