Necesitamos, en este periodo electoral, sumar y agregar luz al patriotismo

El mundo onírico de Pablo Neruda, según Paula Guerra, en un mosaico de Valparaíso, Chile 

Sevilla, 20/VI/2023

Nos quedan muy pocas horas para abandonar la primavera y meternos de lleno en el solsticio de verano, en el que dispondremos de más luz porque el sol se queda quieto a mediodía (solsticio, sol quieto) y nos entrega más luminosidad para contemplar la vida de otras formas. Es también la constatación del eterno retorno anual de esta estación en nuestra vida ordinaria, cuando a pesar del Sol hay días que lo vemos todo más claro y, otros, solo vemos la oscuridad del túnel, con un problema añadido: todo es aleatorio y no responde a la sincronización orbital y científica del fenómeno astrológico. Ésta es la razón principal para valorar en términos de oportunidad vital disponer de días más largos por el regalo de un astro quieto.

Como todos los veranos, entro en mi clínica del alma, mi biblioteca, para leer a Neruda, porque él me enseñó a conocer bien este astro tan luminoso. Él dice que “A plena luz de sol sucede el día, / el día sol, el silencioso sello / extendido en los campos del camino. / Yo soy un hombre luz, con tanta rosa, / con tanta claridad destinada / que llegaré a morirme de fulgor”.  Este precioso poema, El Sol, me recuerda en este verano tan especial para el país, por los momentos políticos complejos por los que está pasando, que hay que sumar y agregar luz a la patria en tiempos revueltos, como ciudadano de a pie que solo camina a veces en la más profunda oscuridad: “Otra vez, ya se sabe, y para siempre / sumo y agrego luz al patriotismo: / mis deberes son duramente diurnos: / debo entregar y abrir nuevas ventanas, / establecer la claridad invicta / y aunque no me comprendan, continuar / mi propaganda de cristalería”.

¡Qué tarea política tan hermosa para un ciudadano que ama su ciudad, cumplir con sus deberes «políticos» diurnos, a plena luz del día, aprovechando el estío, tiempo de luz porque el sol se queda quieto durante mucho tiempo, abriendo ventanas para la libertad, muy comprometido con la propaganda de cristalería por donde pasan rayos de luz teñidos de colores! Es verdad que a veces nos encarga la vida tareas casi imposibles, a personas que aparecemos en el mundo como “enlutados de origen”, sin luz, según Neruda: “A veces pienso imitar la humildad / y pedir que perdonen mi alegría / pero no tengo tiempo: es necesario / llegar temprano y correr a otra parte / sin más motivo que la luz de hoy, / mi propia luz o la luz de la noche: / y cuando ya extendí la claridad / en ese punto o en otro cualquiera / me dicen que está oscuro en el Perú, / que no salió la luz en Patagonia”.

Comprendo a Neruda, mucho más cuando sé que le gustaba contemplar los ojos de María Celeste, su mascarón de proa preferido, que lloraba cada vez que el calor del fuego que ardía en la chimenea de su casa, en la Isla Negra, condensaba el vapor en sus ojos de cristal. Que sonreía siempre cuando llegaba el sol. Hoy, en un día largo y con un sol quieto, no quiero que los tristes y tibios de siempre perdonen mis sueños y mi utopía, porque no tengo tiempo. La luz de este solsticio en el que entraremos mañana, con el sol quieto pero generoso, me ofrece la posibilidad de llegar temprano y correr a otra parte sin más motivo que aprovechar la claridad del día, sabiendo que se rumorea que está oscuro en este país, que a veces tampoco sale la luz en Andalucía.

Le pido a Neruda que me acompañe con sus versos, porque “Hoy, este abierto mediodía vuela / con todas las abejas de la luz: / es una sola copa la distancia, / al territorio claro de mi vida”.  Es verdad: son las cosas del estío, en días largos gracias a un sol que se queda quieto para que podamos disfrutar de los territorios claros de nuestra vida, que tanta falta hacen.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Lo que piensa el mar (II)

El mar, la mar…, de Alberti

¿Oísteis? La luz se pierde.
Se hunde la barca en la noche.
Sólo la mar permanece.

Rafael Alberti, en Pleamar (1942-1944)

Sevilla, 18/VI/2023

Hace casi 46 años que publiqué un artículo en El Correo de Andalucía, en su página de opinión, Lo que piensa el mar, que leído de nuevo y con las actualizaciones de género y contexto necesarias, podría recobrar su actualidad plena, porque hoy puede ser una reflexión importante sobre el sentido de la vida cuando se inicia el verano. Así lo presento de nuevo:

Sentarse frente al mar es como asistir a un espectáculo permanente, a teatro lleno. Las personas se acercan a él en una cita anual, junto a la frontera de la tierra. Los niños y niñas lanzan sus cometas al aire, en un encuentro con el cielo sin diálogo de palabras. Si se mezclan con la tierra, son los mejores alfareros. ¿Quién no ha visto a un niño o una niña modelar su castillo de arena? Hay veces que el agua, en sucesivas oleadas, va deshaciendo una ilusión, un proyecto, ante los ojos sabios de cualquier criatura.

No importa, siempre se puede construir de nuevo. Cuando se contempla esta parte del espectáculo, pienso en nuestras ilusiones, castillos en el aire, que la vida regala de vez en cuando como el mejor obsequio a ese niño o niña que todos llevamos dentro. El auténtico desencanto surge ante las oleadas de problemas e insatisfacciones que erosionan paulatinamente fe y obras. ¡Y qué difícil es recomenzar! Al menos, esta cita con el mar te recuerda que la felicidad y la alegría hechas castillos, suponen una atención, un trabajo y una vigilancia constante.

Esta es una reflexión fugaz de una persona junto al mar. Pero, ¿qué piensa el mar del espectáculo de los veraneantes? Si todo lo anterior puede tener un molde clásico de vivencias, esta pregunta -aparentemente inocente– cuestiona la esencia y la existencia de cada ser humano, fundamentalmente porque al mar lo conocemos más por sus frutos, que por elucubraciones estériles.

Creo que aquí radica el éxito de su espectáculo: entiende el silencio de cada persona, en contraposición al ruido del mundo; entiende el diálogo porque calla y sabe escuchar; tiene siempre una habitación interior para todos, frente al mundo superficial. Piensa, por último, sobre las personas, sin herirlas. Y si alguna de sus reacciones no las entendemos, es preferible callar e intentar comprender, porque, incluso las personas, con un cerebro a punto, también desencadenamos cataclismos incomprensibles. El mar, mientras piensa, nos contempla en situación de misterio.

Lo que lo que está ocurriendo hoy en el mar Mediterráneo, que se convierte casi de continuo en sepultura de miles de migrantes, cobraría un sentido importante si fuésemos capaces de entablar este verano algún contacto con cualquier mar u océano para saber qué piensa de estas tragedias. A mí me lo aconsejó un día ya muy lejano Rafael Alberti, a través de su libro «Pleamar», dedicado a su hija Aitana, «en estos años tristes, mi más bella esperanza». Hoy, lector o lectora de este cuaderno digital, me he permitido hacerte esta sugerencia. Nada más. Gracias.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

No es Alcalde o Alcaldesa quien tiene el bastón de mando, sino quien sabe serlo

Sevilla, 17/VI/2023

En mi duelo particular por el fallecimiento reciente de Nuccio Ordine, le manifiesto mi respeto y recuerdo más profundo al recordar hoy la referencia que hace a Tommaso Campanella (1568-1639) en su última obra, Los hombres no son islas. Los clásicos nos ayudan a vivir, en el día en el que los candidatos y candidatas a las Alcaldías finalmente propuestos por diversos formatos democráticos, en los 8.130 municipios de este país, recibirán como complemento protocolario y simbólico como Autoridades, un bastón de mando. La cita de este autor clásico, Campanella, es a través de un soneto, No es rey quien posee un reino, sino quien sabe reinar (XVII), publicado en Selección de algunas poesías filosóficas de Settimontano Squilla (su seudónimo), que merece la pena leer con atención casi reverencial en estos momentos políticos tan convulsos del país:

Quien pinceles tiene y colores, y al azar
pinta, emborronando muros y papeles,
no es pintor; lo es quien domina el arte,
aunque no tenga tintas, plumas ni vaso.

