Ahora que mi blog cumple veinte años

Fotomontaje con la imagen de la portada de ‘El cuento de la isla desconocida’, de José Saramago, en la versión en tailandés (เรื่องของเกาะที่ไม่รู้จัก), incorporando la leyenda personal ‘Guía Cavafis” / JA COBEÑA

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.

Constantino Cavafis, Ítaca 

Sevilla, 11/XII/2025 – 06:00 h (CET+1)

Mi blog cumple hoy veinte años de vida digital. Las primeras palabras que escribí en lo que llamo ahora “cuaderno digital”, más allá del sustantivo “blog”, fueron para presentarme a la Noosfera, la malla pensante de la humanidad, porque fue Teilhard de Chardin el que me inspiró el título del mismo, que mantengo intacto veinte años después, porque como decía el famoso tango de Gardel, el tiempo -veinte años- ha pasado como si nada, cuando es verdad que su hilo conductor ha permanecido inalterable, convencido como estoy de que el mundo sólo tiene interés hacia adelante.

En aquella declaración de principios de 11 de diciembre de 2005, recordándola con una melodía de Serrat de fondo, de la banda sonora de mi vida (ahora que tengo veinte años o lo que hoy es lo mismo, ahora que mi blog cumple veinte años), decía que iniciaba una etapa nueva en la búsqueda diaria de islas desconocidas: “Internet es una oportunidad preciosa para localizar lugares que permitan ser sin necesidad de tener. La metáfora usada por José Saramago [en El cuento de la isla desconocida] será una realidad cuando ante el fenómeno de la hoja en blanco, teniendo la oportunidad de decir algo, esto sea diferente y sirva también para los demás. Puerta del Compromiso. Es lo que aprendí hace muchos años de Ítalo Calvino en su obra póstuma «Seis propuestas para el próximo milenio»: «…es un instante crucial, como cuando se empieza a escribir una novela… Es el instante de la elección: se nos ofrece la oportunidad de decirlo todo, de todos los modos posibles; y tenemos que llegar a decir algo, de una manera especial» (Ítalo Calvino, El arte de empezar y el arte de acabar)”.

Creo que a través de más de tres mil artículos, he cumplido con aquél compromiso. Los han leído alrededor de dos millones y medio de personas provenientes de centenares de países de este mundo al revés, realidad incontestable y muy presente en el cuaderno por obra y gracia de Eduardo Galeano, con una obvia representación mayoritaria de países latinoamericanos por la lengua utilizada, con México a la cabeza. ¡Qué experiencia tan extraordinaria, gracias al mundo digital!, el que me enseñó a comprenderlo, sobre todo, Nicholas Negroponte (Nueva York, 1943), entre otros maestros de las tecnologías de la información y comunicación.

Salvando lo que haya que salvar, a lo largo de esta maravillosa experiencia, he escrito millones de palabras, leídas a través de casi dos millones y medio de visitas a este cuaderno digital, desde su inicio el 11 de diciembre de 2005, pretendiendo siempre ser consecuente con su subtítulo, que sigue apareciendo desde su nacimiento, es decir, alcanzar con cada publicación un objetivo como resultado pretendido: buscar islas desconocidas todavía por descubrir en el sentido de “penetrar directamente en el subconsciente de cada persona, lector o lectora, con su carga emotiva y filosófica” en todos y cada uno de sus contenidos, con objeto de que cada artículo o post, sea una experiencia intensamente subjetiva que lleve al lector o lectora a un nivel interno de conciencia como lo hace la música, tantas veces citada y reproducida aquí en textos y contextos diferentes. Lo que puedo asegurar hoy al hacer un alto en este camino digital, es que ha sido un viaje largo, una odisea, en el sentido más clásico del término, en su primera acepción aceptada por el Diccionario de la RAE: viaje largoen el que abundan las aventuras adversas, mis pre-ocupaciones (así, con guion), porque de todo hay en la viña del Señor de mis mayores, como cantaba mi paisano Antonio Machado, al que nunca he olvidado en esta bitácora o cuaderno de derrota, en lenguaje del mar. Cuaderno digital, en definitiva.

Los que hemos optado por iniciar otro tipo de viajes a islas desconocidas, a lo largo de la vida y utilizando sólo la imaginación, sabemos que la recomendación a Ulises del viaje a Ítaca, según Constantino Cavafis, era una extraordinaria guía de viaje: Ten siempre a Ítaca en tu mente. / Llegar allí es tu destino. / Mas no apresures nunca el viaje. / Mejor que dure muchos años / y atracar, viejo ya, en la isla, / enriquecido de cuanto ganaste en el camino / sin esperar a que Ítaca te enriquezca.

Lo que pasa es que en los momentos actuales de desconcierto democrático mundial, sólo sabemos que no sabemos lo que nos pasa y a la vuelta de cualquier viaje de norte a sur y de este a oeste en nuestro hemisferio particular e inquietante en esta etapa tan larga, protagonizado por el Ulises que casi todos llevamos dentro, puede que nos ocurra como al protagonista de un poema de Ángel González, Los ilusos de Ulises, que tampoco olvido: Siempre, después de un viaje, / una mirada terca se aferra a lo que busca, / y es un hueco sombrío, una luz pavorosa / tan sólo lo que tocan los ojos del que vuelve. // Fidelidad, afán inútil. / ¿Quién tuvo la arrogancia de intentarte? / Nadie ha sido capaz / -ni aun los que han muerto- / de destejer la trama / de los días.

Veinte años en la Noosfera ha sido un compromiso para destejer las tramas de cada día, con el objetivo de compartir este trabajo de rueca digital, escribiendo en páginas en blanco de este cuaderno digital como si cavara un pozo con una aguja, tal y como lo aprendí de Orhan Pamuk, a través de unas palabras pronunciadas en el discurso del acto de entrega del Premio Nobel de Literatura 2006: Escribo porque solamente modificando la realidad puedo soportarla, […] escribo para ser feliz.

Probablemente y con esta perspectiva homérica, habría que editar urgentemente una nueva guía de viajes, la guía Cavafis, para aprender la clave de todo viaje a las Ítacas particulares que, en muchas ocasiones, es una mudanza al interior de nosotros mismos. Es lo que aprendí hace ya muchos años en un viaje que inicié en el velero “La isla desconocida”, que me mostró José Saramago en su cuento homónimo, a modo también de guía para navegantes inquietos, aquel lejano 11 de diciembre de 2005, que recomiendo leer como guía imprescindible para personas aventureras que necesitan encontrar islas desconocidas, siguiendo el cuaderno de bitácora del propio Saramago y escuchando la voz protagonista de una mujer admirable que aplica siempre el principio de realidad en su vida: “Si no sales de ti, no llegas a saber quién eres, El filósofo del rey, cuando no tenía nada que hacer, se sentaba junto a mí, para verme zurcir las medias de los pajes, y a veces le daba por filosofar, decía que todo hombre es una isla, yo, como aquello no iba conmigo, visto que soy mujer, no le daba importancia, tú qué crees, Que es necesario salir de la isla para ver la isla, que no nos vemos si no nos salimos de nosotros, Si no salimos de nosotros mismos, quieres decir, No es igual…”.

