Sevilla, 11/IV/2025 – 12:00 (CET+2)
Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943) ocupa un lugar muy especial en la banda sonora de mi vida. Lo atestiguan las numerosas páginas que he dedicado a su vida y obra en este cuaderno digital. En esta ocasión, vuelvo de nuevo a encontrarme con él porque ayer, la Caja de las Letras del Instituto Cervantes recibió un legado suyo como cantautor (para mí cantor, porque no solo ha podido hacerlo sino que debía hacerlo en momentos políticos transcendentales para este país), que incluye la partitura original de la primera grabación de la canción Mediterráneo, además de una copia de su primer disco publicado, un EP con títulos como La mort de l’avi o Una guitarra. Antes de efectuar la entrega de objetos personales, Serrat afirmó que “Cada día que me despierto me siento estupendamente. Pienso que la vida es un acto maravilloso a pesar de los pesares, porque procuro retrasar la hora de las noticias y de encender la tele para enterarme de ciertas cosas, pero me parece que la vida sigue siendo un regalo”.
La información oficial del acto recoge momentos especiales de este encuentro: “Para el músico catalán, la idea de depositar un legado es algo que no concebía, porque «nunca» ha escrito ni hecho «prácticamente nada» pensando en dejar una herencia. «Incluso cuando mis hijos nacieron tampoco lo tenía previsto. Han sido cosas que han ido ocurriendo en la vida y a la cual estoy muy agradecido, porque me ha permitido hacer un oficio que me ha hecho muy feliz. ¿Qué más puedo hacer entonces que ir deshaciéndome en vida de las cosas que yo quiero, como son las que traigo aquí?», ha bromeado. Serrat ha reconocido que el legado cervantino «está pasando por un mal trago» en la actualidad, aunque «el talento de Cervantes sigue perfectamente vivo y sus personajes siguen diciéndonos cosas que nos pueden ser hoy en día también muy útiles».
El legado de Serrat depositado en la caja número 1276 del Instituto Cervantes consta del “primer disco grabado en catalán en el año 1965 por Serrat, el cual ha reconocido con humor que «se está desintegrando, pero ahora estará cuidado en condiciones». También ha introducido la partitura original de la grabación con orquesta de Mediterráneo, con alguna tachadura del puño y letra del cantautor. Además, ha depositado un libro de Miguel Hernández con anotaciones (Serrat grabó en el año 1972 un álbum en el que musicalizó poemas del poeta oriolano). «Está roto, como tiene que estar un libro: roto, manchado y con signos evidentes de haber sido usado», ha reivindicado, ironizando con que la compra de esta edición, en la época franquista, se hizo en «el extraperlo».
Asimismo, el legado ha incluido su máquina de escribir «Brother. Echelon 44», con la que escribió parte de sus primeras canciones. «Este objeto siempre me gustó mucho, porque he tenido una letra difícil de leer incluso para mí y, a máquina, leía los versos como si fueran mejores: hechos a mano no me salían tan bien».
El director del Instituto Cervantes, el poeta Luis Garcia Montero, resaltó que “la entrada de Serrat en la Caja de las Letras viene avalada por el «poder creativo» de sus letras y su «diálogo» con la poesía de autores como Machado, Rafael Alberti o Joan Margarit. «El noi del Poble-sec supo crear un mundo propio en diálogo con la canción catalana, creó la educación sentimental de los españoles y mostró que el sur también existe: nos ha enseñado a vivir con versos en la boca», ha remarcado”. Igualmente, calificó “de «honor y suerte» la entrada de este legado en la Caja de las Letras, asegurando que «a veces las pequeñas cosas se convierten en ocasiones grandes. Eres bueno para la cultura internacional, hoy estas aquí y el gusto es nuestro», ha concluido, con un guiño a uno de los álbumes más emblemáticos del músico, grabado junto a Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos”.
En este acto recibió también el Premio Antonio de Sancha [primer editor español], concedido por la Asociación de Editores de Madrid, mostrando Serrat su agradecimiento por el reconocimiento a su trayectoria: «Los premios, cuando te los dan con cariño y respeto por lo que tú haces, te provocan también a ti ese mismo sentimiento por todos los demás. Todos los premios han sido muy agradecidos, pero seguramente, y lo digo con toda sinceridad, en algunos casos podían haber caído en mejores manos»,
La última vez que escribí unas palabras sobre él fue en octubre de 2024 con motivo de la recepción del Premio Princesa a las Artes 2024, en cuyo acto oficial pronunció un discurso a modo de retrato personal, en la clave aprendida del gran poeta Antonio Machado, a quien puso una música especial en poemas inolvidables. Lo hago porque este retrato es también un legado para los millones de personas que consideramos a Serrat como una persona imprescindible en nuestras vidas, que lo ha depositado en cada uno de nosotros:
Como ven, soy un señor mayor tirando a viejo. Vengo de una larga posguerra y de una familia humilde que me dio lo mejor que podrán hallar en mi. En el camino azaroso fui encontrando las razones para seguir adelante y con el impulso de los sueños llegué hasta aquí.
Soy una persona que se siente querida y respetada, a la que le gusta su oficio. Cantar y escribir canciones. Soy un hombre partidario de la vida. Prefiero los caminos a las fronteras, la razón a la fuerza y el instinto a la urbanidad.
Soy un animal social y racional que necesita del hombre mas allá de la tribu.
Creo en la tolerancia. Creo en el respeto al derecho ajeno y el diálogo como la única manera de resolver los asuntos justamente.
Creo en la libertad, la justicia y la. Valores que van de la mano o no lo son.
Tal vez por eso no me gusta el mundo en que vivimos, hostil, contaminado e insolidario, donde los valores democráticos y morales han sido sustituidos por la avidez del mercado, donde todo tiene un precio. No me gusta ser testigo de atrocidades sin unánimes y contundentes respuestas.
No me conformo al ver los sueños varados en la otra orilla del rio.
¿Cuándo llegará el tiempo de vendimiar los sueños?, me pregunto de mala gana, al ver partir a los amigos sin cosechar.
Quiero dejar el recuerdo de un buen hombre, justo y agradecido y espero no haber llegado hasta hoy para mostrar gratitud y afecto a quienes generosamente me han regalado su
amistad, su compañía y su consejo pero, por si acaso desde aquí, quiero dar las gracias a mis maestros que han sido muchos, a mis compañeros, a los amigos que han compartido el
camino conmigo y que me han estimulado y ayudado a sabiendas o no a recorrerlo y sobre todo quiero agradecer a mi mujer haberme permitido compartir la vida con ella.
Gracias a mis padres que me la dieron y a mis hijos y a mis nietos que son mi mayor orgullo.
Gracias a los que han hecho suyas mis canciones y a todos los que desde los cuatro puntos cardinales se alegran conmigo al ver mi nombre unido a la rotunda lista de galardonados con este Premio.
Gracias a ti, Serrat, siempre. Necesitamos reencontrarnos contigo, con tu legado musical, en estos tiempos difíciles, porque desde tu despedida como cantor estamos huérfanos de tus palabras para ensalzar las pequeñas cosas de la vida que, como tú dices, sigue siendo un regalo.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
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¡Paz y Libertad!