Tampoco la cogulla ni la cabeza rasa hacen al fraile.
Así pues, no es rey el que tiene gran reino y parte,
sino quien es todo Jesús, Palas y Marte,
aunque sea esclavo o hijo de ganapán.

No nace el hombre con la corona en la cabeza,
como el rey de las bestias, que tiene necesidad,
para que lo reconozcan, de tal ornamento.

Por eso afirmo que al hombre le conviene república
o rey que esté adornado con toda virtud
y probado por el sol, no por plumas en sueños.

Como dice Ordine en el comentario a esta cita, “las imágenes exteriores son sólo apariencias, incapaces de reflejar lo verdaderamente esencial. No basta con tener pinceles y colores para llamarse pintor («Quien pinceles tiene y colores, y al azar | pinta, emborronando muros y papeles, | no es pintor […]»), como tampoco basta con llevar un hábito monástico y tonsura para ser fraile («Tampoco la cogulla y la cabeza rasa hacen al fraile»). Podemos llamarnos pintores, monjes o reyes sólo si sabemos mostrar nuestras cualidades pintando, siguiendo la virtud divina y reinando como se debe. Para Campanella, que insiste aquí en un tema también discutido en otras obras, no cuentan los hábitos, los privilegios de sangre o la herencia: sólo nuestra obra debería permitirnos conquistar prestigio y estima. Y no importa que seamos esclavos o hijos de peón («aunque sea esclavo o hijo de ganapán»), porque ningún prejuicio social o económico puede anular nuestras dotes personales y nuestro saber. La misma naturaleza lo confirma. A diferencia de lo que sucede entre algunos animales, el hombre no nace con la corona en la cabeza: No nace el hombre con la corona en la cabeza, / como el rey de las bestias, que tiene necesidad, / para que lo reconozcan de tal ornamento”.

Estas reflexiones, a la luz de lo expuesto por Campanella, las lleva Ordine también al plano político: “Estamos obligados a demostrar nuestra valía a plena luz. Por eso, en el plano político, nos resulta más connatural un régimen republicano o una monarquía electiva. En la «vida en república», quienes holgazanean y sueñan difícilmente podrán demostrar que poseen las virtudes necesarias para gobernar («Por eso, afirmo que al hombre le conviene república | o rey que esté adornado con toda virtud | y probado por el sol, no por plumas en sueños»). Pero Campanella también sabe muy bien que en el teatro del mundo los hombres viven «enmascarados» (soneto 14) y que en la «comedia universal» a menudo los papeles principales son representados precisamente por aquellos que no tienen ningún mérito: Hace reyes, sacerdotes, esclavos, héroes, / de vulgar opinión enmascarados, / con poco juicio, como vemos después / que los impíos muchas veces han sido canonizados, / los santos asesinados, y los peores entre nosotros / príncipes fingidos contra los verdaderos armados [soneto 15].

Por último, Ordine se esfuerza en demostrar la honestidad y principios éticos a la hora de gobernar: “Para derrotar a los «príncipes falsos» que hacen la guerra a los príncipes «verdaderos», para combatir los «grandes males» del mundo («Yo nací para eliminar tres males extremos: | la tiranía, los sofismas, la hipocresía»), nuestro filósofo sabe que el primer enemigo a derrotar es la ignorancia triunfante («Por eso yo vengo a eliminar la ignorancia», soneto 8).

Si he traído a colación estas reflexiones de Campanella y Ordine, tanto monta, monta tanto, es porque, salvando las distancias, son un claro ejemplo de lo que se debe entender hoy, en un día tan especial para la democracia, como Responsable Municipal, Alcalde o Alcaldesa, Presidente o Presidenta de Comunidad Autónoma o de unas Cortes, en la clave enunciada en las palabras anteriores, No es rey quien posee un reino, sino quien sabe reinar, ni tampoco es Alcalde o Alcaldesa quien tiene el bastón de mando, sino quien merece y sabe serlo. Pero lo más importante, tal y como finaliza Ordine su reflexión, es destacar algo que Campanella también recogió en sus poesías filosóficas, confirmado plenamente su posición ante la vida política: “nuestro filósofo sabe que el primer enemigo a derrotar es la ignorancia triunfante («Por eso yo vengo a eliminar la ignorancia», soneto 8)”. Sobre todo, porque a los ciudadanos y ciudadanas de este país les conviene república / o rey que esté adornado con toda virtud / y probado por el sol, no por plumas en sueños. Al buen entendedor con pocas palabras basta ante tanta mediocracia e ignorancia triunfante.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de https://www.coarte.net/blog-del-regalo-publicitario/novedades/como-personalizar-baston-de-mando-de-alcalde

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UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Personas mayores pidieron ayer en Madrid, verdad, justicia y reparación para las víctimas del COVID-19 en las Residencias

Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (Pladigmare)

Te marchaste sin decirnos adiós / Yo sé que tú no pudiste decirnos adiós / ¿No sabes tú que tampoco / nosotros hemos podido / decirte adiós? / Tiempos malditos y tristes / en los que hasta un triste adiós / hay sombras que lo prohíben.

Rafael Alberti, Canción 55, Baladas y canciones del Paraná (1953-1954)

Sevilla, 16/VI/2023

La vida, a veces, demuestra su cara desnuda y vergonzante de silencios cómplices ante las injusticas sociales que se producen a diario, reforzando de esta forma el Estado de Malestar y con paradojas incomprensibles cuando vemos, por ejemplo, que se “premian» con millones de votos a responsables de desaguisados inhumanos, con resultados de muerte, de un calado excepcional. En el caso que me ocupa hoy, la muerte de personas mayores por el «abandono» a su suerte, durante la pandemia en todo el país, pero especialmente en Madrid, debería remover nuestras conciencias -más allá de las cifras frías- de una vez por todas y exigir responsabilidades políticas de todo tipo. Sentí una emoción especial al ver allí un grupo de personas, familiares fundamentalmente de personas mayores fallecidas durante la primera ola de la pandemia, manifestándose tres años después ante las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla, coincidiendo con la declaración de una persona, Alberto Reyero, exconsejero de Políticas Sociales del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que al menos ha reconocido la amarga situación vivida bajo su responsabilidad política en esos días terribles de 2020 durante la pandemia. Lo sorprendente es que no es una «causa general» por lo ocurrido en todo el país, como ha señalado el juez instructor de esta causa que afecta sólo a dos residencias de Madrid, sino los trámites derivados de una querella presentada por un grupo de afectados, en la que se pide que se investigue a fondo lo ocurrido y que se depuren las responsabilidades por los protocolos de no derivación de residencias a hospitales, concretamente en esa Comunidad.

Sobrecoge el escaso número de manifestantes, que sí desplegaron dos pancartas en las que figuraban las siguientes leyendas: «Fueron abandonadas a su suerte. Verdad, justicia y reparación para las víctimas del covid-19 en las residencias», de la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (Pladigmare), y «7.291 residentes murieron abandonados sin asistencia sanitaria. ¡Marea de Residencias exige justicia!». Lo que se ha filtrado de fuentes solventes es que Alberto Reyero, exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid en aquellas fechas, ha manifestado algo que viene repitiendo desde entonces y que no parece conmover a casi nadie, el hecho verdaderamente trágico de que el 90 % de los residentes que murieron entre marzo y abril de 2020 lo hizo en el propio centro como consecuencia de la aplicación de los protocolos que daban instrucciones para no derivar a hospitales, sobradamente conocidos: “Solo el 10% falleció en los hospitales. Este dato refleja muy bien lo que ocurrió y es algo absolutamente anormal», ha subrayado el exconsejero al concluir la comparecencia, que apenas duró unos quince minutos.

