25 de abril: de nuevo, en cada esquina un amigo, una amiga y en cada rostro, igualdad

Sevilla, 25/IV/2023

Dedicado especialmente a nuestro hijo Marcos, a quien tanto queremos

Hace tres años, cuando estábamos viviendo la terrible pandemia en sus primeros días de absoluto desconcierto vital, escribí las páginas que siguen, que siguen teniendo el mismo valor que llevaban dentro en aquellos momentos tan difíciles, porque este día es un día especial, diferente, en mi persona de todos y en la de secreto, por las razones que vuelvo a recordar como si fuera ayer, ese 25 de abril de 1974, una fecha revolucionaria que no olvido. Este día es una hoja de calendario que me indica también, cada año, que hoy se celebra la festividad de San Marcos, el evangelista que hizo funciones de periodista para contarnos el día a día de una persona a la que seguía y admiraba mucho, Jesús, el líder nacido en Belén. Entre la revolución de los claveles y la del mensaje cristiano de base, llegó el momento de poner el nombre a nuestro hijo, Marcos, sin duda alguna. Era un símbolo de agradecimiento por lo aprendido en los años jóvenes y para que nunca olvidáramos el mensaje de este joven tan atrevido que nos contó hechos maravillosos de una persona humilde pero carismática, de nombre Jesús. Sólo por esas dos razones históricas, la revolución de los claveles y el nacimiento de Marcos, vuelvo a recordar hoy a protagonistas de historias ya contadas. ¡Ojalá no olvide nunca que en cada esquina puedo encontrar un amigo, una amiga y en cada rostro, igualdad!, como he cantado tantas veces en esta fecha tan especial, haciendo el coro a Jose Afonso, en su interpretación impecable de Grándola, Vila Morena.

Durante varias décadas, compraba este día con ilusión especial el diario personal de cabecera, El País, porque recogía siempre semblanzas y reportajes recordando la revolución de los claveles. Hoy, después de varios años sin comprarlo y leerlo en soporte papel, al haberme dado de baja por su cambio de rumbo ideológico y por el sometimiento drástico al poderoso caballero don dinero, lo he comprado de nuevo, para comprobar si seguía presente en sus páginas la revolución de los claveles y me he encontrado con una doble hoja que lo envolvía, con un anuncio de una empresa, Mango, en las que aparecía a toda página el jugador Antoine Griezmann luciendo los nuevos modelos de esta temporada, con una leyenda: Avanzar, presentados por el citado jugador. Sin comentarios. He retirado la portada y la contraportada envolvente y ha aparecido en la última página, ¡oh, sorpresa!, una entrevista interesante de Tereixa Constenla, a quien admiro, con un fotógrafo que estuvo presente en los primeros momentos de la citada revolución de los claveles, Alfredo Cunha, quedándome con dos respuestas de sumo interés dado el tiempo transcurrido: «Estoy satisfecho por la libertad, la democracia, el fin de la guerra y lo felices que fuimos. Estoy muy insatisfecho por la sociedad que hemos creado, la desigualdad, la corrupción y todo lo negativo que ha ocurrido. No culpo a este Gobierno, creamos un sistema que, en vez de producir riqueza, produce ricos. […] Mi padre era fotógrafo comercial y mi abuelo, también. Mi hermano era juez y mis hermanas eran amas de casa. Tenía una vida normal. Teníamos dificultades, todos los portugueses las tenían. Portugal era un país… hay una frase de Salazar que dice: “Somos infelices gracias a Dios”. Quiere decir que aquí vamos viviendo, es una forma muy portuguesa». Agradezco que El País haya recordado este día, que no es poco cuando amanece en momentos dolorosos de ocaso de la democracia.

