¡Más subida de aranceles, es la guerra comercial, la broma no ha terminado!

Sevilla, 10/IV/2025

Nada mejor que contemplar y escuchar a Groucho en una secuencia inolvidable de la película Los hermanos Marx en el Oeste, donde sus hermanos y los pasajeros del tren lo van destrozando poco a poco al grito de ¡Necesitamos más madera, es la guerra!. Si la traigo a colación hoy es porque creo que simboliza perfectamente lo que está sucediendo en el mundo actual trumpiano, en el que el espectáculo de la firma diaria de sus órdenes ejecutivas, a cual más impactante en daños colaterales mundiales o su grito de más subidas o bajadas de aranceles, según convenga, va desvencijando y destrozando los países más afectados, convirtiéndose Estados Unidos en la locomotora que desaparece en el plano final de la secuencia, ella sola, bajo el mando de Trump, en una composición ferroviaria destrozada que no puede seguir alimentado la caldera económica de la locomotora mundial.

El mundo financiero mundial se ha tambaleado las últimas semanas con las órdenes ejecutivas de Trump en relación con los aranceles que corresponde cobrar a su país y al eufemístico comercio mundial, en su proyecto de hacer cada día más grande América, simbolizado en el acrónimo del eslogan Make America Great Again!, MAGA, que personalmente traduzco como ¡Que América vuelva a ser grande! Esta es la razón de por que he recordado hoy a Groucho Marx, cuando nos avisó también de lo que supuso para él el crack del 29 en su país y en el mundo, tal y como nos lo contó en su obra Groucho y yo, en una reflexión memorable: “Algunos de mis conocidos perdieron millones. Yo tuve más suerte. Lo único que perdí fueron 240.000 dólares. (O ciento veinte semanas de trabajo, a 2.000 por semana.) Hubiese perdido más, pero ese era todo el dinero que tenía. El día del hundimiento final, mi amigo, antaño asesor financiero y astuto comerciante, Max Gordon, me telefoneó desde Nueva York. En cinco palabras, lanzó una afirmación que, con el tiempo, creo que ha de compararse con las citas más memorables de la historia americana. Me refiero a citas tan imperecederas como “No abandonéis el barco”, “No disparéis hasta que veáis el blanco de sus ojos”, “¡Dadme la libertad o la muerte!”, y “Sólo tengo una vida que dar por la patria”. Estas palabras caen en una insignificancia relativa al ponerlas junto a la frase notable de Max. Pero charlatán por naturaleza, esta vez ignoró incluso el tradicional “hola”. Todo lo que dijo fue: ”¡Marx, la broma ha terminado!”. Antes de que yo pudiese contestar, el teléfono se había quedado mudo. En toda la bazofia escrita por los analistas de mercado, me parece que nadie hizo un resumen de la situación de una manera tan sucinta como mi amigo el señor Gordon. En aquellas cinco palabras lo dijo todo. Desde luego, la broma había terminado. Creo que el único motivo por el que seguí viviendo fue el convencimiento consolador de que todos mis amigos estaban en la misma situación. Incluso la desdicha financiera, al igual que la de cualquier otra especie, refiere la compañía”.

Lo lamentable hoy al recordar estas cinco palabras del amigo de Groucho, ”¡Marx, la broma ha terminado!”, es que la “broma” de los aranceles no ha terminado y todavía seguimos en un desconcierto mundial por el duelo de Estados Unidos con China. Por si acaso, procuraré estar lejos de los trenes de Trump, al frente de una compañía ferroviaria de amplio espectro económico mundial, presidida por las oligarquías digitales multimillonarias, sobre todo para no facilitarle la madera que sigue necesitando para incendiar el mundo a diario, destrozando la paz mundial, así como cualquier Estado de Bienestar viable, democráticamente hablando, haciendo cada día más posible la guerra comercial de incalculables daños colaterales, como siempre, para lo que menos tienen, los nadies de Eduardo Galeano: Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida.
El botón de muestra más representativo y que se ha llevado a cabo en un silencio mundial cómplice, ha sido el cierre definitivo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), llevada a cabo a partir del pasado 3 de febrero, que está suponiendo una tragedia mundial, sobre todo en países en desarrollo y grandes conflictos bélicos, así como a millones de refugiados, atendiendo al dato de la financiación de la misma,  al haberse distribuido fondos en 2023 por un valor de US$ 43.400 millones en todo el mundo. Se ha cumplido la promesa de Elon Musk, la voz de su amo, el presidente Trump, cuando afirmó después del acto oficial de toma de posesión presidencial, en su calidad de Director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), formando parte del actual gobierno americano, que “La USAID es un nido de víboras marxistas”, tachándola incluso de “organización criminal” o con perlas de este calado indigno: “Se hizo evidente que no es una manzana con un gusano dentro. Lo que tenemos es simplemente un balón de gusanos. Hay que deshacerse de todo. No tiene remedio. Vamos a cerrarla”.

Este último ejemplo simboliza bien el grito de Trump al frente de la locomotora económica mundial: ¡Necesitamos más madera, es la guerra! El que quiera entender hoy lo que está pasando, que entienda.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Me refugio hoy en Detroit, junto a Caravaggio

Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571 – 1610), Martha and Mary Magdalene | Detroit Institute of Arts Museum

Sevilla, 9/IV/2025

Serán casualidades de la vida, pero hoy, como ayer, he encontrado refugio en mi singladura diaria para buscar islas desconocidas de paz interior, ante las sacudidas de las maneras de Trump (que vienen de antiguo y que más pronto que tarde acabarán afectándonos a todos), en un territorio que conoce bien, Detroit, ¡qué símbolo del capitalismo hundido!, porque en medio de un imperio automovilístico desaparecido, emerge siempre un museo excepcional, el Detroit Institute of Arts Museum, en una ciudad maltrecha pero que alberga un tesoro pictórico mundial. En concreto, me refiero a una obra de Michelangelo Merisi da Caravaggio, Marta y María Magdalena, porque encierra en sí mismo una parábola de lo que está sucediendo ahora en este mundo al revés, por el sufrimiento generalizado que nos espera y. sobre todo, a los que menos tienen, a los nadies de Eduardo Galeano., a los diferentes, a los refugiados de cualquier barbarie nacional e internacional, a los desfavorecidos de todo tipo.