Además, ayer se daba la coincidencia de que se celebraba el Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, que desde el año 2011 está declarado como tal por la Asamblea General de la ONU. Con tal motivo, la Plataforma citada ha publicado un Manifiesto, junto a dos organizaciones más, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España – UDP Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), de obligada lectura, en el que dicen algo que estremece el alma a personas dignas: “La denegación de la asistencia sanitaria que se ha producido en Comunidades como Catalunya, Castilla y León y Madrid, en las que se elaboraron protocolos que propiciaron la no derivación a hospitales, por el hecho de ser personas mayores y vivir en residencias, es una de las muestras más evidentes de maltrato a las personas mayores que, de forma generalizada, se hayan podido producir a nivel internacional. Las cifras de más de 35.000 fallecidos por Covid-19 o síntomas compatibles, consecuencia muchos de ellos de la discriminación y negación de su derecho a la salud y la asistencia son totalmente inasumibles. Son hechos que requerirían investigaciones exhaustivas por parte de las fiscalías competentes, puesto que una de sus obligaciones es la defensa de las personas mayores y personas con discapacidad. La fiscalía dice que “la mejor prevención del maltrato es la denuncia” y sin embargo no la favorece, porque su actuación en la pandemia ha sido casi de connivencia con las instituciones políticas y las residencias”. Verdaderamente demoledor.

Prosigue el Manifiesto con una declaración ejemplar: “Ninguna sociedad que se precie de civilizada y avanzada puede pasar página sobre esta catástrofe sin una investigación a fondo para clarificar lo que pasó y explique por qué de entre las diez regiones europeas con mayor exceso de mortalidad durante el año 2020, figuran cuatro españolas (Madrid la 1ª; Castilla-La Mancha, 3ª; Castilla-León, 6ª y Catalunya 8ª). Para aprender y que no se repita NUNCA MÄS […] Cuando se ingresa en una residencia, se sigue siendo ciudadano con todos los derechos correspondientes a esa condición. Se debe garantizar el respeto a los derechos fundamentales de los residentes, a la libertad de movimientos, a la salud, a la vida familiar, a la intimidad, a la propia imagen, a la libertad de expresión, el derecho de reunión y de asociación, el derecho a permanecer en la plaza residencial, igual que si estuviera en una vivienda particular”.

El día se cerraba con otra manifestación ante la sede de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, de la Comunidad de Madrid, “porque se dan todos los requisitos en las residencias para que se produzca maltrato institucional: poco personal, mal pagado, mal formado y con contratos precarios, descoordinación entre el servicio nacional de salud y los servicios médicos de las residencias, normativas pensando en los intereses de las empresas y no en las personas que precisan los cuidados. Con más del 92% de las residencias en manos privadas, si hay que optar entre cuidados y el beneficio económico, optan por el beneficio (comidas basura, falta de atención por falta de personal, errores en la medicación…”.

Me hubiera gustado estar allí y unirme a estas reivindicaciones. Con esta publicación quiero dejar un testimonio claro de que no hay que continuar participando en silencios cómplices ante la tragedia sufrida por la pandemia en todos sus frentes, incluyendo obviamente, junto a la situación muchas veces lacerante de las personas mayores en Residencias, la pobreza severa y la exclusión social, tantas veces citadas en este cuaderno digital, porque no hay que olvidar el olvido de quienes menos tienen y porque tenemos también la oportunidad próxima de voto, en las elecciones generales del 23 de julio, para que el Estado de Bienestar se consolide en el país, ante el ocaso de la democracia que estamos viviendo en estos días y su proyección en derechas extremas y ultras que amenazan la paz y la convivencia social del país, cuando no los derechos humanos más elementales.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Peter Pan sigue salvando sueños y vidas

Peter Pan

Sevilla, 15/VI/2023

En la última singladura virtual con mi imaginaria carabela saramaguiana, de cuyo nombre quiero acordarme hoy especialmente, “La Isla Desconocida”, he localizado una noticia esperanzadora sobre adolescentes ingresados en el Great Ormond Street Hospital, en Londres, al haberse producido allí un hecho relevante en los niños enfermos de un tipo de leucemia muy agresivo, cuyos resultados se publicaron ayer en una prestigiosa revista científica, Base-Edited CAR7 T Cells for Relapsed T-Cell Acute Lymphoblastic Leukemia | NEJM. Este avance espectacular lo conocí ayer también en un artículo publicado en el diario EL PAÍS, Un ‘lápiz’ genético logra la remisión de una leucemia letal en dos adolescentes desahuciados, que me emocionó especialmente al leer que parte de la financiación para esta investigación se lleva a cabo con los derechos de autor que recibe el hospital por la obra de J.M. Barrie, Peter Pan, porque los regaló en 1929 al citado centro sanitario. Como se informa en su página web oficial: “A lo largo de los años, esta generosa donación ha proporcionado una importante fuente de ingresos para ayudar a respaldar el trabajo del hospital y ayudar a brindar a los niños gravemente enfermos la mejor oportunidad. para realizar su potencial de vida”. Aunque los derechos de autor expiraron por primera vez en el Reino Unido (y el resto de Europa) en 1987, 50 años después de la muerte de Barrie, en 1996, el plazo de los derechos de autor se extendió a 70 años después de la muerte del autor en toda la Unión Europea, lo que significó que Peter Pan disfrutó de los derechos de autor revividos hasta el 31 de diciembre de 2007, después de lo cual pasó al dominio público en Europa.

Fruto de esta investigación sobre bases genéticas se han llevado a cabo de una forma sorprendente: “Es una de las historias más fascinantes de la medicina. El investigador español Francis Mojica descubrió por casualidad, en 2003, que ciertos microbios de unas salinas de Alicante emplean unas tijeras moleculares para eliminar virus invasores troceando su material genético. La química estadounidense Jennifer Doudna y la bioquímica francesa Emmanuelle Charpentier se percataron en 2012 de que esas tijeras microbianas, bautizadas CRISPR, podían servir para modificar el ADN y acabaron ganando por ello el Premio Nobel. En 2016, el químico estadounidense David Liu inventó la segunda generación de las herramientas CRISPR, los editores de bases, más parecidos a un lápiz con goma, capaz de borrar una sola letra del ADN y sustituirla por otra. Hace un año, Alyssa, una adolescente británica de 13 años con una leucemia muy agresiva, se convirtió en la primera persona beneficiada por los editores de bases. Hoy Alyssa está en su casa, con una remisión completa de su cáncer. Los científicos implicados publican este miércoles los detalles de su caso y los de otros dos jóvenes”.

He sido un niño que he admirado siempre a Peter Pan, aunque cuando era un niño, hacía las cosas de niño, aferrándome en algunas ocasiones a él, tan niño como yo, porque no quería crecer en un mundo al revés de cartón piedra diseñado a veces por el enemigo y un ejemplo vale más que mil palabras. Cuando solo tenía diez años iba al campo de La Campana con mis amigos, en Madrid, justo donde ha crecido el famoso Pirulí y el barrio nuevo en terrenos de La Elipa. La razón era maravillosa: lanzar un cohete “habitado o tripulado” utilizando una funda de aluminio de puro habano, en la que introducíamos una mosca viva en la zona redondeada final, dentro de una cápsula de plástico. En la parte de la tapa enroscable abríamos un agujero central para colocar una mecha en contacto con pólvora mezclada artesanalmente en nuestras casas con los componentes que comprábamos en la droguería de nuestro barrio “Salamanca”, sede del discreto encanto de la burguesía: carbón vegetal, azufre y clorato potásico. Montábamos un trípode de lanzamiento con piezas metálicas del Mecano de casa y encendíamos la mecha en un momento mágico para probar a qué altura éramos capaces de hacer volar aquel artefacto y, cuando caía a tierra, comprobar si la mosca seguía viva. Fueron muchos intentos fallidos, alguno con escaso éxito, otros un auténtico fracaso, pero lo que constato hoy al recordar esta breve historia es que teníamos una curiosidad insaciable, porque si la perra “Laika” (ladradora en ruso) lo había hecho viajando en el Sputnik 2, por qué nuestra mosca querida no podía alcanzar una altura considerable. En cualquier caso, queda acreditado que nos interesaba más aquello que la perra Marilín, de Herta Frankel, famosa en aquellos tiempos o la mula Francis, porque disfrutábamos en nuestro estatus de Peter Pan, soñando que casi todo era posible.

