“Futuro imperfecto” no es sólo un programa más de Andreu Buenafuente

Charles Chaplin, en El gran dictador (1940)

El problema de nuestro tiempo es que el futuro ya no es lo que era. El futuro es preparar al hombre para lo que no ha sido nunca.

Paul Valéry

Sevilla, 16/V/2025 – 14:02 h (CET+2)

La semana pasada se estrenó en la 1 de RTVE un programa dirigido y protagonizado por Andreu Buenafuente bajo un título, Futuro imperfecto, a quien le deseo lo mejor en su trayectoria profesional, que me ha recordado el título homónimo de una serie de diez artículos que publiqué en 2021 cuando iniciábamos la famosa “desescalada” del coronavirus y dábamos los primeros pasos para iniciar el mejor camino en la Reconstrucción colectiva del país.  Han pasado casi cuatro años y puede ser un buen momento para analizar su contenido e intentar juzgar si el futuro que se avecinaba en las postrimerías de la pandemia ha sido al final imperfecto o no. La imagen de Chaplin en El gran dictador (¿les suena?), simboliza muy bien el estado del arte político y democrático actual, su presente imperfecto, más que su futuro predictivo implícito, donde cualquier parecido con la realidad actual ya no es pura coincidencia. Juzguen ustedes.

La sinopsis oficial del programa de Buenafuente nos puede situar en el hilo conductor del proyecto televisivo: «Buenafuente, con su reconocida marca de sarcasmo y agudeza, reflexiona sobre las preocupaciones sociales, políticas y culturales que atraviesan nuestra vida cotidiana, acompañado de invitados y colaboradores que aportan miradas diversas y provocadoras. El programa alterna monólogos, entrevistas y piezas audiovisuales, creando un formato dinámico y participativo que hace reír al espectador sin renunciar a la crítica ni a la reflexión. Con un tono cercano y sin ofrecer respuestas fáciles, ‘Futuro Imperfecto’ invita a cuestionar el rumbo del mundo contemporáneo y ofrece una nueva propuesta televisiva donde el humor se convierte en herramienta para el pensamiento crítico». En este contexto, creo que la lectura renovada de mi serie, con nuevos ojos y nueva mente en este tiempo que ha transcurrido, puede ser un buen ejercicio de crítica sobre algo que intuí en su planteamiento: el futuro nunca volverá a ser lo que era, sin que necesariamente tengamos que juzgarlo como peor de lo anteriormente conocido.

Pasen hojas o pantallas y vean o lean. No voy a competir con los sabios monólogos y mensajes sarcásticos de Buenafuente, pero de lo que estoy convencido es que parte de los “derechos de autor” de la imperfección humana en el devenir de cada día, a lo que llamamos futuro, me “corresponde” desde una perspectiva ética, nada más, porque aprendí en su día de Antonio Machado que no hay que confundir nunca el valor y el precio, bien sean de objetos o productos humanos. Eso sólo lo hacen los necios.

En este contexto, vuelvo a señalar las referencias de los diez artículos escritos bajo el epígrafe citado: Futuro imperfecto. Lo que significan hoy, en el presente actual, corresponde discernirlo a las personas que los lean y analicen su contenido. Nada más.

Futuro imperfecto / 1. ¿Será el amor el mejor camino?

Futuro imperfecto / 2. Todo dependerá de las Kas con que se contemple la vida

Futuro imperfecto / 3. Vendrán tiempos mejores

Futuro imperfecto / 4. Iremos juntos, con el futuro detrás y el presente delante

Futuro imperfecto / 5. Superaremos el miedo

Futuro imperfecto / 6. Lo moderno será clásico

Futuro imperfecto / 7. Todo será un paréntesis

Futuro imperfecto / 8. Todavía nos quedarán los puentes de Madison

Futuro imperfecto / 9. ¿Qué será, será…?

Futuro imperfecto / y 10. ¡Venceremos!

Vuelvo a publicar el tercer artículo de la serie, porque creo sinceramente que no ha perdido actualidad en nuestro futuro imperfecto actual. Juzguen ustedes.

oooooOOOooooo

Futuro imperfecto / 3. Vendrán tiempos mejores

Sevilla, 3/VII/2021

Todo futuro imperfecto que se precie expresa siempre un deseo. Hoy elijo uno en estos tiempos modernos de coronavirus, vendrán tiempos mejores, porque necesitamos poner letras de oro a aquellas situaciones que deseamos que ocurran más pronto que tarde. Los pesimistas, que se precian de ser optimistas bien informados, suelen ver el horizonte negro casi siempre, aunque el haiku 123 de Benedetti, Un pesimista / Es sólo un optimista / Bien informado, escrito en 1999 (1),  tiene una carga de profundidad ética que siempre recuerdo amablemente. Esto nos lleva indefectiblemente a recordar una pintada en un muro de la ciudad de Bogotá, ¡Dejemos el pesimismo para tiempos mejores!, que escribió alguien, quién sabe quién, tal y como lo cuenta Eduardo Galeano en su obra Patas arriba. La escuela del mundo al revés, a la que acudo con frecuencia en este ir del timbo al tambo de la vida.

Vamos despejando incógnitas en esta serie, dos en concreto, el amor es el mejor camino para vivir en el futuro y todo va a depender del color con el que miremos ese futuro simple o imperfecto, porque así lo podemos llamar con profundo respeto a la gramática española, aunque la verdad radica en que tomamos conciencia, cada día que pasa, de que el futuro, por simple o imperfecto que sea, ya no es lo que era, sin que esta reflexión sea negativa en principio, porque sabemos que hay una toma de conciencia popular de que vendrán, efectivamente, tiempos mejores, porque el mundo sólo tiene interés hacia adelante. Así lo comprobamos en el contador mundial de población, que nos facilita la información en tiempo real sobre cada persona que nace o muere en cualquier parte del mundo, siendo conscientes de que a esta hora, constituimos una población mundial de casi siete mil novecientos millones de personas, tantas como deseos tenemos o tendrán, atendiendo a la edad, los que formamos parte del presente y futuro de este loco mundo al derecho y al revés.

En este contexto de recordado una experiencia que conocí en 2013, sobre un constructor de globos terráqueos, Peter Bellerby, que me sugirió en su momento reflexionar sobre un oficio de trasfondo ético muy actual: ¿quién no ha pensado en momentos de intimidad bajarse del mundo presente, en clave marxiana, para crear y construir uno nuevo, un nuevo futuro en definitiva, un tiempo mejor, más acorde con el respeto a los derechos humanos esenciales y con las expectativas para ser y estar en el mundo de la forma más digna, solidaria y humana posible? También, para dibujarlo y pintarlo de forma diferente, como Bellerby y diseñarlo de forma más acorde con la realidad soñada de cada uno, porque pertenezco al Club de los que pensamos que otro mundo es posible, trabajando día a día para pintar otra realidad y otro futuro más amable con todo y todos, en el micromundo donde vivimos, estamos y somos.

