El orgullo de ser singulares, diferentes

Sevilla, 30/VI/2023

En la octava de esta celebración, que comenzó oficialmente el miércoles pasado, el Día Internacional del Orgullo Gay, muy atento como estoy a los ataques frontales de estos días a este tipo de manifestaciones del colectivo LGTBI por parte de la ultraderecha ultramontana de este país, como aviso para navegantes, deseo recuperar hoy lo que concibo personalmente como el imprescindible salto a la palestra del elogio a la singularidad, porque me pregunto muchas veces quienes somos los humanos para juzgar a los demás sin respeto alguno a los que «se separan», dicen algunos, de los patrones sexuales y sociales al uso, por ejemplo.

Estamos habituados a circunscribirnos a los patrones de normalidad, que los definen no se sabe bien quién o quienes, que nos llevan a cumplir con una lista convencional para el mercado de estar en el mundo, más que ser en él: una condición sexual tipo, tener trabajo, casa, pareja, vida social, aficiones, vida familiar y ser feliz. Se trata de ir tachando todos los ítems que engloban el estándar de la normalidad y que cuando se cumplen permite la integración de una persona en la sociedad. Si falla alguno, la sociedad te expulsa con una facilidad clamorosa. Peor aún, no te admite.

Creo que más que normalidad, habría que hablar de singularidad. Cuando pretendemos ajustarnos a patrones, la experiencia suele ser nefasta, porque dejamos a un lado la inteligencia, como primer distintivo humano que nos hace ser personas y de identidad intransferible y porque no existen dos iguales, por mucho que se empeñe la sociedad de mercado en pasarnos a todos por la máquina de conversión en personas-patrón-para-triunfar-en-el-mundo, empaquetándonos como producto expuesto para que lo compre el mejor postor en todos los ámbitos posibles. Pura mercancía.

Además, con una uniformidad insoportable, porque el patrón de la normalidad pasa por ser una persona con una sexualidad tipo, «normal», tener trabajo, casa, pareja, vida social, aficiones, vida de familia y felicidad, según el estándar de la sociedad en la que nace, se crece y se multiplica cada ser humano si puede. Tener, pero no ser. Ahí está la diferencia, en la singularidad que sólo se comprende con la razón del corazón y aquella que nos permite ser felices, la razón de la razón, porque el principal objetivo de la inteligencia es su misión posible de resolver problemas. En la celebración del Día Internacional del Orgullo Gay, debemos defender a ultranza la singularidad del mundo LGTBI y manifestaciones sexuales asociadas que trascienden a unas siglas, pero que son necesarias hoy para dar visibilidad a esta realidad singular, tal como ya definía el lema singularidad el Diccionario de Autoridades en 1739, con la riqueza de nuestra forma de hablar hasta hoy: servir con el talento, no imitar otros, sino beneficiar el que ya dio el Cielo, o lo que recibimos de nuestros padres en la preciosa evolución de nuestra propia vida.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de https://www.20minutos.es/noticia/5140795/0/cuando-se-celebra-dia-orgullo-gay-2023/

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Edward Hopper pintó la soledad humana

Edward Hopper, Oficina en una ciudad pequeña, 1953 (Museo Metropolitano de Arte, Nueva York)

Sevilla, 29/VI/2023

A lo largo de mi vida he comprobado, no sin cierta desazón, que posicionarse o tomar partido por una ideología genera a veces un efecto halo de soledad existencial. Una soledad no querida, pero que inunda nuestras vidas día a día, viendo de forma alarmante que la sociedad camina por derroteros de indiferencia, mediocridad y desafección ética, como estamos viendo en este país, al revés, en estos últimos tiempos políticos tan convulsos. En este contexto, he recordado hoy al pintor americano Edward Hopper, a través de la publicación de una conferencia inédita de Carmen Martín Gaite en Madrid sobre su obra, en 2006, porque nadie mejor que él ha pintado las metáforas existenciales, un adelantado en su tiempo para expresar este recurso excelente de comunicación, fundamentalmente de situaciones humanas de soledad no deseada y espera, en las que las ventanas, no sé si discretas, así como habitaciones de hoteles y despachos vacíos, en los que los protagonistas de cada cuadro están solos también, son las grandes metáforas visuales en gran parte de su excelente obra pictórica. Durante mi vida profesional, utilicé en alguna ocasión, en las presentaciones oficiales sobre estrategia digital, un cuadro suyo, Oficina en una ciudad pequeña, muy representativo de la estrechez de miras y soledades que a veces tenemos en la vida pública, perfectamente aplicable a la privada de todos los días. En los tiempos difíciles de la política en nuestro país, este cuadro es sugerente para interpretar cómo vivimos la soledad ante la realidad de lo que está ocurriendo.

Hopper aborda la realidad de la espera en muchos cuadros con ventanas que suponen un respiro en la soledad de cada protagonista y en situaciones personales, familiares, de pareja, a modo de juego existencial en las que cada uno tiene que buscar la mejor salida al conflicto de cada persona en particular. Estos óleos de soledades representan muy bien nuestra situación actual. Estamos muchas veces solos ante el peligro, en silencio y permitiéndonos algo muy importante: reflexionar, reflexionar, reflexionar, y pasar a la acción, porque las ventanas de la vida ofrecen siempre oportunidades, lo que nos in vita a «parar» un momento. Estamos viviendo momentos difíciles en cada espacio particular de soledad, muchas veces acompañada, aunque siempre nos quedan ventanas amplias o pequeñas, desnudas, como invitando a saltar a través de ellas observando los cuadros de Hopper, porque no tienen limitación alguna, solo el vértigo existencial legítimo para trascenderlas y volver a la vida para recorrer las grandes alamedas de la libertad.