Los locos bajitos, a los que cantaba maravillosamente Joan Manel Serrat, también éramos curiosos incorregibles, como se pudo comprobar en aquel Cabo Cañaveral improvisado en el campo La Campana de mi niñez rediviva en Madrid, siempre tan cerca de Peter Pan. Esa es la razón de por qué hoy sigo pensando que otro mundo es posible, porque el que aprendimos a vivir con justificaciones creacionistas se agota por horas, siendo la ciencia como en el caso del hospital de Londres citado, la que facilita avances maravillosos para entregar vida a niños y adolescentes de todo el mundo gracias a los derechos de autor del cuento de J.M. Barrie. Hoy, comprendo mejor que nunca que nos encantara tener como amigo imaginario a Peter Pan, aquel defensor acérrimo del mundo de nunca jamás, hoy, de siempre es posible. O Jesús de Nazaret, un héroe de mi infancia, siempre presente en la educación creacionista, cuando se dormía en el cabezal del barco por lo cansado que estaba…, no por sus milagros, tal y como nos lo comentaba en directo el joven periodista Marcos, porque se empeñó en transmitirnos que era una persona corriente, singular. O Rafael Alberti, que me ha recordado siempre a lo largo de mi vida que cuando se abre el debate de pensamiento y sentimiento, hay que escuchar siempre el corazón, sencillamente porque es más fuerte que el viento. Es verdad: si la curiosidad o la investigación no tienen sentimiento…, sólo es eso, curiosidad, investigación a secas. Algo así es lo que se ha llevado a cabo en el Great Ormond Street Hospital, en Londres, aunque esta maravillosa aventura científica no haya hecho nada más que empezar a dar sus frutos.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Un compromiso ineludible de Estado: el plan de acción contra el abandono escolar temprano

Al docente le incumbe la delicada misión de hacer comprender a sus estudiantes que la enseñanza es una gran oportunidad ofrecida por la sociedad para ayudarnos a hacernos mejores, mujeres y hombres libres capaces de saber vivir […] No se puede hablar al alumnado sin amar lo que se enseña.

Nuccio Ordine, en Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal

Sevilla, 14/VI/2023

Continuando con mi recuerdo activo del compromiso activo que siempre demostró, en relación con la educación, el pensador italiano Nuccio Ordine (me emociona escribir esta palabra, pensador, en los tiempos que corren), fallecido el pasado  domingo, traigo a colación en estas páginas un acontecimiento que valoro de forma extraordinaria en el ámbito citado, que a él le hubiera gustado conocer, consistente en la presentación oficial del informe «Propuestas para un Plan de Acción para reducir el Abandono Escolar Temprano en España«, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en colaboración con el Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Dirección General de Apoyo a la Reforma Estructural de la Comisión Europea. El documento detalla 15 recomendaciones, desgranadas en 44 propuestas y repartidas en cinco ámbitos de acción, para prevenir la salida prematura del sistema educativo de los jóvenes: la identificación de los centros con necesidades de recursos adicionales; la formación del profesorado; el fomento de la inclusión y la diversidad; la promoción de la flexibilidad curricular; y el intercambio de buenas prácticas.

Según el comunicado oficial del Gobierno, “la lucha contra el abandono escolar temprano es una prioridad absoluta e irrenunciable del Ministerio”, porque a pesar de la mejora de los datos en la última década, es necesario seguir trabajando por mejorar las oportunidades de todos alumnos y alumnas. En las áreas de acción expuestas, se da prioridad a “establecer un enfoque común para identificar a los «centros vulnerables» y orientar así de la forma más eficaz la distribución de los recursos adicionales necesarios”, que se debería llevar a cabo desarrollando un «índice de vulnerabilidad escolar» que sea equiparable en toda España y que pueda utilizarse para identificar y asignar recursos adicionales a los centros educativos”, respetando indicadores comunes a toro el Estado y uno, discrecional, respetando las llamadas peculiaridades de cada Comunidad Autónoma. : “ entre la información que podría incluirse en este índice se encuentran los datos socioeconómicos, culturales y geográficos de los centros e indicadores educativos como datos de repetición de curso, absentismo o rendimiento académicos, entre otros”.

También se recomienda en el informe otra prioridad, “la creación de un sistema común de alerta temprana sobre los alumnos y alumnas en riesgo de abandonar sus estudios antes de finalizar la segunda etapa postobligatoria, con información actualizada de los estudiantes que incluya datos de rendimiento y de comportamiento y que sea accesible a todas las administraciones educativas en caso de que un alumno o alumna cambie de centro”. Igualmente, “establecer unas definiciones y mediciones comunes de conceptos clave como el «absentismo escolar» o «los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo».

La segunda área de acción trata de “la preparación de los docentes, los equipos directivos y los demás profesionales de los centros para fomentar la inclusión y el bienestar del alumnado y prevenir el abandono” proponiendo, entre otras medidas, “incluir las competencias socioemocionales entre los criterios de admisión y de selección al acceder a la formación inicial del profesorado, como se hace por ejemplo en Finlandia y Países Bajos; alentar a personas de diversos orígenes a acceder a la profesión; y promover un desarrollo profesional continuo de alta calidad en el ámbito de la gestión de la diversidad en el aula y de las necesidades individuales de aprendizaje, dando prioridad a los profesores de los centros vulnerables”.

La tercera acción trata de establecer “medidas busca promover el apoyo al alumnado y fomentar la inclusión y la equidad. En este sentido, el «índice de vulnerabilidad escolar» podría utilizarse para respaldar actuaciones adaptadas a cada centro como el apoyo adicional a los alumnos en dificultad y a sus familias, la creación de grupos de aprendizaje de diferentes tamaños, las clases de apoyo con los deberes o clases de refuerzo, o la ampliación del tiempo de aprendizaje”. Es importante señalar en este acción la recomendación que se hace en el Informe sobre “reducir la repetición de curso, que conlleva el riesgo de rendimiento académico más bajo del repetidor, desmotivación y abandono escolar temprano, y favorecer alternativas eficaces como la intervención temprana, tal y como establece la Ley de Educación (LOMLOE) de 2020. También destaca la importancia de reducir la segregación escolar, reforzar la orientación en los centros escolares y fomentar un clima escolar positivo”.

La cuarta acción propone “seguir promoviendo la flexibilidad curricular y el aprendizaje basado en competencias, la Formación Profesional atractiva y de calidad y los programas de reincorporación escolar. Entre otras propuestas, el informe recomienda la puesta en marcha de una campaña nacional de concienciación sobre la calidad de la FP y hacer los Centros de Educación para Personas Adultas más atractivos para los jóvenes”.

En el quinto y último ámbito de actuación, el Informe propone “institucionalizar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre las Comunidades Autónomas y el Ministerio para reducir el abandono escolar, a través de reuniones periódicas, y crear una plataforma digital común con las diferentes medidas puestas en marcha y su seguimiento».