Recuerdo siempre aquella imagen de Chaplin, en El gran dictador, con un mundo en sus manos. También, sus palabras finales dirigidas a Hannah en el personaje del entrañable barbero judío/Hynkel: “Hannah, ¿puedes oírme? Donde quiera que estés, mira a lo alto, Hannah! ¡Las nubes se alejan, el sol está apareciendo, vamos saliendo de la tinieblas hacia la luz, caminamos hacia un mundo nuevo, un mundo de bondad, en el que los hombres se elevarán por encima del odio, de la ambición, de la brutalidad! ¡Mira a lo alto, Hannah, al alma del hombre le han sido dadas alas y al fin está empezando a volar, está volando hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza, hacia el futuro, un glorioso futuro, que te pertenece a ti, a mí, a todos! ¡Mira a lo alto, Hannah, mira a lo alto!”.

En 2018, con motivo de la celebración de la exposición ARCO en Madrid, se divulgó el lema de la misma, “El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”, como declaración programática de lo que tenemos que hacer a diario sobre el futuro imperfecto de todos y cada uno, no inocente, porque es verdad, el futuro, que ya es parte del presente inmediato, depende de lo que queramos hacer en los tres mundos en los que tenemos que hacer deberes todos los días: el mundo de alrededor o ecosistema en el que vivimos, el mundo con los demás y el mundo personal e intransferible con en el que caminamos a diario haciendo camino al andar. Pero, ¿qué es lo que hay que hacer en cada uno de esos mundos de cara al futuro?, o de forma más abreviada (para no andarnos con rodeos): ¿qué hacer? (de trasfondo cultural leninista). Es verdad que cuando solemos acometer respuestas tomamos conciencia de que nos cambian constantemente las preguntas, pero la diferencia planteada por la pregunta citada de la exposición estriba en que cuando esperamos sólo lo que va a pasar, estamos quietos, paralizados en cualquier tipo de respuesta a los interrogantes de la vida, mientras que si pasamos al terreno de la acción escribimos páginas extraordinarias en el libro vital de cada uno. Si lo compartimos así, mejor, porque comprenderemos mejor que nunca que el amor y el sufrimiento es la única fuerza que no se equivoca al construir el futuro propio y el de los demás que lo buscan apasionadamente, porque aúna voluntades, como cantaba Quilapayún en su preciosa “Cantata de Santa María de Iquique”, tantas veces citada en este cuaderno digital y que no olvido. Sin tener que esperar a que el futuro imperfecto nos lo diseñen otros.

Cuando dicen esos otros que estamos saliendo de cualquier crisis, ahora de la pandemia, uno de los eufemismos más duros que hemos conocido en su efecto halo negativo, nos encontramos con la frialdad o bienestar de nuestro suelo firme, el ético, sobre el que se asientan todas nuestras verdades, nuestras respuestas a la vida personal e intransferible, al que le cambian el guion continuamente, porque cambian constantemente las preguntas de la vida: quiénes somos, por qué estamos, por qué vivimos a veces desesperadamente, por otras muy duras: qué somos, qué tenemos, por qué perdemos el norte del futuro que nos corresponde vivir y por qué morimos en vida cuando sufrimos cualquier revés no esperado.

Seguimos buscando las mejores respuestas para preparar a diario el futuro con lo que hacemos todos los días. Las que nos proporciona la inteligencia personal e intransferible, aquella que nos reconduce permanentemente a la búsqueda de la felicidad, porque intentamos solucionar los problemas que nos invaden. Aquella que supone aceptar que la infelicidad también existe, aunque traduce algo muy claro en la dialéctica derivada del uso de la razón y del corazón, porque debería figurar en el catálogo humano de las mejores respuestas al genérico qué hacer: la respuestabilidad (perdón por el neologismo) en estado puro, entendida como la capacidad para responder a las preguntas de la vida, presentes y futuras, con inteligencia y libertad, sabiendo que el mal y los hijos e hijas de las tinieblas también existen. Aunque nos las cambien constantemente.

Es curioso, pero es verdad: el futuro sigue siendo muchas veces lo que era porque no nos empeñamos en comprender que todo depende de lo que queramos hacer y en pensar que debemos salir del encierro cultural en una frase popular que nos deja inmóviles: cualquier tiempo pasado fue mejor. No es eso, no es eso. Está demostrado que el mundo sólo tiene interés cuando va hacia adelante, compartiendo entre todos tiempos mejores y posibles. Futuro imperfecto y simple, como deseos legítimos y necesarios en estado puro. Ante las sofisticadas dictaduras que todavía existen y se propagan en la política, en la mala y aviesa educación, en determinados trabajos, en las guerras, en el mercado y sus mercancías, en el poderoso caballero de negro «don dinero», Chaplin nos ofreció la mejor visión del futuro imperfecto: «¡al alma del hombre le han sido dadas alas y al fin está empezando a volar, está volando hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza, hacia el futuro, un glorioso futuro, que te pertenece a ti, a mí, a todos!

(1) Benedetti, Mario (2001). Haiku 123 en Rincón de haikus. Madrid: Visor Libros.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA Y ORIENTE MEDIO, REPÚBLICA DEL CONGO, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

José Mujica nunca cultivó el odio en su jardín

Sevilla, 15/V/2025 – 12:49 (CET+2)

En el día en el que oficialmente culminan los actos de despedida institucional del expresidente de Uruguay, José Pepe Mujica, fallecido el pasado martes, creo que cobra un sentido metafórico muy especial escucharle en su discurso de despedida y renuncia a su escaño en el Senado de Uruguay, el 20 de octubre de 2020, en el que resalto -por nuestro aquí y ahora- sus palabras contra el odio y la necesidad de conocer qué significa hoy la libertad para la Política con mayúsculas, con una tarea que está por encima de otras: luchar por la felicidad humana, aunque parezca hoy una quimera, según sus propias palabras.  

Igualmente, en ese acto presentó su carta de renuncia al escaño en el Senado del Congreso, con el siguiente texto, que adjunto de nuevo en este cuaderno digital para conocer el fondo y forma de lo que suponía su decisión y de sus palabras:

Señora Presidente de la Cámara de Senadores

Beatriz Argimón

Presente

De mi mayor consideración:

La función de Senador impone entre otras cosas una fuerte y una permanente relación directa con actores y colectivos sociales. Supone recibir a ciudadanos y visitarlos a veces en sus lugares de trabajo para recibir sus problemáticas y sus peripecias.

Para un anciano que además padece una enfermedad inmunológica estos tiempos de pandemia que duraran demasiado no son recomendables si se valora el milagro de vivir.

Esta situación me obliga con mucho pesar por mi honda vocación política a solicitar que gestione mi renuncia a la banca que me otorgó la ciudadanía.

Esto no significa el abandono de la política sino el abandono de la primera fila por entender que un buen dirigente es el que deja gente que lo supera con ventaja.

Me voy agradecido con hondos recuerdos y mucha nostalgia, me ha echado la pandemia.

