En el Día Mundial del Medio Ambiente, a modo de relato que cuenta cómo unas mariposas nos prestan siempre el símbolo de la libertad de la Naturaleza libre y no contaminada, para que aprendamos de ella y la respetemos sin más demora. Como los sueños están permitidos para los que trabajamos en utopías realizables, que benefician sobre todo el alma de los que pensamos que nada humano nos es ajeno, he verificado que podríamos buscar un símbolo de la libertad a través de las alas de determinadas mariposas, como una lección de respeto a la naturaleza, protegiéndola con urgencia del cambio climático.
¡Despierta, despierta, / Mariposa dormida, Y seamos compañeros!
Matsuo Bashô, Primavera
Si uno las imágenes, no las alas disecadas, de las mariposas de la especia Metálica, de la Selva peruana y de las Guayanas, la Satúrnida de Ghana, la Noctuida negra de Venezuela, la Tigre nocturna de Boston, la Marrón de Guatemala, la Papilio de Nueva Guinea y la Apolo de Suiza, conformo con ellas la palabra LIBERTAD, porque ordenadas como acrónimo, todas ellas, enumeradas por el orden que he expuesto, nos brindan la oportunidad de leer en sus alas esta palabra mágica, libertad, a la que aspiramos alcanzar cuidando con esmero las quimeras de la dignidad. He unido las dos Metálicas, con la L y la I en sus alas; la Satúrnida, mostrándome una B hermosa; la Noctuida, son la E bien trazada; la Tigre, con una R resplandeciente; la Marrón, dibujando una T de Tierra; la Papilio, mostrando una A de asombro y, finalmente, la Apolo, con una D de decisión para volar siempre en sueños posibles. Me he paseado en ellas por el mundo, volando de norte a sur y de este a oeste, en mi mapamundi imaginario de libertad, mostrándome siempre que es urgente no faltar al respeto de la madre naturaleza, en todas y cada una de sus manifestaciones.
Esta reflexión simbólica ronda por mi cabeza desde que el escritor Manuel Rivas me orientó una lectura urgente para almas aladas, El alfabeto alado (1), un libro precioso de Mario Satz, que descubrí por un resumen apresurado del mismo, programático para almas entusiasmadas y por el trabajo llevado a cabo por el naturalista y fotógrafo noruego Kjell Sandved: “Entre el alma humana y las mariposas existe un estrecho parentesco: lo que en una es oscilación y ascenso en las otras es aleteo y color. Aristóteles fue el primero en acuñar la palabra psique para designar ese nexo, y, tras él, poetas y pintores representaron el alma alada, frágil e inasible pero hermosa. Hoy es la fotografía la que documenta la vida de estos espléndidos insectos, cuya milagrosa existencia muestra a su vez cuán volátil y extraordinaria es la vida humana. Breves e intensos, los relatos que Mario Satz reúne en este bellísimo libro dan cuenta de las aventuras y desventuras de esas joyas aladas que han dado lugar a tantos mitos, leyendas y fábulas dignos de ser recordados”.
Libertad alada, libertad. Naturaleza libre y alada, naturaleza. Alma alada y libre, solo alma.
Sevilla, 5/VI/2019
NOTA: la imagen es un montaje fotográfico de elaboración propia, sobre el alfabeto alado descubierto por el naturalista y fotógrafo noruego Kjell Sandved.
(1) Satz, Mario (2019). El alfabeto alado. Barcelona: Acantilado-Quaderns Crema.
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