En relación con el acto de presentación del Informe citado se resaltó algo muy importante, porque este documento “culmina un proyecto puesto en marcha hace dos años, centrado en el análisis e identificación de buenas prácticas a nivel internacional, nacional y regional. Ha contado con el apoyo de grupos de trabajo en los que han participado los principales actores del sistema educativo y ha contado con la participación activa de todas las Comunidades Autónomas”.

Como dato estadístico a tener en cuenta, se indicó la tasa de Abandono Escolar Temprano (porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no han completado la educación secundaria postobligatoria, principalmente Bachillerato o FP de Grado Medio) en España se situó en 2022 en el 13,9%, casi la mitad que una década antes. Sin embargo, se encuentra todavía por debajo del objetivo del 9% fijado por la Comisión Europea”. Asimismo, se explicó que “los jóvenes que abandonan los estudios prematuramente corren el riesgo de sufrir exclusión social, dado que tienen más dificultades para encontrar empleo, según apuntan varios estudios de la OCDE”, por lo que tiene una importancia extrema “reducir esta tasa”, que viene siendo un objetivo prioritario del Ministerio de Educación y Formación Profesional: “Tanto la Ley de Educación LOMLOE (2020) como la Ley de Formación Profesional (2022) se marcan entre sus prioridades esta meta, promoviendo un aprendizaje flexible, la detección precoz y la individualización del aprendizaje”. Se explicó también que el Ministerio “ha puesto en marcha el Programa para la orientación, avance y enriquecimiento educativo (PROA+) destinado a mejorar el éxito escolar en los centros sostenidos con fondos públicos con al menos el 30% de los estudiantes en dificultad. El programa, cofinanciado por la Unión Europea, cuenta con un presupuesto de 360 millones de euros para el periodo 2021-2024 y está actualmente implantado en casi 3.700 centros de todo el país”, completándose “con las Unidades de Acompañamiento y Orientación, que prestan apoyo a los alumnos y alumnas en riesgo de repetición y de abandono escolar. Financiado por los fondos europeos, cuenta con 124 millones de euros para el 2021-2024, que el Ministerio distribuye a las Comunidades Autónomas”.

Comprendo de nuevo, mejor que nunca, el compromiso activo con la educación manifestado a lo largo de su vida por Nuccio Ordine, algo que se reconoció por nuestro país al concederle, el pasado 5 de mayo, el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023, “por su defensa de las humanidades y su compromiso con la educación y los valores enraizados en el pensamiento europeo más universal. Ordine establece un diálogo con la sociedad contemporánea para transmitir, en especial a los más jóvenes, que la importancia del saber se encuentra en el proceso mismo del aprendizaje. La utilidad de la educación se ha de entender en términos de pasión por la búsqueda del conocimiento y de lo mejor de cada persona, sin circunscribirse a un interés económico. Su trabajo académico, centrado en figuras relevantes del Renacimiento, destaca la necesidad de recuperar la riqueza del humanismo para las nuevas generaciones”. Es justo recordarlo hoy, porque los niños y niñas de este país, los jóvenes igualmente, merecen un trato especial, un Plan de acción diferente, ilusionante, cuando se enfrentan al abandono escolar, porque corren el riesgo de sufrir exclusión social, dado que se ha demostrado a lo largo del tiempo que tienen más dificultades para encontrar empleo, así como la estabilidad personal y social para vivir dignamente. De ahí que sea un compromiso ineludible de Estado, llevar a cabo con urgencia social este plan de acción contra el abandono escolar temprano. Para que no se olvide a la hora de votar el próximo 23 de julio, porque todos los Gobiernos no son iguales, ni su visión política de la educación tampoco.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Vivo en el Sur, el Norte del mundo, de mi país

Al-Idrisi, Mapamundi perteneciente a la Tabula Rogeriana (i) / América invertida, dibujo de Joaquín Torres García, 1943, Museo Juan Manuel Blanes, Montevideo (d).

Sevilla, 13/VI/2023

Aprendí de la voz de Mario Benedetti, hace ya muchos años, que debía tomar conciencia de que el Sur también existe en el mundo, aunque el Norte seguía haciendo de las suyas desde que el mundo es mundo, […] con sus predicadores / sus gases que envenenan / su escuela de chicago / sus dueños de la tierra / con sus trapos de lujo / y su pobre osamenta / sus defensas gastadas / sus gastos de defensa / con su gesta invasora / el norte es el que ordena […]. Después, supe a través de Luis Cernuda, el poeta universal nacido en Sevilla, en un artículo publicado en 1931 sobre “José Moreno Villa o los andaluces en España”, que “Andalucía, ya se sabe, es el Norte de España; pero no la busquéis en parte alguna, porque no estará allí. Andalucía es un sueño que varios andaluces llevamos dentro”. Es una metáfora preciosa basada en la actitud transformadora del aquel poeta malagueño, olvidado por muchas personas instaladas en el síndrome del Sur o que sufren el complejo territorial español de nuevo cuño, por mucho que Mario Benedetti se esforzara en resaltar las virtudes de esta localización privilegiada.

Lo que no conocía es que hace no sólo años, sino siglos, un geógrafo, botánico y polígrafo de origen andalusí, concretamente malagueño y nacido en Ceuta, Al-Idrisi (1100-1165), tal y como lo cuenta Eduardo Galeano en su obra Patas arriba. La escuela del mundo al revés, hizo una interpretación invertida del Universo: En el siglo doce, el geógrafo oficial del reino de Sicilia, Al-Idrisi, trazó el mapa del mundo, el mundo que Europa conocía, con el sur arriba y el norte abajo. Eso era habitual en la cartografía de aquellos tiempos. Y así, con el sur arriba, dibujó el mapa sudamericano, ocho siglos después, el pintor uruguayo Joaquín Torres García. Nuestro norte es el sur, dijo. Para irse al norte, nuestros buques bajan, no suben. Si el mundo está, como ahora está, patas arriba, ¿no habría que darle vuelta, para que pueda pararse sobre sus pies?

Hoy, un día después de haberme desvinculado de la suscripción al diario El País, descubro en él, de nuevo, en abierto (todos los trabajadores y colaboradores no son iguales…), una columna de mi admirada escritora Irene Vallejo , Ser sur, en la que recoge esta visión tan peculiar del mundo que ya imaginó Al-Idrisi y que más tarde dibujó Joaquín Torres García: “El sur se ha convertido en categoría ideológica, más que cartográfica, el modo en que los centros de poder describen la periferia. En rigor, todas las posiciones son relativas: cada lugar es a la vez norte, sur, este y oeste, dependiendo de dónde se sitúe quien observa. Pero predomina el punto de vista septentrional, y hasta el lenguaje expresa preferencias: “Perder el norte” es sinónimo de conductas erráticas y desvaríos. Ahí nace el tópico de ese sur que disfruta ventajas no ganadas —el sol, el clima, la exuberancia— y sufre penitencias merecidas —pobreza, emigración—. Sin embargo, en un planeta esférico no hay un arriba y un abajo, ni superioridad o inferioridad. Todos los puntos son iguales. No existe ninguna razón científica para ubicar el norte por encima del sur, más allá de la mirada de los exploradores europeos. La historia explica mejor que la geografía las coordenadas de nuestros prejuicios”.