Saluda a Usted atentamente,

                                                                                                     José Mujica

Lo más importante de este acto fueron las palabras que pronunció, en un breve discurso, donde dijo frases que calan muy hondo en las almas democráticas y a las que deberían estar muy atentos los Políticos de este país por su trazabilidad ética. He respetado el tempo de Mujica, su tempo, de principio a fin, incluso sus silencios tan elocuentes, transcribiendo personalmente para las hojas de este cuaderno digital, el texto íntegro de su discurso:

– Señora presidenta. En realidad, genio y figura hasta la sepultura. Les tengo que agradecer tanto reconocimiento. Quiero agradecer porque hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse en la vida. Le tengo que agradecer a los funcionarios que en estos 26 años, en esta casa, me han soportado. Sé que algunos ya no están. Quiero también a muchos colegas, diputados y senadores, con los que he compartido también horas duras y otras, hasta jocosas».

– Lo quiero simbolizar en uno, que se sentaba en esta butaca: Atchugarry. Un liberal de marca mayor, no un liberal en la economía. En la humanística supimos ser adversarios sin una ofensa. A lo largo de los años y cuando me tocó ser ministro me llamó por ahí, en un boliche y me dijo: “Pepe ten cuidado con esto, esto y esto y cuando vayas a firmar un papel fíjate que lo haya revisado algún abogado de oficio. Y cuando se enteró que teníamos contradicciones en nuestro gobierno me llamó: ¡Pepe!… Un hombre de categoría superior que no está entre nosotros y lo quiero nombrar como un símbolo de algo perdurable que hay que conservar, que es la bonhomía, a pesar de las rispideces del sistema político de este país que, siendo pequeño, tiene que huir de las grietas y tiene que lograr una medida de cosa común que se mantenga en el tiempo, a lo largo de los años.

– Sinceramente, me voy porque me está echando la pandemia. Ser senador significa hablar con gente y andar por todos lados. El partido no se juega en los despachos y estoy amenazado por todos lados, por doble circunstancia: por vejez y por padecer una enfermedad inmunológica crónica. Si mañana aparece una vacuna, yo no me puedo vacunar.

– Han sido ustedes muy elogiosos, demasiado elogiosos. Yo tengo mi buena cantidad de defectos, soy pasional, pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio, porque aprendí una lección que me puso la vida: el odio termina estupidizando, porque nos hace perder objetividad ante las cosas, el odio es ciego como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye. Una cosa es la pasión y otra el cultivo del odio.

– El tiempo impone cambios, estamos entrando en ora época, la época digital, ni mejor ni peor, distinta, y creo han aparecido problemas, problemas tecnológicos que son capaces de predecir cómo es el carácter y como son esencialmente las líneas motrices de la conducta humana, a veces sin hablar con nosotros por el mundo digital. Este va a ser un dilema que van a tener los Estados y los sistemas políticos y futuros: ¿hasta dónde es violable la intimidad humana y hasta dónde es la libertad, porque hasta hace poco creíamos con pasión en una definición de la libertad y ahora la ciencia nos dice que si por libertad se entiende seguir los deseos y las inclinaciones, la libertad existe. Si por libertad se entiende que somos capaces nosotros de gestar esas inclinaciones y esos deseos, la libertad no existe. He vivido con una definición y me cambiaron todas las letras. Ahora, este problema lo tienen las nuevas generaciones. La política tendrá que hacerse cargo, porque la política es la lucha por la felicidad humana aunque suene a quimera. Y por eso, vaya mi agradecimiento.

-Y, finalmente, mucha gente nos ha dado el apoyo estos años, veinte y pico de años, tengo que estarle agradecido a ellos, los que deciden, anónimos, por ahí, en el seno del pueblo. En política no hay sucesión, en política hay causas y los hombres pasamos y las mujeres pasamos, todos pasamos, algunas causas sobreviven y se tienen que transformar y lo único permanente es el cambio. La biología impone cambios, pero también tiene que haber una actitud de cambio, de dar oportunidad a nuevas generaciones. Construir, ayudar a construir el porvenir, ya que la vida se nos va y es inevitable pero las causas quedan. Por eso, he pasado de todo en la vida: estar 6 meses atado con alambre con las manos en la espalda, irme de cuerpo por no poder aguantar en un camión, ni estar dos días o tres, estar dos años sin que me llevaran a bañarme y tener que bañarme con un frasco, con una taza de agua, con un pañuelo. He pasado de todo, pero no le tengo odio a nadie y le quiero transmitir a los jóvenes que hay que darle gracias a la vida, triunfar en la vida no es ganar, triunfar en la vida es levantarse cada vez que uno cae.

– Gracias, gracias, señora presidenta.

Sobran comentarios. Lo ideal es escuchar atentamente, de nuevo, las palabras de Mujica directamente, en su texto íntegro y contexto. La grabación que adjunto en este enlace es la que se hizo directamente en el Senado y es interesante escucharla desde el inicio. También adjunto el enlace oficial del Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores, de 20 de octubre de 2020, de la República Oriental del Uruguay, para poder leer también las palabras de reconocimiento a Mujica por parte de los senadores que representaban a los diferentes grupos políticos presentes en la Cámara, en ese acto de renuncia a la banca que le otorgó la ciudadanía, según sus palabras textuales.

No te olvido, José Pepe Mujica. Mereces bien, como tú mismo decías, el descanso del guerrero.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA Y ORIENTE MEDIO, REPÚBLICA DEL CONGO, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Elogio de José Mujica, un maestro de la regeneración política, que tanta falta hace en nuestro país (II)

José Pepe Mujica, Movimiento de Participación Popular

No me voy, estoy llegando, me iré con el último aliento y donde esté estaré por ti, estaré contigo, porque es la forma superior de estar con la vida. Gracias, querido pueblo.

José Mujica, en su discurso de despedida presidencial en 2015.

Sevilla, 14/V/2025 – 08:52 h (CET+2)

Sigo conmovido y conturbado por el fallecimiento de José Mujica, a quien siempre he dedicado páginas especiales en este cuaderno digital. Repasándolas hoy, he escogido las que escribí el año pasado recordando la necesaria e imprescindible necesidad de regeneración política en nuestro país, de la que Mujica fue siempre un auténtico maestro.

Son palabras de elogio a su vida y obra. Un modelo a seguir. En este contexto de duelo basado en el principio esperanza de Bloch, no olvido tampoco las que pronunció de su discurso final de gobierno en febrero de 2015, convertido en palabras de agradecimiento al pueblo uruguayo, que hoy cobran un sentido especial: “No me voy, estoy llegando, me iré con el último aliento y donde esté estaré por ti, estaré contigo, porque es la forma superior de estar con la vida. Gracias, querido pueblo”.

oooooOOOooooo

Sevilla, 30/IV/2024

José Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, anunció ayer que tiene un tumor en el esófago: Es un referente en mi vida desde hace muchos años y siento su situación actual, aunque leyendo su comunicación oficial sobre lo que le acontece en estos momentos, tomo conciencia de que sigue con una lucidez encomiable, como ejemplo de una auténtica regeneración política de la que deberíamos aprender en nuestro país, en este tiempo político actual tan complejo. Reproduzco a continuación su intervención en la conferencia de prensa de ayer, en la sede del Movimiento de Participación Popular, en Montevideo (Uruguay), del que es líder en la actualidad:

“Necesito informarles que el viernes pasado concurrí al Casmu a hacerme un chequeo. Resultado del cual se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica hace más de 20 años que me afectó, entre otras cosas, los riñones. Lo cual crea obvias dificultades para técnicas de quimioterapia o de cirugía. Todo eso lo están evaluando los galenos, haciendo análisis celular, para ver cómo sigue esta historia.

