
Sevilla, 15/II/2025
El miércoles pasado, 12 de febrero de 2025, Josep Borrell fue investido como doctor honoris causa por la Universidad Pontificia Comillas. He leído con atención esta noticia y he escuchado su discurso, una clase magistral sobre Guerras y elecciones, que recomiendo escuchar a toda persona inquieta por conocer qué está pasando en el mundo y qué papel juega Europa en este escenario tan explosivo.
Admiro a Borrell desde que conocí su activismo político. Creo que es maestro en la docencia y decencia política, del que aprendemos siempre, sobre todo por su coherencia ética en el quehacer político de cada día. Lo ha demostrado en su trayectoria militante a lo largo de los últimos treinta años, con compromisos relevantes hasta su última responsabilidad europea en un cargo relevante como el de alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
En su discurso, que puede escucharse en la reprodución anterior, Josep Borrell “reconoció el honor que representa este reconocimiento y lo hizo extensivo a aquellos compañeros que, durante estos últimos cinco años, han trabajado por defender la aplicación del derecho humanitario desde Europa. […] Quiero reconocer el que los jesuitas han desarrollado en la educación, en general, y en la educación superior en particular. La orden está llena de gente que ha recorrido países recónditos y que han sido capaces de integrar la fe como instrumento de progreso y la educación como base del bienestar de los pueblos. Me siento muy agradecido por formar parte de una familia con miembros tan ilustres”. Ha sido en este momento cuando ha citado a Teilhard de Chardin, referencia que me ha emocionado especialmente, sobre todo cuando se ha referido a la Noosfera, palabra utilizada por Teilhard como expresión de la “malla pensante de la Humanidad”, lo que ha llegado a ser posteriormente Internet y que tantas veces he citado en este cuaderno digital.
Su discurso, siguiendo la sinopsis facilitada por la Universidad y refrendada por mi atenta escucha, que llevaba por título, Guerras y elecciones, ha continuado con un análisis de la situación política internacional y en el papel que Europa debe tener en el mundo. “Hace 500 años la historia avanzaba con las quillas de nuestros barcos, la punta de nuestras espadas y las cruces de nuestros misioneros. La historia ya no la hacemos los europeos, ahora es un producto de importación para nosotros”, señaló. “Sin embargo —continuo—, este hecho nos ha unido. La guerra es algo inimaginable entre europeos actuales y dados nuestros antecedentes, ese no es un hecho menor. Nuestros hijos y nietos solo han conocido la paz y pueden viajar desde Gibraltar hasta Helsinki. Las fronteras existen, pero no se ven porque somos ciudadano de una unidad superior, un éxito histórico”, recordó.
Borrell abordó también el frágil equilibrio sobre el que se sustenta la paz: “Hay que concretarla y construirla, y en esto la UE ha hecho una aportación muy valiosa que conviene recordar”. Por ello, se preguntó sobre si seremos capaces de seguir ayudando a Ucrania y sobre si somos conscientes de lo que supondría que perdiera esta guerra contra Rusia. “Putin no necesita ganar, le basta con no perder. Ucrania no puede ganar sola, necesita la ayuda de europeos y estadounidenses. Si con el nuevo gobierno Trump decide retirar su apoyo, ¿seríamos capaces de defender solos a Ucrania? Debemos estar preparados para dar una respuesta. Lo que se batalla no es solo la paz del país es la paz de todos”, incidió.
Finalizó su discurso haciendo hincapié en la necesidad de que Europa resista y evitar un nuevo binomio de poder. “Se necesitan elementos estabilizadores y podemos serlo si somos capaces de madurar políticamente y de reaccionar a las tendencias neoimperiales tanto de Rusia como de Estados Unidos. Si el mundo no se rige por normas, estará regido por la fuerza”, sentenció». Además, pronunció unas palabras finales cargadas de sentimiento, desgranando a través de su discurso qué puede ser Europa, más que describir qué ha sido Europa, resaltando que ha evitado la tercera guerra mundial, pero que no es seguro que pueda seguir evitándola, «si no somos capaces de unirnos más y comprometernos más con un mundo que no puede dejarse en manos de quien tenga más fuerza, […] no hay alternativa, una cosa o la otra», poniendo el ejemplo de una de las últimas amenazas de Trump en relación con la Corte Penal Internacional. Borrelll se despidió con unas palabras especiales: «Esto, Señor Rector, es lo que he querido transmitir con estas palabras dichas más con el corazón, que con el texto preparado que he tenido como siempre que dejar de lado, porque los mejores discursos son los que van del cerebro a la voz pasando por el alma».
Escucha este discurso, compañero o compañera de la singladura vital democrática que nos toca vivir cada día y divúlgalo, porque en estos tiempos ignacianos de turbación y mudanzas ideológicas, necesitamos ahora más que nunca palabras reforzadoras y positivas, con la altura de miras éticas y políticas como las pronunciadas por Josep Borrell en este acto de reconocimiento académico a su trayectoria personal, profesional y política. Gracias anticipadas.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL
¡Paz y Libertad!

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