Y a pesar de que soy consciente, con espíritu gardeliano, de que veinte años no son nada, sigo decidido a ampliar el horizonte de miras de este blog, cuaderno de bitácora, cuaderno digital en definitiva, con sus blancas letras, como las de la carabela del cuento de Saramago: cuaderno de inteligencia digital para buscar islas desconocidas… Es lo que hicieron los protagonistas del cuento de Saramago al finalizar su microhistoria y, quizá, la tuya y la mía, la vuestra, queridos tripulantes digitales: Después, apenas el sol acabó de nacer, el hombre y la mujer fueron a pintar en la proa del barco, de un lado y de otro, en blancas letras, el nombre que todavía le faltaba a la carabela. Hacia la hora del mediodía, con la marea, La Isla Desconocida se hizo por fin a la mar, a la búsqueda de sí misma.

Gracias, lector o lectora, gracias por haberme acompañado hasta aquí a lo largo de estos veinte años. Lejos de pararme, sigo haciendo camino al andar. Con tu quiero y mi puedo, recordando a Ricardo Cantalapiedra, obligatoriamente obligado a seguir comprometido con el mundo de todos (Rafael Ballesteros, dixit) y guardándome lo que entiendo por verdad porque sigo buscándola junto a la de los demás, como homenaje personal a mi paisano Antonio Machado.

Cuando escribo estas palabras, he buscado envolverlas, como regalo a la Noosfera, escuchando el Adagio del Concierto para clarinete en La mayor, KV 622, compuesto en 1791 por Mozart, el último año de su vida, cuando tenía 35 años: Clarinet Concerto in A major, K.622. Es una versión que aprecio mucho, interpretada por la Iceland Symphony Orchestra, dirigida por Cornelius Meister y con la intervención de la clarinetista solista Arngunnur Árnadóttir. Doscientos treinta y cuatro años después de su composición, tampoco son nada cuando escucharlo y sentirlo eleva el espíritu a los cielos y me permite creer y transmitir a los cuatro vientos que otro mundo es posible.

Veinte años después, confieso que hago hoy acopio de avíos en tierra, de nuevo, para poder navegar cada vez mejor por un mundo diseñado a veces por el enemigo (Juan Cobos Williams, lo dijo…).

NOTA: la imagen de cabecera es un fotomontaje que he realizado sobre la portada de El cuento de la isla desconocida de José Saramago, en la versión en tailandés (เรื่องของเกาะที่ไม่รู้จัก), que pude tener en mis manos y hojear durante la visita a la biblioteca del premio Nobel en Tías (Lanzarote), en el mes de agosto de 2010.

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¡Paz y Libertad!

Mozart nos permite soñar despiertos en Navidad, Año Nuevo y Reyes

MOZART: SOÑAR DESPIERTOS

Dedicado una vez más a mis nietos, para seguir haciendo posibles sus sueños, porque necesito seguir aprendiendo de ellos su forma tan sencilla y ejemplar de soñar despiertos.

Sevilla, 9/XII/2025 – 07:12 h (CET+1)

Entrego hoy de nuevo a la Noosfera, la malla pensante de la Humanidad, unas palabras que aún me quedan, a modo de regalo diferente, con estela, lejos de la mercadería navideña, sobre todo para quien quiera escuchar su mensaje de fondo.

En este mundo al revés, la música puede ser  compañera en la alegría y medicina para el dolor (musica laetitiae comes, medicina dolorum), tal y como aparece en la tapa de mi clave, una frase que desde la edad media conmueve al alma humana que se aproxima a la música. Es por ello por lo que creo, de nuevo, que podría ser una oportunidad en estos días próximos, navideños por decreto, para conocer a Mozart en su trayectoria vital y soñar despiertos con él a través de composiciones magistrales, respetando su cronología de creación, en las que he seleccionado movimientos serenos, sobre todo andantesandantinos y adagios, que inspiran tranquilidad, confianza y esperanza en cada presente y para animarnos a «frecuentar el futuro» más optimista, como pesimistas bien informados, siguiendo de cerca al Señor Pereira, el protagonista de Tabucchi en Sostiene Pereira y el haiku 123 de Benedetti (Rincón de Haikus), por supuesto: Un pesimista / Es sólo un optimista / Bien informado.

Tapa de mi clave

Confieso de nuevo una debilidad que tuve a la hora de componer esta lista de obras, playlist en términos actuales, que tiene una intrahistoria especial de amor a mis nietos, a sus sueños. Elegí movimientos de conciertos dirigidos por Nikolaus Harnoncourt, director alemán con alma austriaca que falleció en 2016 y que estudió de forma pormenorizada el contexto histórico, instrumental y musical del genio salzburgués, que siempre llevaba dentro su alma de niño. De ahí la portada del disco que preside estas líneas. Junto al Concentus Musicus Wien, Harnoncourt nos ofrece una selección de movimientos que suenan de forma diferente por su respeto histórico a la forma en que compuso Mozart estas obras y, en muchas ocasiones, con instrumentos del siglo XVIII, rescatados por él para no alterar la esencia de las partituras, analizados compás a compás, frase a frase y en la partitura completa.

Incorporo también una breve descripción del año y motivo de su composición para contextualizar cada obra en el mundo interior de Mozart. En este año, hago una llamada de atención especial en la composición que figura en 4º lugar, el Adagio non troppo del Concierto para oboe y orquesta, en Do mayor, KV 314, interpretado al oboe por Lucas Macías, oboísta valverdeño y bajo la dirección de Claudio Abbado. Lucas consiguió el “Grammy” de 2015 por esta grabación, exactamente el Premio Internacional de la Música Clásica. Escucharlo es un homenaje y reconocimiento a Lucas Macías, a quien admiro y respeto, por su nombramiento como nuevo director de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, a partir de septiembre de este año.

Espero que disfruten con esta música de sueños en tiempos tan convulsos como los actuales y les confieso otra debilidad personal: escuchar con cierto recogimiento el Adagio del Concierto para clarinete en La mayor, KV 622, compuesto en 1791 por Mozart, el último año de su vida, cuando tenía 35 años: Wolfgang Amadeus Mozart: Clarinet Concerto in A major, K.622. Es una versión que aprecio mucho, interpretada por la Iceland Symphony Orchestra, dirigida por Cornelius Meister y con la intervención de la clarinetista solista Arngunnur Árnadóttir. Para mí, una obra sublime que cierra esta lista elaborada para experimentar sueños diferentes en un tiempo complejo como el actual.