Yo les quiero transmitir que, en mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre. Pero me siguió pastoreando todos estos años. Seguramente que, por obvias razones, esta vez me parece que vengo con la guadaña en ristre. Veremos lo que pasa. Mientras tanto, mientras pueda, yo voy a seguir militando con mis compañeros, fiel a mi manera de pensar. Entretenido con mis verduras, con mis gallinas. Porque no se cambia de matungo [caballo] al final del río. Siempre he sido un terrón con patas y amo a la tierra. Y mientras el rollo aguante, voy a estar.

Quiero sí agradecerles y, además, transmitirles a las pibas y pibes de este país, a los jóvenes, que la vida es hermosa, que se gasta y se va. El quid de la cuestión de triunfar en la vida es volver a empezar cada vez que uno cae. Y que, si hay bronca, que la transforme por la esperanza. Que luchen por el amor. No se dejen engatusar por el odio. Si los llega a atrapar la droga, no se queden solos. Nadie se salva solo. Pidan colaboración, luchen. La única libertad está en la cabeza y se llama voluntad. Y si no la utilizamos, no somos libres. Esto hay que entenderlo.

Este desafío lo tienen las próximas generaciones. La vida es tan hermosa que no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces.

Por lo demás, estoy agradecido. Y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado”.

En el buscador de este cuaderno digital se puede verificar que José Pepe Mujica es un referente para mí por su forma de entender y vivir la política digna. En este contexto, he elegido para publicarlo de nuevo hoy, el último artículo dedicado a él en 2023, Noam Chomsky y Pepe Mujica sobreviven en un mundo al revés, en el que intenté reflejar el elogio a su dignidad política, porque resaltaba la auténtica misión de un mandatario político. La vida es una dialéctica en la acción de cada día, que tiene su poso en la condición humana, centrada siempre, según Mujica, entre la defensa de la solidaridad frente al egoísmo. Sorprendente, pero estoy de acuerdo con Mujica en que nada de lo humano nos debe ser ajeno. Todavía resuena en mi alma de secreto la frase final de su discurso final de gobierno en febrero de 2015, convertido en un discurso de agradecimiento al pueblo uruguayo: “No me voy, estoy llegando, me iré con el último aliento y donde esté estaré por ti, estaré contigo, porque es la forma superior de estar con la vida. Gracias, querido pueblo”.

7 de diciembre de 2023

Por último, deseo compartir hoy, en un tiempo nuevo de regeneración política, una lección imprescindible en la escuela del mundo al revés, la de Galeano, a través de un mensaje a la militancia de su querido Movimiento de Participación Popular, que pueden escuchar atentamente a través del vídeo que acompaña a estas palabras. Me ha emocionado escuchar la palabra de Mujica que, afortunadamente, aún nos queda.

Noam Chomsky y Pepe Mujica sobreviven en un mundo al revés

Sevilla, 28/IX/2023

Siempre busco alternativas de salida en este mundo al revés y en esta ocasión he encontrado una interpretación de búsqueda de sentido vital y esperanza en un mundo mejor a través de la reciente publicación de un libro muy recomendable, Chomsky y Mujica. Sobreviviendo al siglo XXI, en un encuentro personal en la casa del expresidente uruguayo, donde los dos entablan una conversación transcrita posteriormente por el documentalista mejicano Saúl Alvídrez. Las teorías de Chomsky sobre significante y significado tuve que estudiarlas a fondo en mis años jóvenes, después enseñé sus teorías en la Universidad oficial y en la de la calle y, más tarde, las asumí en mi persona de secreto y en la de todos, en pocas palabras, integré su eterna dialéctica en mi vida, hasta que comprendí bien aquel ejemplo fantástico de que “una pipa no es una pipa” (de Magritte) sólo por el mero hecho de verla. Por otra parte, me preocupa desde mis años jóvenes algo que Michel Foucault tradujo en una reflexión impecable: “La razón política no está al lado del poder, sino en su límite, en su borde” o lo que es lo mismo, el poder no se posee sino que se ejerce y la política no es solo una cuestión de poder, sino también de resistencia y lucha contra el poder. Esta es la razón principal de por qué Mujica, sobre todo, está muy presente en estas páginas y, también, por qué leo y escucho siempre sus palabras, porque expresan qué significan poder y política en el siglo XXI, en un auténtico mundo al revés, el que expuso magistralmente Eduardo Galeano en sus clases virtuales de la escuela de este mundo tan inhóspito.

La sinopsis oficial del libro deja abiertas las puertas de la esperanza para muchas personas, jóvenes sobre todo, que la buscan desesperadamente: “Dos referentes mundiales del pensamiento contemporáneo se reúnen en este libro para conversar acerca de temas trascendentales que afectan a la humanidad y debatir alternativas de cara al futuro. Por un lado, José Pepe Mujica, un expresidente y exguerrillero que ha logrado una enorme popularidad internacional por su mensaje de austeridad, sabiduría y sentido común. Por otro lado, Noam Chomsky, el intelectual que revolucionó la lingüística para luego abordar una amplia gama de temas humanísticos y filosóficos de profunda actualidad. El documentalista mexicano Saúl Alvídrez logró reunirlos y generar el clima propicio para el intercambio fecundo de ideas. Del encuentro de estas voces surgen reflexiones que permiten un acercamiento a los grandes temas que el mundo actual está afrontando: las consecuencias del cambio climático, los males de la política, la corrupción, los populismos, la crisis del capitalismo y sus sucesivas mutaciones, la lógica de la economía de mercado y los problemas de la producción, entre muchos otros. Frente a la amenaza de un colapso civilizatorio, y ante las contradicciones de las alternativas de izquierda, Chomsky y Mujica apuntan a los valores que deben tenerse en cuenta para avanzar hacia un cambio sostenible. La democracia, la libertad, la vida con propósito, el amor y la amistad, como pilares desde los que construir un nuevo rumbo. Convencido de que las generaciones millennial y centennial han heredado una civilización ecológica, económica, política y socialmente insostenible, Alvídrez afirma que su misión es intentar amplificar la conversación pública entre los jóvenes y enfocarla a la solución de problemas globales”.

