José Mujica y su optimismo ideológico, digno y bien informado

Encuentro con Mujica

Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso.

José Mujica, en un encuentro en su chacra, el pasado 9 de enero de 2025

Sevilla, 3/II/2025 – 18:30 (CET+1)

Anoche me regaló la vida un nuevo encuentro con José Mujica, expresidente de Uruguay, a quien tanto admiro y aprecio, un maestro en el buen sentido de la palabra maestro. Fue a través del espacio televisivo Lo de Évole, en el que se proyectó la charla que mantuvo Jordi Évole con Pepe Mujica en julio de 2024, en su chacra, unos días después de finalizar el tratamiento del cáncer que padece.

Es difícil sintetizar los múltiples mensajes que enviaba en cada intervención de su charla amigable con Évole. Cada reflexión fue una enseñanza vital y solidaria con la humanidad, siendo consciente de que su último día “va a llegar en algún momento», aunque dio muestras de un optimismo proverbial: «Soy optimista, vale la pena comprometerse con la vida, porque hay semilla, vendrán otros detrás». Así lo comprendí, porque lo aprendí de Benedetti en su justo sentido, de un haiku, el 123, escrito en 1999: Un pesimista / Es sólo un optimista / Bien informado.

Dio un repaso profundo a la sociedad de consumo, un clásico en su vida personal y política: “Consumimos el tiempo para comprar cosas, en lugar de gastar el tiempo para vivir». Dijo también que “estamos construyendo una civilización de gente que se autoexplota”, explicándolo por la ansiedad que produce tener siempre “lo último” de cualquier producto de la sociedad de consumo.

Dedicó también unas palabras al cambio climático y la tozudez humana en sus actuaciones negacionistas o conspiranoicas, porque se sabe lo que está pasando, a pesar de que estamos avisados por la ciencia sobre el cambio climático. 

El encuentro con Mujica finalizó de la mejor forma posible, al incorporarse a la charla amistosa su entrañable compañera de viaje vital y de compromiso político, Lucía Topolansky, compartiendo su preciosa historia de militancia vital e ideológica, así como su envejecimiento compartido y sentido, una conmovedora historia actual de vida, enfermedad grave y decisión de José de afrontar de la forma más digna el final de su largo viaje, un digno descanso del guerrero que lleva dentro.

Una cosa más, como decía Steve Jobs en sus presentaciones. No se pierdan ver y, sobre todo, escuchar a José Mujica. Es un bálsamo reconfortante en estos tiempos trumpistas y muskianos tan desconcertantes para las personas dignas. Extraordinarias palabras que, afortunadamente, aún nos quedan.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

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