Otoños / 1. El decorado de nuestras vidas

MUSICA DE OTONO

Sevilla, 22/IX/2025 – 07:31 h (CET+2)

Hoy, a las 20 horas y 19 minutos en horario peninsular (19:19 en Canarias), entra el otoño “con muy poco ruido: / apagadas cigarras, unos grillos apenas, / defienden el reducto / de un verano obstinado en perpetuarse”, tal y como nos lo presenta Ángel González.

En 2019 dediqué una pequeña serie de artículos en torno a la aprehensión del otoño por parte de este excelso poeta, tan presente en este cuaderno digital. Vuelvo a publicarlos a partir de hoy, porque para mí la poesía es siempre “un arma cargada de futuro”, tal y como lo aprendí de Gabriel Celaya.

Esta igualdad temporal de los días y las noches (equinoccio) con la que identificamos el otoño, forma parte del decorado de nuestras vidas. Cambia el día, la noche, la luz, el calor, el frío, la caída de las hojas, todo cambia. La oportunidad de escribir sobre el otoño de nuestra vida, cada otoño, hace que cumplamos estaciones en vez de años y surgen, insolentes, unas preguntas curiosas: ¿cuántos otoños tienes? O, ¿cuántos otoños somos?

Ángel González, en su segundo poema de Otoños, Entonces, dedica una reflexión sobre el decorado cambiante de nuestras vidas, porque somos protagonistas de una película, de largo metraje, en la que cada estación hace que determinadas secuencias sean inolvidables. Solo por una palabra maravillosa, entonces, un adverbio demostrativo de que lo que allí ocurrió fue solo en ese tiempo, en ese momento, en esa ocasión. El Fin del Verano, podría ser hoy el título de la película en este momento, entonces, al que sigue de forma inexorable un invierno, estaciones con parada fija sin que nosotros podamos hacer nada por detenerlas en el tiempo.

Entonces era otoño en primavera
o tal vez al revés:
era la primavera semejante al otoño.

Azuzadas de pronto por el viento,
corrían veloces las sombras de las nubes
por las praderas soleadas.
Inesperadas ráfagas de lluvia
lavaban los colores de la tarde.
¿De cuándo ese carmín que fue violeta?
¿De dónde
el oro que era ocre hace un instante?

Los silbos amarillos de los mirlos,
el verde desvaído al que apuntaban,
la luz, la brisa, el cielo inquieto:
todo nos confundía.

Con un escalofrío repentino
de temor, y nostalgia,
evocamos entonces
la verdad fría y desnuda de un invierno
no sé si ya pasado o por venir.
 

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Me conmueven las palabras del poeta palestino Mahmud Darwish

Mahmud Darwish, 1941-2008

Sevilla, 21/IX/2025 – 09:00 h (CET+2)

Ayer volví a leer en un espejo de un restaurante tetuaní de esta ciudad, escritos a mano y con el color rojo de sangre, unos versos de Mahmud Darwish, un poeta palestino que descubrí hace ya muchos años y que han resonado en mi mente de una forma especial, en el contexto terrible de lo que está sucediendo en Gaza. Pertenecen al poema A mi madre (1), que reproduzco a continuación con una traducción excelente del árabe de Luz Gómez García, en los que se intuye que Darwish amplifica el amor a su madre tierra también, Palestina:

Añoro el pan de mi madre,
el café de mi madre,
las caricias de mi madre…
Día tras día
en mí crece la infancia 
y amo mi vida, pues
de morir
me avergonzarían las lágrimas
de mi madre.

Haz de mí, si vuelvo un día,
chal para tus pestañas,
cubre mis huesos con hierba
bautizada por tus puros talones,
átame
con un mechón de tus cabellos…
con una hebra del bordado de tu vestido…
Puede que me convierta en un dios,
que en un dios me convierta
si toco el fondo de tu corazón.

Ponme, si es que regreso,
como leña en la lumbre de tu fuego,
como cuerda de tender en la azotea de casa,
porque no puedo levantarme
sin tu oración de cada día.
He envejecido, devuélveme las estrellas de la infancia
para que comparta
con los pájaros más pequeños
la senda del regreso
al nido en que aguardas.

También he recordado hoy las palabras que Juan Goytisolo pronunció en el acto celebrado en 2011 en la Universidad de Birzeit, en Ramala, en el que recibió el premio Darwish, que suenan ahora con más fuerza que nunca ante el genocidio actual en Gaza: “Con una dignidad admirable, Darwish nos dice que “recordar el genocidio nazi es un deber que no incumbe tan solo a los judíos. Todos los pueblos cuya conciencia permanece viva y todos los amigos de la libertad comparten la memoria de las víctimas del nazismo y la tienen presente en sus espíritus” (…) En efecto: la poesía de Darwish se dirige también a los israelíes con sentido de la justicia –que, aunque minoritarios, existen— para recordarles que el horror del Holocausto no justifica la permanente humillación a la que someten a los palestinos que viven en su propia tierra bajo un régimen de apartheid que vulnera todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las leyes internacionales establecidas en su Texto Fundacional […] Darwish fue la voz capaz de expresar lúcidamente y con palabras bellas y precisas la brutalidad del ocupante y la deslealtad de aquellos que abandonaron el proyecto de democratización de las sociedades árabes, que usaron la derrota de su supuesta santa causa para satisfacer sus deseos de poder y de ajustar cuentas con sus rivales. […] Hay que leer y releer a Darwish para no perder la esperanza. La Palestina que le fue arrebatada en la infancia no es un paraíso perdido sino realizable y abierto por tanto hacia el porvenir. Esta fe obstinada de Ulises en un futuro siempre posible confiere a sus poemas esa lucidez, fruto de una visión histórica serena y exenta de odio: una emoción y dolor que, por lo remansados y sobrios, se alzan sobre las vicisitudes dramáticas del momento y asumen misteriosamente el fulgor de la profecía”.

Recuerdo finalmente, también, a Gabriel Celaya, cuando nos enseñó en La poesía es un arma cargada de futuro (1955), su clave poética para transformar este mundo al revés, tan manifiesta en Gaza, pero tan lejos de los silencios cómplices y de la equidistancia política actual:

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse
.

El que tenga oídos que oiga. El que quiera entender que entienda. El que quiera leer…, que lea la obra extraordinaria de Darwish. Estará más cerca de Palestina que nunca.