La sinopsis oficial de esta obra refleja perfectamente la desacralización de su pintura, que tanto aprecio y sobre la que ya he comentado obras suyas en este cuaderno digital: “Hay un Miguel Ángel de Caravaggio que está haciendo cosas extraordinarias en Roma». Esta cita de un pintor holandés contemporáneo ofrece una idea del impacto revolucionario de Caravaggio en el panorama artístico europeo. El uso dramático de la luz y la sombra anima sus imágenes religiosas, que presentan a personas de apariencia común como modelos. Esta pintura toma como punto de partida un pasaje del Evangelio de Lucas en el que Cristo es recibido en casa de las hermanas Marta y María Magdalena. Muestra un intercambio imaginario entre la modesta Marta, que reprocha a su hermana su conducta desobediente y enumera con los dedos los milagros de Cristo, y la sensual y vanidosa María, que viste ropas lujosas y apoya la mano en un gran espejo. Sin embargo, Caravaggio introdujo detalles que insinúan la próxima conversión de María. En su mano derecha, sostiene una ramita de azahar, símbolo de pureza; el anillo en su mano izquierda alude a su condición de esposa de Cristo”.

Si me refugio de nuevo en Michelangelo Merisi, nacido en Caravaggio, cerca de Milán, en 1571, hace ahora 454 años, es porque le reconozco su compromiso social durante el Barroco, pintando la parte más alternativa de la sociedad, a los nadies o a los personajes conflictivos en cualquier época, algo que en su fondo comprendió muy bien Rafael Alberti en el siglo pasado entrando en las iglesias de Roma: Confiésalo, Señor. Sólo tus fieles / hoy son esos anónimos tropeles / que en todo ven una lección de arte. // Miran acá, miran allá, asombrados, / ángeles, puertas, cúpulas, dorados… / Y no te encuentran por ninguna parte. En la obra de Caravaggio no querían encontrar sus contemporáneos del poder real y eclesiástico a los nadies, que tan maravillosamente dibujó y pintó siempre. Por ninguna parte. Tampoco, a la incomprendida y maltratada María Magdalena.

En este contexto, he recordado un artículo que leí en 2021 en elDiario.es, Caravaggio, ese luminoso rescate del comunismo italiano, en el que se planteaba la realidad social que rodeó la vida y obra del gran pintor barroco: “La tormenta de insultos y críticas que sufrió la obra de Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610) al poco de su muerte silenció, durante casi cuatro siglos, al maestro del Barroco. Quedó arrinconado porque sus queridos enemigos se apresuraron a rendir cuentas con el ariete del realismo y escribieron, entre otras lindezas, que por más fuerza real que tenían sus personajes, carecían “de movimiento, afecciones y gracia”. Y de esta manera la corriente clasicista se impuso a la naturalista que el Merisi representaba y así sucedió el triunfo del boloñés y empedernido misógino Guido Reni. La idea ganó a la verdad y la llama del caravaggismo que iluminó Europa el primer cuarto del siglo XVII se apagó. Hasta 1951”.

¿Por qué hasta 1951? La razón es clara y tiene nombre propio, Roberto Longhi (1890-1970), cuando consagra al gran pintor de Caravaggio, el topónimo por el que pasaría a la historia de la puntura, en la primera gran exposición retrospectiva de su obra, en el Palacio Real de Milán: “El análisis que Longhi escribió para la muestra de 1951 es un hecho histórico: acabó con la cancelación que habían alimentado pintores como Poussin, que en 1650 llega a Roma y al conocer la obra de Caravaggio le acusa de “haber venido al mundo para destruir la pintura”. O Stendhal, que pasea por Roma entre 1828 y 1834 y en sus crónicas alaba la obra de Reni y critica la del otro”. Si cobra siempre especial interés la operación rescate internacional de la obra de Caravaggio, no inocente ideológicamente hablando, se debe fundamentalmente a Roberto Longhi.

En relación con lo expuesto anteriormente existe una obra sobre el valor auténtico de su pintura, Caravaggio (1), una nueva edición actualizada de la que se publicó por primera vez en 1952. La sinopsis oficial de esta publicación no deja lugar a duda alguna, atendiendo a las palabras introductorias de Longhi: “No puede sorprender que, para una peripecia vital tan tormentosa y desgraciada como la de Caravaggio, los historiógrafos del siglo XVII más novelesco y del más romántico siglo XIX se las ingeniasen para transformar cada paso, desde sus inicios, para usarlo con fines a un retrato que resultase de lo más popular (lo que para ellos sonaba a plebeyo), es decir, apto para explicar la desprejuiciada y, se decía, indecorosa naturaleza del artista. Fue así como Caravaggio, ya desde niño, en Lombardía, se transmutó en el hijo de un albañil, en mezclador de argamasa y preparador de colas para los encaladores milaneses. Para el resto de su vida, sobre todo durante los años de Roma, Nápoles y Malta, no había ciertamente necesidad de cargar las tintas, cosa que sin embargo no se dejó de hacer y hasta su muerte, por razones de correspondencia simbólica, complaciéndose en adelantar en un año la fecha real de ésta”. Así empieza el ensayo de Roberto Longhi sobre la figura de Caravaggio, tan moderna como enigmática. Sirviéndose de su singular capacidad para imitar voces, Longhi se cuela en la vida del pintor como si hubiese sido su contemporáneo, un amigo íntimo incluso. Repasa sus encargos, explora sus obras maestras, trazando astutas e inesperadas correspondencias entre ellas y la vida del artista. Caravaggio trabaja a un ritmo vertiginoso, con una rapidez y facilidad pasmosas, desde la adolescencia hasta el desorden de sus últimos días romanos, y pasará buena parte de su vida como artista nómada y fugitivo de la justicia. Setenta años después de su publicación, el ensayo de Longhi sigue considerándose una contribución esencial a la bibliografía sobre el pintor, por ser el primero en brindar una visión de contexto de su obra y posiblemente por ser, hasta la fecha, el crítico que ofrece una mirada más limpia, una lectura más sobria e incontaminada, de la trayectoria y la producción del gran maestro”.