En el ánimo de que esta referencia sirva exclusivamente para leer el libro, sin adelantar por mi parte más contenido que el expuesto por la editora, cumpliendo una norma ética de protección intelectual de todos los participantes en la citada publicación, comparto con la Noosfera mi pensamiento sobre la estrecha relación entre razón y política, expuesta ya por mi parte en estas páginas, pero que no me pertenecen sólo a mí desde la perspectiva de conocimiento compartido. Esto es así porque determinados mensajes éticos se pueden descubrir en la Universidad de la Calle. En un viaje que hice en 2010 a la sierra de Cádiz, descubrí en un pueblo muy querido por mí la preciosa frase de Foucault, LA RAZÓN POLÍTIKA NO ESTÁ AL LADO DEL PODER [así, con K], en una pintada mural, sobre la que sentí en esas fechas la necesidad de escribir desde la perspectiva de la ética de la razón política, que hoy rescato en su fondo y forma a la hora de enfrentarme a la lectura de la conversación entre Chomsky y Mujica. ¿Qué quiso expresar el autor o autora de la pintada, en la vertiente de significantes y significados en este aquí y ahora, de ambos protagonistas de la historia, supervivientes de este siglo XXI? Me pareció muy sugerente el planteamiento reflejado en aquella tapia de la Universidad de la Calle, con unas reflexiones que escribí en los siguientes términos y que, hoy, trece años después, comparto de nuevo porque creo que no han perdido su valor:

– La razón es una oportunidad para el poder, no para cualquier poder, pero a veces éste huye de ella, porque poder y razón son contrarios que están obligatoriamente obligados a entenderse en determinadas ideologías. A desentenderse, en otras, cuando el poder está fundado en la manipulación del conocimiento, de la ciencia, de la política y de la religión. En la sinrazón (Chomsky).

– La razón política suele vivir desesperadamente junto al poder autoritario, porque es irreconciliable para determinadas poderes fácticos con gran ausencia de valores (a pesar de que ostenten el poder).

– La razón política de determinados ciudadanos hace crisis con determinados poderes. Es cuestión de principios y de valores, porque no todo vale.

– La democracia suele estar muy atenta a la razón política, pero no a cualquiera. Esta es la razón de los partidos. Y por qué hay que elegir a uno en concreto (todos no son iguales).

– La inteligencia política es la capacidad de ser ciudadanos aun estando rodeados del poder.

– La auténtica razón política puede hacer libres a las personas que no buscan estrictamente cualquier poder, porque sabe que es mal consejero en determinadas ideologías, dado que ninguna es inocente, afortunadamente (pero no todas son iguales, afortunadamente).

– La auténtica razón política suele viajar en patera, al lado de los yates en los que suelen viajar siempre los que dicen que todas y todos viajamos en el mismo barco.

– El poder es necesario para cambiar la sociedad forjada en valores humanos y sociales, construidos de forma responsable con razones políticas.

Hace tan sólo cinco meses recordé a José Pepe Mujica en este cuaderno digital, a través de unas palabras escogidas del discurso que pronunció en la entrega del título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), el 10 de abril de 2023: “La vida es hermosa porque es la aventura, pero como es algo cotidiano no le damos valor y no nos hacemos la pregunta de si la vida tiene un sentido y si debemos vivir detrás de un sueño o si debemos vegetar, dejando que el mercado la maneje. La disyuntiva de las almas jóvenes es elegir o no un rumbo. Y esa es una decisión”. Por esta razón y por muchas más estoy atento siempre a la relación de razón política y poder que transmite en cada una de sus palabras el expresidente de Uruguay. Excelente maestro que, junto a Chomsky, nos aseguran reflexiones en este libro preparado por Saúl Alvídrez, que no nos dejarán indiferentes en este mundo al revés que hay que transformar sin dilación alguna, navegando a diario por mares procelosos y cada uno con su razón política, su poder, en yate o en patera y que, afortunadamente, no es lo mismo.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA Y ORIENTE MEDIO, REPÚBLICA DEL CONGO, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Mujica, siempre Mujica

Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso.

José Mujica, en un encuentro en su chacra, el pasado 9 de enero de 2025

Sevilla, 13/V/2025 – 14:52 h (CET+2) – Actualizado a las 22:15 h (CET+2)

Como una premonición, publiqué hoy a las 14:52 h el artículo que sigue, cuando todavía estaba con nosotros. Hace tan sólo unos minutos, he conocido su fallecimiento en su chacra querida. Una vez más, manifiesto mi profundo respeto a su vida y obra política. Todo lo que expreso a continuación es un canto a su ejemplo como persona y político digno. Me queda su palabra. Nos debería quedar su palabra… Siento su fallecimiento y acompaño imaginariamente a Lucía Topolansky, su compañera de vida, en su vacío humano. Nos lo dijo recientemente: todo guerrero tiene derecho a su descanso.

Me entristece conocer la situación actual del expresidente José “Pepe” Mujica, a través de la información que ha facilitado Yamandú Orsi, investido el pasado 1 de marzo como nuevo presidente de Uruguay, acto que contó con su valedor político principal, Mujica, acompañado -como siempre- por Lucía Topolansky, su compañera de vida y compromiso político, exvicepresidenta, senadora y diputada, comprometidos con su país desde la izquierda que representaban y todavía lo siguen haciendo, con una entrega sin límites hacia los nadies, los ningunos, los ninguneados, los dueños de nada (su paisano Galeano, así lo dijo), desde que ambos fueron puestos en libertad en 1985, después de una década encarcelados y sufriendo torturas.

Yamandú Orsi lo anunció el pasado domingo, después de una breve visita a Pepe Mujica en su chacra, a las afueras de Montevideo: “está delicado de salud y no puede moverse. Estamos tratando de cuidarlo y que no haga cosas que lo pueden perjudicar. No hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo. Él sigue siendo muy útil para esas conversaciones de media hora, una hora, dos horas, donde te traés un paquete de ideas y de sensibilidades que nos vienen muy bien y las precisamos mucho”.

He abierto este cuaderno digital y he leído todas mis palabras de profundo respeto hacia él a lo largo de los años, recordando mensajes suyos inolvidables, porque lo sigo considerando necesario para salvar la dignidad de la buena política, como uno de los “imprescindibles” de Bertolt Brecht, que sigue luchando en favor de los demás y hasta los últimos segundos de su vida. Por este motivo, vuelvo a publicar, en un nuevo acto de escritura circular en este blog, el último artículo que escribí sobre su grave situación personal, el pasado mes de febrero. Además, veo y escucho en bucle, las palabras que le dedicó el presidente Lula, junto a su inseparable compañera de vida, Lucía, en las imágenes que presiden este pequeño homenaje por mi parte a Mujica, el citado día de la investidura del nuevo presidente de Uruguay, porque reflejan el cariño y respeto hacia un mandatario digno, excelso, ejemplar y maestro de vida política: “Llevo a Mujica en lo más profundo de mi corazón“.

oooooOOOooooo

José Mujica y su optimismo ideológico, digno y bien informado

Encuentro con Mujica

Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso.

José Mujica, en un encuentro en su chacra, el pasado 9 de enero de 2025

Sevilla, 3/II/2025 – 18:30 (CET+1)

Anoche me regaló la vida un nuevo encuentro con José Mujica, expresidente de Uruguay, a quien tanto admiro y aprecio, un maestro en el buen sentido de la palabra maestro. Fue a través del espacio televisivo Lo de Évole, en el que se proyectó la charla que mantuvo Jordi Évole con Pepe Mujica en julio de 2024, en su chacra, unos días después de finalizar el tratamiento del cáncer que padece.