PLAYLIST: MOZART: SOÑAR DESPIERTOS

  1. Andante de la Sinfonía número 1, en Si bemol mayor, KV 16: https://youtu.be/NrLnuYvoiy8, que Mozart escribió en su viaje iniciático a Londres, junto a su padre, cuando sólo tenía 8 años (Ver El niño Mozart, artículo de mi blog).  
  2. Andante de la Sinfonía número 25, en Sol menor, KV 183, compuesta con 17 años y bajo la influencia de Haydn, utilizando en esta ocasión cuerdas con sordina: https://youtu.be/eDfEmlLCjdw, dirigida por Harnoncourt e interpretada por la Orquesta Concentus Musicus Wien. Es una obra muy querida por Harnoncourt y que cita de forma continua en sus conversaciones y obras musicales.
  3. Andantino del Concierto para flauta y arpa, KV 299 – 2nd mov., dirigiendo Harnoncourt al Concentus Musicus Wien.Esta obra fue escrita en París, en 1778, cuando Mozart contaba con 22 años. Fue un encargo del Duque de Guines, embajador de Francia en Inglaterra, que nunca pagó al compositor.
  4. Adagio non troppo del Concierto para oboe y orquesta, en Do mayor, KV 314, interpretado al oboe por Lucas Macías, oboísta valverdeño y bajo la dirección de Claudio Abbado. Lucas consiguió el Grammy de 2015 por esta grabación, exactamente el Premio Internacional de la Música Clásica. Este Concierto fue muy controvertido porque hay disparidad de opiniones musicales sobre su origen, dado que Mozart lo compuso, también con 22 años, para oboe y no para flauta como en un principio se creyó, dada la aversión a este instrumento.
  5. Adagio de la Sonata para piano número 12, en Fa mayor, KV 332, conocida como La Parisina número 4, por haberse escrito durante su estancia en París cuando tenía 22 años y en una etapa muy prolífica en su vida: https://youtu.be/Im_JIgP3fJg, interpretada por la excelente pianista Maria João Pires.
  6. Andante de la Sinfonía Concertante in Mi mayor, KV 364, compuesta en 1779 en Salzburgo, de vuelta de su viaje a París, con 23 años: https://youtu.be/5VsO9Ce-7_I, interpretada por el que considero el mejor violinista de los últimos treinta años: Itzhak Perlman, junto a Pinchas Zukerman, con la Orquesta Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta. Es maravilloso en este género Concertante, el diálogo que se establece entre los dos violines y la orquesta.
  7. Andante de la Sonata para 2 Pianos in Re mayor, KV 448, compuesta en Viena en 1781, con 25 años: https://youtu.be/ksUywh3vIgIinterpretado por Martha Argerich y Alexandre Rabinovitch. En su estreno, Mozart la tocó junto a Josepha Auerhammer, el 23 de noviembre de 1781.
  8. Andante del Concierto para piano y orquesta, número 21, en Do mayor, KV 467: https://youtu.be/df-eLzao63I, interpretado por la pianista Alicia de Larrocha, junto a la Orquesta Inglesa de Cámara y dirigido por Sir Colin Davis. Esta obra la finalizó Mozart en Viena, el 9 de marzo de 1785, cuando tenía 29 años. Fue una obra exaltada por Albert Einstein en su riguroso estudio sobre Mozart.
  9. Adagio del Concierto para piano, número 23, KV 488: https://youtu.be/vne1E6VH23s, interpretado al piano por Mitsuko Uchida, bajo la dirección de Nikolaus Harnoncourt. Este concierto fue presentado por el autor en Viena, el 7 de abril de 1786, interpretado también por él en una Academia de Cuaresma de ese año, cuando tenía 30 años, con un éxito arrollador.
  10. Adagio del Concierto para clarinete en La mayor, KV 622, compuesto en 1791 por Mozart, el último año de su vida, cuando tenía 35 años: Wolfgang Amadeus Mozart: Clarinet Concerto in A major, K.622. Es una versión que aprecio mucho, interpretada por la Iceland Symphony Orchestra, dirigida por Cornelius Meister y con la intervención de la clarinetista solista Arngunnur Árnadóttir. Para mí, una obra sublime que cierra esta lista elaborada para experimentar sueños diferentes en un tiempo complejo como el actual.

– Guía de audición completa del Concierto (sobre todo, atención al Adagio)

K.622 0:00 – Allegro 0:27 – Adagio 12:58 – Rondo (Allegro) 20:07

– Ver: https://joseantoniocobena.com/2019/06/15/memorias-de-mozart/

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¡Paz y Libertad!

¿Estamos donde debemos estar? Esa es la cuestión

Sevilla, 1/XII/2025 – 07:43 h (CET+1)

Ayer volví a ver por enésima vez “Memorias de África”, porque sigo teniendo muy presente en mi vida la gran pregunta de Isak Dinesen (1885-1962), la autora de la obra homónima sobre la que está basada la película: “¿Estamos donde debemos estar? Esa es la cuestión”… en estos tiempos revueltos.

El pasado 17 de septiembre la vi de nuevo, con motivo del fallecimiento del gran actor Robert Redford, recordado siempre por películas de gran valor cinematográfico como Dos hombres y un destinoEl hombre que susurraba a los caballos o Memorias de África, que obtuvo siete premios Óscar en 1986. Quizá sea esta última la que tuve presente en ese momento tan especial por mi asociación mental de Redford junto a Meryl Streep y la extraordinaria banda sonora compuesta por John Barry, con un fondo musical excelente de Mozart. La química exhibida por la pareja formada por Streep y Redford, por entonces quizá los dos actores más aclamados en Hollywood, ha marcado una impronta inolvidable en muchas memorias de todos y en la de secreto. En la mía, también.

La banda sonora de la película, bajo la batuta de John Barry, sigue viva en mi discoteca de secreto, haciendo incursiones en la memoria de hipocampo que, como caballo de mar, sigue surcando historias de búsqueda de islas desconocidas para contarlas en este cuaderno digital. Lo que me sobrecoge verdaderamente es asociar siempre esta película y su trama con Mozart, a través de su maravilloso adagio compuesto para el Concierto para clarinete y orquesta (K. 622), acompañando los recuerdos de Karen. No desmerece esta puntualización, en absoluto, el tema nuclear que suena lentamente en los títulos de crédito que ayudan a comprender mejor los tesoros ocultos para el alma en Kenia. El segundo tema, se hace presente en momentos difíciles para la protagonista en su penoso matrimonio de conveniencia, salvado por un cazador profesional, Denys George Finch Hatton, un papel desempeñado de forma impecable por Redford.

W. A. Mozart: Adagio del Concierto de Clarinete en La mayor, KV 622 – Orquesta Sinfónica de Islandia / Oboe: Arngunnur Árnadóttir, Harpa Concert Hall – Reykjavík, 10 de septiembre de 2015

Memorias de África está asociada siempre, en mi vida, con Mozart, sin desmerecer el trabajo fantástico de John Barry. También, con la inteligencia humana, mientras escucho atentamente su banda sonora de hoy, de siempre. Vuelvo a recordar que la inteligencia, hoy por hoy, no tiene color. La conjunción de blancos, grises y algunas veces, negros, atribuida a las materias que conforman el cerebro, sigue dándonos muchos quebraderos de cabeza. Sobre todo, porque tenemos que estar muy agradecidos al continente africano y doloridos al mismo tiempo por la muerte letal que les rodea entre enfermedades (sida), esclavitud histórica y de nuevo cuño en pateras, guerras fratricidas y con una deuda histórica mundial.

Meryl Streep y Robert Redford interpretaron la conciencia del deber estar cinematográfico, a la perfección, en Memorias de África, recordando una reflexión que vuela sobre la película como hilo conductor, Estoy donde debo estar, que reproducía fielmente la que figuraba en el comienzo de la obra homónima de Isak Dinesen (1885-1962), seudónimo de la baronesa Karen Blixen, publicada en Dinamarca en 1937. Por la magia del cine, hoy lo he recordado de nuevo, dejándonos una pregunta en el aire que respiramos a diario y que nos ofrece seguridad y ligereza de corazón: ¿Estamos donde debemos estar? Esa es la cuestión.