Pero lo que verdaderamente me ha entusiasmado al volver a leer el artículo citado es su referencia a la gran admiración que sintió siempre Pier Paolo Pasolini por el pintor de Caravaggio: “El pintor que transformó la mitología en calle, el artista que convirtió lo sagrado en cotidiano, el que demostró que el arte no reside en la historia que narra, sino en la verdad humana que muestra, Caravaggio, fue la inspiración de Pier Paolo Pasolini (1922-1975). El director de El Evangelio según San Mateo (1964) conoció de estudiante a Caravaggio en las clases de Roberto Longhi, en la Universidad de Bolonia. Y su encuentro con el pintor cuajó en su pasión por el cine, como él mismo reconoció”. Longhi lo deja claro en su obra: “La verdad es que cada pintor no ofrece a fin de cuentas sino lo que el mundo le demanda”.

Para finalizar, lo que me sigue conmoviendo  en esta búsqueda de ”refugios” para el alma e secreto, es la lectura de un texto de Pasolini sobre “la luz de Caravaggio”, donde resume de forma magistral la gran aportación de Michelangelo Merisi a la historia de la pintura, porque fue un gran inventor al servicio de la sociedad, para transformarla, no sólo cambiarla, con tres aportaciones maestras: “Caravaggio inventó, en primer lugar, un nuevo modo que, según la terminología cinematográfica, se denomina «profílmico» (entiendo por tal todo lo que está delante de la cámara). Es decir, Caravaggio inventó todo un mundo para poner delante del caballete en su estudio: nuevos tipos de personas, en sentido social y caracteriológico, nuevos tipos de objetos, nuevos tipos de paisajes. En segundo lugar, inventó una nueva luz: sustituyó la iluminación universal del Renacimiento platónico por una luz cotidiana y dramática. Si Caravaggio inventó tanto los nuevos tipos de personas y de cosas como el nuevo tipo de luz fue porque los había visto en la realidad. Se dio cuenta de que a su alrededor –excluidos por la ideología cultural vigente desde hacía casi dos siglos– había formas de iluminación lábiles pero absolutas que nunca habían sido reproducidas y, así, cada vez más alejadas de la costumbre y de la norma, habían acabado por resultar escandalosas y se las había suprimido de forma que, hasta Caravaggio, lo más probable es que ni los pintores ni los hombres en general las vieran. El tercer invento de Caravaggio es un diafragma (también luminoso, pero de una luminosidad artificial que sólo pertenece a la pintura y no a la realidad) que lo separa tanto a él, el autor, como a nosotros, los espectadores, de sus personajes, de sus naturalezas muertas, de sus paisajes. Este diafragma, que traslada las cosas pintadas por Caravaggio a un universo separado, muerto en cierto modo –al menos respecto a la vida y al realismo con el que esas cosas habían sido percibidas y pintadas–, lo ha explicado espléndidamente Roberto Longhi con la hipótesis de que Caravaggio pintaba mirando sus figuras reflejadas en un espejo. Estas figuras eran las que Caravaggio había seleccionado en la realidad –desaliñados aprendices de frutero, mujeres del pueblo que jamás habían sido tomadas en cuenta, etc.– y estaban bañadas por esa luz real de una hora del día concreta, con todo su sol y todas sus sombras. Y, sin embargo… sin embargo, dentro del espejo todo parece como suspendido, como con un exceso de verdad, un exceso de evidencia que lo hace parecer muerto”.

Este realismo humano es lo que aprendió de él Artemisia Gentileschi (Roma, 1593 – Nápoles, 1654), cuando pintó María Magdalena como la melancolía,  que me consta que era muy querida por su autora por su identificación con ella como mujer “pecadora” (?) que sufrió mucho en su vida ajetreada y singular aunque ha sido muy maltratada por la historia y por la Iglesia oficial. Artemisia sufrió un triste episodio de juventud, concretamente la violación cuando solo tenía 17 años, en 1612, por parte del mentor propuesto por su padre, Agostino Tassi (1566-1644), ya que al ser mujer no podía cursar los estudios oficiales de pintura en las Academias correspondientes, solo para hombres, lo que propició un juicio promovido por su padre, muy estudiado, que ganó y que se puede conocer con detalle en una obra muy interesante dedicada a esta pintora (2).

Es verdad que no existen pintores y pintoras inocentes, como casi nada de lo que existe en la vida, que tampoco lo es en la cadaunada que cada uno vive. Dicho esto, pocos se acordaron y se acuerdan, a lo largo de los siglos, de pintar a los nadies o a mujeres tocadas por la melancolía de la incomprensión humana, como María Magdalena, que ambos reprodujeron de la mejor forma posible. No olvido la sinopsis oficial de Marta y María, en el Museo de Detroit: “Sin embargo, Caravaggio introdujo detalles que insinúan la próxima conversión de María. En su mano derecha, sostiene una ramita de azahar, símbolo de pureza; el anillo en su mano izquierda alude a su condición de esposa de Cristo”. De ahí la importancia de recordar hoy a Michelangelo Merisi, nacido en Caravaggio en 1571. O a Artemisia Gentileschi, nacida en Roma en 1593, pintora del dolor propio y ajeno, de la melancolía.