Es difícil sintetizar los múltiples mensajes que enviaba en cada intervención de su charla amigable con Évole. Cada reflexión fue una enseñanza vital y solidaria con la humanidad, siendo consciente de que su último día “va a llegar en algún momento», aunque dio muestras de un optimismo proverbial: «Soy optimista, vale la pena comprometerse con la vida, porque hay semilla, vendrán otros detrás». Así lo comprendí, porque lo aprendí de Benedetti en su justo sentido, de un haiku, el 123, escrito en 1999: Un pesimista / Es sólo un optimista / Bien informado.

Dio un repaso profundo a la sociedad de consumo, un clásico en su vida personal y política: “Consumimos el tiempo para comprar cosas, en lugar de gastar el tiempo para vivir». Dijo también que “estamos construyendo una civilización de gente que se autoexplota”, explicándolo por la ansiedad que produce tener siempre “lo último” de cualquier producto de la sociedad de consumo.

Dedicó también unas palabras al cambio climático y la tozudez humana en sus actuaciones negacionistas o conspiranoicas, porque se sabe lo que está pasando, a pesar de que estamos avisados por la ciencia sobre el cambio climático. 

El encuentro con Mujica finalizó de la mejor forma posible, al incorporarse a la charla amistosa su entrañable compañera de viaje vital y de compromiso político, Lucía Topolansky, compartiendo su preciosa historia de militancia vital e ideológica, así como su envejecimiento compartido y sentido, una conmovedora historia actual de vida, enfermedad grave y decisión de José de afrontar de la forma más digna el final de su largo viaje, un digno descanso del guerrero que lleva dentro.

Una cosa más, como decía Steve Jobs en sus presentaciones. No se pierdan ver y, sobre todo, escuchar a José Mujica. Es un bálsamo reconfortante en estos tiempos trumpistas y muskianos tan desconcertantes para las personas dignas. Extraordinarias palabras que, afortunadamente, aún nos quedan.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA Y ORIENTE MEDIO, REPÚBLICA DEL CONGO, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Byung-Chul Han, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025

Byung-Chul Han

Las personas pueden actuar porque pueden esperar. No se puede recomenzar sin esperanza. […] Quien no sueña hacia delante, con la mente puesta en el futuro, no se atreve a recomenzar. Sin el espíritu de la esperanza, la actividad se reduce a mero hacer o resolver problemas.

Byung-Chul Han, El espíritu de la esperanza

Sevilla, 11/V/2025

Vuelvo de mi corazón a mis asuntos, después de ir del timbo al tambo de noticias de alcance mundial, con apagón eléctrico masivo incluido, expresión que tanto gustaba a Gabriel García Márquez en sus Cuentos peregrinos, haciéndome eco de una noticia muy gratificante para mí, la concesión del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025 al filósofo coreano, nacionalizado alemán, Byung-Chul Han (Seúl, 1959), sobre el que he escrito diez artículos en este cuaderno digital, aprendiendo de su forma de abordar problemáticas del mundo actual digital con una fuerte raíz filosófica.

La Fundación promotora de estos premios, ha difundido el acta del jurado, que ha acordado «conceder el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025 al pensador alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han por su brillantez para interpretar los retos de la sociedad tecnológica. Su obra revela una capacidad extraordinaria para comunicar de forma precisa y directa nuevas ideas en las que se recogen tradiciones filosóficas de Oriente y Occidente. El análisis de Han resulta sumamente fértil y proporciona explicaciones sobre cuestiones como la deshumanización, la digitalización y el aislamiento de las personas. Su mirada intercultural arroja luz sobre fenómenos complejos del mundo contemporáneo y ha encontrado un amplio eco entre público de diversas generaciones».

De los artículos citados y publicados en este cuaderno digital, he elegido uno por lo que significa para el mundo actual, porque vivimos en el tiempo del miedo ante lo que estamos viendo. En mi lectura actual de su libro El espíritu de la esperanza, vuelvo a destacar una frase suya que deseo compartir hoy de nuevo a modo de hilo conductor de su obra: “Las personas pueden actuar porque pueden esperar. No se puede recomenzar sin esperanza. El espíritu de la esperanza inspira para actuar. Infunde una pasión por lo nuevo. De este modo, la acción pasa a ser una pasión. Quien no sueña hacia delante, con la mente puesta en el futuro, no se atreve a recomenzar. Sin el espíritu de la esperanza, la actividad se reduce a mero hacer o resolver problemas” (p. 64).

Creo que la esperanza vence siempre al miedo

La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir. […] Es el tiempo del miedo.

Eduardo Galeano, El miedo global, en Patas arriba. La escuela del mundo al revés.

Sevilla, 14/I/2025

En democracia no deberíamos tener miedo de recordar, ni de decir lo que pensamos en defensa de un mundo mejor para todos, sobre todo para los nadies, por temor a censuras o ataques despiadados en redes sociales, pero comparto con Galeano su convencimiento de que vivimos con miedo. Ante esta realidad inexorable, mi búsqueda incesante del sentido esperanzador de la vida, a lo que Hermann Hesse llamaba obstinación, me ha llevado a una lectura anunciada el pasado mes de septiembre, en este cuaderno digital, del libro del filósofo coreano Byung-Chul Han, El espíritu de la esperanza. Contra la sociedad del miedo (1), en el que aborda tres proyecciones concretas de la citada esperanza, como acción, conocimiento y forma de vida. Sigo de cerca a este autor, en singladuras que surcan los mares procelosos en los que estamos obligatoriamente obligados a navegar a diario, cada uno como puede, en mi caso en una patera existencial, sin quilla, junto a cruceros y yates del Gran Mercado Capitalista Mundial, alimentado por las derechas y su más allá, de Norte a Sur y de Este al Oeste, que viajan hacia ninguna parte.

Estoy avisado por Eduardo Galeano del “miedo de vivir”, a perder el principio de tener esperanza en vivir y compartir un mundo mejor y nuevo. Es verdad que en su ocaso actual la democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir. De Byung-Chul Han aprendí en su obra La tonalidad del pensamiento, a valorar la esperanza como principio ético para obviar a diario el miedo de soñar y vivir despierto: «Sólo a través de la esperanza recuperaremos una vida que sea algo más que mera supervivencia. Sólo la esperanza amplia el horizonte de lo que tiene sentido, lo que vuelve a avivar la vida, a darle alas, a inspirarla. Sólo la esperanza nos brinda futuro» (2). En El espíritu de la esperanza, nos muestra en su sinopsis oficial lo que significa su visión de esta virtud revolucionaria en un mundo cada vez más hostil: «De la desesperación más profunda nace también la esperanza más íntima. La esperanza nos lanza hacia lo desconocido, nos pone camino de lo nuevo, de lo que jamás ha existido. Guerras, migraciones masivas, atentados, catástrofes climáticas, crisis y pandemias: escenarios apocalípticos muy diversos nos confrontan con una inminente amenaza de hundimiento y extinción. Y mientras vamos de catástrofe en catástrofe, nuestra verdadera vida se asfixia y se ve reducida a una pura supervivencia. Sin embargo, la esperanza nos abre tiempos futuros y espacios inéditos, en los que entramos soñando. Es toda una manera de existir, que no resulta de hechos dados, sino que posibilita nuevos acontecimientos precisamente cuando más imposibles parecerían. […] En el espíritu humano anida la capacidad de hacer fecundo lo más yermo. Precisamente en los escenarios más desoladores el espíritu es capaz de remover ese viento que nos trae aires de esperanza».