La escritora Carmen Martín Gaite, en la conferencia citada anteriormente, que pronunció sobre la obra de Hopper el 14 de diciembre de 1996 en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, dentro del programa El cuadro del mes, en el que la Fundación Thyssen convertía en protagonista, cada mes, a uno de sus cuadros, contó semblanzas suyas durante una de sus estancias en Nueva York, como profesora visitante de la Universidad de Columbia, recogidas en un cuaderno en el que, según sus propias palabras, “se apuntan ya dos de las primeras impresiones que me han acompañado siempre en posteriores visitas a los Estados Unidos, una de ellas puramente visual relacionada con las ventanas y otra con el sentimiento de soledad que se te cuela en el alma como una lluvia fina, y que el pintor a que voy a referirme transmite desde todos sus cuadros”. Era así porque “New York —apunté allí— es una ciudad que no se puede captar ni transferir solo con la pluma, se necesitan imágenes. Ha empezado a llover, es de noche, tengo la radio puesta, la lluvia se ha convertido en tormenta. Casi todas las luces de las casas están apagadas, pero aún queda alguna encendida. Desde la soledad de mi cuarto las dudosas figuras de los demás, a la luz de las lámparas, son siluetas fugaces de la gente desconocida que se mueve detrás de sus ventanas: parecen interiores de Edward Hopper. Yo misma ahora soy como la mujer de un cuadro de Hopper, mientras pienso en él y siento un poco de melancolía y desarraigo, comiéndome una manzana en soledad”.

Edward Hopper, Habitación de hotel (1931), Museo Thyssen-Bornemisza

Esta conferencia, inédita hasta hace muy poco tiempo, aparece ahora en una recopilación de conferencias de la escritora, De viva voz, llevada a cabo por José Teruel, publicada ayer en la editorial Siruela, donde centra su intervención en un cuadro concreto, Habitación de hotel, pintado en 1931, que contempló en 1980 durante su visita a una exposición retrospectiva sobre la obra de Hopper, celebrada para conmemorar el cincuenta aniversario del Whitney Museum de Nueva York: “En cuanto al cuadro de 1931, quiero decir de antemano que fue el que más me impresionó de toda aquella exposición, hasta el punto de que a la mujer recién llegada a la habitación de un hotel desconocido, le llegué a inventar una historia, a la cual iban dando sustento diferentes figuras femeninas distribuidas por las calles en cuyo rostro y actitudes creía adivinar el desconcierto, el extravío y la necesidad de esconderse o de huir a alguna parte, tal vez a un lugar cuya inexistencia se conoce de antemano. Así nació, poco más tarde, mi poema Todo es un cuento roto en Nueva York, donde una mujer inconcreta, buscada acaso por la policía y que va convirtiéndose sucesivamente en otra a lo largo del poema, acaba refugiándose en un cuadro del Museo Whitney, se sienta en la cama de una pensión anónima y ya no espera nada: “[…] Con los brazos caídos y la mirada estática, clavada eternamente de cara a una ventana que de tan bien pintada parece de verdad”.

Edward Hopper despejó estas dudas existenciales cuando afirmó que “si determinadas situaciones vitales pudiesen contarse con palabras no sería necesario pintar”, a pesar de que Blas de Otero hizo un canto precioso a esas palabras que, en la soledad no deseada en la que a veces estamos inmersos, aún nos quedan: Si abrí los ojos para ver el rostro / puro y terrible de mi patria, /si abrí los labios hasta desgarrármelos, / me queda la palabra. Reconozco que, junto a ella, también me queda Hopper.


CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN
: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Me preocupan los indiferentes

Antonio Gramsci (1891-1937)

Sevilla, 28/VI/2023

Me lo recordó recientemente Nuccio Ordine en “Los hombres no son islas”, al escoger una lectura de Antonio Gramsci, Odio a los indiferentes, tal y como lo expresó de forma rotunda el 11 de febrero de 1917: “Odio a los indiferentes. Creo, como decía Friedrich Hebbel, que “vivir quiere decir tomar partido”. Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano y partisano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son cobardía, no vida. Por eso odio a los indiferentes”.

Seguía Gramsci desarrollando su tesis: “La indiferencia es el peso muerto de la historia. La indiferencia opera potentemente en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad; aquello con que no se puede contar. Tuerce programas, y arruina los planes mejor concebidos. Es la materia bruta desbaratadora de la inteligencia. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, acontece porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, permite la promulgación de leyes, que sólo la revuelta podrá derogar; consiente el acceso al poder de hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar. La masa ignora por despreocupación; y entonces parece cosa de la fatalidad que todo y a todos atropella: al que consiente, lo mismo que al que disiente, al que sabía, lo mismo que al que no sabía, al activo, lo mismo que al indiferente. Algunos lloriquean piadosamente, otros blasfeman obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: ¿si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, habría pasado lo que ha pasado?

En tiempos de mediocracia absoluta, donde la indiferencia se mezcla de forma explosiva con la mediocridad galopante de determinada clase política ultraderechista o de derecha extrema, junto a la ciudadanía que pregona a los cuatro vientos que “no es política”, por tanto, que “no los llamen para nada”, ni siquiera para votar, conviene conocer bien la posición de Gramsci al respecto: “Odio a los indiferentes también por esto: porque me fastidia su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos: cómo han acometido la tarea que la vida les ha puesto y les pone diariamente, qué han hecho, y especialmente, qué no han hecho. Y me siento en el derecho de ser inexorable y en la obligación de no derrochar mi piedad, de no compartir con ellos mis lágrimas”.

Obviamente, en estos tiempos difíciles hay que tomar partido: “Soy partidista, estoy vivo, siento ya en la conciencia de los de mi parte el pulso de la actividad de la ciudad futura que los de mi parte están construyendo. Y en ella, la cadena social no gravita sobre unos pocos; nada de cuanto en ella sucede es por acaso, ni producto de la fatalidad, sino obra inteligente de los ciudadanos. Nadie en ella está mirando desde la ventana el sacrificio y la sangría de los pocos. Vivo, soy partidista. Por eso odio a quien no toma partido, odio a los indiferentes”.

Está muy claro. Ante las próximas elecciones generales, hay que tomar partido y no hacerlo de forma vergonzante. Este país lo necesita. El que quiera entender, que entienda, porque nada de cuanto pueda suceder en la España futura, sucederá “por acaso, ni será producto de la fatalidad”, sino por la “obra inteligente de los ciudadanos” de este país, tomando partido y votando en beneficio de todos, no olvidando jamás a los nadies de Galeano. Y ya sabemos que todos los partidos no son iguales, ni sus representantes tampoco. Ahí está el secreto de la elección, no inocente por cierto.