Andalucía, la del Sur, la que siempre está presente en estereotipos del Norte, también del mundo guiri, tiene a veces un serio problema con su pasado porque suele olvidar habitualmente lo que es meritorio y digno. Es el caso de José Moreno Villa, poeta, articulista, crítico, historiador de arte, documentalista, dibujante y pintor español, citado anteriormente y a quien casi nadie conoce, como ejemplo de otro andaluz extraordinario que hizo de la poesía un arte para vivir y convivir en este país, más allá de los complejos del Sur. Lo leí en cierta ocasión en un artículo muy interesante de James Valender, publicado por la revista “Residencia de Estudiantes”: “En 1957, en sus Estudios sobre poesía española contemporánea, Luis Cernuda publicó unas duras palabras sobre la suerte que, según él, le esperaba a la obra poética de Moreno Villa: «La pobreza, la ignorancia, la indiferencia de nuestro ambiente literario han hecho que este poeta sincero y tan auténtico no recibiera nunca la atención que por lo menos merece. Y en cuanto a esperar que las generaciones venideras enderecen la injusticia cometida en su caso, sería esperar demasiado; entre nosotros la literatura no tiene, cuando la tiene, sino actualidad». Ha llegado el momento para que tal triste profecía quede por fin desmentida” (1), porque es verdad que “Andalucía, ya se sabe, es el Norte de España; pero no la busquéis en parte alguna, porque no estará allí. Andalucía es un sueño que varios andaluces llevamos dentro”.

Irene Vallejo lo explica muy bien en su artículo, cuando ensalza el resurgir del sur, con el encanto que Al-Idrisi, Luis Cernuda, José Moreno Villa o Joaquín Torres García, entre otros ensalzadores del Sur, lo hicieron desde que el mundo es mundo, según cuenta la historia: “El artista uruguayo Joaquín Torres García desafió en 1943 los preceptos cartográficos y mentales con su dibujo América invertida, donde la Patagonia apunta, como una cúspide, hacia arriba. Escribió: “Ahora le damos la vuelta al mapa, y así tenemos una idea verdadera de nuestra posición. El sur es nuestro norte”. Revolucionando el atlas, José Saramago imaginó en La balsa de piedra la península Ibérica como isla flotante rumbo a Sudamérica. La rebelde Mafalda, ante el globo terráqueo, se preguntaba qué habrán hecho ciertos pobres sures para merecer ciertos nortes. No olvidemos que esos territorios vilipendiados inventaron el alfabeto, la democracia y las constituciones, la moneda, la historia, el teatro, la filosofía y la física, la ciudadanía y el derecho internacional, innumerables corrientes artísticas, el realismo mágico, una cierta sabiduría en el vivir. Para la escritora Adelaida García Morales, El sur era el lugar anhelado, la promesa de otro mundo posible. Frente a magas y agravios, necesitamos como Odiseo antídotos que desafíen los apodos de la piara. No hay esquinas en una esfera, ni existen en este planeta lugares “suralternos”: aún queda soñar y navegar rumbo al resurgir del sur”.

Cuando leía la referencia de Irene Vallejo a la película de Víctor Erice, El Sur, según el guion de Adelaida García Morales, leído por mí en varias ocasiones precisas, he recuperado también de mi memoria de secreto la admiración por aquella obra cinematográfica de gran calado emocional, porque siendo un niño andaluz en Madrid, toda mi ilusión era volver un día a esta tierra, soñando que volvería al Sur, navegando, como dice ella, rumbo al resurgir de esta Comunidad, a la que tanto quiero.

(1) http://www.residencia.csic.es/bol/num6/valender.htm

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

El periódico EL PAÍS vuelve a las andadas

Sevilla, 12/VI/2023

Desde hace tiempo vivo con bastante desasosiego mi relación con el periódico “El País”, al que siempre lo consideré un buen periódico desde su nacimiento en 1976, pero que hoy se ha acrecentado al leer un artículo de opinión, Cumplir la penitencia, firmado por Juan Luis Cebrián, en el que fue el periódico de su primera dirección, que no deja títere con cabeza en la persona de Pedro Sánchez, con una entradilla que refleja perfectamente el contenido del libelo de repudio publicado por el excelso periodista: “El paso del PSOE a la oposición podría facilitar su retorno a la centralidad, a ser indispensable en las políticas de consenso, a su abandono del clientelismo y el alejamiento de la cultura narcisista de su jefe”. Hace un año, pensándomelo mil veces, volví a suscribirme a la edición digital de este periódico, porque aprecio mucho el trabajo serio de muchos periodistas de su Redacción, pero esta situación me lleva a no reproducir ni comentar nada de lo que expone hoy Cebrián en su lamentable artículo, porque no lo merece. Además, tengo muy claro que no debo seguir participando como suscriptor en esta ceremonia de confusión de un periódico al que debo tanto en relación con la información contrastada, pero que hoy, lamentablemente, vuelvo a constatar que ya no es lo que era. La anterior baja la llevé a cabo en 2016, hecho que lo comenté con detalle en un artículo que escribí en tal sentido en este cuaderno digital, en octubre de aquel año, Todos no somos iguales, donde recogía el texto completo de la carta que me envió el director del periódico justificando su actitud y pidiéndome disculpas: «No descarto que nosotros, como medio que pretende estar lo más cerca posible del ánimo de esa sociedad [aludiendo a un párrafo anterior dedicado a la explicación de la turbulencia política en la que estamos inmersos], hayamos sido presa, en el editorial que aludo o en alguna otra oportunidad, de la misma efervescencia que denunciamos y combatimos. Si así ha sido, lo lamento profundamente”.

Recuerdo ahora unas palabras de aquel artículo porque resumen muy bien hoy mi estado de ánimo, sobre la búsqueda de lectura de un buen periódico y la justificación como justicia de por qué lo hago, reforzado tras leer la tribuna de Cebrián: “Para las personas que no han podido seguir el hilo conductor de mi posición al respecto en la semana de autos, creo que hay un post en este cuaderno digital que sintetiza bien la citada toma de posición. Me refiero concretamente al que escribí el pasado 1 de octubre [de 2016], Se cerrarán las grandes alamedas…, así como alguno posterior, en el que expresaba mi desencanto con los poderes fácticos de este país entre los que incluí de forma expresa al diario EL PAÍS: “Un ejemplo lamentable es el que viene dando desde días atrás el diario El País, que me duele especialmente, porque desde su nacimiento en 1976 soy un lector asiduo hasta estos momentos en los que estoy pensando darme de baja en la suscripción anual que mantengo. Siempre he apreciado su cordura en los editoriales que leo de forma casi obligada día a día, pero lo que he leído esta semana en sus editoriales con ataques continuos a la persona de Pedro Sánchez, sin contemplaciones, sobrepasa todos los límites que se puedan pensar en democracia periodística. Su implicación no es inocente, como casi nunca en lo que afirma, pero lo de esta semana alcanza cotas muy preocupantes para la fijación de los límites éticos del periodismo”. Hoy, EL PAÍS, vuelve a las andadas sin cortarse un pelo.

Desde entonces estoy desconcertado con la búsqueda de buenos periódicos, porque no solo es uno. Y porque haberlos, haylos, por ejemplo y entre otros elDiario.es, al que también estoy suscrito, porque creo que responde en la actualidad a lo que espero de un periódico y porque busco la verdad de lo que ocurre en el mundo próximo y lejano, con objetividad plena y con independencia de los poderes fácticos, que son muchos. Algo tengo claro a estas alturas de la película: ya no basta con leer un solo periódico, porque al igual que detesto el pensamiento único considero necesario leer varios y, probablemente, de la diversidad que nos ofrece el mundo digital, que no solo atómico, puede salir la luz de lo que verdaderamente ocurrió, contrastando (comprobando la exactitud o autenticidad de algo, según la RAE) varias fuentes, varios ríos atravesados por quienes pretenden contarnos como lo hicieron por diferentes sitios. Porque la verdad no pertenece a nadie, sino a lo que verdaderamente pasó y ya nos advirtió Heráclito de Éfeso que nadie se baña dos veces en el mismo río. Lo que allí ocurrió solo lo conoceré porque me lo cuentan profesionales con palabras e imágenes, que también están contaminadas en muchas ocasiones, aunque valgan más que mil palabras. Es lo que tiene ser humanos y es verdad que cuando crecemos en la ética de la justificación como justicia, comprendemos mejor que nunca que todo lo humano no nos es ajeno. Ni siquiera el periodismo, ni un buen periódico hecho por profesionales que, en el menor o mayor descuido, se ajustan como ajustamiento de los poderes fácticos, ocultos, manifiestos y sin escrúpulo alguno para tratar la verdad a medias, a cualquier precio y desprecio. Aunque, afortunadamente, todos los periodistas no son iguales. Ni los (buenos) periódicos…, tampoco. En definitiva, es una cuestión de ética periodística y lectora que, por cierto, nunca son inocentes.

