La obra de Saramago se amplifica cada vez que surge la posibilidad de conocer al escritor. Así ha sucedido con la entrevista a Pilar del Río en el Magazine de 23 de enero. Mientras viva su obra en cada uno de nosotros, permanecerá no solo en el recuerdo sino también en el trabajo diario de divulgar sus palabras en todas las manifestaciones posibles.
“Estremecido de amor”, era una frase muy querida para él. Una parte desconocida del autor es su sensibilidad para llegar a confesar que le daba mucha pena no saber narrar historias para niños, al finalizar su maravilloso cuento La flor más grande del mundo. Una aldea, un niño que descubre una flor seca, una búsqueda de agua, una flor agradecida y una moraleja por haber permitido que la flor volviera a crecer y dar sombra. Vuelvo a recordarlo al leer las palabras de Pilar, con la esperanza de que todos hagamos un esfuerzo por leerlo, siguiendo la recomendación de José, contando historias, al menos, igual de bonitas para estremecernos, para regalarlas a las personas que queremos…, sin tener que recurrir a la mercadotecnia que nos invade hoy, mañana y pasado mañana, por tierra, mar y aire.
Carta publicada en Magazine, de 6 de febrero de 2011


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