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UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Ahora, necesitamos juntarnos con la gente que nos gusta

Juan Genovés, El abrazo (1976)

Sevilla, 27/VI/2023

1. A veces, falta mar para recoger a todos los que se tiran ahora del barco político…
2. A veces, después, faltará barco para recoger a todos los que se tiraron a ese mar…

Aforismos

En estos tiempos de tanta desazón política y a pesar de que sabemos, como ciudadanos responsables, que la política y sólo ella es la que va a ofrecer las formas de ser y estar en la mejor democracia posible en este país, a partir del 23 de julio próximo, un día clave para la democracia bien entendida, recurro a leer pausadamente unas palabras preciosas que pertenecen al acervo popular, aunque se han atribuido falsamente a Mario Benedetti, como en tantas otras ocasiones. Llevan por título, La gente que me gusta, porque es verdad que las personas creyentes en democracia necesitamos rearmarnos anímicamente y juntarnos con la gente que dignifica la vida a diario, salvando siempre el interés general, que también afecta al propio. No voy a comentar o reinterpretar nada, sólo a leer estas palabras, compartirlas e intentar caminar con esa gente que tan maravillosamente se describe como que sabe lo que hay que hacer y lo hace. Aún mejor, gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera […] gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.

La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.

La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Sabiendo de esta forma popular cómo es posible identificar con urgencia la gente que nos gusta, sé también la que le gustaba a Benedetti, a través de su recomendación de que no actuemos solos, que vayamos juntos con la gente digna, como nos lo explicó en su precioso poema, No te salves (este sí es auténtico), del que elijo sólo los versos finales, por el contexto de desazón política que estamos viviendo en estos días: «[…] pero si / pese a todo / no puedes evitarlo / y congelas el júbilo / y quieres con / desgana / y te salvas ahora / y te llenas de calma / y reservas del mundo / sólo un rincón tranquilo / y dejas caer los párpados / pesados como juicios / y te secas sin labios / y te duermes sin sueño / y te piensas sin sangre / y te juzgas sin tiempo / y te quedas inmóvil / al borde del camino / y te salvas / entonces / no te quedes conmigo». O lo que es lo mismo, ahora, falta mar para recoger a todos los que se tiran del barco político; en el día después, estoy seguro de que faltará barco para recoger a todos los que antes del 23 de julio se tiraron a ese mar. Esos, no se deben quedar con nosotros, porque con el debido respeto que merecen como personas, es gente que no nos gusta.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Pasolini nos avisó sobre el neofascismo que nos rodea

Sevilla, 27/VI/2023

Creo, ahora más que nunca, que este país está viviendo el momento más crítico de su etapa democrática actual, situándola desde la denominada Transición hasta nuestros días. Lo que estamos viendo y escuchando desde las ultimas elecciones locales del pasado 28 de mayo, la entrada de la ultraderecha y la derecha extrema, como caballo en cacharrería, en Comunidades, Parlamentos, Diputaciones, Ayuntamientos y Concejalías varias, es un auténtico aviso para navegantes demócratas. Y van a por el Gobierno de la Nación, su Patria por bandera, para echar al Gobierno actual, ilegítimo por más señas, según ellos, para así recuperar el Estado solamente para la Gente de Bien, porque ya está bien de tanta ignominia de la Gente de Mal.

Como no deseo participar de silencios cómplices, hago lo que puedo con este cuaderno digital, porque me queda la palabra, la que alzó Blas de Otero y no he olvidado a lo largo de mi vida. Precisamente, a través de esa palabra vuelvo a publicar el artículo que dediqué el año pasado a la conceptualización del neofascismo, Pasolini y su aviso sobre el neofascismo que nos rodea, atendiendo a su aviso para demócratas con conciencia de clase, en el contexto en el que lo describió, de rabiosa actualidad por cierto.

Estoy muy preocupado y no voy a parar hasta el día de las elecciones del 23 de julio, escribiendo sobre este contexto político, en su sentido más puro, por el ocaso de la democracia en nuestro país. Nos jugamos mucho y mi palabra y mi voto llevarán dentro la defensa de la democracia auténtica, en beneficio del interés general.

Pasolini y su aviso sobre el neofascismo que nos rodea

Sevilla, 28/VIII/2022

Creo, ahora más que nunca, que hay que armarse ideológicamente ante el fascismo que nos rodea en el ocaso de la democracia, cuestión a la que he dedicado muchas páginas en este cuaderno digital. Con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del poeta, escritor y cineasta Pier Paolo Pasolini, al que profeso admiración desde hace ya muchos años, se están publicando nuevas ediciones de su obra y ensayos de gran valor para no olvidar su contribución en la lucha por un mundo mejor, a través de una ideología de izquierda que nunca ocultó. Pasolini sigue muy presente en mi pensamiento crítico y acudo frecuentemente a él. Además, una obra de Miguel Dalmau Soler, Pasolini. El último profeta, ganadora del XXXIV Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias 2022, en un año en el que se ha cumplido ya el centenario del nacimiento del director italiano, como decía anteriormente, se ha convertido en una edición especialmente interesante para conocerlo en profundidad, algo que es de agradecer en estos tiempos tan especiales y revueltos por el ocaso de la democracia.

Entre las obras publicadas en torno a este centenario, he elegido hoy una que resume muy bien su concepción del antifascismo, El fascismo de los antifascistas, porque trata de forma sorprendente y de plena actualidad, cómo se amplia cada vez más el círculo del fascismo, haciendo una llamada de atención sobre algo que está ocurriendo en la actualidad en nuestro país, porque también podemos encontrar fascismo en diferentes círculos de la sociedad, incluso en las capas liberales, algunas de falsa izquierda, ultraderecha y capitalistas “apolíticos” que tanto atosigan al mundo. Hay que tener en cuenta que en esta obra se recogen artículos y entrevistas que van de 1962 a 1975, año en el que Pasolini murió asesinado en la playa de Ostia, muy cerca de Roma. De ahí su sorprendente actualidad. La sinopsis oficial del libro deja claro estos planeamientos anteriores: “La reflexión sobre el fascismo y su evolución histórica recorre toda la obra de Pasolini: este volumen recoge algunos de sus textos más significativos escritos sobre el tema entre septiembre de 1962 y febrero de 1975. En ellos Pasolini advierte contra una nueva forma de fascismo, más sutil e insidiosa, entendida “como normalidad, como codificación del trasfondo brutalmente egoísta de una sociedad”. Es el sistema de consumo, que desde los años sesenta se encarga de la homologación cultural de todos los países: un poder sin rostro, sin camisa negra y sin fez, pero capaz de moldear vidas y conciencias. Más de cuarenta años después, estas intervenciones mantienen intacta su fuerza crítica, lo que nos permite captar algunos de los rasgos más profundos del mundo actual”.