Una cosa más, para terminar. En la llamada aclaratoria sobre lo que significa una “tribuna”, junto al título del artículo de opinión objeto de estas palabras, se dice textualmente lo siguiente: “Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS, llevarán, tras la última línea, un pie de autor –por conocido que este sea– donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado”. Verificado por mí estos extremos, es verdad que no sorprende su estilo “porque es muy propio de Cebrián”, subiendo y bajando por la escalera ética de la vida; no ofrece datos verificados, sí bastantes opiniones de parte, falta al respeto no sólo debido a Pedro Sánchez, sino también a ministras y personas cercanas a él, utilizando bastantes calificativos despectivos y, por último, no aparece nada tras la “ultima línea” a modo de pie de autor, que hubiera sido muy interesante para conocer “el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado” de quien ha escrito este libelo de repudio para el presente más reaccionario. Lamentable.

NOTA: la imagen se recuperó el 17/XI/2017 de http://a53.idata.over-blog.com/460×600/1/21/63/43/2011-Catorce/medios-de-comunicacion1.jpg

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UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Nuccio Ordine nos recomendó estar atentos a la música de Franco Battiato

Sevilla, 11/VI/2023

Todavía no me he recuperado del impacto anímico de ayer, al conocer el fallecimiento de Nuccio Ordine. Estaba leyéndolo estos días y con un recuerdo especial a la música de fondo que recomendó a sus lectores en su precioso libro, Clásicos para la vida, que como ya dije en este cuaderno digital en 2018, no deja indiferente a nadie. En aquella ocasión me detuve especialmente en un pasaje que citaba de un libro inolvidable, El mercader de Venecia, de William Shakespeare, que me sigue pareciendo útil en cualquier momento de la vida, ¡Atiende a la música!: “El hombre que no tiene música en sí mismo y no se mueve por la concordia de dulces sonidos está inclinado a traiciones, estratagemas y robos; las emociones de su espíritu son oscuras como la noche, y sus afectos, tan sombríos como el Érebo: no hay que fiarse de tal hombre. ¡Atiende a la música!”. La obra de Shakespeare es un tratado contra la usura y la defensa de los valores humanos. Venecia podría representar hoy al mercado controlado por los hombres de negro, incapaces de poner música en vida alguna.

Aquel consejo recordado por Ordine, ha vuelto a estar presente hoy de nuevo al volver a la lectura de su última obra, Las personas no son islas. La música es una oportunidad para reencontrarnos con nosotros mismos y disfrutar de los placeres del alma que nos proporciona cuando pertenecemos al Club de las Personas Dignas. Este país no se caracteriza por el amor a la música porque no se educa para conocerla y amarla. Si, además, es clásica, hay muchas posibilidades de que la ignoremos por mero desconocimiento o desprecio, con una gran responsabilidad pública al respecto por su silencio institucional cómplice. Tener música es disponer de un bagaje diferente para ser y estar en el mundo.

Repasando con atención este cuaderno digital, se puede comprobar que en numerosas ocasiones hago referencia a la música como una proyección de la inteligencia que cuida, sobre todo, el alma humana. Siguiendo a Shakespeare, soy un hombre que tengo música, que he ordenado a lo largo de la vida mi banda sonora, compuesta para una película jamás filmada aunque siempre se ha grabado en directo. Lo que tengo que reconocer es que la música que escuché por primera vez en determinados momentos de mi existencia, cuando la recupero, es posible que ya no suene igual, porque nadie se baña dos veces en el mismo río y la  música que estaba presente en aquél río que me hizo feliz o me entristeció. de todo hay en la viña del Señor, no suena siempre igual.

Lo he manifestado en varias ocasiones en este cuaderno digital: admiro el simbolismo de la música. Cada día descubro un mundo nuevo al aproximarme al teclado o al arco y mástil del violín, para conocer mejor su alma. Es una experiencia única que me regala la vida y en la que estoy inmerso por los sentimientos y emociones que me ofrece. He descubierto la riqueza sonora del clave, el instrumento tan querido por Bach y Mozart en sus años de éxito sonoro, asimilando a diario algo que ha perdurado a través de los siglos: Musica laetitiae comes, medicina dolorum, es decir, la música es compañera en la alegría y medicina para el dolor.

Nuccio Ordine terminaba el breve pasaje de Shakespeare citando obras que le conmovían el alma, porque atendiendo la música se puede buscar “la esencia de la vida en aquellas actividades que pueden ennoblecer el espíritu, que pueden ayudarnos a hacernos mejores, que privilegian la esencia sobre la apariencia, el ser sobre el tener”, refiriéndose finalmente a Franco Battiato, que figura curiosamente en un puesto especial de la banda sonora de mi vida, cuando buscaba comprender qué nos quería decir en aquella enigmática canción que llevaba un título programático “Centro de gravedad permanente” y que cantábamos en casa cuando nuestro hijo apenas sabía hablar pero sí cantar su estribillo famoso. Para que no cambie, con el aprendizaje de mi vida, atento a la música, lo que ahora pienso sobre la dignidad de la vida, de las cosas de estío, de la gente…, defendiendo el anhelado centro de gravedad permanente. Ordine me lo recordó hace unos años y hoy se lo agradezco nuevamente.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

En memoria de Nuccio Ordine, el maestro que me enseñó la utilidad de lo aparentemente inútil

Sevilla, 10/VI/2023

Hace tan sólo unas horas, ha saltado la noticia del fallecimiento del filósofo italiano Nuccio Ordine, del que tanto he aprendido y a quien he dedicado páginas de reconocimiento en este cuaderno digital, el último en Las personas no somos islas inútiles, publicado el pasado 5 de mayo al haber recibido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023, “por su defensa de las humanidades y su compromiso con la educación y los valores enraizados en el pensamiento europeo más universal. Ordine establece un diálogo con la sociedad contemporánea para transmitir, en especial a los más jóvenes, que la importancia del saber se encuentra en el proceso mismo del aprendizaje. La utilidad de la educación se ha de entender en términos de pasión por la búsqueda del conocimiento y de lo mejor de cada persona, sin circunscribirse a un interés económico. Su trabajo académico, centrado en figuras relevantes del Renacimiento, destaca la necesidad de recuperar la riqueza del humanismo para las nuevas generaciones”. Vuelvo a publicar hoy el artículo citado, como pequeño homenaje a su presencia permanente en mi vida.

Me ha conmovido esta ausencia, tan inesperada, tan triste, porque es un autor de cabecera en mi vida, sobre todo porque aprendí de él la importancia y la utilidad de lo que la sociedad etiqueta como inútil, porque no es mercancía, sólo valor sin precio alguno. Días atrás leía algunas páginas de su última publicación, Los hombres no son islas. Los clásicos nos ayudan a vivir, recordando la sinopsis oficial del libro en la que se indicaba que Ordine continuaba su defensa de los clásicos, «demostrando que la literatura es fundamental para fomentar el entendimiento y la compasión entre las personas. En una época marcada por el individualismo, las terribles desigualdades sociales y económicas, el miedo al «forastero» y el racismo, estas páginas nos invitan a entender que «vivir para los demás» es una oportunidad de dotar de sentido nuestras vidas. Como «La utilidad de lo inútil» y «Clásicos para la vida», este nuevo volumen es una defensa y un himno de todo lo que lamentablemente una parte de la sociedad acostumbra a desairar porque no reporta provecho material”.