(1) Longhi, Roberto, Caravaggio, 2022, Barcelona: Elba. Traducción: José Ramón Monreal.

(2) Gentileschi, Artemisia, Cartas precedidas de las actas del proceso por estupro (Edición de Eva Menzio), 2016. Madrid: Anaya (Cuadernos de Arte Cátedra).

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

En tiempos de turbación busco refugio en el arte

Artemisia Gentileschi (Roma, 1593 – Nápoles, 1654)María Magdalena en éxtasis, 1620-25.

Sevilla, 8/IV/2025

Hace unos años, expresé en este cuaderno digital la emoción que sentí al descubrir dos cuadros concretos de Artemisia Gentileschi, en los que la protagonista era siempre la misma mujer, María Magdalena en estado de melancolía, pero sobre todo cuando vi un tercero, el de María Magdalena en éxtasis, dando la razón a una reflexión muy acertada de Víctor Hugo, la melancolía es la felicidad de estar triste, porque no creo tanto en la situación de éxtasis de la Magdalena como en la de su auténtica melancolía, es decir, un estado de soledad y tristeza, un sentimiento que puede inundar el alma humana y recrearnos en él porque siempre queda la esperanza de la espera de algo o alguien que estuvo o que llegará a tiempo para hacernos felices. Contemplando esta María Magdalena, suenan muy bien las palabras de Neruda en este momento: Mariposa de sueño, te pareces a mi alma y te pareces a la palabra melancolía.

Me emociona tanto este cuadro de éxtasis, que provoca en mí un sentimiento de plenitud en mi alma de secreto, pero la emoción es algo muy diferente del sentimiento. Es un estado afectivo pasajero pero de alcance incalculable. El sentimiento, por el contrario, nos deja con un afecto permanente hacia algo o alguien. Somos emocionentes, personas que vivimos las emociones de una forma muy especial y que intenté describir en un relato publicado también en este cuaderno digital en 2010, Emocionentes, en el que explico la forma de vivir plenamente las emociones en nuestra vida.

En este contexto, he conocido un proyecto de investigación a través del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, la Universidad Rey Juan Carlos y Quirónsalud, con un título muy sugerente, Emociones a través del arte, que aporta “un análisis objetivo y cuantitativo de las emociones generadas por la contemplación de obras de arte”, uniendo arte, tecnología y salud: “¿Qué sentimos al observar una obra de arte? ¿Qué emociones despiertan el color, la composición o la mirada de un retrato? Aunque la experiencia del arte es profundamente subjetiva, nuestras reacciones pueden medirse y analizarse”.

Esta es la gran aportación científica de este proyecto, “Mediante técnicas de análisis biométrico, neuromarketing y comportamiento, y con la ayuda de la inteligencia artificial, se han identificado las emociones predominantes en 125 obras de las colecciones Thyssen-Bornemisza, descubriendo de este modo el poder transformador del arte y sus vínculos con nuestro bienestar emocional”. En concreto y a partir de los datos obtenidos en el estudio, “se ha construido una experiencia visual interactiva única donde explorar qué emociones despiertan las obras. A través de barras de colores se representan las emociones identificadas por los participantes en el estudio. Cada barra contiene una de las siete emociones analizadas: alegría, aversión, desprecio, ira, miedo, sorpresa y tristeza. Puedes filtrar por cada una de ellas y visualizar cuánto de cada emoción hay en las obras del museo”. Además, “La combinación de datos objetivos (mediciones biométricas) y subjetivos (autoinformes) ha permitido validar las emociones identificadas mediante herramientas tecnológicas. De este modo avanzar en la comprensión de las emociones humanas puede ayudar en la creación de aplicaciones prácticas que aprovechen el impacto del arte para mejorar la salud y el bienestar de las personas”.

He visualizado los resultados expuestos y creo que es un avance espectacular en el análisis de nuestras emociones, que muchas veces acaban en sentimientos especiales como estados afectivos duraderos que nos reconfortan. Recomiendo conocer bien este proyecto de investigación, que nos ofrece un refugio anímico en estos tiempos de turbación. La emoción ganadora ha sido la alegría, de las siete estudiadas, demostrando que “con un 26,64 % es la emoción más sentida por los participantes”. En definitiva, se ha podido constatar que “aplicaciones prácticas que beneficien directamente a la sociedad a través de aquellas obras que tengan una carga emocional positiva, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de pacientes, médicos, familiares y otro personal de apoyo presente en los hospitales”.

Reitero lo expuesto al principio: me emociona el arte, por ejemplo a través de unos cuadros en concreto, grabados en mi memoria de hipocampo, que provocan en mí un sentimiento de plenitud en mi alma de secreto, siendo consciente de que la emoción es algo muy diferente del sentimiento. Es un estado afectivo pasajero pero de alcance incalculable. El sentimiento, por el contrario, nos deja con un afecto permanente hacia algo o alguien. Somos emocionentes, personas que vivimos las emociones de una forma muy especial, pero que las cuidamos sobre todo para que se conviertan en sentimientos. Fundamentalmente, porque son estados afectivos duraderos que permanecen siempre en nuestra alma de secreto, recordando a Rafael Alberti: Sentimiento, pensamiento. / Que se escuche el corazón más fuertemente que el viento. / Libre y solo el corazón más que el viento. / El verso sin él no es nada. / Sólo verso. O lo que es lo mismo, el arte sin corazón y sentimiento es eso, sólo arte.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Cuidemos el día después de la manifestación en Sevilla, contra el desmantelamiento de la sanidad pública andaluza

Cabecera de la manifestación ayer en Sevilla en defensa de la Sanidad Pública / JA COBEÑA

El día de ayer no es sino sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Cuida bien, pues, este día!

Juan Ramón Jiménez, palabras a modo de introducción, recogidas del sánscrito, en el Diario de un poeta recién casado (1916-1917).