Recomiendo, sobre todo, la lectura del artículo que da nombre a esta recopilación, El fascismo de los antifascistas, porque las personas que siguen de cerca a Pasolini lo recordarán publicado en Escritos corsarios, como rúbrica del artículo que apareció el 16 de julio de 1974 en Il Corriere della Sera bajo el título de “Abramos un debate sobre el caso Pannella”, un líder del Partido Radical que mantuvo una huelga de hambre, entre otras muchas, para defender determinadas exigencias políticas y ante la que la reacción del espectro político fue de un conformismo y frialdad marmórea que todavía hoy sobrecoge al leerlo. Fascismo puro, incluso de la presunta izquierda y de la trasnochada democracia cristiana, amparada por el Vaticano, obviamente, por hablar de extremos, de acuerdo con su planteamiento: “[…] hace tiempo que los católicos se olvidaron de que son cristianos”, dice exactamente Pasolini. Hay que señalar que Marco Pannella fue un activista político de renombre en los años setenta y cuando se publicó el artículo era presidente del Partido Radical, iniciando una de sus huelgas de hambre por convicción ideológica, que pedía en concreto cuatro cosas que vistas hoy eran de una “normalidad democrática” digna de encomio, aunque todo el mundo le diera la espalda aquél año. La primera, que la televisión pública italiana diera un cuarto hora a la Liga Italiana del Divorcio (LID) para exponer su proyecto y otro tiempo idéntico a un líder, un teólogo benedictino, para que los católicos votasen libremente a favor del divorcio: en segundo lugar, que el presidente de la República recibiera a representantes de su partido y de la Liga citada anteriormente; la tercera, que el parlamento italiano tomase en consideración la proposición de ley socialista sobre el derecho al aborto y, por último, que los propietarios el periódico Il Messaggero, aseguraran una información laica y el derecho a la información de las minorías laicas. Ante estas “peticiones” la respuesta global fue el silencio cómplice tanto de la derecha como de la izquierda. De ahí la lección de Pasolini pidiendo intervenir, sobre todo a la izquierda, porque el fascismo también existe en el antifascismo, constituyendo un neofascismo que da miedo. Estamos avisados en nuestro país, por ejemplo.

La Nota al texto del libro no deja dudas sobre la concepción de fascismo y neofascismo por parte del autor de las entrevistas y artículos: “Pasolini utiliza el término “fascismo” para referirse al fascismo tradicional y “arqueológico” del ventenio mussoliniano, así como al fascismo “nominal y artificial” de ciertos sectores juveniles de los años setenta, hasta la identificación del nuevo fascismo con la “prepotencia del poder” propia de la civilización de consumo, capaz de modificar el país de manera aún más profunda que el régimen del Duce. A esto hay que sumarle un fascismo “como normalidad, como codificación […] del fondo brutalmente egoísta de una sociedad” que se presenta como antifascismo pero que, en el fondo, se muestra cómplice con la “manipulación artificial de las ideas con las que el neocapitalismo está modelando su nuevo poder”. A más de cuarenta años de distancia, estas reflexiones mantienen intacta toda su fuerza crítica y su capacidad descriptiva, y permiten vislumbrar, aunque sea todavía in nuce, muchas de las características más profundas de la Italia actual”.

El libro se lee con avidez en la búsqueda de respuestas actuales a lo que está pasando y estamos viendo ante nuestros ojos. Es una pequeña joya que cumple su misión en estos tiempos revueltos, porque nos avisa sobre la realidad flagrante del neofascismo de nuevo cuño, pero muy cerca de nosotros en determinado espectro político del país. Lo dicho: estamos avisados, estoy avisado, escribiendo hoy estas palabras y recordando muchas suyas, porque es lo que nos queda, tal y como lo aprendí también de Blas de Otero: Si he perdido la vida, el tiempo, todo / lo que tiré, como un anillo, al agua, / si he perdido la voz en la maleza, / me queda la palabra.

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UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Un ejemplo del mundo al revés: un pesquero, sin nombre, en el Jónico y un submarino, Titán, en el Atlántico Norte

Pesquero hundido en el Jónico / Submarino Titán

Sevilla, 25/VI/2023

No soy capaz de calibrar lo que sentirían las afortunadas personas, 104 hombres en total, que fueron salvadas del naufragio de un pesquero clandestino que surcaba el Jónico en la madrugada del pasado 14 de junio, cerca de la costa griega, concretamente a 48 millas de Pilos, porque según los cálculos más pesimistas, podrían ser varios centenares los migrantes, hasta más de quinientos, que lo ocupaban en busca de un mundo mejor. Finalmente, la mayoría murió ahogada en ese mar, en su mayoría jóvenes, mujeres y niños, en las bodegas de un destartalado barco sujeto a las mafias sin piedad que trafican con personas y que juegan con la vida y los sueños de los que, desesperados, se enrolan en estas embarcaciones y en viajes de la muerte. Allí se quedaron, sin rescate posible, en el fondo marino.

Casi al mismo tiempo, concretamente el 18 de junio, una embarcación sumergible de nombre Titán, en el marco de las actividades de aventuras turísticas, comerciales y de investigación científica de pecios, de una empresa americana,  OceanGate, se adentraba en el mar a unos seiscientos kilómetros frente a las costas de Terranova (Canadá), en el Atlántico Norte, para acercarse a los restos del Titanic, llevando a bordo a cinco tripulantes/ocupantes, multimillonarios (3) y exploradores (2), para un supuesto viaje de placer e investigación, que en el ámbito del divertimento social ahora se le denomina también de “turismo extremo”. A los cinco días se le dio por desaparecido por una “implosión catastrófica” debida a la presión del agua a 4.000 metros de profundidad, falleciendo los cinco ocupantes. Durante los días angustiosos por la pérdida de contacto con el Titán, el despliegue mundial para su localización fue extraordinario, algo que llama poderosamente la atención frente al escaso interés que suscitó la tragedia del 14 de junio en el barco hundido en el Jónico y en el que murieron cientos de personas migrantes, con casi nula repercusión mediática mundial.