Desde su cielo particular, Nuccio Ordine sigue vivo en nuestras vidas, en la mía. Lo agradezco en estos tiempos tan difíciles y tan faltos de liderazgos éticos y útiles para el alma humana. Es verdad que las personas no somos islas inútiles. Él no lo fue y nos animó a descubrirlo día a día.

Las personas no somos islas inútiles

Sevilla, 5/V/2023

Ayer se otorgó el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades al filósofo, escritor y gran conocedor del pensamiento y la literatura renacentista, Nuccio Ordine (Diamante, Italia, 1958), al que he dedicado bastantes páginas de respeto intelectual en este cuaderno digital. Me alegra conocer este reconocimiento por su obra de compromiso activo en relación con la educación como derecho y no como mercancía, tal y como se ha recogido en el acta del jurado sobre la concesión de este Premio: “por su defensa de las humanidades y su compromiso con la educación y los valores enraizados en el pensamiento europeo más universal. Ordine establece un diálogo con la sociedad contemporánea para transmitir, en especial a los más jóvenes, que la importancia del saber se encuentra en el proceso mismo del aprendizaje. La utilidad de la educación se ha de entender en términos de pasión por la búsqueda del conocimiento y de lo mejor de cada persona, sin circunscribirse a un interés económico. Su trabajo académico, centrado en figuras relevantes del Renacimiento, destaca la necesidad de recuperar la riqueza del humanismo para las nuevas generaciones”.

Vivimos instalados en una sociedad utilitarista, presidida por el imperio del mercado y sus mercancías. Los que tenemos la sensación de habernos equivocado de siglo lo pasamos muy mal, lejos del Renacimiento, porque estamos convencidos del placer de lo inútil. La lectura del libro de Ordine, La utilidad de lo inútil (1), me refresca siempre estos conceptos y considero que es una buena recomendación para espíritus inquietos que priman el valor del conocimiento y de la admiración por todo lo que se mueve a nuestro alrededor. Imprescindible para militantes de mi querido Club de las Personas Dignas. Son 172 páginas útiles para comprender el oxímoron (2) “utilidad de lo inútil”, pero se despeja inmediatamente cualquier duda al explicar el autor que la referencia a la utilidad se centra solo en aquellos saberes “cuyo valor esencial es del todo ajeno a cualquier finalidad utilitarista”. Es útil todo aquello que nos ayuda a ser mejores y decir esto en una sociedad de mercado puro y duro es para obtener matrícula de honor en la Universidad de las grandes avenidas digitales del mundo actual, a las que se asiste a clases llamadas “útiles” en zapatillas (pantuflas), como explicaba muy bien en su momento el profesor libertario Michel Onfray: “Si siguiera trabajando dentro del Ministerio de Educación debería respetar un programa, unos autores, unos conceptos, preparar a los alumnos para superar unos exámenes de acuerdo con unas determinadas fórmulas… todo eso está bien pero hay mucha gente que satisface esa demanda, que se adapta al molde. En el Ministerio te dejan enseñar la filosofía como quieres, pero sólo oficialmente porque hay que hablar de Platón, de Aristóteles, de todos los grandes autores, antiguos y modernos… no queda tiempo para adentrarse en otros terrenos”. Si a esto agregamos la realidad de la Universidad digital/global que es en sí mismo Internet, a la que puedes asistir con pantuflas también, desde tu casa, podemos atisbar que el gran reto del siglo actual es trabajar al servicio de la inteligencia compartida, del cerebro, gran desconocido desde el punto de vista científico.

Ordine también ha escrito un manual para enseñarnos el arte de vivir, mostrando un recurso extraordinario basado en la lectura de autores clásicos, que siempre abordaban la vida diaria con arte, porque en ellos se encuentra siempre sabiduría basada en la experiencia de vivir y en su capacidad de admiración de todas las cosas, tal y como me enseñó Aristóteles hace ya muchos años. Me refiero en concreto a su libro de imprescindible lectura, Clásicos para la vida (3), en el que el autor vuelve a defender a capa y espada la utilidad de lo que hoy se llama “lo inútil”. Dice Ordine en su libro que la formación “requiere plazos largos. Orientarla exclusivamente por las presuntas ofertas del mercado laboral es perder de antemano la partida. No necesitamos reformas genéricas, sino asegurar una buena selección de los docentes. Los jóvenes reclaman sobre todo profesores que vivan con pasión y con verdadero interés la disciplina que imparten. Se trata de una exigencia sacrosanta, cuyos efectos beneficiosos todos nosotros hemos podido experimentar en nuestra vida estudiantil [-…] No se puede hablar al alumnado sin amar lo que se enseña”. O tirar de powerpoint o prezi sin más, repitiendo todo lo que allí se expone sin orden ni concierto, sin alma didáctica alguna a pesar de la modernidad digital.

Finaliza el autor con una referencia a Einstein en el capítulo dedicado a la educación en su libro, Mis ideas y opiniones, y su canto a la curiosidad innata en los seres humanos, que permite desarrollar la creatividad y la fantasía, curiosidad de la que tantas veces he hablado en este cuaderno digital. Dice Ordine que: “La buena escuela no la hacen ni las pizarras interactivas multimedia, ni las tablets, ni los managers, ni los demagógicos acuerdos a corto plazo con empresas y centros profesionales: la hacen solo los “buenos docentes”, aquellos que, renunciando a las “medidas coercitivas”, logran que “la única fuente de respeto del alumno al profesor sean las cualidades humanas e intelectuales de éste” (pág. 71s del libro de Einstein). Al docente le incumbe la delicada misión de hacer comprender a sus estudiantes que la enseñanza es una gran oportunidad ofrecida por la sociedad para ayudarnos a hacernos mejores, mujeres y hombres libres capaces de saber vivir”.

Por último, Ordine publicó el año pasado la que considero su última obra didáctica, Los hombres no son islas. Los clásicos nos ayudan a vivir (4), cuya sinopsis oficial nos abre un panorama muy alentador sobre lo que significa el poder liberador de la lectura de los clásicos: “Partiendo de la célebre meditación de John Donne, Nuccio Ordine amplía su «biblioteca ideal» invitándonos a leer—y a releer—más páginas escogidas de la literatura universal. Convencido de que una cita brillante puede despertar la curiosidad del lector y animarlo a leer la obra de la que procede, Ordine continúa su defensa de los clásicos, demostrando que la literatura es fundamental para fomentar el entendimiento y la compasión entre las personas. En una época marcada por el individualismo, las terribles desigualdades sociales y económicas, el miedo al «forastero» y el racismo, estas páginas nos invitan a entender que «vivir para los demás» es una oportunidad de dotar de sentido nuestras vidas. Como La utilidad de lo inútil y Clásicos para la vida, este nuevo volumen es una defensa y un himno de todo lo que lamentablemente una parte de la sociedad acostumbra a desairar porque no reporta provecho material”.

Creo que soy capaz de comprender a Ordine en sus planteamientos, lo que me lleva a tenerlo muy presente en mi clínica del alma, mi biblioteca y en mi escritura diaria. Hoy, más orgulloso que nunca porque me alegra que le hayan concedido un nuevo reconocimiento por su obra, en un mundo diseñado por el enemigo, sobre todo, el capital, en este país tan dual y cainita.

¡Enhorabuena, auguri, Nuccio Ordine, desde Sevilla!   

(1) Ordine, Nuccio,  La utilidad de lo inútil. Barcelona: Acantilado, traducción de J. Bayod Brau, 2017, 17ª ed.

(2) Oxímoron (RAE. Diccionario usual): combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador.

(3) Ordine, Nuccio, Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal. Barcelona: Acantilado, traducción de J. Bayod Brau, 2017.

(4) Ordine, Nuccio, Los hombres no son islas, Barcelona: Acantilado, traducción de J. Bayod Brau, 2022.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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