Sevilla, 6/IV/2025 – 08:49 h (CET+2)

Como en manifestaciones anteriores, variaciones sobre el mismo tema, volvemos hoy a la realidad sanitaria en Andalucía, que justificó ayer una nueva manifestación contra el desmantelamiento de la sanidad pública andaluza. Han pasado sólo veinticuatro horas y la guerra de cifras sobre asistentes estaba garantizada de antemano, alrededor de 20.000 personas según la subdelegación del Gobierno, bastantes más por los organizadores, aunque lo importante era estar allí, ¡qué más da el número!, cuando la pura realidad es denunciar la privatización, desestructuración general y el desmantelamiento del Sistema Sanitario Público de Andalucía, básicamente ahora por sus listas de espera que sufren cientos de miles de personas en el silencio de cada día, en los pueblos y en las ciudades de la Comunidad, como ya he expuesto recientemente en este cuaderno digital, sin capacidad a veces de ir a este tipo de manifestaciones.

Lo importante es haber constatado ayer, de nuevo en vivo y en directo, el descontento generalizado, yo diría que incluso hartazgo, de miles de personas, sobre lo que de verdad se siente a pie de calle sobre la realidad actual de la sanidad pública en nuestra Comunidad. Quien no quiera aplicar el principio de realidad sobre lo que está pasando en Andalucía es que niega la mayor: el ocaso del Estado de Bienestar en uno de sus pilares básicos, la sanidad pública, en un desmantelamiento progresivo y silencioso del Sistema Sanitario Público de Andalucía, donde se han abierto ya las puertas de par en par a la “okupación” del Sistema por parte de la sanidad privada.

En el día después de la manifestación de ayer en Sevilla, el Gobierno que la rige debería “escuchar” a todas las personas que con este tipo de actos sólo buscamos la luz con el tiempo fuera, como escuchaores y escuchaoras de todo lo que se expresa con dolor en esta tierra.

Sé que lo expuesto anteriormente se rebate a diestro y siniestro por el Gobierno actual en la Comunidad, y concretamente por la Consejera de Salud, porque califican que todo el revuelo sobre la reivindicaciones y protestas en plazas y calles públicas sobre la situación actual de la Sanidad Pública, es fruto de los “bulos” y mentira de la izquierda, de la oposición. En definitiva, para el Gobierno en Andalucía, todo son mentiras. La realidad es que lo que ocurre y sufrimos miles de andaluces no es problema exclusivo de “gastar”, más que “invertir”, mucho dinero en sanidad en los presupuestos generales de la Comunidad, como repite a modo de mantra el Gobierno en ciernes, porque según mi forma de analizar lo que está sucediendo, lo que está ocurriendo y doliendo tanto a miles de andaluces, es que la situación no se arregla exclusivamente con el  todopoderoso caballero don dinero, sino que es un problema ideológico, de estrategias de sanidad pública y de principios, no inocentes, donde no se debe confundir valor y precio, como suelen hacer los necios y mediocres, que nos rodean por tierra, mar y aire, confundiendo permanentemente el valor de lo público con el precio público que hay que pagar por ello. Y no es lo mismo. De ahí la importancia de cuidar el día después, al que hay que atender ya mismo como si en él nos fuera la vida, como si en cada día después nos fuera lo más esencial de la dignidad humana. Lo expresaba muy bien Juan Ramón Jiménez, andaluz de Moguer, cuando afirmaba “¡Cuida bien de este día! Este día es la vida, la esencia misma de la vida. En su leve transcurso se encierran todas las realidades y todas las variedades de tu existencia: el goce de crecer, la gloria de la acción y el esplendor de la hermosura. El día de ayer no es sino sueño y el de mañana es sólo una visión. Pero un hoy bien empleado hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Cuida bien, pues, este día! Este es nuestro reto actual para seguir luchando por la transformación de la situación actual en Andalucía, no sólo su cambio.

De lo que estoy convencido es que el quejío de ayer en la manifestación de Sevilla, en defensa de la Sanidad Pública, como escuchaores de lo que está sucediendo, no resbala por nuestra piel, sino que la modifica para siempre. Creo que hemos comprendido bien que escuchar el dolor actual por la situación de la Sanidad Pública de esta tierra, es un elogio de la caricia o, si quieren, una exaltación de su impacto en nuestra alma de secreto, para honra de Andalucía y sus gentes, tal y como lo aprendí de las palabras de García Lorca pronunciadas hace tan solo cien años, en el primer Concurso de Cante Jondo, “canto primitivo andaluz”, tal y como rezaba en el cartel promocional del evento, celebrado en Granada en los días 13 y 14 de junio de 1922.

Cuando avanzábamos ayer durante la manifestación, en la que se recordaba por megafonía, que “la sanidad pública no se vende”, golpe a golpe y verso a verso, hacia el palacio de San Telmo, sede del Gobierno en Andalucía, tomé conciencia de que no sé lo que nos debemos unos a otros o a la sociedad en general, con sentimiento de clase o, al menos, de que nada que sea humano y saludable nos es ajeno, siguiendo al pie de la letra la máxima de Terencio, aunque es verdad que por el mero hecho de vivir estamos cumplíos, volcados en un mundo al revés diseñado a veces por el enemigo de la sanidad pública, de la saludable dignidad humana. Es la razón fundamental para no olvidar nuestros compromisos sociales el hoy bien cumplido del día después de los quejíos individuales y colectivos en la manifestación a la que asistimos ayer en Sevilla. Su lema, Contra el desmantelamiento de la sanidad pública andaluza, no lo olvidaré tampoco en este día después, que es hoy, mañana y pasado mañana, siempre…, ¡La sanidad pública está también en mis manos!, en mi situación actual de denuncia, atendiendo a las Señales que aprendí hace muchos años de Mario Benedetti y por mi matusalénica edad: En las manos te traigo / viejas señales / son mis manos de ahora / no las de antes / doy lo que puedo / y no tengo vergüenza / del sentimiento