(1) Darwix, Mahmud, Poesía escogida (1966-2005). Edición bilingüe árabe/castellano, 2008. Traducción de Luz Gómez García. Valencia: Pre-Textos.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

El otoño se acerca con muy poco ruido, a diferencia de lo que ocurre en este mundo al revés

Sevilla, 20/IX/2025 – 12:35 h (CET+2)

Mi escritura es circular y quien frecuenta estas páginas sabe de mi aprecio por el poeta Ángel González. Estas palabras que siguen las escribo cada año y siguen manteniendo su valor cuando se acerca el otoño de 2025. Confieso que lo vivo de forma especial al recordarlo hoy de nuevo con emoción y conciencia de clase humana y solidaria con “los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, reconociendo que fue Eduardo Galeano quien los identificó como nadie para que marcaran mi vida olvidando nuestro olvido hacia ellos. Hoy, son los gazatíes inocentes que mueren a diario, los que representan estos nadies.

Los recuerdo en este otoño porque estamos obligatoriamente obligados a “otoñar”, que es soñar de una forma diferente, para no perder para siempre ángeles que necesita el mundo, este país, como son la luz, el fuego y la vida, que cuiden de ellos, de nosotrosde todos, sin dejar a nadie, a los nadies, hoy al pueblo gazatí, atrás.

Cuando el lunes próximo, a las 20 horas y 19 minutos en horario peninsular (19:19 en Canarias), se igualen el día y la noche en el hemisferio norte, en una ceremonia temporal y puntual que nunca falla y que los sabios del lugar llaman equinoccio de otoño (aequinoctium,  aequus nocte, «noche igual»), las personas a las que nos gusta otoñar sentiremos una especie de aviso, porque también se puede humanizar este tiempo y su momento si somos capaces de aprehenderlo en su justo sentido. Por ejemplo, acudir prestos a compartir esta estación con el poeta Ángel González, aunque en mi caso él me acompaña siempre a lo largo del año y sus otras estaciones, siendo consciente de que estamos saliendo hoy de un verano obstinado en perpetuarse, / cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Entrando en mi clínica del alma, mi biblioteca, vuelvo a leer en las horas preparatorias del nuevo equinoccio de otoño sus poemas dedicados a los Otoños, en plural, porque existen millones de otoños, los que vive cada ser humano a su forma y manera: mi otoño, tu otoño, su otoño, nuestro otoño, vuestro otoño, el otoño de ellos, de ellas…, el otoñar de todos. De todas formas, los otoños de González me inspiran otra forma de comprender la vida y me gusta compartirlo para hacer más llevadero ese ser y estar en el mundo de todos y cada uno, otoñando la vida. Comienza su entrega de sentimientos y emociones con un poema precioso, El otoño se acerca, que vuelvo a compartir hoy:

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre.

Lo he manifestado en otoños anteriores y hoy, vuelvo a buscar el ángel que se llamaba luz, fuego, o vida, y no lo encuentro, rodeado de malas noticias por todas partes, en un país con desasosiego permanente desde hace ya varios años, en este otoño tan especial que sigue entrando con el ruido de los malos augurios de desastres climatológicos, guerras y economía maltrecha, estando obligatoriamente obligados a entenderlo. Al menos, podemos encontrar un ángel, en medio de tantos demonios, de apellido González. Lo agradezco una vez más, porque necesitamos momentos amables en esta azarosa vida, en este otoño en el que también estamos obligatoriamente obligados a otoñar, que es soñar de una forma diferente, para no perder para siempre ángeles que necesita este país, que necesitamos todos, con nombres preciosos y que hoy día tienen más valor que nunca: luz, fuego y vida.

Gracias, Ángel González, un otoño más, porque sé que te llamas así por los solsticios y equinoccios que alumbraron con su cambiante luz, su vario cielo, el viaje milenario de tu carne trepando por los siglos y los huesos (1). No te olvido.

(1) González, Ángel. Para que yo me llame Ángel González, en Áspero mundo, 1956. Madrid: Rialp.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Los datos reales de las listas de espera en Andalucía, desesperan a los pacientes que las sufren

Sevilla, 19/IX/2025 – 14:23 h (CET+2) – Actualizado a las 17:53 h

La Consejería de Salud y Consumo dependiente de la Junta de Andalucía, publicó el pasado lunes en el portal web del Servicio Andaluz de Salud, los datos de «Tiempos de respuesta asistencial. Listas de espera» – Junio 2025, al ser «un objetivo prioritario la transparencia en la información a la ciudadanía de las listas de espera de todas las personas usuarias que están a la espera de una intervención quirúrgica y o de una consulta externa». Verificados los datos, la realidad actual es que en Andalucía seguimos con unos datos alarmantes, tanto en la lista de espera de consultas externas, 852.859 pacientes, como en cirugía, 207.236, con un sumatorio total de 1.060.095 pacientes en una situación verdaderamente lamentable desde la perspectiva de servicios públicos de primera necesidad en el ámbito de salud, que no responden a garantías mínimas exigibles a un Estado de Bienestar. Los datos que figuran a continuación matan el relato triunfante de esta semana del Gobierno andaluz al considerar una proeza «haber reducido en 20.319 (14,2%) el número de pacientes pendientes de una operación quirúrgica dentro del plazo de garantía sanitaria y en 30.074 (56,7%) el de los que están fuera de plazo, entre diciembre de 2023 y junio de este año. También destaca la reducción del tiempo medio de espera en 42 días -de 150 a 108- para los que están con garantía en ese mismo período». Como los números son muy fríos y tercos, me he tomado la molestia ética de contrastarlos con los últimos datos oficiales sobre lista de espera del Sistema Nacional de Salud, a diciembre de 2024, que elabora el Ministerio de Sanidad.

Sobre los datos de lista de espera de consultas externas, el Ministerio fija el dato de la situación de Andalucía en 866.248 pacientes, lo que significa que respecto de los datos de diciembre de 2024, «sólo» se ha reducido esta lista en 13.959 pacientes, a junio de 2025, es decir, permanecen en esa lista un total de 852.289 pacientes, lo que supone una «reducción» de un porcentaje irrisorio, el 1,6% del total.

ANDALUCÍA. TOTAL LISTA DE ESPERA DE CONSULTAS EXTERNAS

Fuente: Consejería de Salud y Consumo. Junta de Andalucía, Tiempos de respuesta asistencial. Listas de espera, junio 2025.

Fuente: MINISTERIO DE SANIDAD – Indicadores del Sistema de Información del Sistema Nacional de de Salud – SISLE-SNS – Situación a 31 de Diciembre de 2024

Igualmente, he efectuado el cálculo comparativo entre los datos de la lista de espera quirúrgica publicados por el Ministerio, a 31 de diciembre de 2024, con los datos presentados por la Consejería el pasado 15 de septiembre, arrojando los siguientes resultados: el Ministerio fija el dato de la situación de Andalucía en 194.159 pacientes, lo que significa que respecto de los datos de diciembre de 2024, se ha incrementado en Andalucía el número de pacientes hasta un total de 207.236, 13.077 pacientes más a junio de 2025, lo que supone un revés importante a todas las medidas anunciadas a bombo y platillo por la Consejería, con un gasto extraordinario a lo largo de estos años, de centenares de millones adjudicado a empresas privadas, para aligerar estas listas de espera insufribles por parte de la la población andaluza.