Doscientos mil años de memoria de la inteligencia humana, desde el momento histórico en que los primeros humanos modernos decidieron abandonar África y expandirse por lo que hoy conocemos como Europa y Asia (1), nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de nuevo de Memorias de África, de la memoria de Mozart en su precioso adagio, de cómo nos contaron una bella historia Meryl Streep y Robert Redford, para que no olvidemos África y su alma, todavía desconocidas para muchos en diciembre de 2025.

(1) Cobeña Fernández, J.A. (2007). Inteligencia digital. Introducción a la Noosfera digital, p. 15-28.

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Las chicas del coro ArteSí

También de dolor se canta llorona, cuando llorar ya no se puede…

Sevilla, 29/XI/2025 – 09:47 h (CET+1)

En medio del fango político en el que nos movemos últimamente, saltan a los medios de comunicación noticias que calientan el alma humana. También, como decía Berthold Auerbach, porque una vez más la música lava el alma del polvo de la vida cotidiana (Music washes away from the soul the dust of everyday life). Me refiero en esta ocasión a un hecho asombroso que ha ocurrido en Madrid, que resumo a continuación.

Una Asociación, Olvidados, creó un proyecto socioeducativo, en julio de 2017, ArteSÍ, “dirigido a 36 niños  y adolescentes en riesgo de exclusión, que “hace uso del arte como herramienta de transformación social y personal, lo que ayuda a su integración”, según lo presentan en su página web oficial. Además, “tiene como objetivo principal potenciar el desarrollo y capacidades de cada niño a través de la experiencia artística, centrándonos principalmente en el trabajo con la música, el movimiento y el teatro desde la perspectiva de la intervención psicosocial”.

Ha sido en este proyecto en el que ha ocurrido algo prodigioso, como lo contaba ayer la noticia del diario El País, Alicia nunca pudo hablar en sus seis años de vida hasta que entró en un coro: “No voy a callar nunca”: “Nadie la había escuchado pronunciar una palabra en los seis años que tiene de vida. Llamémosla Alicia. Solo se comunicaba con su familia a través de tímidos ruidos porque sufre un trastorno del lenguaje. Durante varios meses había trabajado con los servicios de atención psicológica de la asociación Olvidados, pero la terapia no logró que superase la barrera a la que se enfrentaba. La habían incorporado desde enero de 2025 a un coro musical, ArteSí se llama, en el que trabajó junto a niños y niñas de cinco a 15 años, donde gesticulaba aunque no saliera de su boca una sílaba. Simulaba cantar, parecía vocalizar, pero nadie escuchaba su voz. Esa voz”.

Y ocurrió la sorpresa maravillosa cuando llegó un día especial: “Fue en mayo. El coro había organizado un concierto abierto al público en el que las nueve alumnas que entonces componían la agrupación podían demostrar todo lo que habían aprendido durante el curso. La encargada del coro, la violinista y profesora de Primaria Melissa Castillo, dio una frase a cada niña para que hiciera un solo y le preguntó también a Alicia si quería hacerlo, y ella asintió con la cabeza. “Al decirme que sí, yo confié ciegamente en ella”. La maestra nunca la había escuchado cantar en los ensayos, pero no perdió la esperanza. Le dio su frase. Llegado el momento, tal y como habían acordado, una compañera le pasó el micrófono a Alicia. Y todos escucharon su voz. Cantó “también de dolor se canta llorona, cuando llorar ya no se puede”.

Lean el artículo completo y entren en la página web oficial de la Asociación, para conocer la gran obra que desarrollan en la actualidad: “sabemos que el trabajo artístico contribuye a crear comunidad y a mejorar la cohesión social, además de ser un catalizador y desarrollador de la creatividad. Es una vía excepcional para que los niños que afrontan una situación de vulnerabilidad y exclusión puedan superar las barreras y dificultades a las que se enfrentan, posibilitando también que puedan continuar su desarrollo, transformar su situación e incidir en su entorno y en la sociedad. Todos los alumnos asisten dos días por semana a sesiones de unas 3 horas en las que se incluye un tiempo de apoyo escolar (deberes y estudio), además de las actividades artísticas y psicosociales. Todas estas actividades se distribuyen por franjas de edad para adecuarse mejor a sus periodos de desarrollo. Se mantiene estrecho contacto con las familias y el personal docente de los centros donde se encuentran escolarizados los niños. El proyecto lo llevan a cabo profesionales de la música, el teatro y la enseñanza”.

Espero que la lectura de esta experiencia le haya calentado y “lavado del polvo cotidiano” su alma humana. Es un privilegio, en este tiempo tan convulso, que nos reconforta para seguir luchando por un mundo mejor, porque experiencias como las de la pequeña Alicia demuestran que otro mundo es posible.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy del diario El País

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La ‘Romanza’ de Salvador Bacarisse: música de fondo en el 50 aniversario de la muerte del dictador Franco

Sevilla, 20/XI/2025 – 07:00 h (CET+1)

Si se callan…, el cantor, el compositor, el escritor, el soñador, el bloguero, el político digno, el artista o el ciudadano anónimo, no conformes con las injusticias que pasan en nuestro mundo cotidiano, se calla la vida y la palabra. Hoy es un día muy especial para nuestro país, que no olvido: el 50º aniversario del fallecimiento de Franco, el dictador que tuvo helado el corazón de muchas personas, durante muchos años, en una de las dos Españas. Como conocí bien lo ocurrido, vuelvo a publicar hoy el núcleo de las palabras que escribí hace siete años en este cuaderno digital, como pequeño homenaje a la memoria histórica de hombres y mujeres de este país que entregaron su vida durante la dictadura por la ansiada libertad para todos. Para que no se olvide y para lo que sirva, compartiéndolo en el club digital de las personas dignas, libres y buenas, en el buen sentido de la palabra «buenas», como lo aprendí en mis años jóvenes de Antonio Machadoun hombre bueno y ejemplo de lo que significa hoy día la dignidad del exilio interior en democraciaque también existe.

No olvido tampoco al compositor Salvador Bacarisse en un día de infeliz memoria. Para lo que sirva, compartiendo con la Noosfera su ‘Romanza’, 50 años después del fallecimiento de Franco, sobre todo con el club de las personas dignas y libres de este país, como música de fondo constitucional durante 47 años de democracia plena. No lo olvido porque lleva su mensaje musical con el alma dentro y desde el exilio tan prolongado que sufrió hasta el final de su vida. Su preciosa composición me acompañará siempre. Hoy…, especialmente.

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La Romanza de Salvador Bacarisse: música de fondo para un 20 de noviembre en libertad

Una romanza es una composición de aire tierno y sencillo, un aria que solo quiere transmitir sentimientos. Estos días estoy experimentando una emoción especial tocando en fase de aprendizaje la Romanza de Salvador Bacarisse, el segundo movimiento de su preciosa obra Concertino en La menor. Mis profesoras de piano y violín han hecho los arreglos necesarios porque la versión original de 1952 es para guitarra y orquesta. Creo que les ha quedado preciosa.

