El pueblo es el que más ordena para acabar con las insidias contra Pedro Sánchez, ciudadano y presidente de este país

La palabra “insidia” tiene dos acepciones en el Diccionario de la Lengua Española, publicado por la RAE en su última edición, asechanza y palabras o acción que envuelven mala intención. Si me quedo con la primera acepción, engaño o artificio para hacer daño a alguien, porque la segunda va implícita en la primera, la mala intención, veo que el citado diccionario indica que tiene hasta catorce sinónimos, al cual más detestable: emboscada, encerrona, insidia, maquinación, trampa, celada, intriga, engaño, embeleco, trapacería, trapaza, lazo, asechamiento, asecho. Son quince formas de comprender el alcance de la palabra “insidia”, que el expresidente Zapatero ha utilizado hoy en una entrevista en la cadena SER, pidiendo la movilización social en favor de la democracia ante esas insidias permanentes contra Pedro Sánchez, expresadas ayer en una carta que el presidente dirigió a la ciudadanía, vocablo del que comprendemos todavía mejor su alcance detestable en todas y cada una de sus acepciones y sinónimos.

En esta entrevista, el expresidente ha manifestado que: «hay que arroparle y apoyarle», porque es necesario que “venza la democracia de los afectos y se imponga a la democracia del odio», al constatarse que “la insidia ya ha llegado a los límites mayores que la democracia recuerda […] Vale la pena que reaccionemos ante la insidia con coraje democrático y no con el desistimiento… se pueden hacer cosas en pocos días,  […] uno se siente responsable toda la vida de los malos momentos que ha sufrido su familia […] No nos podemos quedar quietos y callados porque esto es un debate público que afecta a la sociedad, a la democracia y a las instituciones». En definitiva, ha señalado el expresidente Zapatero que esta carta del ciudadano Pedro Sánchez, obviamente también como presidente,  envía muchos mensajes a la sociedad, destacando que «es bueno para la democracia un debate sobre los límites del odio». Personalmente, añado en democracia, sobre los límites de las emboscadas, encerronas, insidias, maquinaciones, trampas, celadas, intrigas, engaños, embelecos, trapacerías, trapazas, lazo, asechamientos y asechos, sufrido todo ello por el presidente actual, también su Gobierno, resumido en una situación real y actual: “los ataques sin precedentes”, sin límite alguno, por parte de la derecha y la ultraderecha contra su esposa, como explica en su carta a la ciudadanía.

Como vengo anunciando en este cuaderno digital en los últimos años, creo, ahora más que nunca, que este país está viviendo el momento más crítico de su etapa democrática actual, situándola desde la denominada Transición hasta nuestros días. Lo que está sucediendo y estamos viendo y escuchando desde las elecciones locales del 28 de mayo de 2023, con la entrada electoral de la ultraderecha y la derecha extrema, como caballo en cacharrería, en Comunidades, Parlamentos, Diputaciones, Ayuntamientos y Concejalías varias, se ha consolidado no ya como un auténtico aviso para navegantes demócratas, sino como una alarma continua. Sabemos ya que van a por el Gobierno de la Nación, su Patria por bandera, para echar al Gobierno actual, ilegítimo por más señas, según ellos, para así recuperar el Estado solamente para la Gente de Bien, como dice la derecha ultramontana, porque ya está bien de tanta ignominia de la Gente de Mal, para ellos también, que la conformamos millones de personas de este país. Esta situación que se veía venir, se consolidó con las elecciones del 23 de julio del año pasado, cuando se pararon los pies a la derecha y ultraderecha de este país a través de las urnas y comenzó a sobrevolar la traída y llevada amnistía, sobre lo sucedido en el llamado “proceso” de Cataluña en 2017, porque esas fuerzas antidemocráticas querían llevar a nuestro país a un retroceso histórico, infame, de imprevisibles consecuencias.

