¡No pongáis vuestras manos o voces sobre Bella Ciao o El pueblo unido, jamás será vencido!

La generación en la que algunos de sus miembros pusieron en su momento sus sucias manos sobre Mozart (1), está viviendo momentos muy difíciles en este país. Crecieron en las mieles de la primera transición, donde sus padres pusieron mucho empeño en cambiar las cosas para que cambiaran de verdad y pudiéramos vivir en democracia. Algunos ya se lavaron las manos y decidieron comprometerse en la búsqueda de futuro marcado por el bienestar común, propiciado por la aprobación de la Constitución en 1978 y por las llamadas políticas de izquierdas a partir de 1982, con la entrada triunfal del partido socialista en el Gobierno. Otros, siguen tocando pianos políticos irreales y de difícil factura social y así va la cosa.

En la banda sonora de cualquier persona de izquierda suenan estas canciones de una forma especial. Si escribo hoy estas líneas es debido a la utilización torticera actual de estas canciones, sus letras y su música. Por una parte, por el mercado puro y duro, que las incluye como banda sonora de películas o música para escuchar a cualquier precio o, por otra, por partidos políticos que entonan estribillos tergiversados del tipo “la derecha unida jamás será vencida”, descontextualizándolas de su auténtico sentido primigenio.

Me revelo contra este imperio del mercado y de la política cutre que maltrata señas de identidad que no les corresponden. Confundir valor y precio es muy mal asunto porque se montan ceremonias de confusión en las que se diluye la maledicencia de los valores casi sin darnos cuenta. Creo que ambas canciones merecen el respeto reverencial de su contexto histórico por lo que significan. En el caso de Bella Ciao, porque es “una canción popular cantada por los simpatizantes del movimiento partisano italiano durante la Segunda Guerra Mundial, cuando luchaban contra las tropas fascistas y nazis. La propagación de «Bella ciao», durante la Resistencia está documentada y parece circunscribirse sobre todo en la región de Emilia Romana, entre los Apeninos boloñeses y las zonas de la República partisana de Montefiorino (sobre los Apeninos de Módena) (2).

Una mattina mi sono svegliato,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
Una mattina mi sono svegliato,
e ho trovato l’invasor.

O partigiano, portami via,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
O partigiano, portami via,
ché mi sento di morir.

E se io muoio da partigiano,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
E se io muoio da partigiano,
tu mi devi seppellir.

E seppellire lassù in montagna,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
E seppellire lassù in montagna,
sotto l’ombra di un bel fior.

Tutte le genti che passeranno,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
Tutte le genti che passeranno,
Mi diranno, Che bel fior!

È questo il fiore del partigiano,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
È questo il fiore del partigiano, morto per la libertà!

La canción El pueblo unido, jamás será vencido, es una canción protesta chilena popularizada por el conjunto Quilapayún, que tantas veces he citado en este blog: “El título de la canción estaría inspirado en la frase del líder político colombiano Jorge Eliécer Gaitán pronunciadas en un discurso en la década de 1940, siendo popularizada por manifestantes de la Unidad Popular durante el gobierno socialista del presidente chileno Salvador Allende a comienzos de la década de 1970. Según el propio Sergio Ortega Alvarado, éste compuso la canción inspirándose inicialmente en un joven que gritó la conocida frase mientras él se dirigía caminando a su casa, en Santiago de Chile, en junio de 1973. La canción fue grabada por primera vez en Chile en 1973 durante un masivo concierto de Quilapayún en la Alameda de Santiago,​ sólo tres meses antes del Golpe de Estado de Augusto Pinochet que derrocó a Allende y dio inicio al periodo de dictadura militar. Poco antes de dicho concierto, Salvador Allende había nombrado a Sergio Ortega Alvarado como Embajador Cultural del gobierno de la Unidad Popular, cargo que compartió por un breve tiempo con Víctor Jara, quien fue asesinado días después del Golpe Militar” (3).

El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido…
el pueblo unido jamás será vencido…
el pueblo unido jamás será vencido…

De pie, cantar
que vamos a triunfar.
Avanzan ya
banderas de unidad.
Y tú vendrás
marchando junto a mí
y así verás
tu canto y tu bandera florecer.
La luz
de un rojo amanecer
anuncia ya
la vida que vendrá.

De pie, luchar
el pueblo va a triunfar.
Será mejor
la vida que vendrá
a conquistar
nuestra felicidad
y en un clamor
mil voces de combate se alzarán,
dirán
canción de libertad,
con decisión
la patria vencerá.

Y ahora el pueblo
que se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!

El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido…

La patria está
forjando la unidad.
De norte a sur
se movilizará
desde el salar
ardiente y mineral
al bosque austral
unidos en la lucha y el trabajo
irán,
la patria cubrirán.
Su paso ya
anuncia el porvenir.

De pie, cantar
el pueblo va a triunfar.
Millones ya,
imponen la verdad,
de acero son
ardiente batallón,
sus manos van
llevando la justicia y la razón.
Mujer,
con fuego y con valor,
ya estás aquí
junto al trabajador.

Y ahora el pueblo
que se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!

El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido…

No es lo mismo cantar estas canciones, conociendo su letra y contexto histórico, que parafrasearlas con letras imposibles y muy lejos de su verdadero significado. No es lo mismo. Así lo he sentido y así lo he contado para quien lo quiera compartir en estos momentos de confusión de ideologías y principios éticos para personas dignas. Menos, cuando se adultera todo a cualquier precio.

(1) Vicent, Manuel (1980, 22 de marzo). No pongas tus sucias manos sobre Mozart. Triunfo, p. 28 (Triunfo Digital).
(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Bella_ciao
(3) https://es.wikipedia.org/wiki/El_pueblo_unido_jamás_será_vencido

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

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