José Antonio Cobeña Fernández

Ex secretario general del Servicio Andaluz de Salud (2000-2004)

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Manifiesto que justifica la manifestación del sábado 5 de abril en Sevilla, contra el desmantelamiento de la sanidad pública andaluza

Sevilla, 3/IV/2025 – 19:40 h (CET+2)

Los sindicatos Satse, Csif, Comisiones Obreras y UGT, junto a Mareas Blancas, han convocado una manifestación en Sevilla el sábado, 5 de abril, bajo el lema “Contra el Desmantelamiento de la sanidad pública andaluza”. Con tal motivo, han elaborado un manifiesto en el que se exponen las razones que justifican esta movilización ciudadana, que adjunto a continuación y al que me adhiero personalmente, como un altavoz ciudadano, tal y como vengo haciendo los últimos años a través de artículos publicados en este cuaderno digital, abordando diversas situaciones lamentables acerca del desmantelamiento programado del Sistema Sanitario Público de Andalucía, por parte del Gobierno actual en esta Comunidad, en relación con la Atención Primaria de Salud, situación global del personal sanitario o la situación lacerante de las listas de espera en consultas externas de atención especializada y quirúrgica, entre otras muchas cuestiones de gran impacto negativo, que no salvaguardan el interés sanitario general y público al servicio de la ciudadanía.

Manifiesto “Contra el Desmantelamiento de la sanidad pública”

«La sanidad pública que hemos tenido en Andalucía ha sido una de las mejores del Estado, siendo la Atención Primaria la envidia y ejemplo para muchas comunidades autónomas.

Esta calidad se consiguió de varias formas, pero queremos destacar, por un lado, el esfuerzo de las personas que trabajaban en el Sistema Sanitario Público Andaluz que con gran esfuerzo y pocas retribuciones apostaron por ello. Y, por otro lado, por la lucha de nuestros mayores que siempre vieron la sanidad pública como un derecho que aportaba equidad a nuestra sociedad y como una herramienta de igualdad.

Pues bien, ahora todo esto está en peligro por un Gobierno Andaluz que apuesta por un sistema sanitario público débil, maltratado y que decide trasladar una gran parte de su presupuesto público a las grandes empresas farmacéuticas y a la sanidad privada, cerrando un círculo pernicioso y mal denominado como colaboración público-privada para esconder una privatización de la sanidad, un engrandecimiento de la sanidad privada y un deterioro sin precedentes de la sanidad pública.

Los trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública están sufriendo el mayor maltrato experimentado por una administración pública a sus profesionales. Son los profesionales de la sanidad pública peor retribuidos del Estado, los que más cargas de trabajo sufren con plantillas ajustadas y además cuando la Junta de Andalucía tiene que ajustar presupuestos le mete la mano en el bolsillo y le quita dinero, el ganado con mucho esfuerzo.

La Consejería de Salud, con el beneplácito de Juanma Moreno, ha cometido la mayor deslealtad institucional conocida en la historia de la Junta de Andalucía y que atenta directamente contra la sanidad pública y contra sus profesionales. Tras suscribir y firmar unos acuerdos para la mejora de la Atención Primaria y para mejorar de la carrera profesional con SATSE, CSIF, CCOO y UGT, y resaltar las bonanzas de dichos acuerdos, la Consejería se descuelga con incumplimientos e incluso con el no reconocimiento de los mismos.

Estamos hablando de un acuerdo por la Atención Primaria que supone un impulso a ese nivel asistencial tan importante para la población andaluza y de un acuerdo para mejorar la carrera profesional de sus profesionales que lo que hace es reconocer sus méritos y aliviar la brecha salarial con el resto del estado, como intento de un reconocimiento justo y de que no se escape más talento de Andalucía.

La ciudadanía, a través de las organizaciones convocantes, ha dicho que ya basta a unas políticas agresivas de la Junta de Andalucía contra la sanidad pública. Políticas que están provocando que las citas en atención primaria se disparen a más de 15 días y en atención hospitalaria a meses o años, que la lista de espera quirúrgica sea un pozo sin fondo de acúmulo de desgracias, desigualdades e injusticias y una excusa para la privatización, que la atención se deshumanice cada vez más y se pongan trabas para que las personas mayores y las personas frágiles no puedan acceder a una atención cercana, digna y equitativa.

El Gobierno andaluz está empeñado en empeorar esta situación provocando un estancamiento funcional y una descapitalización de la sanidad pública. El abandono de las medidas preventivas es evidente y las campañas preventivas pasan a ser responsabilidad de los usuarios y usuarias en una maniobra sibilina que consiste en no negar el servicio, pero recae sobre ti la responsabilidad de pedir cita para realizar pruebas preventivas dentro de 2 o 3 años, para descartar multitud de patologías. Dentro de poco veremos como repuntarán aún más las cifras de muchas enfermedades graves, y será atribuido al envejecimiento de la población y no a la falta de inversión en el diagnóstico de estas patologías.

La ciudadanía dice basta a la indolencia y falta de autocrítica de esta Administración ante un problema que ellos han provocado. Indolencia y desfachatez porque ante el desmantelamiento de la sanidad pública buscan culpables fuera de su gestión. Todos tenemos la culpa menos ellos.

Lo cierto es que el Gobierno andaluz actual tiene la media del Gasto Sanitario Público per cápita más bajo de España. Además, gasta mal nuestro dinero porque lo dedica a favorecer a la empresa farmacéutica (el gasto en farmacia suma ahora 1400 millones de euros más que en 2018) y a la empresa sanitaria privada (cerca de 1000 millones de euros para reducir levemente la lista de espera quirúrgica y diagnóstica) lo que conlleva un debilitamiento de nuestro sistema sanitario público.