Esta situación la he recordado hoy, en la celebración del 50 aniversario de la revolución de los claveles, en Portugal, porque se demuestra algo que aparecía en la canción Grándola, Vila Morena, que se convirtió en himno en el país vecino: el pueblo es quien más ordena, de tan feliz memoria, tal y como nos lo transmitió Jose Zeca Afonso en su pequeño rincón de Grándola. Ese futuro aciago que se intuyó como real en las elecciones generales de julio de 2023, es lo que el pueblo español, que es quien ordena, frenó en seco. Por esa razón, no olvidamos en pleno siglo XXI lo sucedido en nuestro país en la guerra civil y durante la dictadura franquista, cuando la democracia actual sufre en varios frentes de convivencia por el odio que algunos se empeñan en instalar en nuestra forma de vida. De ahí la necesidad de recordar lo que nos puede mantener vivos y despiertos en democracia (de otra forma no es posible) después de tantos siglos.

La democracia en este país corre un riesgo alarmante de perder el control de la convivencia pacífica, por determinados pensamientos en corazones de personas que están muy lejos de la democracia y su aplicación en la vida ordinaria. Creo que al buen entendedor digno, que debe proteger la libertad y la democracia, con pocas palabras basta. A luz de la carta enviada ayer por el presidente Sánchez a la ciudadanía de este país, al que recordando a Terencio, nada humano le es ajeno, el dolor de su familia por lo que está pasando, que he leído varias veces, leo y escucho también, junto a José Zeca Afonso (hoy especialmente), a Miguel Hernández y Rafael Alberti, porque nos ayudan a entender que para la libertad, sangramos, luchamos y pervivimos por una razón fundamental: el pueblo es quien más ordena, porque aún tenemos la vida. Por esta razón escribo hoy con el corazón, para que formando parte del pueblo español, que ordena constitucionalmente la libertad y el progreso en este país, se lea y escuche hoy al presidente Pedro Sánchez con sentimiento, más fuertemente que el viento. / Libre y solo el corazón, / Más que el viento, pidiéndole que siga adelante, porque cuenta con millones de personas y votantes que creen, creemos, en su dignidad personal, familiar y política.

Nos jugamos mucho y mi palabra lleva dentro la petición de que el presidente se quede al frente de este país, de su Gobierno, por la necesaria y urgente defensa de la democracia auténtica, en beneficio del interés general de la ciudadanía digna y responsable. Salvando lo que haya que salvar, recuerdo hoy a Salvador Allende, a través de palabras en momentos muy difíciles para su país, para que nuestro presidente actual siga teniendo la fortaleza y fe, que le caracteriza, en el destino democrático del nuestro, sabiendo que millones de ciudadanos y ciudadanas superaremos este momento gris y amargo en el que pretenden imponerse la insidia, la emboscada, la encerrona, la maquinación, la trampa, la celada, la intriga, el engaño, el embeleco, la trapacería, la trapaza, el lazo, el asechamiento y el asecho. Lo pienso así porque sé que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pasen las personas libres de este país, para construir, entre todos, junto a Pedro Sánchez y su Gobierno democrático, una sociedad mejor.

Como no deseo participar de silencios cómplices, hago lo que puedo con este cuaderno digital, porque me queda la palabra, la que alzó Blas de Otero y no he olvidado a lo largo de mi vida. Estoy muy preocupado y no voy a parar hasta el día indicado por Pedro Sánchez en la carta que me ha dirigido, el lunes próximo, cuidando este delicado contexto político, en su sentido más puro, que sólo propiciaría con su dimisión un paso de gigante en el ocaso de la democracia en nuestro país.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA Y GAZA, ¡Paz y Libertad!

2 respuestas a «El pueblo es el que más ordena para acabar con las insidias contra Pedro Sánchez, ciudadano y presidente de este país»

  1. Necesitamos de una gran dosis de paciencia para enfrentar los métodos sucios de la derecha. Lamentable.

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    1. Gracias por su comentario. Comprendo bien lo que significa “paciencia”, sobre todo la que asumió Pablo Neruda el el discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura, en 1971, la “ardiente paciencia”: “Debo decir a los hombres de buena voluntad, a los trabajadores, a los poetas, que el entero porvenir fue expresado en esa frase de Rimbaud: sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia, dignidad a todos los hombres”.

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