Es un ejemplo más del mundo al revés. Vaya por delante que el fallecimiento de los tripulantes del Titán merece todo mi respeto y consideración humana, pero lo que deseo resaltar es que este mundo recibe y digiere las noticias de muy distinta forma, ayudado por el despliegue informativo, no inocente, que se utiliza al narrar este tipo de acontecimientos. Y no sólo eso, sino que no es comparable, ni por asomo, el despliegue gubernamental y técnico que se ha hecho en cada caso, ni las consecuencias de cada naufragio. Esa es la triste cuestión.

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UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

De nombre Juan o Juana (III)

Artemisia Gentileschi (Roma, 1593 – Nápoles, 1654), El nacimiento de San Juan Bautista (c.a. 1635) / Museo del Prado

Sevilla, 24/VI/2023

Muchas personas llevan en nuestro país el nombre de Juan o Juana, en sus diferentes versiones, vinculadas en la celebración de su “santo “ al Bautista (24 de junio) o al Apóstol (27 de diciembre) -quien lo celebre a estas alturas de la supuesta laicidad del Estado-, como símbolo de una tradición multisecular que se perdió hace ya muchos años, cuando se decidía en el seno de cada familia el nombre de los hijos e hijas porque era un programa o proyecto de vida, es decir, el nombre encerraba en sus letras y grafía una historia personal y colectiva, familiar, que siempre se debía contar. Llevaban con mucho orgullo su nombre, su Vida. Era un momento apasionante que daba pleno sentido a la vida propia y a la de los demás.

Me imagino a los abuelos y abuelas sentados hace miles de años en las orillas de los ríos Tigris y Éufrates, en la actual Irak, preparando el gran acontecimiento del nacimiento de los nuevos descendientes de sus familias, porque los nombres que debían llevar no eran inocentes sino un programa de vida para formar parte de la genealogía familiar. Me parece una aventura extraordinaria que se debería rescatar como lección de la historia para cada uno, para todos. Hace bastantes años, concretamente el 22 de octubre de 1984, publiqué un artículo, Poner el nombre, en un periódico muy querido, “La Noticia de Huelva”, que sigue teniendo un valor especial para mí en su contenido y contexto plenos, porque refleja lo que sigo pensando después de casi treinta y nueve años, en un día inolvidable: el nacimiento de nuestro hijo, al que pusimos un nombre especial, Marcos.

Hoy, el día del nombre Juan o Juana (recordando el nacimiento del Bautista), bastante más extendido de lo que parece y alejado en una corriente laica del “santo” Juan (Bautista o Apóstol), muy cerca del simbolismo del fuego, convive con otros miles de nombres a pesar de su significado histórico extraordinario por lo que supuso para quienes lo adoptaron en familia como identidad para toda la vida. El nombre Juan era el testimonio vivo de un niño o de una niña que “tenían el corazón cerca de los que menos tienen”, porque Dios era “miseri-cordioso” (así, con guion) con esa familia (así se escribía en hebreo, Yohanan) y siempre “estaría cerca de ellos” porque era su protector. Además, para los que conocieron a Juan el Evangelista, sabían que el ciudadano Jesús de Nazareth, lo identificó siempre muy bien y le puso un sobrenombre, Hijo del Trueno, por su ímpetu juvenil. Para los que difundieron la crónica del otro Juan, el Bautista, saben que el nombre significó mucho en su vida, porque fue grande ante el Señor, que lo protegió siempre (de ahí su nombre), no bebió vino ni licor, estaba lleno de un espíritu nuevo, con una misión de vida especial: hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos.

Impecables proyectos de vida, según la historia, de unos niños y niñas de nombre Juan o Juana, que todavía hoy siguen siendo necesarios e imprescindibles. La historia sigue siendo una gran maestra de vida. Para que no se olvide, ni siquiera un momento.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

La Biblioteca “Fantasía”, de un colegio público de Sevilla, en un barrio con pobreza severa y exclusión social, recibe el Premio Nacional de Fomento de la Lectura 2023

Sevilla, 23/VI/2023

La noticia es una bocanada de aire fresco para esta ciudad y para uno de sus barrios, las Tres Mil Viviendas, en el que la pobreza severa y la exclusión social son señas de su identidad desde hace ya muchos años, demasiados en esta perpetuidad como nadies, hijos de nadies, al haber conseguido el Colegio Público (C.E.I.P.) Andalucía de Sevilla, situado en aquella barriada, el Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2023, en el que el jurado ha valorado “el espíritu de lucha de una comunidad educativa que apuesta decididamente por el fomento de la lectura como antídoto contra las desigualdades en un entorno difícil como es el barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas. Por convertir la biblioteca en el centro de atención y educación, así como en la pieza fundamental de un trabajo en las aulas y fuera de ellas, abriendo su puerta a toda una comunidad en riesgo de exclusión social, para que tengan la oportunidad de tener otra vida a través de los libros». Además el jurado ha valorado la candidatura de este colegio público »como reconocimiento a toda la comunidad educativa, por su enorme esfuerzo para impulsar la actividad lectora y creer en el poder transformador de la lectura».

No es la primera vez que resulta premiado su proyecto en torno a su Biblioteca “Fantasía”, porque en 2011 ya fue reconocida especialmente por el Ministerio de Educación: “Uno de los pilares de nuestra Comunidad es la biblioteca de Centro, la biblioteca «Fantasía». Gestionada a través de la Comisión de biblioteca, es el núcleo de numerosas actividades en torno al libro, teniendo el honor de haber sido premiada en el año 2011 por el Ministerio de Educación. Nuestra biblioteca es un espacio de compensación de las desigualdades, por ello entre sus objetivos además de la promoción y el fomento de la lectura, está: el apoyo al currículum ordinario, el desarrollo y fomento del estudio e investigación, y la dinamización y extensión cultural”. A continuación describen algunas de las actividades que se organizan desde la biblioteca:

  • Formación de usuarios, realizamos actividades específicas para aprender a usar una biblioteca.
  • Apadrinamiento lector, actividad en pareja que involucra a todo el alumnado durante una hora. El alumnado de mayor edad hace de padrino/madrina leyendo un cuento al alumnado de menor edad. Todo el Centro se transforma en una sala de lectura y cualquier rincón es aprovechado para leer
  • Cartelera de cuentos, similar a una cartelera de cine, pero de cuenta cuentos. El alumnado tiene que elegir entre diversos cuentos que se van a contar a la vez en diferentes espacios del centro. Las carteleras siempre son temáticas, algunas de los temas tratados: el amor, amistad, la diversidad, la música, etc.
  • Encuentros con autores/as
  • Tertulias literarias, es una de las actividades educativas de éxito. Todo el alumnado participa de las tertulias literarias adecuadas a su nivel de competencia lectora. Para ello la biblioteca dispone de numerosos volúmenes de algunos títulos literarios.