Por todas estas cuestiones y para evitar el desmantelamiento de la sanidad pública en Andalucía, las organizaciones convocantes exigimos al Gobierno de Juanma Moreno lo siguiente:

1. Aumentar el gasto per cápita en la sanidad pública para equipararnos, como mínimo, a la media estatal.

2. Redistribuir el presupuesto sanitario para que revierta en la sanidad pública dejando de beneficiar descaradamente a las empresas farmacéuticas y a las empresas de la sanidad privada.

3. Cumplir con el pacto de Atención Primaria que conlleva un aumento de plantillas, una reorganización en la gestión, un empoderamiento de sus profesionales y un acercamiento de este nivel asistencial a las necesidades reales de la ciudadanía y de aquellos pueblos, sobre todo del interior, con grandes déficits sanitarios.

4. Cumplir con la modificación de la carrera profesional de mayo de 2023 para reconocer adecuadamente a los profesionales de la sanidad pública sus méritos y disminuir la brecha salarial con respecto al resto de Estado.

5. Mejorar la negociación colectiva con las organizaciones sindicales como instrumento para mejorar la calidad asistencial y las condiciones laborales en la sanidad pública.

6. Acabar con las listas de espera y las demoras en las citas de Atención primaria potenciando a la sanidad pública como método indiscutible y único para controlarlas.

7. Cesar con toda privatización encubierta de la sanidad pública.

8. Dotar de material necesario a los profesionales de la sanidad pública para que puedan desarrollar su labor en las mejores condiciones posibles.

9. Realizar las inversiones necesarias para acabar con los conciertos singulares y que la sanidad pública llegue por igual a toda la ciudadanía andaluza.

10. Implementar un sistema de participación real de la ciudadanía en temas de salud como instrumento para acercar la sanidad pública a las necesidades reales de la población.

¡NO AL DESMANTELAMIENTO DE LA SANIDAD PÚBLICA!

¡NO AL MALTRATO A SUS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS!

¡LA SANIDAD PÚBLICA NO ES UN NEGOCIO, ES UN DERECHO!»

El Sistema Sanitario Público de Andalucía acusa daños estructurales, organizativos y económicos de importancia extrema, en un proceso paulatino de demolición de los principios públicos del Estado de Bienestar que lo sustentan. Seguimos recibiendo a diario avisos de lo que está pasando, estamos viendo y, también, sufriendo. Es hora de actuar en defensa de los servicios sanitarios públicos, sin más demora. Una buena forma de activar la crítica constructiva y solidaria es denunciar lo que está pasando, de boca en boca, utilizando también las redes sociales, para que todos podamos emitir juicios bien informados sobre esta realidad tan preocupante en Andalucía.

Espero que la asistencia a la manifestación del próximo sábado 5 de abril sea masiva, porque nos corresponde reivindicar, en la calle, la atención urgente a la situación tan delicada e injusta, presente y futura, que atraviesa en la actualidad el Sistema Sanitario Público de Andalucía. La manifestación, en Sevilla, partirá a las 11.00 horas desde la calle José Laguillo (junto al Centro de Especialidades Esperanza Macarena hasta esquina a calle Arroyo) y finalizará en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

¿Cuánto cuesta la crianza en Andalucía?

Save the Children, El coste de la crianza en Andalucía 2024. El impacto de la inflación acumulada en las familias con niñas, niños y adolescentes

Sevilla, 2/IV/2025 – 16:15 h (CET+2)

En un día clave para el país, al iniciarse la declaración de la renta correspondiente a 2024 y recordando a la población andaluza en situación de pobreza severa y exclusión social, considero de especial interés analizar cuánto cuesta la crianza de los hijos en Andalucía, cuestión clave en relación con la renta de los hogares más vulnerables, recogiendo datos de un informe de noviembre de 2024, El coste de la crianza en Andalucía 2024. El impacto de la inflación acumulada en las familias con niñas, niños y adolescentes, realizado por la ONG Save the Children, a la que profeso respeto por su buen hacer en este país y en esta Comunidad Autónoma. 

Junto a este informe específico, también se ha elaborado el general sobre esta realidad social del coste de la crianza en España, así como de otras tres Comunidades Autónomas, Madrid, Catalunya y Euskadi, de forma más pormenorizada. Como hilo conductor de este estudio en todo el país, “se estima que el coste medio mensual de la crianza ha aumentado un 13% respecto a 2022, situándose en 758 euros por hijo o hija. Este incremento se debe principalmente a la inflación que afecta de manera desproporcionada los bienes y servicios esenciales para las familias, como los suministros del hogar y los alimentos. A su vez, la factura de criar a un niño o niña disuade a buena parte de aquellos y aquellas que quieren ser padres o madres, pero no pueden afrontar el elevado coste. De ahí que España cuente con un índice de fecundidad de 1,16 hijos o hijas por mujer, según cifras correspondientes a 2024 de la Encuesta de Fecundidad, Familia e Infancia (Centro de Investigaciones Sociológicas). Ambas cuestiones dependen en gran medida del insuficiente apoyo público a la crianza en nuestro país. Desde Save the Children hemos calculado el coste de la crianza en las distintas franjas de edad de los niños y niñas en España. De esta forma, actualizamos el ejercicio realizado en 2018 y 2022. Nos centramos en los cambios de la cesta de productos necesarios para la crianza, así como sus precios, especialmente a raíz del encarecimiento de bienes y servicios, algunos de ellos fundamentales para la crianza de niños y niñas, en los últimos meses”.