Navegando por la memoria, entre lo que somos, tenemos y hemos perdido, he recordado al pintor Joe Brainard porque encontró una fórmula maravillosa para navegar por ella, los Me acuerdo…Así es y hoy me he acordado de la persona que ha compartido el vídeo de la cabecera de este post, cuando decía que “Con este vídeo, hago un pequeño y humilde homenaje a Bacarisse y a los que fueron víctimas de sus propios días, sobre todo, a los que tras perder la guerra, por si fuera poco, tuvieron que marcharse. Murieron, perdieron y se marcharon, la gran mayoría lo hizo para siempre, y nunca han tenido el reconocimiento que también ellos merecen. Jamás olvidemos la historia, y aprendamos siempre de ella. Es por eso que, sin demonizar ni buscar culpables, sólo emito un reflejo más de esa época que, espero, al menos nos haya servido para aprender y no volver a cometer los mismos errores nunca más. Sé que este es un tema no superado en España y tenemos que buscar todos los medios para que así sea. Han pasado más de ochenta años y no veo que haya habido un perdón de verdad. Sólo tratando esta época sin rencores podremos avanzar como sociedad, y este país podrá ser algo mucho mejor. Hay que encontrar algún nexo de unión, porque, aunque siempre existan divergencias políticas, la herida de la Guerra Civil española nunca se cierra porque nunca nadie parece querer curarla, sobre todo los que tan malamente nos gobiernan hoy día”.

Cuando toco de forma incipiente la Romanza en sus dos versiones, para piano y violín, con fallos lógicos por mi parte en su ejecución y en este momento de aprendizaje, siento estas palabras como si fueran la letra de esta composición que representa el dolor de la España que ha tenido helado el corazón durante muchos años. No me importa repetir los compases una y otra vez porque es una forma de comprender mejor qué quiso transmitir el autor en ellos. Ya la recordé el año pasado en este cuaderno digital, cuando dediqué unas palabras especiales a Ataúlfo Argenta, gran amigo de Bacarisse: “Buscando esta verdad de Ataúlfo Argenta, he seguido de cerca a Fernando Argenta en mi vida nómada, escuchándolo siempre con enorme respeto en la radio del coche, en viajes siempre hacia alguna parte. El mismo que él tenía hacia su padre cuando nos presentaba el Concertino para guitarra y orquesta en La menor, de Salvador Bacarisse (sobre todo su Romanza), nada apreciado por el Régimen franquista por su deriva republicana y que dirigió en un concierto memorable en París el día de su estreno [15-X-1953, París (Théátre des Champs-Élysées), interpretado por Narciso Yepes (guitarra) y L’Orchestre National, en un concierto publico organizado por la Radio Televisión Francesa)], del que guardo un recuerdo entrañable en mi memoria de hipocampo, de secreto. Escuchen esta versión de la Romanza [la del vídeo de cabecera] con la pasión de Ataúlfo Argenta en su dirección musical.

Recientemente, he localizado un tesoro musical: la obra compilada de Salvador Bacarisse en la Fundación Juan March, con un prólogo emocionante de su único hijo, Salvador Bacarisse Cuadrado: “Yo me fui a vivir a Inglaterra pero mis padres siguieron en París, en el pisito del 7 de la rue Cassette que ocuparon más de treinta años. Cuando murió mi madre en 1976, trece años después que mi padre, yo quité el piso de la rue Cassette, y me llevé a Escocia todos los papeles y libros de mi padre. Desde aquel día permanecieron a salvo, y yo creía olvidados, hasta la fecha memorable en que llamó a la puerta de mi casa Emilio Casares, quien venía a pedirme autógrafos y otros materiales para una exposición de «La música en la Generación del 27» que estaba organizando y que tuvo lugar en Granada en julio de 1986. Esa exposición y el magnífico catálogo que publicó el Ministerio de Cultura fue el primer reconocimiento de aquellos músicos olvidados durante el franquismo, entre los que figuraba mi padre. En Granada, durante la exposición y hablando con Rodolfo Halffter, que había venido de Méjico, y con otros, decidí hacer lo que en realidad ya sabía que tenía que hacer: mandar los manuscritos de Salvador Bacarisse a su tierra, a España. Por muy hijo de francés, emigrado a España, que fuera mi padre, nunca se sintió sino español. Vivió treinta años en París, desarraigado y triste lejos de su querido Madrid”. Él me ha permitido conocer su obra a través de esta publicación extraordinaria, que está al alcance de quien desee conocer de cerca a este gran compositor olvidado durante la dictadura franquista. Ha sido un hallazgo que me permitirá conocer a fondo a Bacarisse, en su vida y en su obra. En la Fundación está el legado completo del compositor, llevado a cabo por su hijo en 1987, que incluía todas las partituras que obraban en su poder.

Cuando comienzo hoy mi ensayo de violín, he sentido la necesidad de compartir este sentimiento de respeto y agradecimiento a un autor muy desconocido en su país, pero que tuvo el reconocimiento mundial fuera de él alternando su labor de composición y de dirección de orquesta con el trabajo que desarrolló en el exilio en París, en la Radiodifusión-Televisión Francesa, como productor de programas en español para Hispanoamérica.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Para la libertad, en nuestro país, casi cincuenta años es nada


«Para la libertad», interpretada por Joan Manuel Serrat y con una coreografía que utiliza el lenguaje de signos

Para la libertad sangro, lucho, pervivo. / Para la libertad, mis ojos y mis manos, / como un árbol carnal, generoso y cautivo, / doy a los cirujanos. 

Miguel Hernández, Para la libertad

Sevilla, 15/XI/2025 – 13:00 h (CET+1)

Cuando nos aproximamos a velocidad de vértigo, en el tiempo líquido que nos ha tocado vivir, a una fecha inolvidable en nuestro país, la muerte del dictador Franco, el 20 de noviembre de 1975, comprobamos cerca de Carlos Gardel, que casi cincuenta años de libertad que propició y garantizó la Constitución de 1978, han pasado para muchos como nada. En pleno ocaso de la democracia, vuelvo a pensar en lo que aquella fecha de aniversario próximo nos proporcionó tres años después, “con la frente marchita, la nieve del tiempo platear”, sintiendo “que es un soplo la vida”, que cincuenta años de mi vida en libertad “no es nada», viendo los derroteros del país en la actualidad.

Lo que ocurre es que este recuerdo fugaz en mi interior, mi persona de secreto, me sitúa frente a palabras del poeta Miguel Hernández, porque aquella fecha propició que pudiéramos acercarnos a su vida y obra para experimentar la libertad soñada en la lucha de los años de dictadura. Y esta realidad irrefutable no la olvido. De ahí que resuene en mi cerebro, con más fuerza que nunca, su canto a la libertad y lo que hay que seguir haciendo para mantenerla viva en común: Para la libertad sangro, lucho, pervivo. / Para la libertad, mis ojos y mis manos, / como un árbol carnal, generoso y cautivo, / doy a los cirujanos. // Retoñaran aladas de savia sin otoño, / reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida; / porque soy como el árbol talado que retoño: / aún tengo la vida.

Este poema de Miguel Hernández, El herido (II), publicado en «El hombre acecha» 1937-1939, sigue presente en mi alma de todos y en la de secreto, como si fuese ayer el primer día que conocí estas palabras en una España que tenía helado el corazón de personas que buscaban la libertad perdida en una dictadura implacable.