ANDALUCÍA. TOTAL LISTA DE ESPERA QUIRÚRGICA

Fuente: Consejería de Salud y Consumo. Junta de Andalucía, Tiempos de respuesta asistencial. Listas de espera, junio 2025.

Fuente: MINISTERIO DE SANIDAD – Indicadores del Sistema de Información del Sistema Nacional de de Salud – SISLE-SNS – Situación a 31 de Diciembre de 2024

He destacado los grandes números, demostrando que se juega con ellos dependiendo del enfoque que se quiera dar a los mismos, no inocentes casi siempre. Ante esta situación queda el horizonte cada vez más próximo de las elecciones en esta Comunidad porque es el momento de depositar el voto e intentar acabar con esta lamentable situación de la forma más democrática posible. Con la mayoría actual del Partido Popular y su cercanía alarmante a Vox, es difícil operar cambios, pero podemos prepararnos de forma concienzuda para formar un frente amplio democrático, popular, con incorporación de la población civil, hastiados como estamos de tanta injusticia ante nuestros ojos y, en este caso de salud, ante nuestras vidas.

Es justo reconocer también que el pasado martes 2 de septiembre se presentó una iniciativa legislativa popular (ILG) para blindar la sanidad pública de los conciertos y la privatización, avalada por casi 60.000 firmas, impulsada por las Mareas Blancas junto a los sindicatos Satse, CSIF, CCOO y UGT. Son esfuerzos loables, pero de muy largo recorrido en su tramitación por la burocratizada participación ciudadana en las decisiones parlamentarias de Andalucía, que es donde se transforma nuestra sociedad andaluza. Mientras, 1.060.095 de andaluces y andaluzas, sufren la dolorosa situación, impresentable a todas luces, de una espera vergonzosa y vergonzante, para solucionar un problema vital que puede acabar incluso con muchas vidas.

En definitiva, si vuelvo a exponer hoy de nuevo el drama de las listas de espera en el Sistema Sanitario Público de Andalucía, es porque insisto en que se debería hacer un estudio urgente, riguroso y profundo para conocer las causas estructurales, no sólo económicas, que provocan estos graves desajustes de atención a los pacientes andaluces, algo que llama la atención por el silencio oficial de la Junta de Andalucía al respecto o por proclamas de éxito de gestión de las listas de espera, de vez en cuando, que no se pueden entender de ninguna forma, con los datos en la mano. Basta con verificar los datos actuales en la fuentes oficiales citadas, para darnos cuenta de dónde está Andalucía situada a nivel nacional en relación con las listas de espera. Es la única forma de que las ciudadanas y los ciudadanos de esta Comunidad podamos emitir juicios bien informados sobre la situación real del Sistema Sanitario Público de Andalucía, que acusa daños estructurales, organizativos y económicos de importancia extrema, en un proceso paulatino de demolición de los principios públicos del Estado de Bienestar que lo sustentan.

Seguimos recibiendo avisos de lo que está pasando, estamos viendo y, también, sufriendo. Es hora de actuar en defensa de los servicios sanitarios públicos, sin más demora. Una buena forma de activar la crítica constructiva y solidaria es facilitar estos datos, de boca en boca, utilizando también las redes sociales, para que todos podamos emitir juicios bien informados sobre esta realidad tan preocupante en el país y, obviamente, en Andalucía.

NOTA: la imagen de cabecera es una fotomontaje realizado por el autor, con la base de la imagen recuperada el 23/X//2023 de https://www.larepublica.net/noticia/defensoria-contabiliza-mas-de-siete-mil-recursos-de-amparo-por-listas-de-espera

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CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Extraordinario éxito de la Fundación CIVIO: el Supremo condena al Gobierno a entregarle el código fuente de BOSCO, la aplicación que decide quién recibe o no el bono social eléctrico

CIVIO

Sevilla, 18/IX/2025 – 11:52 h (CET+2)

Vivo con profunda satisfacción como ciudadano y miembro de la Fundación Ciudadana CIVIO, conocer el resultado de la sentencia del Tribunal Supremo firmada el pasado 11 de septiembre, que les da la razón y obliga al Gobierno a darles el acceso al código fuente de BOSCO, “una aplicación que decide quién recibe y quién no el bono social eléctrico, tras exigirlo desde 2018 y enfrentarnos a numerosos reveses judiciales. Y lo hace en una sentencia que estima nuestro recurso de casación, crea jurisprudencia y establece que conocer las tripas de los programas y algoritmos que usan las administraciones públicas es un derecho democrático”, según informa la propia organización.

Es un logro sin precedentes y recomiendo leer la sentencia, al descartar “que se pueda imponer la opacidad total amparándose en la seguridad nacional o la propiedad intelectual, como había argumentado el Gobierno. Esto es, no pueden pasar por encima, de forma genérica y absoluta, del derecho de acceso a la información, un derecho que declara constitucional”, según recoge CIVIO en su reseña oficial. El FALLO del Tribunal Supremo es contundente e inapelable: «Declaramos el derecho de la Fundación Ciudadana Civio a acceder al código fuente de la aplicación informática BOSCO, condenando a la Administración demandada a proporcionárselo».

A partir de aquí reproduzco de forma íntegra la información oficial de CIVIO, de cuyo logro me siento muy orgulloso hoy, organización ciudadana a la que les dedico siempre, en el cierre de mis artículos y como pueden comprobar a diario, una reseña en defensa de su trabajo profesional, honesto y veraz.

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Civio abre camino en la transparencia algorítmica: el Supremo condena al Gobierno a entregar el código fuente de BOSCO

“Hoy damos un paso de gigante hacia la transparencia algorítmica. Y esto no es ni exageración ni hipérbole. El Tribunal Supremo ha dado la razón a Civio y obliga al Gobierno a darnos el acceso al código fuente de BOSCO, la aplicación que decide quién recibe y quién no el bono social, tras exigirlo desde 2018 y enfrentarnos a numerosos reveses judiciales. Y lo hace en una sentencia que estima nuestro recurso de casación, crea jurisprudencia y establece que conocer las tripas de los programas y algoritmos que usan las administraciones públicas es un derecho democrático.

En la sentencia, que puedes leer íntegra aquí, descarta que se pueda imponer la opacidad total amparándose en la seguridad nacional o la propiedad intelectual, como había argumentado el Gobierno. Esto es, no pueden pasar por encima, de forma genérica y absoluta, del derecho de acceso a la información, un derecho que declara constitucional.