En el informe realizado con referencia exclusiva a Andalucía, se recoge en su presentación, un resumen clarificador que no obvia el dato pormenorizado que ayuda a comprender esta realidad social en la Comunidad: “El coste de la crianza supone uno de los principales retos económicos a los que se enfrentan miles de hogares en Andalucía. Tras las estimaciones previas a la pandemia (2018) y a la escalada de precios (2022), Save the Children reedita el cálculo del impacto de la inflación acumulada en los costes de criar a un niño o niña en Andalucía en 2024, destacando cómo esta situación afecta especialmente a los hogares más vulnerables. A través de un estudio detallado de partidas como alimentación, vivienda, educación y transporte, se estima que el coste medio mensual de la crianza ha aumentado un 11% respecto a 2022, situándose en 722 euros por hijo/a. Este incremento se debe principalmente a la inflación que afecta de manera desproporcionada a los bienes y servicios esenciales para las familias, como los suministros del hogar y los alimentos. El informe también desglosa los gastos según la edad del niño y de la niña, mostrando que los costes son más elevados en la adolescencia, cuando los gastos en alimentación y vivienda se disparan. El estudio concluye con una llamada a reforzar las políticas públicas de apoyo a la crianza de forma integral: desde la implementación efectiva de las palancas incluidas en la Garantía Infantil Europea al impulso de la Renta Mínima de Inserción Social en Andalucía (RMISA) para las familias más vulnerables, la reordenación de bonificaciones fiscales de apoyo a la crianza para que lleguen a rentas medias y bajas o la creación de un “IPC de la crianza” que actualice de forma automática las prestaciones de apoyo a la crianza”.

La metodología utilizada ayuda a comprender el alcance del informe, a través de siete pasos:

Recomiendo la lectura atenta de estos documentos porque son de lectura fácil y bien documentada. Igualmente, resalto que ante los problemas expuestos en el país y en mi Comunidad Autónoma, Andalucía, se marcan cinco líneas de actuación de gran interés público:

Línea de actuación 1: implementación de una prestación a la crianza a nivel estatal y rediseñar las desgravaciones fiscales autonómicas.

Línea de actuación 2: reformular la Renta Mínima de Inserción de Andalucía (RMISA) con enfoque de infancia.

Línea de actuación 3: rediseñar y revalorar el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI) para los tramos de mayor edad.

Línea de actuación 4: vincular las actualizaciones de las prestaciones a indicadores del coste de la crianza

Línea de actuación 5: Desplegar la Garantía Infantil Europea (GIE) concretando un plan operativo específico en Andalucía.

No es la primera vez que abordo esta problemática andaluza en este cuaderno digital, pero los datos ponen en su sitio al relato triunfalista del gobierno andaluz actual, cuando lo que hay que hacer es respetar el principio de realidad social de la Comunidad y fijar prioridades para salvaguardar el interés general ante la pobreza severa y exclusión social, que sólo se garantiza por un Estado de Bienestar sólido, jurídicamente hablando y suficientemente financiado. Recientemente, analicé los resultados definitivos de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV-2024), facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a los que dediqué también especial atención a su proyección en Andalucía: “Las tasas AROPE [ARisk OPoverty or social Exclusion] de porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social- más elevadas en el año 2024 se dieron en Andalucía (35,6%), Castilla – La Mancha (34,2%) y Extremadura y Región de Murcia (32,4% en ambas). En el lado contrario, País Vasco (14,8%), Illes Balears (16,2%) y Comunidad Foral de Navarra (18,3%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas. Andalucía alcanzó en 2023. Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas se dieron en Andalucía (29,2%), Extremadura (27,5%) y Castilla – La Mancha (27,4%). País Vasco (9,4%), Illes Balears (11,3%) y Cataluña (12,9%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas”. Asimismo, “atendiendo a las dificultades para llegar a fin de mes, Castilla – La Mancha (13,0%), Canarias (12,4%) y Andalucía (10,9%) fueron las comunidades autónomas con mayores porcentajes de personas que llegaban a fin de mes con “mucha dificultad” en 2024. Las que presentaron los menores porcentajes fueron País Vasco (5,1%), Illes Balears (5,6%) y La Rioja (5,9%)”.

Ante la situación descrita, que engloba lógicamente el coste de la crianza en Andalucía, como una consecuencia de las condiciones de vida de esta Comunidad, deseo expresar una vez más la importancia de conocer con datos científicos que 3.026.067 ciudadanos y ciudadanas en Andalucía (INE, padrón continuo a 1 de enero de 2022), es decir, un 35,6% del total de población en esta Comunidad, está viviendo la pobreza en sus vidas y, de forma más aguda, la pobreza severa, en un porcentaje del 10,6% del total, más de un millón de personas, arrojando cifras lo suficientemente elocuentes para confirmar que algo no estamos haciendo bien en esta Comunidad, porque contra datos no valen argumentos. Lo digo una vez más: ahí están los datos anteriormente expuestos, desnudos, junto a la gran pregunta que nos compromete a todos, qué hacer en una contraescuela del mundo al revés en nuestro país, un mundo magistralmente descrito por Eduardo Galeano, en mi Comunidad Autónoma. Personalmente, lo tengo claro: debemos compartir datos para poder emitir juicios bien informados, porque sólo ante un gobierno de Estado o Comunidad Autónoma, pre-ocupado (así, con guion) por la desigualdad actual económica, laboral y social en la población, no cualquier gobierno, porque todos no son iguales, se puede y se deben denunciar estas cifras que afectan a tantas personas, con un objetivo claro: que se aprueben leyes y disposiciones con urgencia para solucionar esta situación. Es la única vía para que se transforme la sociedad española, permitiendo que la igualdad, solidaridad y justicia social permita a todos avanzar en derechos y libertades que mejoren las condiciones de vida para salir de la pobreza en cualquiera de sus estadios, que afectan a millones de ciudadanos en este país, de andaluces y andaluzas también, niños y niñas sobre todo, los más desfavorecidos, los pobres severos, los nadies, tantas veces citados en este cuaderno digital, que procuro no olvidarlos aunque a veces yo sea un pájaro herido por el principio de realidad de la pobreza severa y exclusión social que nos asola, con cifras -desde mi punto de vista- insoportables para atender como merece la dignidad humana, tanto a nivel de Estado como en mi Comunidad Autónoma, a la que tanto quiero.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

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