
Sevilla, 3/X/2025 – 15:48 h (CET+2)
En clave ciceroniana (Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?), hago la pregunta al Presidente de la Junta de Andalucía por el escándalo de los cribados de cáncer de mama, con un resultado previo “dudoso” o “no concluyente”, a los que no se hizo el seguimiento adecuado, con las consecuencias gravísimas que se están conociendo y que adquieren tintes dramáticos para las mujeres afectadas: ¿Hasta cuándo abusarás, Presidente de la Junta de Andalucía, de nuestra paciencia como pacientes?
Es importante conocer con detalle qué ha pasado y recurro a las fuentes oficiales. Según informó ayer el Servicio Andaluz de Salud, “La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, se ha reunido hoy [2 de octubre] con la asociación AMAMA Sevilla [Asociación de mujeres con cáncer de mama] y les ha informado de que, tras el análisis detallado de los circuitos y de los datos de pacientes pendientes de pruebas complementarias, el SAS ha confirmado que la situación detectada corresponde a un fallo de información a estas mujeres que deben hacerse una segunda prueba. Actualmente, cuando se realiza una mamografía a una mujer dentro del programa de cribado del cáncer de mama existen tres posibles diagnósticos: negativo, positivo y lesión posiblemente benigna. En el caso de diagnósticos negativos, las pacientes son informadas del resultado; en el caso de diagnósticos positivos, las mujeres son igualmente informadas y derivadas para nuevos procedimientos pero, en los casos en los que se detectan lesiones posiblemente benignas las mujeres pueden no haber sido informadas de que su caso sigue un procedimiento clínico con supervisión médica. La consejera ha explicado que, en estos casos, hasta tres radiólogos analizan las imágenes y, en función de los factores de riesgo de cada paciente, deciden el tiempo que ha de transcurrir para la segunda prueba. Las pacientes, que viven ajenas a estas circunstancias, reciben al cabo de meses o de un año una llamada que no esperan para esa segunda cita -fijada por el radiólogo- y sienten alarma, intranquilidad y angustia. “Es algo normal y creemos que hay que corregirlo, porque se puede corregir”, ha señalado la consejera, que ha anunciado que desde hoy se ha empezado a llamar a todas estas mujeres, unas 2.000 en toda Andalucía, para informales de que en su día se les detectó una lesión probablemente benigna, que sus casos están siendo atendidos por un equipo médico y que, en el tiempo que han marcado los facultativos, volverán a ser llamadas para una nueva prueba. El 98% de estos casos terminan siendo diagnosticados como benignos”.
La realidad es que se reconoce que “la situación detectada corresponde a un fallo de información a estas mujeres que deben hacerse una segunda prueba”. No se ha hecho efectiva en estos casi 2.000 casos detectados hasta ayer y la angustia creada es verdaderamente grave, junto a los casos que ya se conocen con detalle de la afectación a decenas de mujeres que han sufrido la evolución del cáncer en múltiples manifestaciones que han afectado a su salud física, psíquica y social. ¿Serán sólo 2.000? Es una pregunta inquietante, a la luz de la información que se conoce poco a poco.
En la reunión citada estuvieron presentes socias de Amama Sevilla, enfermas de cáncer de mama, que han resultado afectadas por este “fallo de información”, en palabras de la Consejera, así como la presidenta y portavoz de la asociación, Ángeles Claverol. El problema es que este fallo ya se había puesto en conocimiento de la Consejería en los primeros meses de 2024, siendo titular la Consejera anterior, Catalina García, obteniendo como respuesta que se solventaría inmediatamente la situación de graves demoras centradas en el Hospital Virgen del Rocío, llegándose a la situación actual sin respuesta institucional alguna.
La pregunta ahora es obvia: ¿cómo se va a solucionar este gravísimo problema? Para empezar, desde ayer se está llamando a las casi 2.000 mujeres afectadas por ahora por esta situación de demora en la información, decisión tomada por el Servicio Andaluz de Salud ante los fallos flagrantes denunciados por mujeres afectadas directamente por la mala praxis en el programa de cribado del cáncer de mama. Paralelamente, creo que hay que delimitar el alcance del daño causado, que ahora afecta a alrededor de 2.000 mujeres, pero que probablemente sea un número mayor, de las que el 2% aproximadamente estarán afectadas por cáncer, como una obligación mínima y exigible de transparencia y responsabilidad pública. Igualmente, hay que pedir responsabilidades profesionales e institucionales, por responsabilidad patrimonial de la Administración, tal y como se contempla en la legislación vigente. Por último, también hay que pedir las responsabilidades políticas correspondientes, en forma de dimisiones y ceses correspondientes. El Presidente de la Junta de Andalucía, debe responder ya a la pregunta planteada al principio de estas palabras, porque la paciencia de los pacientes andaluces se agota. ¿Hasta cuándo seguirá funcionando así el Sistema Sanitario Público de Andalucía? Basta recordar el sufrimiento que supone para la ciudadanía andaluza las demoras en las citas de Atención Primaria, las impresentables listas de espera en consultas especializadas y en cirugía, 1.060.095 pacientes entre las dos, que desesperan a los pacientes que las sufren, la falta de dotaciones suficientes en diversas plantillas profesionales, problemas graves en infraestructuras sanitarias y la progresiva externalización de la actividad sanitaria mediante contratos multimillonarios con la sanidad privada, en un descarado y progresivo desmantelamiento del Sistema Sanitario Público de Andalucía, tantas veces denunciado en este cuaderno digital.
Con esta situación tan dolorosa y extrema, seguimos recibiendo avisos de lo que está pasando, estamos viendo y, también, sufriendo por el mal funcionamiento del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Es hora de actuar en defensa de los servicios sanitarios públicos, sin más demora. Una buena forma de activar la crítica constructiva y solidaria es facilitar estos datos, de boca en boca, por lamentables que sean, utilizando también las redes sociales, para que todos podamos emitir juicios bien informados sobre esta realidad tan preocupante en el país y, obviamente, en Andalucía, que nos lleven a denunciar estas situaciones y actuar en consecuencia. Lo merecen las mujeres afectadas ahora por los gravísimos fallos de información en el seguimiento riguroso de las situaciones declaradas como dudosas en el cribado de cáncer de mama.
José Antonio Cobeña Fernández
Exsecretario general del Servicio Andaluz de Salud
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CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.
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