En este caso, además, tiene en cuenta que el programa que decide sobre el bono social no explica las razones de resolución en su respuesta, que toma una decisión de forma automática (no es un sistema de consulta o apoyo) y que si contiene errores tiene un “efecto multiplicador”, con miles de personas viendo denegada una ayuda a la que tienen derecho, no el error puntual que podría cometer una persona. Y, por eso, conocer cómo funciona es de “singular relevancia”.

Ni propiedad intelectual ni seguridad

Aunque la sentencia admite que conceder el acceso al código fuente puede entrañar riesgos, dicta que deben ser ponderados en cada caso, y siempre teniendo en cuenta la especial relevancia de esa información para el interés general.

Uno de los principales argumentos del Gobierno fue la defensa de su propiedad intelectual. El Supremo considera que se blande como un “mero riesgo de eventuales perjuicios”, pero que la administración no aclara en qué le dañaría. Además, establece que la protección de la propiedad intelectual se rebaja en casos como este, en el que la administración pública es la propietaria y el programa no es de una empresa, y más aún cuando no estamos hablando de un bien de mercado con derechos de explotación, sino de una herramienta que debería estar al servicio del interés público.

En cuanto al segundo argumento, los posibles daños a la seguridad nacional, destaca que abrir un código fuente puede entrañar riesgos, sí, pero que esos riesgos “por lo general, pueden ser previstos, lo que posibilita el diseño de la aplicación o programa informático fortaleciendo la seguridad del sistema”.

Durante los juicios anteriores, el Gobierno utilizó dos valoraciones técnicas para apuntalar sus argumentos. Por un lado, el Subdirector general de tecnologías de la información del Ministerio argumentó que podíamos minar criptomonedas en su sede o acceder a los datos personales de las personas que solicitan la ayuda. Por otro, el perito del Centro Criptológico Nacional aseguró que abrir cualquier código fuente supondría vulnerabilidades del sistema. Estos dos argumentos rocambolescos sirvieron de base para que tanto el juzgado de primera instancia como la Audiencia Nacional rechazaran nuestras pretensiones. El Supremo responde a ambos: considera que no se ponderaron los intereses en juego ni se valoró el caso particular, más allá de dar por buenas esas afirmaciones. Además, responde que afirmar que dar acceso al código supone una vulneración haría que, de facto, nunca nadie pudiera acceder a ningún programa informático y que la seguridad pública se usaría como veto con carácter absoluto y automático en estos casos.

Y va más allá: aunque admite que puede haber ciertos riesgos, ponderados en cada caso, “cabe afirmar, en sentido contrario, que la transparencia sobre el mismo puede contribuir, en iguales términos potenciales, a la mejora del código y fortalecimiento de su seguridad puesto que, por un lado, incentiva a la Administración a extremar las cautelas de seguridad en el propio diseño y control del programa informático y, por otro lado, su escrutinio por actores diversos e independientes permite aflorar vulnerabilidades inicialmente inadvertidas y posibilitar su corrección temprana”. Como pasó, por ejemplo, con Radar Covid, como se recoge en la propia sentencia y como destacamos tanto en nuestros recursos como en la vista oral, de la mano de nuestro abogado, Javier de la Cueva.

Ese día también afirmamos que acceder al código fuente no suponía acceder a los datos personales de los solicitantes. Y es que una cosa es el programa, las reglas que contiene; y otra muy distinta, su contenido. El Supremo también nos da la razón en este punto. Además, recuerda que la legislación europea “descarta la ocultación del código fuente como principio general”.

La transparencia algorítmica como valor clave en una ‘democracia digital’

No se trata solo de BOSCO. Y por eso esta sentencia es tan importante. Se trata, a partir de ahora, de cualquier algoritmo o programa que usen las administraciones públicas y que nos afecte. En lo que el Supremo denomina una nueva “democracia digital”, los poderes públicos tienen la obligación de “explicar de forma comprensible el funcionamiento de los algoritmos que se emplean en la toma de decisiones que afectan a los ciudadanos para permitirles conocer, fiscalizar y participar en la gestión pública”.

El aumento del uso de estas tecnologías debe ir acompañada de “exigencias de transparencia de los procesos informáticos”, lo que puede requerir, prosigue, “el acceso a su código fuente”, como ocurre en el caso de BOSCO.

En resumen, como señala la sentencia: “El progresivo desarrollo e implantación de la administración electrónica y el uso creciente de aplicaciones informáticas destinadas a la gestión de servicios públicos, con evidente trascendencia en los derechos de los ciudadanos, en la medida que determinan o condicionan el reconocimiento o denegación de derechos y prestaciones públicas, es decir, que operan como fuente de decisiones automatizadas, conlleva que la configuración y uso de los algoritmos en dichas aplicaciones adquieran una relevancia decisiva y exijan su transparencia”.

Además, este caso es especialmente relevante, puesto que, en la normativa actual, explica, “no existen autoridades de supervisión independientes que garanticen el correcto funcionamiento de dichas aplicaciones telemáticas”.

En este caso, además, la sentencia se hace eco de que la explicabilidad de los algoritmos es una “creciente demanda ciudadana” que, como en nuestro caso, se exige “como garantía efectiva frente a la arbitrariedad o los sesgos discriminatorios en la toma de decisiones total o parcialmente automatizadas”. Y es que “evitar la opacidad del algoritmo o el código fuente se muestra consustancial al Estado democrático de Derecho”.

El derecho de acceso como derecho constitucional

La sentencia se apoya en la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea, la Constitución, la propia Ley de transparencia y sentencias anteriores del propio Supremo, que mencionamos siempre desde Civio en todos los procesos y reclamaciones, y que establecen que no se pueden imponer límites al derecho de acceso de forma genérica y absoluta, sin ponderar cada caso.

De hecho, el Gobierno, además de argumentar de forma poco precisa el posible daño a su propiedad intelectual y a la seguridad nacional, invocó “de forma genérica” en sus argumentos otra ristra de límites al derecho de acceso: las funciones administrativas de vigilancia, inspección y control, la política económica y monetaria y la garantía de la confidencialidad o el secreto requerido en procesos de toma de decisión. La sentencia es tajante: este listado, sin razonamiento que lo justifique, “resulta inconsistente y carece de fundamento”.

no se queda solo en la transparencia algorítmica, sino que da un empujón a la transparencia en general y al derecho de acceso a la información. Así, aunque oficialmente, en la ley, no esté reconocido como derecho fundamental, pese a las reclamaciones de organizaciones de la sociedad civil como Civio, el Supremo afirma que está estrechamente vinculado a otros derechos como la libertad de información, el control de los tribunales, el acceso a registros, la participación, la crítica del poder o la fiscalización de las administraciones públicas y lo enmarca como “derecho constitucional”. Un derecho que es, afirma, “inseparable” de la democracia misma. Y la transparencia, un deber incluido en el principio de buena administración, que no es una “mera fórmula vacía de contenido”.