PARA LA LIBERTAD

Para la libertad, sangro, lucho, pervivo

Para la libertad, mis ojos y mis manos

Como un árbol carnal, generoso y cautivo

Doy a los cirujanos

Para la libertad siento más corazones

Que arenas en mi pecho, dan espumas mis venas

Y entro en los hospitales, y entro en los algodones

Como en las azucenas

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan

Ella pondrá dos piedras de futura mirada

Y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

En la carne talada

Retoñarán aladas de savia sin otoño

Reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida

Porque soy como el árbol talado que retoño

Aún tengo la vida

Para la libertad, sangro, lucho, pervivo

Para la libertad, mis ojos y mis manos

Como un árbol carnal, generoso y cautivo

Doy a los cirujanos

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan

Ella pondrá dos piedras de futura mirada

Y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

En la carne talada

Retoñarán aladas de savia sin otoño

Reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida

Porque soy como el árbol talado que retoño

Aún tengo la vida, aún tengo la vida

Es verdad, por último, que la mejor forma de respetar en democracia las palabras de su poema completo, debemos hacerlo no olvidando lo sucedido realmente en la guerra civil, sin blanqueamientos y añoranzas fascistas impresentables de quienes la propiciaron y rememoran hoy, defendiendo también y a diario la reconciliación y transición cincuenta años después de la muerte del dictador, leyéndolas pausadamente e intentando comprender el mensaje de estas bellas palabras escritas con el corazón por Miguel Hernández, porque sufro en muchos momentos de desconcierto político las heridas del amor, de la muerte y de la vida en mi cancionero de ausencias de ideologías y compromiso activo para luchar por un mundo mejor y lejos de las mentiras, bulos y medias verdades en las que nos tenemos que desenvolver a diario.

La verdad es que, afortunadamente y a pesar de todo, pienso -como él-, que aún tengo la vida, aún tengo la vida

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

No le toquéis ya más, que así es… Rosalía

Sevilla, 13/XI/2025 – 12:34 h (CET+2)

Pertenezco a una generación matusalénica para cualquier relación con este mundo líquido, el de Zygmunt Bauman, representado estos días por la cantora Rosalía (San Esteban Sasroviras, Barcelona, 1992), algo más que cantaora o cantante, según Facundo Cabral, porque la diferencia estriba en que no sólo puede cantar, sino que debe hacerlo, para satisfacción de cientos de miles de jóvenes que la siguen a pies juntillas, como dirían mis ancestros. Rosalía “está hasta en la sopa”, sonando su nuevo álbum, LUX, por tierra, mar y aire, con letras que tienen dentro un mensaje especial, en el que interpreta dieciocho canciones como si fueran partes de un concierto sinfónico, al utilizar también varios “movimientos” que agrupan formas de interpretar el hilo conductor de esta bella obra.

Como siempre hago en relación con las sinopsis oficiales de obras culturales, para no caer en espoiler, en esta ocasión se presenta LUX «como el cuarto álbum de estudio de la cantante, productora, compositora y ganadora de varios Grammy; se trata de su lanzamiento más innovador y global hasta la fecha. LUX es una proeza de visión y maestría. El álbum se ha grabado junto a la London Symphony Orchestra e incluye voces de artistas como Björk, Carminho, Estrella Morente, Silvia Pérez Cruz y los coros de la escolanía de Montserrat y de l’Orfeó Català. Rosalía explora temas de la mística femenina, la transformación y la espiritualidad trazando el arco entre la ilusión y la pérdida, la fe y la individualidad».

Mi amor a la música clásica me ha acercado a este álbum, junto al contenido exquisito de algunas de sus letras. Me ha gustado mucho la crítica que efectuó el diario El País el pasado cinco de noviembre, en la que se decía textualmente que «Las fortalezas de la cuarta y nueva obra de Rosalía, Lux, son muchas, pero quizá se deba poner en primer término la importancia del lugar desde el que se concibe. Hablamos de una obra osada, valiente, compleja, arrogante y fascinante, un disco sin estribillos, sin apenas ritmos memorizables, densa y extensa. Llamémosla anticomercial, pero a la vez se puede considerar pop. Esto lo realiza Rosalía desde la cúspide de la música pop, desde una posición de estrella mundial. […] Realizar un álbum raro desde los márgenes de la industria resulta mucho más sencillo, pero armar esta epopeya mística desde el trono que ella ocupa ofrece la imagen de una artista con una valentía radical». Lo que resulta indudable es que sus dieciocho canciones ofrecen un espacio de reflexión impresionante a través de sus letras y melodías, apoyadas por intérpretes de fama mundial: MOV I: 1. Sexo, Violencia y Llantas, 2. Reliquia, 3. Divinize, 4. Porcelana, y 5. Mio Cristo Piange Diamanti; MOV II: 6. Berghain, 7. La Perla, 8. Mundo Nuevo y 9. De Madrugá; MOV III: 10. Dios es un Stalker, 11. La Yugular, 12. Focu ‘ranni [Exclusivo en formato físico], 13. Sauvignon Blanc y 14. Jeanne [Exclusivo en formato físico]; MOV IV: 15. Novia Robot [Exclusivo en formato físico]; 16. La Rumba del Perdón; 17. Memória y 18. Magnolias.

Agradezco a Rosalía que ofrezca a través de este álbum espacios de reflexión para sus seguidores y seguidoras, que son cientos de miles de jóvenes, sobre todo, que buscan algo más en este loco mundo en el que nos ha tocado vivir, en momentos muy delicados para salvaguardar la democracia mundial. Por eso, a la hora de enfrentarme hoy a la pantalla en blanco, he recordado también a Juan Ramón Jiménez, a través de un poema muy breve y bueno, por tanto dos veces bueno (Baltasar Gracián, dixit), ¡No le toques ya más, que así es la rosa!, tal y como lo aprendí de él hace ya muchos años (1). Este recuerdo me permite exclamar también a todos los vientos algo vinculado con la utilización del enigmático pronombre personal «le», que para mí, en este aquí y ahora, podría ser el sentimiento de Rosalía, no exento de pensamiento, en su nuevo álbum: «¡No le toquéis ya más, que así es… Rosalía!

(1) Jiménez, Juan Ramón, Piedra y cielo, Buenos Aires: Losada, 1968

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

¿Quién anima al animador? (II)

Julio Numhauser & Maciel Numhauser, Todo cambia

Sevilla, 11/XI/2025 – 09:45 h (CET+1) [actualizado del artículo publicado en 2022]

La persona que anima es una especie en extinción, porque los agoreros mayores de este reino humano están haciendo continuamente de las suyas, con Trump a la cabeza, aunque en nuestro país también tenemos una muestra muy amplia, agrupada en siglas de derecha extrema y ultraderecha confesa. Animar es un verbo que admite hasta diez acepciones, según el Diccionario de la lengua española (RAE): infundir vigor a un ser vivo, infundir ánimo o energía moral a alguien, incitar a alguien a una acción, dar vida o animación a una obra de arte, comunicar a una cosa inanimada vigor, intensidad y movimiento, dar movimiento, calor y vida a un concurso de gente o a un paraje; dicho del alma, dar vida al cuerpo, vivir, habitar, cobrar ánimo y esfuerzo, decidirse, determinarse a hacer o decir algo. Son diez interpretaciones que equivalen a una sola, de las que destaco la última sobre las demás: animar es dar vida al cuerpo, saber vivir en definitiva. Cambiar todo lo que haya que cambiar.