Ánimo a compañeros y compañeras de esta singladura virtual, lectores y lectoras de estas páginas, a leer este libro, a modo de carta de navegación o cuaderno de “derrota” en el lenguaje del mar, sentados de forma no inocente en la amura de babor de la carabela imaginaria de Saramago en su precioso cuento “La isla desconocida”. En mi lectura actual, he subrayado una frase de Byung-Chul Han, que deseo compartir hoy a modo de hilo conductor de su obra: “Las personas pueden actuar porque pueden esperar. No se puede recomenzar sin esperanza. El espíritu de la esperanza inspira para actuar. Infunde una pasión por lo nuevo. De este modo, la acción pasa a ser una pasión. Quien no sueña hacia delante, con la mente puesta en el futuro, no se atreve a recomenzar. Sin el espíritu de la esperanza, la actividad se reduce a mero hacer o resolver problemas” (p. 64). Es lo que pienso cada día cuando leo las palabras de Teilhard de Chardin que justifican el nacimiento de este blog, un cuaderno digital que se abrió por primera vez hace ya diecinueve años con un título especial: El mundo sólo tiene interés hacia adelante, palabras escritas por Teilhard en Tientsin, en 1923 y recogidas en sus Lettres de voyage, 1923-1939. No las olvido.

(1) Byung-Chul Han, El espíritu de la esperanza, 2024, Barcelona: Herder Editorial.

(2) Byung-Chul Han, La tonalidad del pensamiento, 2024, Barcelona: Editorial Planeta.

NOTA: la fotografía de Byung-Chul Han se ha recuperado hoy de la Web oficial de la Fundación Princesa de Asturias.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA O LO MÁS PARECIDO A ELLA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Un cónclave bajo “La creación de Adán” de Miguel Ángel

Miguel Ángel, La creación de Adán, Capilla Sixtina-Vaticano, c.a. 1511

Sevilla, 7/V/2025 – 12:45 h (CET+2)

El fresco de la bóveda en la Capilla Sixtina, La creación de Adán, que he elegido hoy como representación de estas palabras, me sobrecoge siempre que lo contemplo recordando la primera vez que admiré directamente esta grandiosa obra, hace ya muchos años, porque simboliza muy bien el problema de la distancia humana: Dios, aparentemente cerca, está acompañado mientras que Adán está solo y les separan, según Miguel Ángel, unos centímetros mágicos, no inocentes. Todo en silencio y sin diálogo, como presagio de lo que pasaría después como mensaje para los siglos de los siglos a través de la creación y de la evolución, porque en esa distancia histórica está simbolizada la razón de existir y las creencias de millones de personas que han poblado y pueblan este planeta.

Cuando los cardenales, reunidos hoy en Cónclave para elegir el nuevo Papa, eleven sus ojos para contemplar los frescos de la Capilla Sixtina, saben que hay uno muy representativo de la historia de las religiones, La creación de Adán, pintado al fresco por Miguel Ángel, porque allí empezó todo, un instante mágico que ocurrió hace ya muchos siglos y que en los Museos Vaticanos glosan de la siguiente forma: “Creación de Adán (Génesis 1, 26-27). Dios creó al hombre a su imagen; la imagen de Dios lo creó. (Génesis 1, 27) El episodio de la Creación del Hombre tiene como punto focal el contacto entre los dedos del Creador y los de Adán, a través de los cuales se transmite el aliento de vida. Dios, sostenido por ángeles voladores y envuelto en un manto, tiende la mano hacia Adán, representado como un atleta en reposo, cuya belleza parece confirmar las palabras del Antiguo Testamento, según el cual el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios”.

En esta mirada fija, que presumo, de los cardenales antes de escribir el nombre de su candidato, supongo que tendrán en cuenta el símbolo de las manos de Dios y Adán, tan próximas, porque saben que allí comenzó el acto sublime de la creación del hombre y la mujer, aunque por imperativo del régimen creacionista de la época fue por este orden estricto. Es el Génesis el que lo cuenta de forma admirable en su capítulo 1, versículo 31, para corroborar con la musicalidad del texto hebreo, en su escritura primigenia, que el relato de la creación dejaba muy claro que lo mejor que había ocurrido en aquellos días mágicos fue la creación del ser humano, porque a diferencia de los cielos, la tierra y el agua (también representados por Miguel Ángel en los frescos de la capilla Sixtina, junto al que comentamos), en el que sólo eran buenos, en la del hombre y la mujer vio Dios que era (muy) bueno lo que había hecho. Un adverbio, meod, que en hebreo significa “muy”, dejó claro para siempre que la existencia de los seres humanos justificaba por sí misma la creación del mundo, el evolucionismo o el punto alfa y omega de la vida. Son sólo creencias de siete días especiales, singulares, en los que había ocurrido algo muy bueno para la existencia humana, para cada uno (con su cadaunada).    

Por otra parte, sabemos ya que nuestras manos tienen una historia de más de tres millones de años, tal y como lo describió la revista Science en 2015 (1). Es una de las maravillas de la naturaleza humana que junto al habla supone una evolución transcendental para las personas de hoy. Es una experiencia gratificante mirar con delicada atención nuestras manos y reparar en lo que nos aportan día a día, tanto en la vida diaria que las necesitan para atender múltiples necesidades, como para expresar de forma maravillosa los sentimientos y emociones en momentos vitales siguiendo instrucciones de determinadas estructuras del cerebro.

Se ha descubierto que nuestros antepasados africanos decidieron un día bajarse de los árboles para su sustento y viajar hacia Europa para comer y cazar, utilizando utensilios diferentes, cada día más sofisticados en los que la mano jugaba un papel estelar a través de la trabécula, una parte de hueso esponjoso de los dedos cuya morfología varía a lo largo de la vida en función del uso que se hace de ella, según este descubrimiento científico: ”Estos resultados apoyan la evidencia arqueológica para el uso de herramientas de piedra en los australopitecos y proporcionan evidencia morfológica de que los homínidos del Plioceno ya utilizaban posturas de las manos de apariencia humana mucho antes y con más frecuencia que se consideraba anteriormente”. Coger con fuerza herramientas, utilizando la presión del pulgar, mirando de frente al resto de los dedos de una mano, era un factor determinante.