Además, usa jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), para establecer que, además del interés público del caso, Civio “desempeña funciones de vigilancia social asociadas a la guarda y custodia del Estado de Derecho y, por ende, de la democracia, en la medida que pretende velar por el correcto funcionamiento de las instituciones públicas y promover la información de los ciudadanos acerca de su mismo y la gestión de los recursos públicos”.

La transparencia no es solo un punto de una ley, la que la regula, sino, como declara la sentencia, “un derecho constitucional ejercitable, como derecho subjetivo, frente a las administraciones públicas, derivado de exigencias de democracia y transparencia, e inseparablemente unido al Estado democrático y de Derecho”.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Estamos avisados: la “Internet muerta” avanza más viva que nunca

Sevilla, 18/IX/2025 – 08:16 h (CET+2)

Un breve mensaje de Sam Altman, muy reciente, no nos debería pasar desapercibido en este loco mundo al revés, sobre todo porque su significado histórico proviene de la escuela conspiranoica: “Nunca me tomé tan en serio la teoría de la internet muerta, pero parece que ahora hay muchas cuentas de Twitter [ahora X y propiedad de Elon Musk] administradas por LLM [modelos grandes de lenguaje de la IA]”. ¿Qué significa en estos momentos este temor creciente de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la empresa que entregó al mundo en 2022 el archiconocido ChatGPT, acrónimo de Chat Generative Pre-Trained, una aplicación de chatbot de inteligencia artificial generativa?

La respuesta más acorde con la realidad actual la he leído en un artículo publicado el pasado domingo en el diario El País, que me ha dejado muy intranquilo: “El máximo responsable de la empresa creadora de uno de los desarrollos más sofisticados de inteligencia artificial (IA) empieza creer en la teoría de la “internet muerta”, que defiende que el contenido generado automáticamente superará al generado por humanos, por lo que los peligros de manipulación, desinformación y condicionamientos de conductas de forma intencionada se multiplicarían”.

En el artículo citado se hace referencia a una publicación reciente en una revista científica, Physical Review Letters, de investigadores de la Universidad de Vermont y el Instituto Santa Fe, en la que se advierte de los peligros reales y muy actuales de la internet muerta: “lo que se propaga, ya sea una creencia, una broma o un virus, evoluciona en tiempo real y gana fuerza a medida que se distribuye” siguiendo un modelo matemático de “cascadas de autorrefuerzo [Self-Reinforcing Cascades]”. Según esta investigación, aquello que se difunde muta a medida que se propaga y ese cambio ayuda a viralizarlo en un modelo parecido a los fuegos de sexta generación, imposibles de apagar con medios convencionales. “Nos inspiramos en parte en los incendios forestales: pueden volverse más fuertes cuando se queman a través de bosques densos y más débiles cuando se cruzan brechas abiertas. Ese mismo principio se aplica a la información, las bromas o las enfermedades. Pueden intensificarse o debilitarse dependiendo de las condiciones”, explica Sid Redner, físico, profesor del Instituto de Santa Fe y coautor del artículo”.

El artículo de El País finaliza con una aportación magnífica de Aaron Harris, CTO de Sage, que cree posible una internet ética, “pero no va a suceder por casualidad”, precisa. “La transparencia y la responsabilidad deben determinar cómo se diseña y se regula la IA. Las empresas que la desarrollan deben lograr que sus resultados sean auditables y explicables, para que las personas comprendan de dónde proviene la información y por qué se recomienda”. Defiende, igualmente, “la protección del “internet humano”, “especialmente ahora que cada vez hay más contenido creado por bots”, pero no a costa de prescindir de los avances logrados. “No creo que la solución sea volver al mundo anterior a la IA e intentar restringir o eliminar por completo el contenido que ha generado. Ya forma parte de nuestra forma de vivir y trabajar, y puede aportar un valor real cuando se utiliza de forma responsable. El problema es si alguien se responsabiliza del contenido. Ese es el principio que todas las empresas deben seguir: la IA debe mejorar la capacidad humana, no sustituirla. Todavía es posible una internet más humana, pero solo si mantenemos las necesidades de las personas en el centro y hacemos que la responsabilidad sea innegociable”.

Salvando lo que haya que salvar, he recordado hoy al situarme ante la pantalla en blanco, mi publicación de 2007 en este cuaderno digital, de un libro, Inteligencia digital. Introducción a la Noosfera digital, “una interpretación sobre la inteligencia humana, que preside todos los actos de vivir apasionadamente, con la ayuda de los sistemas y tecnologías de la información y telecomunicación”. Internet ética, en estado puro, digital por supuesto, que se puede completar también con otro libro posterior, Origen y futuro de la ética cerebral, publicado en 2014. En el prólogo explicaba que “cada capítulo engloba una serie de reflexiones, con formato de artículo y con base científica en su mayor parte, para que no se convierta en un libro de autoayuda al uso, sino de conocimiento de lo más preciado que tenemos como seres humanos: la inteligencia que se desarrolla a lo largo de la vida en nuestro cerebro, que es único e irrepetible y que nos juega siempre buenas y malas pasadas, a través de unas estructuras cerebrales que condicionan la amplitud de nuestro suelo firme en la vida, lo que llamó “solería” de nuestra vida, o lamas de parqué en términos más modernos, puestas una a una a lo largo de nuestra existencia, dependiendo de cada experiencia construida en el cerebro individual y conectivo, que es la razón que nos lleva a ser más o menos felices. Además, con proyección específica en el mundo real en el que vivimos, en la inteligencia digital. Al fin y al cabo, es lo que pretende el cerebro siempre: devolver en su trabajo incansable, porque nunca deja de funcionar, ni de noche ni de día, es más, durante la noche sobre todo, la razón lógica del funcionamiento de las neuronas, un trabajo maravilloso y que espero que este libro ayude a conocerlas bien, para justificar nuestro origen y futuro humano, el comportamiento de género, la influencia diaria y constante en la inteligencia y en el compromiso para que el mundo propio y el de los demás merezca la pena vivirlo, compartirlo y habitarlo”.

Necesitamos compartir el conocimiento humano a través de una Noosfera Ética, apoyada en una Internet Limpia, Viva, no muerta ni adulterada, como malla pensante de la humanidad. En un libro recopilatorio de artículos de Tom Wolfe, El periodismo canalla y otros artículos, encontré en 2001 una referencia a Teilhard de Chardin (a quien debo mi interés manifiesto por el cerebro desde 1964), que tiene una actualidad y frescura sorprendentes: “Con la evolución del hombre –escribió-, se ha impuesto una nueva ley de la naturaleza: la convergencia”. Gracias a la tecnología, la especie del Homo sapiens, “hasta ahora desperdigada”, empezaba a unirse en un único “sistema nervioso de la humanidad”, una “membrana viva”, una “estupenda máquina pensante”, una conciencia unificada capaz de cubrir la Tierra como una “piel pensante”, o una “noosfera”, por usar el neologismo favorito de Teilhard. Pero ¿cuál era exactamente la tecnología que daría origen a esa convergencia, esa noosfera? En sus últimos años, Teilhard respondió a esta pregunta en términos bastante explícitos: la radio, la televisión, el teléfono y “esos asombrosos ordenadores electrónicos, que emiten centenares de miles de señales por segundo”.