El argumento del jurado del Premio expresa perfectamente la importancia del proyecto en ese Colegio Público tan dignamente reconocido porque a través de los libros de su Biblioteca “Fantasía”, se abre la puerta “a toda una comunidad en riesgo de exclusión social, para que tengan la oportunidad de tener otra vida a través de los libros”. He entrado en el blog de la Biblioteca y reproduzco a continuación su última publicación, Leer da sueños, que resume perfectamente el proyecto y justifica de forma sobrada la concesión del Premio citado:

“Así es. A lo largo de nuestra vida hemos escuchado frases como «si no tienes sueño, ponte a leer que seguro te entra…» Y puede que sea cierto, pero no más cierto que la misma frase en plural…«leer da SUEÑOS». Así, en mayúscula y bien grande.

Y es que los SUEÑOS tienen mucho que ver en nuestro cole, y LEER, también. Es por eso que desde la comisión de biblioteca se ha organizado la XVII Semana del libro que ha tenido lugar desde el 27 al 31 del pasado mes de marzo.

Entre otras actividades el alumnado y las familias han podido disfrutar de:  cuento teatralizado por parte de los más pequeños del cole, visita de nuestra mascota Cangulibro, encuentro con el narrador Pepepérez, mercadillo de libros, tertulias intergeneracionales, Jornadas literarias, apadrinamiento-amadrinamiento lector…

Como podéis ver, ha sido una semana muy entretenida en la que todas y todos hemos podido disfrutar de la magia y el encanto de la lectura. Y es que esta «nos abre las puertas del mundo que te atreves a imaginar».

A continuación os dejamos un enlace para que podáis disfrutar de algunos momentos de esa semana: XVII SEMANA DEL LIBRO.

Me ha emocionado conocer esta excelente noticia y he recordado mi participación en 2021, en la Feria del Libro de Sevilla, en un acto organizado por la Asociación Iniciativa Sevilla Abierta, ISA LEEcon la participación ese año de niños de la barriada de La Candelaria, una de las tres que conforman Los Tres Barrios-Amate, un conglomerado urbanístico donde, al igual que en las Tres Mil Viviendas, se da uno de los mayores índices de pobreza severa en la ciudad de Sevilla, sostenida en el tiempo, desde que personalmente los conocí en los años sesenta del siglo pasado. El programa del acto cumplió su objetivo, en el que se pudo comprobar que el gran poder de la lectura estaba en el alma de La Candelaria, a través de los niños y niñas del barrio, también de los pedagogos de la Asociación Educativa y Social (AES Candelaria), que leyeron textos de Albert Camus, Eduardo Galeano, Carmen Laforet y Federico García Lorca, a los que acompañé con un texto mío, La lectura enseña el arte de vivir, que reproduzco a continuación, del que se leyó un fragmento: “Personalmente, considero la lectura como el arte para vivir, para aprender a leer las señales de la vida, porque hablar y escribir es solo cosa de personas. Leer, igual. Es una maravilla constatar que estamos preparados desde la preconcepción y a través del cerebro, para leer, cuando todo está conjuntado para comenzar a unir letras y grabarlas con unas determinadas formas en el cerebro. Agregando, además, sentimientos y emociones, de forma indisoluble, en relación con lo que nuestro cerebro lee. La lectura es un acto de libertad intelectual que se modula a lo largo de la vida, convirtiéndose poco a poco en arte. Desde la escuela infantil y hasta los últimos días de la vida, tenemos millones de posibilidades de leer todo lo que se pone por delante para invitarnos a dar forma a unos caracteres que en sí mismo no son nada sin nuestra intervención personal e intransferible, porque aunque alguna vez leamos algunas palabras junto a alguien, lo que se graba en cada cerebro es irrepetible. Como si fuéramos bibliotecas ambulantes conteniendo siempre lecturas diferentes de textos llenos de palabras sueltas o frases que hemos acumulado en ellas a lo largo de la vida.[…] Nos quedan las palabras… en los libros. En estos momentos tan delicados para la humanidad por los estragos de la pandemia, tenemos la obligación ética de hacer una operación rescate de placeres útiles como el de la lectura, proclamándola como medio de descubrimiento de la palabra articulada en frases preciosas, cuando lo que se lee nos permite comprender la capacidad humana de aprehender la realidad de la palabra escrita o hablada”.

Mi enhorabuena a la comunidad educativa de las Tres Mil Viviendas al haber obtenido el Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2023, por su trabajo incansable por ofrecer una ventana abierta al mundo a través de su Biblioteca “Fantasía “, en el Colegio Público “Andalucía”, que merece toda nuestra atención hoy y cada día en el presente y futuro de este barrio, de esta ciudad y de esta Comunidad. Son los imprescindibles, que tanto necesitamos en estos momentos difíciles en el país, a los que definió perfectamente Bertolt Brecht en su Elogio a los combatientes (los corchetes son míos): “Hay hombres y [mujeres] que luchan un día y son buenos, otros [y otras] luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los [hombres y mujeres] que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles”.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Hay que amar a la naturaleza, de la que formamos parte

NASA: Visualización de cómo ha subido el mar desde 1993

Solo nos queda gozar lo creado y cuidarlo para el que vendrá, que es una continuación nuestra como nosotros somos continuadores de nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestros bisabuelos y así hasta Adán, el rojo Adán, como le gustaba decir a Borges; que cometió el peor de los pecados, no fue feliz.

Facundo Cabral, en No estás Deprimido, estás Distraído

Sevilla, 22/VI/2023

Hemos entrado en el verano, con avisos sobre lo que nos espera de olas de calor extremo, como consecuencia directa del traído y llevado cambio climático, del que los negacionistas están haciendo su verano en este país, en el contexto de las elecciones generales, por ejemplo. Esta situación, acompañada por otras como se puede verificar en el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea: El estado del clima en Europa 2022, en el que se puede constatar la evidencia de que Europa es el continente que más rápido se calienta en el mundo -el doble que la media mundial- desde la década de los 80, nos debería ofrecer la oportunidad de interesarnos sobre qué está pasando realmente y como puede contribuir cada persona en la contención de este cambio.

