Cuando calla la Orquesta Sinfónica de Sevilla calla la vida

Imagen captada ayer a las 12:00 horas, en el Teatro de la Maestranza – Sevilla / JA COBEÑA

Más el trabajo humano
Con amor hecho, merece la atención de los otros

Luis Cernuda, A sus paisanos, en La desolación de la quimera

Sevilla, 30/IV/2023

Ayer estuve muy cerca de la huelga que declaró el pasado 23 de marzo y hasta el 17 de junio el comité de empresa de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS). Estaba programado un Concierto de Primavera, en el Teatro de la Maestranza, bajo la dirección del maestro Lucas Macías, con un repertorio muy cercano a la ciudadanía: “la obertura del “El Barbero de Sevilla” de Gioacchino Rossini, las suites 1 y 2 de la popular ópera cómica “Carmen” del compositor francés Georges Bizet, ambientada igualmente en Sevilla, la Suite nº2 “Danza Final” de “El sombrero de tres picos” del compositor gaditano Manuel De Falla, o el “Bolero” de Maurice Ravel, pieza inspirada en una danza española y cuya versión de concierto es una de las obras musicales más interpretadas en todo el mundo”. Finalmente, no se pudo celebrar, y así se anunció por la megafonía a la hora exacta en la que debía haber dado comienzo.

Salimos del Teatro y nos acercamos a los componentes de la Orquesta que estaban explicando su postura a quien quisiera información directa junto a una pancarta reivindicativa, fundamentalmente porque quería manifestarles mi solidaridad con ellos. Hablé con dos componentes, profesores de oboe y clarinete, respectivamente, que nos entregaron un documento con un titular ¡Por el futuro de la orquesta!, en el que se ofrecía información y aclaraciones al último comunicado de la empresa sobre la continuidad de su postura actual, entre las que destaco su flexibilidad sobre su propuesta inicial, aunque la empresa no lo ha hecho así, mostrando un inmovilismo permanente, situación que entre otras se hizo patente ayer. También ofrecía un enlace para conocer toda la información a través del blog oficial del Comité, la ROSS por dentro, que recomiendo consultar para conocer con detalle lo que está pasando, lo que permite emitir juicios bien informados y no sólo de la parte oficial de la empresa, que también, aunque escasa.

A continuación, deseamos saludar al maestro y director en el concierto citado, Lucas Macías, a quien profeso gran admiración y respeto, como se puede comprobar en múltiples artículos y citas sobre él en este cuaderno digital. Pude estrecharle la mano y expresarle mi agradecimiento y reconocimiento por su trayectoria profesional honesta, de gran calidad artística y de éxito permanente, tanto como solista de oboe como de director de orquesta, puesto que compatibiliza de forma permanente en la actualidad en Oviedo y Granada. Me explicó que los ensayos habían ido muy bien y que sentía la cancelación del concierto, sobre todo por el público que deseaba escucharlo, dado que eran obras conocidas por el gran público y porque siempre les debe el respeto máximo.

Hubo una imagen que me impactó sobremanera. Junto al monumento dedicado a Mozart, muy cerca del Teatro, estaban bastantes profesores de la Orquesta Sinfónica con una pancarta reivindicativa desplegada y pensé que nadie mejor que él les podía servir de portavoz, con su trayectoria tan claramente proclive a los inconformismos, tal y como lo mostró en su trayectoria vital y profesional. Todo un símbolo. También comprendí mejor que nunca lo que Horacio Guaraní quiso expresar al mundo cuando presentó la canción Si se calla el cantor, como banda sonora de la película del mismo nombre estrenada en 1973, que hoy recuerdo especialmente habiendo vivido en directo el silencio de la Sinfónica de Sevilla:

Si se calla el cantor calla la vida
Porque la vida, la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor, muere de espanto
La esperanza, la luz y la alegría.

Si se calla la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, calla la vida de la ciudad, del mundo, simbolizado en cada acto en que no comparece por su legítimo derecho a la huelga, en una ciudad en la que el gran escritor Stefan Zweig dijo hace ya muchos años que «aquí se puede ser feliz», algo que le ocurrió a él en una visita llevada a cabo en 1905: «La vida parece tener aquí un ritmo más veloz, y las personas la sangre más viva; en ningún lugar hay más estómagos hambrientos que en Andalucía y, aun así, Sevilla brilla con su portentoso colorido, resplandece de alegría y nos saluda con miles de banderas. Aquí se puede ser feliz”. Pero los responsables directos, públicos, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla, que permiten que su trayectoria de los últimos años sea la crónica de una descapitalización artística y un deterioro anunciado de la misma, deberían ser conscientes de la gravedad de la situación, porque no sólo calla la vida, que mucho es, sino que si se calla de nuevo la ROSS, mueren de espanto la esperanza, la luz y la alegría. Incluso la felicidad de sus ciudadanos y ciudadanas, tal y como lo sintió Stefan Zweig. Una vez más, la Sinfónica de Sevilla se muestra como la pariente pobre de la cultura en esta ciudad. Una muestra clara es que según el comunicado del Comité de Huelga del pasado 27 de abril, “[…] el viernes pasado [21 de abril], el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla rechazaba debatir una moción urgente en defensa de la ROSS y en apoyo de las demandas de su plantilla durante la última sesión ordinaria del mandato que había presentado la confluencia progresista encabezada por Podemos e Izquierda Unida. No parece compatible el rechazo de esta moción urgente con las manifestaciones de los responsables de la empresa por atajar el conflicto y evitar mayores consecuencias”.

Ante la situación tan compleja en relación con la huelga que permanece activa, agradecería que todos los responsables de la misma, obviamente aquellos que no dan su brazo a torcer en el diálogo, recordaran unas palabras del poeta sevillano Luis Cernuda, desde el exilio, dedicadas a sus paisanos: Más el trabajo humano / Con amor hecho, merece la atención de los otros, o lo que es lo mismo ante la huelga: el trabajo humano y profesional de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, merece la atención de la empresa y de la ciudadanía en Sevilla. Estamos identificados y no deberíamos mantener silencios cómplices ante lo que está pasando y estamos viendo durante este tiempo de huelga.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

2 respuestas a «Cuando calla la Orquesta Sinfónica de Sevilla calla la vida»

    1. Gracias por la valoración. Creo que es necesario estar cerca de estas reivindicaciones legítimas y denunciar los silencios cómplices.

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