Junto a la preocupación expresada por Sam Altman, creo que es urgente blindar la Internet ética, la Inteligencia Artificial (AI) desarrollada por humanos con altas capacidades digitales, al servicio de la Noosfera, que será la que transforme el mundo actual para hacerlo más humano y habitable en beneficio de todos, sin exclusión alguna.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Recuerdo a Robert Redford en Memorias de África

Sevilla, 17/IX/2025 – 08:47 h (CET+2)

Ayer falleció en Utah el gran actor Robert Redford, recordado siempre por películas de gran valor cinematográfico como Dos hombres y un destino, El hombre que susurraba a los caballos o Memorias de África, que obtuvo siete premios Óscar en 1986. Quizá sea esta última la que tengo presente en este momento tan especial por mi asociación mental de Redford junto a Meryl Streep y la extraordinaria banda sonora compuesta por John Barry, con un fondo musical excelente de Mozart. La química exhibida por la pareja formada por Streep y Redford, por entonces quizá los dos actores más aclamados en Hollywood, ha marcado una impronta inolvidable en muchas memorias de todos y en la de secreto. En la mía, también.

La banda sonora de la película, bajo la batuta de John Barry, sigue viva en mi discoteca de secreto, haciendo incursiones en la memoria de hipocampo que, como caballo de mar, sigue surcando historias de búsqueda de islas desconocidas para contarlas en este cuaderno digital. Lo que me sobrecoge verdaderamente es asociar siempre esta película y su trama con Mozart, a través de su maravilloso adagio compuesto para el Concierto para clarinete y orquesta (K. 622), acompañando los recuerdos de Karen. No desmerece esta puntualización, en absoluto, el tema nuclear que suena lentamente en los títulos de crédito que ayudan a comprender mejor los tesoros ocultos para el alma en Kenia. El segundo tema, se hace presente en momentos difíciles para la protagonista en su penoso matrimonio de conveniencia, salvado por un cazador profesional, Denys George Finch Hatton, un papel desempeñado de forma impecable por Redford.

W. A. Mozart: Adagio del Concierto de Clarinete en La mayor, KV 622 – Orquesta Sinfónica de Islandia / Oboe: Arngunnur Árnadóttir, Harpa Concert Hall – Reykjavík, 10 de septiembre de 2015

Memorias de África está asociada siempre, en mi vida, con Mozart, sin desmerecer el trabajo fantástico de John Barry. También, con la inteligencia humana, mientras escucho atentamente su banda sonora de hoy, de siempre. Vuelvo a recordar que la inteligencia, hoy por hoy, no tiene color. La conjunción de blancos, grises y algunas veces, negros, atribuida a las materias que conforman el cerebro, sigue dándonos muchos quebraderos de cabeza. Sobre todo, porque tenemos que estar muy agradecidos al continente africano y doloridos al mismo tiempo por la muerte letal que les rodea entre enfermedades (sida), esclavitud histórica y de nuevo cuño en pateras, guerras fratricidas y con una deuda histórica mundial.

Meryl Streep y Robert Redford interpretaron la conciencia del deber estar cinematográfico, a la perfección, en Memorias de África, recordando una reflexión que vuela sobre la película como hilo conductor, Estoy donde debo estar, que reproducía fielmente la que figuraba en el comienzo de la obra homónima de Isak Dinesen (1885-1962), seudónimo de la baronesa Karen Blixen, publicada en Dinamarca en 1937. Por la magia del cine, hoy lo he recordado de nuevo, dejándonos una pregunta en el aire que respiramos a diario y que nos ofrece seguridad y ligereza de corazón: ¿Estamos donde debemos estar? Esa es la cuestión.

Doscientos mil años de memoria de la inteligencia humana, desde el momento histórico en que los primeros humanos modernos decidieron abandonar África y expandirse por lo que hoy conocemos como Europa y Asia, nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de nuevo de Memorias de África, de la memoria de Mozart en su precioso adagio, de cómo nos contaron una bella historia Meryl Streep y Robert Redford, para que no olvidemos África y su alma, todavía desconocidas para muchos en septiembre de 2025. Ni a un actor excelente como Robert Redford y lo que ha representado para la historia del cine y la de la humanidad, con un compromiso social intachable de obligado reconocimiento.

(1) Cobeña Fernández, J.A. (2007). Inteligencia digital. Introducción a la Noosfera digital, p. 15-28.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Gaza arde

RTVE 24h

Sevilla, 16/IX/2025 – 09:40 h (CET+2)

Lo ha manifestado de forma clara y directa el ministro de Defensa israelí, Israel Katz: “Gaza arde. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están atacando con mano dura la infraestructura terrorista, y los soldados están luchando valientemente para crear las condiciones necesarias para la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás”. ¿Arde París? Suena hoy con más fuerza que nunca la pregunta terrible de Hitler al general Dietrich von Choltitz, gobernador de la capital, el 25 de agosto de 1944, cuando ya era previsible que la defensa alemana de la ciudad no pudiera resistir el avance de las fuerzas aliadas, como así ocurrió, siendo finalmente liberada la ciudad ese día, al ser detenido von Choltitz por la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada francesa -compuesta de unos 150 republicanos españoles-, rindiéndose al general Philippe Leclerc, al frente de ella, solicitando a cambio que se respetase la vida de los soldados alemanes.

Hasta aquí la historia sin novelar de la liberación de París tras cuatro años de ocupación. Tristemente, hay que recordar que las dos palabras de la pregunta de Hitler sobre París son ahora una terrible confirmación en Gaza: Gaza arde. El que quiera entender que entienda, porque a diferencia también de lo sucedido en París en 1944, la guerra en Gaza continuará hasta la destrucción total de ese territorio, sin marcha atrás alguna, como ha confirmado el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, en sus últimas manifestaciones: “continuaremos hasta que la misión se complete”.

Cuando no se aprende de la historia, estamos condenados a que se repita. Lo verdaderamente lamentable e incomprensible de lo que está ocurriendo en Gaza, es que Israel ignore con su comportamiento actual su propia historia, que la conoce y ha sufrido de forma dramática.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Mi esperanza democrática está puesta en el nuevo curso escolar en Andalucía

Al docente le incumbe la delicada misión de hacer comprender a sus estudiantes que la enseñanza es una gran oportunidad ofrecida por la sociedad para ayudarnos a hacernos mejores, mujeres y hombres libres capaces de saber vivir […] No se puede hablar al alumnado sin amar lo que se enseña.