25 de abril: en cada esquina un amigo, una amiga y en cada rostro, igualdad

Cada año vivo este día de forma especial. En primer lugar, porque celebramos el santo de nuestro hijo Marcos, no tanto por el olor de la santidad de su nombre sino porque su nombre programático, que ya he explicado otras veces en este cuaderno digital, me activa la memoria de hipocampo para recordar que poner el nombre no debe ser nunca una tarea inocente, sino un programa de vida que hay que cumplir. Marcos, un avezado “periodista” en tiempos de Jesús de Nazareth, hizo un trabajo encomiable: preparar las buenas noticias de un tal Jesús a pesar de hacer una maravillosa crónica de una muerte anunciada (lo que luego se llamó “evangelio”), de que el mundo podía cambiar, de que podemos ser diferentes, más siendo que teniendo: “Al apearlo de la peana santa, Marcos es hoy símbolo de revolución humana, de los que pensamos que todavía es posible ser personas en su real medida, la que cada uno desea a pesar de los pesares”. Marcos fue el intérprete directo y sincero de las historias que contaba Pedro sobre la amistad que tuvo con Jesús de Nazaret, y que le sobrecogió de tal forma que decidió grabarlas en su cerebro y transmitirlas boca a boca a toda aquella persona que quisiera escucharle, tal como lo ha confiado a la historia Eusebio de Cesarea: Porque todo su empeño lo puso en no olvidar nada de lo que escuchó y en no escribir nada falso (Eusebio, Hist. Ecl. iii. 39).

En segundo lugar, porque tal día como hoy, hace ya cuarenta y seis años, aprendimos de la revolución de los claveles que era verdad, que la vida puede y debe ser más agradable para todos, sobre todo para los que menos tienen. Y que las revoluciones silenciosas o ruidosas existen, son necesarias y triunfan cuando compartimos ideologías, sentimientos y emociones: “En 1974, tal día como hoy, 25 de abril, festividad de San Marcos, muchos portugueses pensaron en sus corazones que otro mundo era posible en su país y surgió la revolución de los claveles, con expresiones cantadas por Jose Afonso (Grândola, Vila Morena) de forma admirable:

“en cada esquina, un amigo
en cada rostro, igualdad…”

No es una fecha inocente, como le ocurre siempre a las ideologías cuando son sinceras y comprometidas con las personas que nos acompañan a vivir juntos, con el tu quiero y mi puedo que cada uno, cada una, mejor conoce, se aplica a sí mismo y entrega a los demás. El pueblo es quien más ordena, Marcos del siglo XXI, es otra estrofa preciosa de la canción cantada por Zeca. Lo recuerdo hoy porque lo aprendí de Marcos, del siglo I, en Galilea y de Jose Afonso, del siglo XX, en su pequeño rincón de Grândola.

En plena crisis de la pandemia por el coronavirus, siguen vivos hoy los recuerdos de lo que nos enseñó Portugal en su revolución y nos sigue enseñando hoy día en su inteligente y equitativa acción política sociosanitaria tan cercana y ejemplar. También, de épocas en las que luchábamos como ellos por salir del túnel de la dictadura, sobre todo cuando escucho también una canción contemporánea de Luis Pastor, que me marcó desesperadamente, gracias a la composición de fondo creada por Mario Benedetti en su compromiso activo y porque ahora, más que nunca, ya no somos inocentes / ni en la mala ni en la buena / cada cual en su faena / porque en esto no hay suplentes:Reproductor de audio


Audio de Mario Benedetti recitando Vamos juntos

Vamos juntos (Letras de emergencia, 1969-1973, Versos para cantar)

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

compañero te desvela
la misma suerte que a mí
prometiste y prometí
encender esta candela

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la muerte mata y escucha
la vida viene después
la unidad que sirve es
la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la historia tañe sonora
su lección como campana
para gozar el mañana
hay que pelear el ahora

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

ya no somos inocentes
ni en la mala ni en la buena
cada cual en su faena
porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

algunos cantan victoria
porque el pueblo paga vidas
pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.
Reproductor de audio

Luis Pastor, Vamos juntos

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

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