En este contexto y cuando estamos escribiendo esta reflexión en este mes de junio de 2023 de los cristianos, el 1401 de los musulmanes, el 5136 de los mayas y el 5784 de los judíos, es decir, después de tantas vicisitudes en el mundo climático pasado, presente y futuro, vuelvo a recordar lo que en este sentido escribió Eduardo Galeano en su obra Patas arriba. La escuela del mundo al revés, tantas veces comentada en este cuaderno digital, refiriéndose en concreto a la oportunidad que nos ofrecía el cambio de milenio para el abordaje ético de los grandes problemas del mundo: “Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio. La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así [la llegada en 2000 del nuevo Milenio] por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio”.

Por tanto, ante las evidencias científicas del cambio climático, debemos pedir de nuevo lo imposible en “un mundo diseñado por el enemigo” (en frase de mi admirado escritor y poeta Juan Cobos Wilkins), dado que “aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible”, enumerando sucesivos delirios para los que creemos que transformar este mundo tan afectado por el cambio climático y, sobre todo, por los problemas sociales que custodia el Estado de Malestar, que tanto daño hacen a millones de personas, nos pueden ofrecer un camino de esperanza en el ser humano, del que entresaco hoy dos por su relación con la naturaleza:

  • la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: Amarás a la naturaleza, de la que formas parte;
  • serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

Es sólo un ejemplo, una proposición que diría Pablo Milanés cantando. Lo que nos queda es informarnos adecuadamente, bien, alejados de las falsas noticias e informes prefabricados por el Mercado, con objeto de poder emitir juicios bien informados. Por ejemplo, conociendo los diez mensajes clave del informe citado, El estado del clima en Europa 2022, del que destaco tres como ejemplo de su importante mensaje:

  • Europa es el país con el calentamiento más rápido de todos los países integrados en la Organización Meteorológica Mundial (WMO), el doble que el promedio del planeta desde la década de 1980. En 2022, la temperatura promedio anual fue entre la segunda y la cuarta más alta registrada, dependiendo del conjunto de datos utilizado, y el verano fue el más cálido. En muchos países del oeste y suroeste de Europa, 2022 fue el más cálido año registrado.
  • La precipitación estuvo por debajo del promedio en gran parte de la región en 2022. Fue el cuarto seco año consecutivo en la Península Ibérica, y el tercer año seco consecutivo en las Regiones de los Alpes y Pirineos.
  • La información climática es un elemento importante para mejorar la resiliencia y las operaciones a llevar a cabo por los sistemas energéticos. Mientras que el 80% de los miembros de Europa están proporcionando información climática para el sector energético, menos del 50% proporciona predicciones climáticas estacionales a dicho sector, lo que demuestra el desaprovechamiento del potencial apoyo de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) en la transición energética y mayor resiliencia climática del sector energético.

Hoy, no olvido el “delirio” expresado por Galeano: debemos amar a la naturaleza, de la que formamos parte; será la única forma de que sean reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma, por el cambio ético mundial, que también existe.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Romanza para un verano complejo y diferente

Romanza, segundo movimiento del Concertino para guitarra y orquesta en La menor, Salvador Bacarisse, 1952 / Orquesta de la Universidad de Granada. Guitarra: Marcos Victora Wagner, 2011

Sevilla, 21/VI/2023

Hoy, a las 16:58, hora peninsular, comienza oficialmente la estación del verano, acompañada de una celebración especial, también en este día, dedicada a la Fiesta Europea de la Música. Desde hace años tengo asociada esta fecha con el recuerdo de una obra memorable de Salvador Bacarisse, el Concertino en La mayor, sobre todo en su sobrecogedor segundo movimiento, Romanza (con un tempo Andante), partitura completa que forma parte del legado de su obra a la Fundación Juan March, porque siempre me transmite paz en medio de tanta turbación y mudanzas del alma, sentimiento que deseo compartir hoy, de nuevo, con la Noosfera.

Tal día como hoy, hace exactamente tres años, decía en este cuaderno digital que “la conjunción de las tres realidades expuestas [comienzo de la «normalidad» en la pandemia, la entrada del verano y la celebración del Día Europeo de la Música], ofrecen hoy la oportunidad de creer que otro mundo es posible, sobre todo cuando se aúnan esfuerzos y voluntades en torno a la música en un tiempo tan abierto a la vida como es la estación del verano y con un denominador común sobre la ciclópea tarea de reconstruir la vida en otro mundo diferente. Como no podía ser de otra forma, he elegido una obra que conjugara estas realidades y que guardo en mi banda sonora vital: el Concertino citado, interpretado por la orquesta de la Radiotelevisión francesa, actuando Narciso Yepes como solista a la guitarra y bajo la dirección de Ataúlfo Argenta. Lo he vuelto a escuchar con profundo respeto y admiración gracias al fondo que figura en la Fundación Juan March (1), como legado que su hijo cedió a la citada Fundación y al que se puede acceder para conocer en profundidad la vida en el exilio y la obra de Bacarisse. En concreto, en la página dedicada al fondo radiofónico en su etapa como productor en numerosos programas en lengua española de la RTF (Radiodiffusion-Télévision Française), A propósito de Salvador Bacarisse (1964). Programa-homenaje a Bacarisse con entrevistas a personalidades de la cultura. Presentador: Narcís Bonet”.

Como en aquella ocasión, reinterpreto hoy el título como Romanza para un verano complejo y diferente, donde los sentimientos y emociones pueden volar muy alto, cambiando también lo que ya hay que cambiar. Eso espero en la esperanza de que creamos en la forma de ser nuevas personas en España, acompañados por la música y cantando, como diría Alberti: Creemos el hombre nuevo cantando, / el hombre nuevo de España cantando, / el hombre nuevo del mundo cantando. / Canto esta noche de estrellas / en que estoy solo y desterrado. / Pero en la tierra no hay nadie / que esté solo si está cantando. […] Nada hay solitario en la tierra / creemos el hombre nuevo cantando. También, porque la música es compañera en la alegría y medicina para el dolor (Musica laetitiae comes, medicina dolorum).