Nuccio Ordine, en Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal

Sevilla, 15/IX/2025 – 07:18 h (CET+2)

Este mes es una gran oportunidad de cumplimiento constitucional para Andalucía, al comenzar el Curso Escolar 2025-2026 en todos sus niveles, que traducido a números supone casi 1,8 millones de estudiantes y más de 130.000 docentes, en las aulas de los 7.243 centros educativos andaluces (tanto públicos como concertados y privados).

El Estado de Bienestar se hace visible con esta realidad indiscutible, como uno de sus pilares fundamentales. Lo que ocurre es que no podemos quedarnos solo en los números sino que es imprescindible conocer la intrahistoria actual de esta Comunidad Educativa, dependiente de un Gobierno en su forma de desarrollar la función primordial política de cuidar la gestión constitucional de la Educación. Es ahí donde comienzan a detectarse fisuras. Veamos cuáles.

El pasado 7 de septiembre publiqué un artículo en este cuaderno digital, El comedor escolar es un espacio educativo y debe ser universal y gratuito en nuestro país, en el que ante el comienzo de este curso escolar, planteaba un problema muy preocupante en este país, obviamente en esta Comunidad, acerca de la desigualdad territorial en este ámbito de salvaguarda del derecho infantil y juvenil a la educación y alimentación, destacando la realidad de Andalucía, con datos obtenidos del informe, Vuelta al cole, ¿vuelta al comedor?, Lo que dicen los datos, realizado por EDUCO, en el que se analizan las dificultades de las familias más vulnerables para asegurar la alimentación de sus hijos e hijas y poder llevarlos al comedor escolar en la escuela pública. El problema de la falta de becas para los comedores es una constante en dicho informe y la situación en Andalucía también es muy preocupante.

Aún así, problemas reales en la situación en la que se encuentra la educación en Andalucía, se han recogido en el Acuerdo de 16 de julio firmado entre la Consejería de Desarrollo Educativo y las organizaciones sindicales CSIF-Andalucía, ANPEAndalucía y UGT- Servicios Públicos, sobre mejora del sistema educativo y las condiciones laborales del personal funcionario docente no universitario, donde figuran medidas tan importantes como la aplicación de bajadas de ratios, mejora de plantillas para la atención a la diversidad vinculada a ratios, de educación especial, de acceso a cátedras, ofertas de empleo público (OEP), simplificación y desburocratización, plan de choque para este curso 2025-2026 y reorganización del horario del profesorado de Infantil, Primaria y Centros Específicos de Educación, así como de Secundaria y Enseñanzas Régimen Especial, junto a otras medidas de indudable interés, no de aplicación inmediata sino a lo largo de los próximos cuatro cursos, cuestión que enlentece la atención urgente a demandas de necesidades estructurales que datan de años atrás.

Un ejemplo de esta ardiente impaciencia ante el desmantelamiento actual del sector público en todos los pilares del Estado de Bienestar, obviamente en educación, se hace patente a través de los representantes de las Asociaciones de Madres y Padres de Andalucía, según se recoge en elDiario.es: “Las familias, por su parte, consideran que el pacto alcanzado sigue siendo “insuficiente”. Rocío Begínez, presidenta de FAMPA Sevilla, lamenta que la bajada de la ratio en Infantil se retrase un curso más (se espera ver materializada el próximo curso 2026-2027) y que solo contemple una reducción en el segundo ciclo de Infantil de 22 alumnos por aula. Además, la representante de las madres y padres del alumnado recuerda que “otro de los grandes problemas y preocupaciones” a los que se enfrentan las familias este año es “la falta de recursos y medios del alumnado con necesidades especiales (NEE) y de apoyo educativo (NEAE)”.

El miércoles pasado comenzaron las clases de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial, con un total de 708.604 alumnos . Hoy, comienzan las clases de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Educación Permanente de Adultos (886.255 estudiantes) y la semana próxima las enseñanzas de régimen especial (Música, Danza, Artes Plásticas, Diseño, Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Arte Dramático e Idiomas), con 87.707 estudiantes. Son niños y niñas, andaluces y andaluzas, jóvenes también, que inician o continúan su itinerario educativo para construir el presente y futuro de Andalucía.

La educación es una inversión pública de una importancia trascendental, a la que deberían prestar una atención especial y preferente las instituciones públicas, porque es la gran oportunidad de transformar Andalucía y el valor humano que lleva dentro, un derecho fundamental, de rango constitucional, cuyo objeto es claro y contundente: “el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. Este inicio del curso escolar forma parte de mi esperanza democrática, en un momento delicado del país y, por extensión, de mi Comunidad, con problemas estructurales en el ámbito de la educación, que necesitan respuestas urgentes por parte del Gobierno correspondiente.

En este ámbito educacional, al comenzar el curso escolar 2025-2026, me siento muy cerca de Luis Cernuda cuando afirmó en 1931 que Andalucía es un sueño que varios andaluces llevamos dentro. También, una esperanza democrática y constitucional.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de la Consejería de Desarrollo Educativo – Junta de Andalucía

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Debemos prestar atención a la agnotología, la producción no inocente de la ignorancia

Sevilla, 14/IX/2025 – 09:31 h (CET+2)

La producción deliberada de la ignorancia, es decir, la agnotología, está en auge y no estamos preparados para neutralizarla como es debido. Para demostrarlo basta conocer los resultados recientes de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología 2024, elaborada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), en la que la mitad de los españoles cree que las compañías farmacéuticas ocultan los peligros de las vacunas (20 puntos más que en 2022), un 41,6% cree que “se han producido virus en laboratorios gubernamentales para controlar nuestra libertad”, y uno de cada tres está convencido de que “la cura para el cáncer existe, pero se mantiene oculta al público por intereses comerciales”. Sólo son datos para conocer la importancia de la ignorancia tutelada, no inocente, que asola el país.

El término agnotología, derivado del griego agnosis, no saber, y logia, ciencia o tratado, fue acuñado por Robert N. Proctor en 1992, como “el estudio de la creación y propagación deliberada de la ignorancia por motivos comerciales o políticos”, desarrollado ampliamente en una publicación realizada junto a Linda Schiebingers (como editores), Agnotología. La producción de la ignorancia, publicada en 2022 y traducida en nuestro país por Oroel Marcuello Gil y Chaime Marcuello Servós.

