Balbino, un niño campesino, un ´neno labrego´, vuelve hoy a Galicia

Xosé Neira Vilas, Memorias dun neno labrego

Sevilla, 6/IX/2024

Un año y medio después vuelvo a escribir sobre una historia breve, real como la vida misma, que deseo compartir con la Noosfera, porque se ha repetido en una singladura reciente, personal, buscando islas desconocidas. En febrero de 2023 hice un viaje a Ibiza, siguiendo la estela del que hicieron Rafael Alberti y María Teresa León a esa isla en 1936 y donde vivieron de forma compleja los primeros días de la guerra civil. De forma fortuita, tuve un encuentro mágico con mi paisano Vicente Aleixandre, poeta al que admiro y al que he dedicado varias páginas en este cuaderno digital. Fue en un mercadillo hippie, muy conocido en la isla, en el que encontré una obra suya preciosa, Historia del corazón (1), editada en 1977, que conocía bien, porque en ella figura un poema, Mano entregada, al que dediqué un artículo en este cuaderno en 2015, Elogio de la mano, como pequeño homenaje a su obra y por una razón del corazón, como su historia: me apasiona la contemplación de la mano humana.

Al abrir el libro de Aleixandre, antes de comprarlo, descubrí que pertenecía al fondo de la “Casa de Cultura y Biblioteca Pública de Ibiza”, con páginas selladas y con el registro y signaturas oficiales de la citada Biblioteca. No me lo pensé dos veces y lo compré por una módica cantidad comparándola con el valor inmenso de lo que significaba para mí, no confundiendo la relación valor y precio que aprendí hace ya muchos años de otro paisano nuestro, Antonio Machado, con una finalidad clara: devolverlo a su legítima “dueña”, una Biblioteca Pública a la que le pertenece y, simbólicamente, a la ciudadanía de Ibiza, concretamente a la Biblioteca Pública Insular, con una denominación actual diferente a la de los registros y sellos que figuran en el libro, para que los niños y niñas, jóvenes y personas mayores, en Ibiza, puedan leer a este autor extraordinario a través de una obra simbólica y de una calidad excepcional, que vuelve a esa tierra preciosa desde la ciudad en que nació y para tener un sitio en sus estanterías de uso público. Vicente Aleixandre volvió a su casa, a Ibiza, a su Biblioteca Pública, lugar de donde nunca debía haber salido. Lo deposité en Correos para que volviera a esa Biblioteca Pública, un lugar en el que creí que volvería a estar a disposición de quien lo quisiera leer y comprender qué significa una historia preciosa del corazón. Nada más.

Un año y medio después, me ha ocurrido algo similar al regresar de mi último viaje a Galicia, donde visité un lugar emblemático, Sargadelos, fundamentalmente para conocer su paradigmático proyecto cultural, unido a la manufactura cerámica, con una dilatada historia de compromiso social desde 1963, a través del Laboratorio de Formas, con dos miembros fundadores de recuerdo obligado, Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane. También conocí la creación de Ediciós do Castro, vinculada a este proyecto, “una editorial que pretendía recoger y difundir las distintas manifestaciones de la cultura gallega y recuperar la memoria histórica, sobre todo la de las décadas anteriores a la Guerra Civil y a la del exilio, silenciadas por la Dictadura franquista”, que facilitó la publicación de una obra, “Memorias de un niño campesino” (Memorias dun neno labrego), escrita por Xosé Neira Vilas y publicada por primera vez en Argentina en 1961, considerado como el libro más leído de la literatura gallega.

Lo que me ha vuelto a ocurrir ha sido algo similar a lo narrado anteriormente sobre el libro de Aleixandre en Ibiza. Habiéndome quedado con la idea de leer con profunda atención, en gallego, el libro de Xosé Neira, Memorias dun neno labrego (Memorias de un niño campesino), intenté localizarlo inmediatamente en su edición clásica de la citada editorial Do Castro, ejemplar que conseguí comprar, en la edición 21ª, de 2001, a través de una plataforma online de compraventa de libros. Lo recibí ayer y al abrirlo descubrí que tenía un sello oficial de un Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) situado en Covelo (Pontevedra), que me ha recordado la experiencia ibicenca, llevándome a “devolverlo” hoy a su legítimo dueño, ese Colegio, lugar de donde nunca debería haber salido, porque imagino que figuraría en su Biblioteca y porque estimo que, como dice el autor en su dedicatoria, a mí no me pertenece sino “a todos os nenos que falan galego”.

Puedo asegurar que me ha conmovido leerlo en la lengua galega, porque es una historia que refleja a la perfección una parte de la memoria histórica y democrática de esa Comunidad, de este país. Al devolverlo al Colegio Público de Covelo creo que he cumplido un deber ético de solidaridad y respeto con Galicia y con una obra emblemática de esa preciosa Comunidad, a la que tanto admiro. De ese lugar, nunca debió salir.

(1) Aleixandre, Vicente, Historia del corazón, 1977 (3ª ed.), Madrid: Espasa-Calpe.

(2) Neira Vilas, Xosé, Memorias dun neno labrego, 2001 (21ª ed.), Sada: A Coruña: Ediciós do Castro.

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