Todo está cambiando en nuestras vidas porque hay muy pocas zonas de confort que nos animen a habitar seguros y de forma estable en el microcosmos que nos rodea. La cantora Mercedes Sosa (cantante es la que puede cantar y cantora es la que debe hacerlo, según Facundo Cabral), cantó Todo cambia, con letra y música del músico chileno Julio Numhauser, fundador de mi querido grupo Quilapayún, para animarnos a continuar siempre hacia adelante mediante su compromiso activo a través de la música, por ejemplo, habiéndolo grabado personalmente en la razón y en el corazón a lo largo de mi vida, en etapas que han quedado registradas en mi memoria de secreto, situada como estructura muy valiosa en una región profunda del cerebro, el hipocampo. La recuerdo en ocasiones como ésta porque era una auténtica animadora, infundiéndonos siempre ánimo o energía moral a todos: Cambia lo superficial / Cambia también lo profundo / Cambia el modo de pensar / Cambia todo en este mundo. Es bueno que como animadores hablemos de esto, por higiene mental, en el Club de las Personas Dignas, al que pertenezco desde hace ya muchos años, para reforzar las actitudes cotidianas en lo que vivimos, hacemos y sentimos, aunque reconozcamos que la situación de inmovilismo reaccionario y ocaso democrático nos hace daño, sabiendo que debemos compartir la realidad cambiante, por dura que sea, hasta que al animarnos y respetar a los que animan a los animadores, integremos en nuestra inteligencia de todos y en la de secreto, el hecho de que cambiar no es extraño…, porque no cambiamos el amor a lo que queremos, por mucho que nos cueste, porque somos coherentes, porque los principios permanecen, aunque tomemos conciencia plena de que para los Tristes y los Tibios, cada uno en su Club, tanto cambio no lleva a nada bueno. Y en los momentos difíciles que estamos atravesando, quizás se frotarán las manos, en su presunto triunfo anímico, porque piensan que estábamos advertidos. Me alegra pensar que así no será…, porque el cambio no es ya algo extraño en nuestras vidas: Lo que cambió ayer / Tendrá que cambiar mañana / Así como cambio yo / En esta tierra lejana // Cambia el rumbo el caminante / Aunque esto le cause daño / Y así como todo cambia / Que yo cambie no es extraño.

He dicho anteriormente que hay que respetar a los animadores frente a los agoreros mayores del reino que, instalados en su mediocridad eterna, no hacen nada más que cantar las desgracias propias y ajenas sin mezcla de cambio o progreso personal y social alguno. Desgraciadamente, los animadores son una especie en extinción, aunque el gran espectáculo del mundo continúe. Lo dije en 2022, por ejemplo, con motivo de la entrega del Óscar al mejor corto “animado”, El limpiaparabrisas, español por cierto, dirigido por Alberto Mielgo, una metáfora “animada” sobre el amor en tiempos revueltos, como primer motor que anima la vida, intentando responder en pocos minutos a la gran pregunta de la vida: ¿qué es el amor?: “La verdad es que todo se nubla en la mente y en el corazón cuando llueve y se moja el alma, que también sucede, siempre no a gusto de todos, pero tomando conciencia de que ese todo se puede limpiar también con el amor líquido del limpiaparabrisas de la vida, porque al final todo depende del color del cristal con el que se mira cada aquí y ahora de esa turbulenta forma de ser y estar en el mundo que cada uno vive. Juan Ramón Jiménez me lo enseñó hace ya muchos años, cada vez que traspasaba la cancela de su casa en Moguer, en la calle Nueva: “[…] era de hierro y cristales blancos, azules, granas y amarillos. Por las mañanas. ¡qué alegría de colores pasados de sol en el suelo de mármol, en las paredes, en las hojas de las plantas, en mis manos, en mi cara, en mis ojos! […] Yo miraba sucesivamente todo el espectáculo, el sol, la luna, el cielo, las paredes de cal, las flores -jeranios, hortensias, azucenas, campanillas azules-, por todos los cristales, el azul, el grana, el amarillo, el blanco. El que más me atraía era el amarillo. Por el cristal amarillo todo se me aparecía cálido, vibrante, rejio, infinito […] Todo allí acababa bien; era un término como el del beso en el amor, como el de la gloria verdadera e íntima en el arte; después de mirar por el cristal amarillo ya no quería yo más y me quedaba contento”. Como me pasa a mí hoy al ver en repetidas ocasiones el corto de Mielgo, con el color de cada plano, que llevan el alma dentro”.

Los animadores “menores” del reino, practicamos la defensa a ultranza del “principio esperanza”, que he mantenido en mi vida y que he ido alimentando hasta hoy de lecturas ideológicas no inocentes. El éxito filosófico de Ernst Bloch, por ejemplo, con su teoría de ese “principio esperanza”, fue demostrarnos que tenemos que llegar a ser “ateos” por la gracia de Dios, es decir, hay que creer en la trascendencia de la vida sin un Trascendente alienador. Por ello, hay que rechazar de base la superstición y la mitología de la religión. Sólo así, el ser humano adquirirá su desarrollo pleno. En definitiva, permitirá regar con rocío, todos los días, las esperanzas legítimas que cada uno tiene, animarnos, en una palabra, dando respuesta a la pregunta profunda de Neruda, ¿Es verdad que las esperanzas deben regarse con rocío? (Libro de las preguntas, IV), aprendiendo a ser felices cada día, una experiencia de esperanza en el amor, entre otras, como hambre cósmica en tiempos revueltos, aprendiendo de una vez por todas que animar nuestra vida y la de los demás es cosa de cuidar el alma, dando vida al cuerpo, vivir y habitar la vida. En definitiva, cobrar ánimo y esfuerzo, decidirse, determinarse a hacer o decir algo que nos permita mantener viva la esperanza de dar respuesta a los problemas de la vida, a sus continuas preguntas. Siendo así, que yo cambie no será ya extraño y como animador…, la verdad es que, hoy por hoy, a pesar de lo que está cayendo, me siento con fuerzas para seguir luchando por un mundo mejor para todos.