Para conocer bien qué significa esta ciencia de la ignorancia, recomiendo la lectura atenta de la introducción del libro citado, facilitada por la editora en España, porque hay que conocer bien de qué estamos hablando para poder emitir posteriormente juicios bien informados: “Han pasado quince años desde la aparición de Agnotología [2007] y la creación de ignorancia se ha convertido en un gran negocio. Y mayor en las noticias. En 2007 nadie hablaba realmente de fake news y en el ínterin hemos visto el ascenso (¿y la caída?) de personajes como Trump, Bolsonaro, Orban y Duterte, hombres fuertes con una extraña habilidad para ahogar la verdad a gritos mediante el ejercicio del poder a lo bruto. La fabricación de la ignorancia también se ha convertido en un gran negocio. Ahora tenemos filtros, burbujas y dispositivos electrónicos personales, rociándonos con una manguera de «noticias de última hora», a menudo de procedencia o calidad incierta. La desinformación se difunde más rápido que nunca, equiparando la información de alta y baja calidad. Y gran parte de esto es deliberado en la «economía de la atención», donde el público consumidor es al mismo tiempo productor no remunerado de datos para las grandes plataformas. […] La desinformación deliberada continúa, con nuevos trucos y técnicas. Los negadores del cambio climático han recurrido al «no soy un científico» o al «no somos nosotros, son ellos». O cuesta demasiado arreglarlo, o cada uno de nosotros tiene la culpa. O incluso el cínico y fatalista «es demasiado tarde». Mientras tanto, los bosques arden, los corales se blanquean, las ciudades y los metros se inundan, y los malhechores corporativos han aprendido a asentir con la cabeza y sonreír en público, mientras obstruyen las soluciones en privado”.

Estamos avisados y sabemos ya que la producción masiva de la ignorancia, la agnotología, existe. Su precursor, Robert N. Proctor, nos recuerda su breve historia: “Acuñé el término agnotología a principios de la década de 1990 para designar el estudio de la ignorancia, pero también la producción de ignorancia —del mismo modo que el español es tanto un campo de investigación como una práctica lingüística—. La idea era que los filósofos se han centrado demasiado en el conocimiento y demasiado poco en la ignorancia, que es mucho más común, más retorcida y más peligrosa. Los filósofos tienden a privilegiar las narrativas de las élites, están en la frontera, son vanguardistas, ignorando la ignorancia que queda atrás y el dinero que puede explotar o incluso crear ignorancia”. A partir de aquí expone ejemplos claros de cómo se fabrica la ignorancia con grandes inversiones económicas en diferentes sectores de la industria de la nicotina, del carbono, del azúcar y uno muy actual, el de las grandes empresas tecnológicas que se han convertido en los siete magníficos del siglo XXI, porque “desarrollan motores para la creación y circulación de información errónea y desinformación, alimentando agravios personales y reforzando los prejuicios”. Tenemos clarísimos ejemplos en las últimas elecciones a la presidencia en los Estados Unidos, junto a la intromisión permanente de Rusia “contaminando” todo lo que se mueve en el mundo desde su óptica unidimensional. También se proyecta día a día en nuestro país, siendo un ejemplo claro el negacionismo de cualquier atisbo de progreso social que cuide el interés social, en áreas tan sensibles como inmigración, refugiados, cambio climático, violencia de género y vacunación, entre otras áreas de interés público.

En estos días, estamos asistiendo a un espectáculo mundial de agnotología a través del negacionismo puro y duro en torno al cambio climático y a las vacunas, por ejemplo, liderado este último por Robert Francis Kennedy Jr., el nuevo Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos desde el 13 de febrero de 2025, bajo la segunda presidencia de Donald Trump. Igualmente, el negacionismo del genocidio en Gaza, injustificable por la hambruna y muerte por inanición de la población infantil, con un silencio cómplice mundial clamoroso y de fondo negacionista y agnotológico.

Es la negación por antonomasia de la realidad científica que además causa graves daños a la Humanidad, difundiendo la ignorancia programada. Podemos poner muchos ejemplos de la actualidad, pero he escogido una exposición científica divulgativa que me parece aclarar de fondo y forma qué significa en la actualidad el negacionismo del conocimiento, tutelando la ignorancia programada, que nos asola por tierra, mar y aire. Me refiero a un artículo que publicó Mark Hoofnagle en 2009, doctor en Fisiología por la Universidad de Virginia y experto en denialismo, describiendo el negacionismo como «el empleo de tácticas retóricas para dar la apariencia de argumento o debate legítimo, cuando en realidad no lo hay». Es el proceso que funciona usando una o más de las siguientes cinco tácticas con el fin de mantener la apariencia de una controversia auténtica (1):

1. Teoría de conspiración. Desestimar la información o la observación sugiriendo que los rivales participan en «una conspiración para esconder la verdad».

2. Falacia de evidencia incompleta. Seleccionar un artículo aislado apoyando su idea, o usar artículos obsoletos, defectuosos o desacreditados para hacer parecer la postura opuesta como si estos apoyaran sus ideas en una investigación débil.

3. Expertos falsos. Pagarle a un experto en el campo, o en otra área, para que dé evidencia de apoyo o credibilidad.

4. Cambiar las reglas. Desestimar la evidencia presentada en respuesta a una afirmación en específico, solicitando continuamente otra pieza de evidencia.

5. Otras falacias lógicas. Usualmente, una o más falsas analogías, tales como argumento ad consequentiam (los prejuicios cognitivos), falacia del hombre de paja (nunca se toca el argumento de fondo), o red herrings (maniobras de distracción).

El debate sobre la agnotología, es decir, la creación y propagación deliberada de la ignorancia por motivos comerciales o políticos, se centra en el poder actual de los medios de comunicación intervenidos por el capital y las tecnologías de la información, en su exponente tan preocupante de redes sociales no inocentes, para contaminar, manipular y hundir en la ignorancia supina a sus seguidores de forma violenta e intrusiva en lo más preciado que tiene, el cerebro, es decir, la sede del conocimiento y comportamiento humano y su forma de actuar ante el cambio climático, por ejemplo, las vacunas o el ocaso de la democracia. También en la salud y en la enfermedad. Creo que hay que hacer un esfuerzo en estos días por romper las barreras del conocimiento humano y dejarse llevar por lo que la ciencia y la terca realidad nos demuestra a diario y de forma amable y didáctica a través de investigaciones dignas, de información veraz, como único camino seguro para salir de la ignorancia planificada por una industria no inocente que cuenta con el respaldo de multinacionales tecnológicas amparadas por los nuevos emperadores totalitarios en el mundo que nos rodea, representados en estos momentos por Trump y Putin, como artífices de un nuevo mundo al revés sustentado por la ciencia de la ignorancia planificada, con una negación clara del grandioso poder de la democracia, que propicia siempre conocimiento y libertad.

(1) Mark Hoofnagle (11 de marzo de 2009). «Climate change deniers: failsafe tips on how to spot them»The Guardian.

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