Cláusula ética de divulgación

SIEMPRE HACIA LA VERDAD

Siempre hacia adelante – DAR YASIN (AP) | 25-11-2011
El ciclista, en medio de una espesa niebla, mira a cámara mientras no detiene su avance por una de las calles de Srinagar (India)

Sevilla, 17/VI/2019

Hoy he leído por primera vez una “cláusula de divulgación” en un artículo publicado en el diario El País por Steve Bender (profesor clínico auxiliar de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Universidad de Texas A&M), ¿Es verdad que pulsar el botón de repetición de alarma ayuda a sentirse mejor?, en la que decía lo siguiente: “Steve Bender no trabaja para ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte del cargo académico mencionado”.

Con independencia de que el contenido del artículo es de gran interés desde la perspectiva de la divulgación científica, es de suma importancia resaltar la declaración pública de independencia ética frente al mercado en todas y cada una de sus manifestaciones. Agrega, además, que no tiene otras vinculaciones “relevantes” aparte de su cargo declarado también. Todo un ejemplo que debería propagarse por doquier en cualquiera de las manifestaciones humanas que buscan exclusivamente divulgar la verdad en todas sus expresiones posibles, porque nunca debería convertirse en mercancía.

A partir de hoy, voy a publicar al final de mis artículos en este blog la siguiente cláusula de divulgación, como “ex” de todos los cargos públicos y privados que he desempeñado en mi vida: “José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado”. Así, podría hacer extensiva la cláusula ampliando la frase “empresa u organización” con adjetivos llamativos tales como “[organización] religiosa, política, gubernamental o no gubernamental”, reafirmando en todo caso su pertenencia al Club de las Personas Dignas, del que está muy orgulloso de formar parte de él. La “relevancia” de este club depende del sentido de la medida de cada miembro en particular y en cada momento de sus actuaciones marcadas por la ética de situación, respetando el axioma agustiniano de que la dignidad ética constituye “lo más íntimo de la propia intimidad”. Nada más. Cuesta mucho la independencia, pero no hay que apuntarse en ningún sitio, ni pagar nada por ello; solo, luchar por defenderla cada día ganando segundos de la credibilidad personal y colectiva que no gusta al gran bazar del mundo, mirando siempre hacia adelante a pesar de las sombras y la niebla del miedo.

CLÁUSULA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

 

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