Algo puede ir mejor

ALGO VA MAL
Seríamos capaces de apagar el sol y las estrellas porque no dan dividendos…
John Maynard Keynes

Muchas personas se habrán levantado hoy con la sensación de que la situación económica en España no tiene arreglo. Ayer escuchamos y vimos que las medidas tomadas por el actual Gobierno no dejan títere con cabeza y que la frase críptica de que “esto es el inicio del inicio” no se sabe si tiene tintes esperanzadores o apocalípticos, en los términos que recoge el famoso libro, es decir, que estamos ante “la abominación de la desolación”. Es verdad que las noticias no son esperanzadoras y que todo el mundo sale afectado por estas medidas, pero tengo la obligación ética de expresar que como no todos somos iguales, debemos dedicarnos a construir sobre los derribos éticos y de principios que nos rodean.

He comenzado a leer un libro escrito por Tony Judt, que considero imprescindible para armar bien los argumentos éticos que nos permitan construir el cambio de una sociedad que no funciona bien y con la que estamos obligatoriamente obligados a entendernos, eso sí, cambiándola, no conformándonos como está. El libro lleva por título un diagnóstico no precoz, sino consolidado: Algo va mal (1), y en la portada ya se encuentra un planteamiento que lo hace muy atractivo: “Ha llegado el momento de detenernos a decidir en qué mundo queremos vivir”.

A partir de aquí, empieza el gran debate ante la decisión suprema: ¿lo tienen qué definir otros (muchos OTROS) ó debo participar en esta decisión? No tengo dudas al respecto: tenemos que ser protagonistas directos y no artistas invitados, ni siquiera actores secundarios. Y comienza la tarea, ardua por definición, partiendo de la base de que el mundo que nos ha presentado la sociedad actual no sirve para vivir con dignidad, palabra que aprecio en el contexto que tanto defiendo, no confundiendo nunca valor y precio. Hasta tal punto, como decía Keynes, que los del “precio”, los de los “mercados y mercancías” son “capaces de apagar el sol y las estrellas porque no dan dividendos…”. También, de apagar la felicidad de los que no confunden valor y precio.

El Al-Manaque [parada de un largo viaje] de 2011 agota hoy sus hojas, pero esta noche, cuando la sociedad del precio nos invite a uvas y champán, debemos dedicar unos segundos a reflexionar que desde ese momento y ante la primera hoja de 2012, si antes no lo hemos hecho ya, estamos invitados uno a uno a cambiar los valores de la vida próxima y asociada en la que estamos trabajando, en una búsqueda incesante de valor en todo lo que se mueve, porque merecemos ser felices en el aquí y ahora (hic et nunc, que decían los clásicos) de cada uno, de cada una. Porque el dinero, poderoso caballero, no es capaz de agotar la capacidad de cada cerebro para idear, crear, abrir fronteras, cambiar relaciones, tomar decisiones, solucionar problemas, desarrollar sentimientos y emociones, rebelarnos en nuestras casas, trabajos y diversiones, vivir con lo que se puede tener y no por encima de nuestras posibilidades, buscando lo sencillo, amable, aunque tengamos que renunciar a la filosofía del precio, de los mercados, de las mercancías. Buscando a personas que piensen de esta forma, alejarnos de aquellas personas y entidades que no tienen otra finalidad que comprar nuestra felicidad a costa de dinero puro y duro, porque hemos aprendido que han sido capaces de comprar el mundo a trozos, sin importarles que en cada uno de ellos puede haber personas que son muy felices con lo poco (según ellos) que tienen.

Lo siento, las personas dignas tenemos ya el valor de la prisa en los cambios sociales: el mundo no hay que interpretarlo ya, solo cabe transformarlo, empezando por uno mismo y por lo que nos rodea. En el próximo minuto.

Sevilla, 31/XII/2011

(1) Judt, Tony (2011). Algo va mal. Madrid: Santillana Ediciones Generales.

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