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UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Hoy recordamos de nuevo a las víctimas del golpe militar del 18 de julio de 1936, la Guerra Civil y la Dictadura franquista

Sevilla, 31/X/2025 – 12:32 h (CET+2)

Creo que seguimos atravesando una etapa muy preocupante en nuestro país, donde sigue avanzando de forma imparable el ocaso de la democracia existente, que muchos millones de ciudadanos y ciudadanas deseamos defender, día a día, con ardor guerrero. Como ciudadano político, en el sentido aristotélico de este adjetivo, que cuido la democracia de este país y su memoria, así como la de mi Comunidad Autónoma, mi ciudad y mi barrio, como tantas veces he escrito en este cuaderno digital, considero imprescindible volver a leer hoy esta Ley, con motivo de la conmemoración en nuestro país del día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar del 18 de julio de 1936, la Guerra Civil y la Dictadura franquista, una fecha establecida por la Ley 20/2022, de Memoria Democrática

En esta disposición figuran páginas imprescindibles que ordenan en su objeto y finalidad la recuperación, salvaguarda y difusión de la memoria democrática, entendida ésta como conocimiento de la reivindicación y defensa de los valores democráticos y los derechos y libertades fundamentales a lo largo de la historia contemporánea de España, con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones en torno a los principios, valores y libertades constitucionales: “Asimismo, es objeto de la ley el reconocimiento de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, de pensamiento u opinión, de conciencia o creencia religiosa, de orientación e identidad sexual, durante el período comprendido entre el golpe de Estado de 18 de julio de 1936, la Guerra de España y la Dictadura franquista hasta la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978, así como promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva, adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre la ciudadanía y promover lazos de unión en torno a los valores, principios y derechos constitucionales. Se repudia y condena el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la posterior dictadura franquista, en afirmación de los principios y valores democráticos y la dignidad de las víctimas. Se declara ilegal el régimen surgido de la contienda militar iniciada con dicho golpe militar y que, como consecuencia de las luchas de los movimientos sociales antifranquistas y de diferentes actores políticos, fue sustituido con la proclamación de un Estado Social y Democrático de Derecho a la entrada en vigor de la Constitución el 29 de diciembre de 1978, tras la Transición democrática”.

El artículo 7 de esta Ley designa el 31 de octubre como un día dedicado a recordar a todas las víctimas de la represión que marcó una de las etapas más oscuras de la historia contemporánea española, que no se debe olvidar y menos minimizar o intentar borrar en el olvido no inocente, su conocimiento por parte de las generaciones actuales, porque es necesario, ahora más que nunca, mantener vivo el recuerdo de aquellos hechos traumáticos y trágicos, y al deber de evitar que las violaciones de derechos humanos ocurridas durante ese periodo puedan repetirse. La ley señala que este día debe contribuir a mantener en la memoria colectiva tanto los desastres de la guerra como los de toda forma de totalitarismo, así como a promover la reparación de la dignidad de las víctimas, ayudando a que estas sean reconocidas no solo por la ciudadanía actual, sino también por las generaciones venideras.

Si escribo hoy sobre esta conmemoración es porque sé que estamos avisados de que la democracia está entrando en nuestro país en un ocaso imparable. Estamos avisados, por tanto, aunque nos queda algo grandioso en democracia, la palabra de denuncia, tal y como aprendí en un día ya lejano de Blas de Otero: Si abrí los labios para ver el rostro / puro y terrible de mi patria, / si abrí los labios hasta desgarrármelos, / me queda la palabra.También, la música de Salvador Bacarisse, la Romanza del Concertino para guitarra y orquesta en La menor, que compuso desde su exilio a consecuencia de la guerra civil, en París, en 1952, tantas veces recordada y analizada por mí en este cuaderno digital.

NOTA: escogí en 2017 el vídeo de cabecera de estas palabras en YouTube, porque el mensaje de la persona que lo colgó me parecía necesario para transitar por la memoria histórica de este país, como es el caso de Salvador Bacarisse: “Con este vídeo, hago un pequeño y humilde homenaje a Bacarisse y a los que fueron víctimas de sus propios días, sobre todo, a los que tras perder la guerra, por si fuera poco, tuvieron que marcharse. Murieron, perdieron y se marcharon, la gran mayoría lo hizo para siempre, y nunca han tenido el reconocimiento que también ellos merecen. Jamás olvidemos la historia, y aprendamos siempre de ella. Es por eso que, sin demonizar ni buscar culpables, sólo emito un reflejo más de esa época que, espero, al menos nos haya servido para aprender y no volver a cometer los mismos errores nunca más. Sé que este es un tema no superado en España y tenemos que buscar todos los medios para que así sea. Ha pasado más de ochenta años y no veo que haya habido un perdón de verdad. Sólo tratando esta época sin rencores podremos avanzar como sociedad, y este país podrá ser algo mucho mejor. Hay que encontrar algún nexo de unión, porque, aunque siempre existan divergencias políticas, la herida de la Guerra Civil española nunca se cierra porque nunca nadie parece querer curarla, sobre todo los que tan malamente nos gobiernan hoy día”.

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UCRANIA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Yo también vengo de un silencio

Raimon, Jo vinc d´un silence, 1975

Sevilla, 31/X/2025 – 09:01 h (CET+1) / Actualizado a las 12:00 h

Se aproxima el 50 aniversario de la muerte de Franco y de la llegada de la democracia a nuestro país. Lo viví en primera persona en mis años jóvenes, jugándonos el tipo por la represión franquista. Por este motivo recuerdo una canción interpretada por Raimon  (Xàtiva, 1940), Yo vengo de un silencio, que cumple también cincuenta años y que escuchábamos en catalán en círculos cerrados, perseguida por el Régimen, pero que trascendía la férrea censura de la época.

Vuelvo a escucharla, poniendo la moviola que me ha traído a mi persona de secreto cada palabra y estrofa de esta bella canción. La comparto hoy con la Noosfera democrática, la malla pensante de la humanidad, en momentos muy complejos y preocupantes por el ocaso de la democracia que alienta la derecha extrema y la ultraderecha confesa de este país.

Yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo
de gente que va alzándose
desde el fondo de los siglos,
de gente que llaman
clases subalternas,
yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo.

Yo vengo de las plazas
y de las calles llenas
de niños que juegan
y de viejos que esperan,
mientras hombres y mujeres
están trabajando
en los pequeños talleres,
en casa o en el campo.

Yo vengo de un silencio
que no es resignado,
de donde empieza la huerta
y acaba el secano,
de esfuerzo y blasfemia
porque todo anda mal:
quien pierde los orígenes
pierde identidad.

Yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo,
de gente sin místicos
ni grancapitanes,
que viven y mueren
en anonimato,
que en frases solemnes
no han creído nunca.

Yo vengo de una lucha
que es sorda y constante,
yo vengo de un silencio
que romperá la gente
que ahora quiere ser libre
y que ama la vida,
que exige las cosas
que le han negado.

Yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo,
yo vengo de un silencio
que no es resignado,
yo vengo de un silencio
que la gente romperá,
yo vengo de una lucha
que es sorda y constante.

Raimon hizo de su vida un canto permanente y comprometido con la sociedad. No olvido las palabras que pronunció en el discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante, en 2011: “Mi deseo de libertades y la lucha por conseguirlas, el gusto por la música y por la poesía fueron previos a mi decisión de hacer de mi canto vida y de mi vida canto».

Recordarlo en estos días como un homenaje más, también, al pueblo valenciano, por la terrible Dana del año pasado, es un acto de justicia, porque al pie de la letra de su canción, los familiares de los fallecidos vienen de un silencio institucional que han roto en nombre de las víctimas, porque aman la vida, porque exigen las responsabilidades de los que las niegan a diario.

Igualmente y porque vengo de un silencio histórico y democrático, escribo también estas líneas con motivo de la conmemoración hoy, en nuestro país, del día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar del 18 de julio de 1936, la Guerra Civil y la Dictadura franquista, una fecha establecida por la Ley 20/2022, de Memoria Democrática.

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CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!