La Romanza tiene un tempo de andante (ejecutado con dulzura, poco a poco), al que he dedicado palabras llenas de sentimiento en este cuaderno digital, fundamentalmente en una modesta operación rescate de un músico excelente que tuvo que salir de España en condiciones lamentables con motivo de la guerra civil. Esta obra completa de Bacarisse, el Concertino en La menor, a través de sus tres movimientos, Entrada (Allegro), Romanza (Andante lento) y Scherzo (Allegretto), en su particella original para clavecín y orquesta (que conservo), me entrega siempre paz interior y me permite viajar por sueños posibles. Hoy, más que nunca, necesitamos escuchar romanzas, porque son composiciones de aire tierno y sencillo, que solo quieren transmitir sentimientos y paz interior. Una vez más y después de una pausa temporal bastante prolongada, he vuelto a abrir mi piano, experimentando una emoción especial tocando la Romanza de Bacarisse, en concreto el andante, segundo movimiento de su precioso Concertino. De alguna forma vuelvo a recordar con profundo agradecimiento, en este difícil aquí y ahora (hic et nunc), a mis profesoras de piano y violín que en su momento hicieron los arreglos necesarios, porque la versión original de 1952 era exclusivamente para guitarra y orquesta. Sigo creyendo que hicieron un trabajo espléndido, que retomo cuando busco en la música compañía en la alegría y medicina en el dolor de la vida.

Cada vez que me aproximo a esta partitura busco comprender mejor qué quiso transmitir el autor en ella. Hace años dediqué unas palabras especiales a Ataúlfo Argenta, gran amigo de Bacarisse y creo que me acerqué a su verdadero sentido: “Buscando esta verdad de Ataúlfo Argenta, he seguido de cerca a Fernando Argenta en mi vida nómada, escuchándolo siempre con enorme respeto en la radio del coche, en viajes siempre hacia alguna parte. El mismo que él tenía hacia su padre cuando nos presentaba el Concertino para guitarra y orquesta en La menor, de Salvador Bacarisse (sobre todo su Romanza), nada apreciado por el Régimen franquista por su deriva republicana y que dirigió en un concierto memorable en París el día de su estreno [15-X-1953, París (Théátre des Champs-Élysées), interpretado por Narciso Yepes (guitarra) y L’Orchestre National, en un concierto público organizado por la Radio Televisión Francesa)], del que guardo un recuerdo entrañable en mi memoria de hipocampo, de secreto”. Recomendaba en aquella ocasión, como hago hoy de nuevo, que escuchen esta versión de la Romanza con la pasión de músicos muy jóvenes de la Orquesta de la Universidad de Granada, que recogen el testigo de lo que quiso transmitir Bacarisse desde el exilio en París. El Sur también existe en el Día Europeo de la Música a través de jóvenes intérpretes, el futuro musical y más amable de nuestra Comunidad y de nuestro País.

Guardo también en mi persona de secreto un tesoro musical: la obra compilada de Salvador Bacarisse en la Fundación Juan March, con un prólogo emocionante de su único hijo, Salvador Bacarisse Cuadrado, con quien tuve la oportunidad en 2018 de cruzar un mensaje en el que me autorizó a disponer de una copia del manuscrito original del Concertino para clavecín y orquesta, op. 72 bis (a través de la Fundación Juan March) y en los que me agradecía la cercanía a su padre: “Yo me fui a vivir a Inglaterra pero mis padres siguieron en París, en el pisito del 7 de la rue Cassette que ocuparon más de treinta años. Cuando murió mi madre en 1976, trece años después que mi padre, yo quité el piso de la rue Cassette, y me llevé a Escocia todos los papeles y libros de mi padre. Desde aquel día permanecieron a salvo, y yo creía olvidados, hasta la fecha memorable en que llamó a la puerta de mi casa Emilio Casares, quien venía a pedirme autógrafos y otros materiales para una exposición de “La música en la Generación del 27” que estaba organizando y que tuvo lugar en Granada en julio de 1986. Esa exposición y el magnífico catálogo que publicó el Ministerio de Cultura fue el primer reconocimiento de aquellos músicos olvidados durante el franquismo, entre los que figuraba mi padre. En Granada, durante la exposición y hablando con Rodolfo Halffter, que había venido de Méjico, y con otros, decidí hacer lo que en realidad ya sabía que tenía que hacer: mandar los manuscritos de Salvador Bacarisse a su tierra, a España. Por muy hijo de francés, emigrado a España, que fuera mi padre, nunca se sintió sino español. Vivió treinta años en París, desarraigado y triste lejos de su querido Madrid”.

Conocí su extensa y desconocida obra a través de esta publicación extraordinaria, que está al alcance de quien desee conocer de cerca a este gran compositor olvidado durante la dictadura franquista. Fue un hallazgo que me permitió acercarme a Bacarisse, a su vida y a su preciosa obra. En la Fundación está el legado completo del compositor, llevado a cabo por su hijo en 1987, que incluía todas las partituras que obraban en su poder.

Cuando escribo estas palabras, deseo compartir de nuevo este sentimiento de respeto y agradecimiento a un autor muy desconocido en su querido país, pero que tuvo el reconocimiento mundial fuera de él alternando su labor de composición y de dirección de orquesta con el trabajo que desarrolló en el exilio en París, en la Radiodifusión-Televisión Francesa, como productor de programas en español para Hispanoamérica. Es la razón de por qué lo he buscado hoy en el fondo de programas de radio en los que trabajó Salvador Bacarisse.

Es necesario conocerlo y escucharlo, compartiéndolo de nuevo con el club virtual, con sede social en la Noosfera, de las personas dignas y libres. Disfruten de esta maravillosa composición en el Día Europeo de la Música, cuando entra el verano con el sol quieto, que me sigue emocionando como la primera vez que decidí conservarla en mi memoria de secreto.

(1) El concierto fue emitido por la Radiodiffusion-Télévision Française en 1964, en un programa en homenaje a Bacarisse con el título “A propósito de Salvador Bacarisse (1964)”. Durante dos programas fue entrevistado Narciso Yepes y el Concertino en la menor fue emitido íntegro. Los dos programas completos están disponibles en la web de la Fundación en “Bacarisse y la radio”. No he podido localizar grabación alguna comercial de este evento y la referencia me ha sido proporcionada, amablemente, por la citada Fundación. De ahí la importancia de esta referencia, verdaderamente sobrecogedora, escuchando también a Narciso Yepes, su amigo e intérprete preferido y a quien dedicó Bacarisse esta obra excepcional.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!