Hacía tiempo que no constataba de forma tan directa el nuevo elogio de la inteligencia genial que para la ciencia y la literatura es, algunas veces, de la locura. El reportaje de Magazine, de 13 de septiembre, sobre el apasionante retorno del Premio Nobel John Forbes Nash a la cordura no conformista, lo deja bien claro: la locura es un sueño del que se puede despertar. La visión de Nash sobre el conocimiento humano no deja resquicio a la desesperanza. Todo el reportaje es un canto al interés de que el mundo solo tiene interés cuando se va hacia adelante en la vida, en cualquier plano y, sobre todo, en el del conocimiento. No sobra una línea del mismo, todas sus palabras se cruzan con perspectivas saludables, en clave de constante pensamiento racional frente a cualquier irracionalidad de viejo o nuevo cuño.
Los consejos de Nash a los jóvenes estudiantes, tras su viaje de ida y vuelta a la estereotipada normalidad, es un canto a la vida racional creativa: la felicidad no depende de resultados académicos, necesitamos el riesgo, hay que asumir los propios fracasos y atreverse a abordar la maravillosa creatividad haciendo cosas que nos diferencian de los demás, pensar por sí mismos. En definitiva, vivir en permanente equilibrio, según el paradigma de Nash, sabiendo que la locura de vivir es una estrategia para ganar todos al despertar de sueños reales.
Carta enviada a la revista dominical Magazine, el 13 de septiembre de 2009
Sevilla, 4/X/2009
Mi teoria es la esencia de la excelencia. donde no puede haber excelencia sin esencia ni ésta sin aquella. yo propongo conseguir la excelencia atraves de la inteligencia, conservando la esencia. añadir la excelencia a la esencia y coneguir el quilibrio que gozan los seres en su estado natural. convirtiendo la tecnológia en un instrumento libre de taras aceptadas en vez de un modelo de cesión no convenida. conduciría ésto a un sistema libre de compromisos no pactados y vivir en paz.
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