Esta gran lección de ascenso cósmico de nuestros antepasados lo simboliza y demuestra Teilhard de Chardin, el gran protagonista de este cuaderno digital, con la asunción de la realidad del sistema nervioso humano: “Y sobre todo el cerebro, el gran rey de la selva por descubrir, cada vez más voluminoso y sinuoso, del tamaño de una servilleta mediana, extendida, en su córtex pensante. Y si la razón de ser de la existencia es “anímica”, el gran antecedente de la biogénesis no podía ser otro para Teilhard que la psicogénesis, porque lo anímico era el gran proyecto ya que la gran explosión de la evolución, para conocerse a sí misma, fue el cerebro. Teilhard lo simplificaba en un ejemplo muy gráfico: el tigre no es fiero porque tiene las garras, sino al revés: tiene garras porque en su evolución natural se desarrolló en él el instinto de fiereza. Por decirlo de alguna forma, las garras vinieron después. La evolución entera es la consecuencia de la ramificación de lo psíquico. El eje de avance es una línea delgada roja anímica, no material” (2).

Las manos vinieron después… Sabemos ya, por tanto, que dos huesos, el hioides (que nos permite hablar a los seres humanos) y la trabécula del dedo pulgar, han sido determinantes a lo largo de la historia para hacernos más humanos, personas más libres a través de la palabra y del apretón de manos, del saludo y de la ternura de nuestros dedos. Maravilloso. Las personas tenemos manos porque en la evolución natural que describe la revista Science, se desarrollaron por los mensajes que a tal efecto les mandaba el cerebro. Es verdad, porque las manos más humanas vinieron después.

Espero que los cardenales, a partir de esta contemplación hoy de este fresco de Miguel Ángel, comprendan el auténtico mensaje de Dios, de estar cerca de todas las personas sin exclusión alguna a la hora de elegir el nuevo Papa, sobre todo “de los más pobres del Reino de este mundo”. En sus manos, nunca mejor dicho, está la mejor decisión posible y consecuente con la “voluntad de Dios” que pintó Miguel Ángel.

(1) Skinner, M.M., Stephens, N.B., Tsegai, Z.J., Foote, A.C., Nguyen, N.H., Gross, T., Pahr, D.H., Hublin, J.J. y Kivell, T.L. (2015). Human-like hand use in Australopithecus africanusScience, 23, Vol. 347 no. 6220, pp. 395-399.

(2) Cobeña Fernández, J.A. (2006). El punto omega (V): https://joseantoniocobena.com/2006/04/30/el-punto-omega-v/

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Se cumplieron los peores augurios en torno al estreno de “La familia de la tele” en la televisión pública

Sevilla, 6/V/2025 – 16:10 h (CET+2)

Comienzo con una confesión pública: ayer no vi el programa “La familia de la tele” en ninguno de sus dos tramos, pero he leído atentamente varias crónicas y el denominador común para mí es claro y rotundo: no es lógico que Televisión Española, un ente público, haya contratado un programa tan controvertido, tal y como escribí el pasado 29 de abril en este cuaderno digital, a pesar de que lo presente a los cuatro vientos como un canto a la “diversidad, inclusión, solidaridad, y servicio público”.

Es verdad que sólo fue su presentación oficial, a través de una carrera de “presentadores y colaboradores estrella” para llegar a Prado del Rey, a las puertas del plató 5 y de un desfile-cabalgata de carrozas posterior con gigantes y cabezudos que llevaban “sorpresa” dentro, llámese Isa Pantoja o Rocío Carrasco (sin comentarios), sin entrar todavía en el citado plató y contenidos, que se mostrarán hoy, pero como botón de muestra intuyo que el programa no presagia nada bueno.

Los datos de audiencia en el primer tramo fueron de un 8.7% de share y 769.000 espectadores, continuando en el segundo con un 9.1% y 708.000 televidentes, respectivamente. Datos modestos en un estreno tan promocionado a bombo y platillo desde el ente público, pero que revelan que la televisión pública hace una apuesta de gran riesgo y desde mi punto de vista innecesaria y contraproducente, por mucho que repitan de forma machacona que el programa ofrece “diversidad, inclusión, solidaridad, y servicio público”. La crónica del diario El País, lo califica en pocas palabras como “una charlotada faraónica a mayor gloria de la incultura y el analfabetismo funcional”.

Ante lo expuesto anteriormente, vuelvo a publicar mi artículo de la semana pasada, unos días antes de su entrada sorprendente en televisión española, reafirmándome en mis presagios nada halagüeños sobre su estreno nacional, que me llevan a resaltar una vez más la misión de RTVE definida perfectamente en su Código Ético: “RTVE responde al carácter de empresa de servicio público, por lo que debe ofrecer una información rigurosa, independiente y plural, así como un entretenimiento de calidad; fomentar el debate, la innovación y la creación; y apoyar la difusión de las artes, la ciencia y la cultura. Todo ello bajo las premisas de cohesionar y dar cauce a la participación”.

ooooOOOoooo

“La familia de la tele”, sorprendente y preocupante estreno en la televisión pública

Gustavo Bueno / Telebasura y democracia

Sevilla, 29/IV/2025 – 07:50 h (CET+2)

Ayer, un día aciago para el país por el apagón eléctrico masivo de causa todavía desconocida, estaba previsto el estreno en TVE, de nuevo frustrado, de un espacio televisivo, La familia de la tele, en una operación rescate del denostado “Sálvame”, de infeliz memoria, producto de la fábrica Mediaset y su matriz de raíces berlusconianas, no inocentes por cierto, a través de una productora, La Osa Producciones Audiovisuales, en una nueva etapa de expansión dejando atrás la etapa bajo la denominación de Fabricantes Studio, que creó el universo televisivo “Sálvame”. El nuevo programa ha cambiado de denominación, pero incorpora en bloque a antiguos componentes de producción, presentadores y elenco de “colaboradores”, eufemismo de personajes de cuyo nombre no quiero acordarme ahora, porque fueron representantes cualificados de la televisión basura.

Escucho y veo con bastante desasosiego cómo directivos de la televisión pública justifican este rescate, introduciendo un término, “familia”, en el nuevo título del programa para edulcorar esta operación televisiva, sobre la que pesa una mochila histórica a través de sus representantes rescatados que, en múltiples ocasiones, sobrepasaron las barreras éticas que se deberían respetar por encima de todo en este tipo de programas, con demandas judiciales incluidas. Como botón de muestra, la cadena pública anuncia así el nuevo programa, con un lenguaje cuando menos hiperbólico: “Un equipo único del que no querrás separarte. Cercanía, profesionalidad y facilidad para conectar con la audiencia. Así podríamos definir a cuatro comunicadores que, lejos de necesitar presentación, forman parte de la idiosincrasia de generaciones de todas las edades. María Patiño, Aitor Albizua, Inés Hernand y Belén Esteban serán los rostros que nos acompañarán cada tarde. Un equipo que ya se prepara para todo lo que está por venir y que, como viene siendo habitual, tiene preparado multitud de contenido con el que nos harán disfrutar diariamente”. Veremos.

Creo sinceramente que la filosofía del todo vale en favor de ofrecer a la audiencia un espectáculo de la realidad “entretenida” de lo que está pasando, debería cuidarse especialmente por la televisión pública en aras de respetar hasta la saciedad el contenido de este tipo de espacios, sobre todo porque su código ético tiene un nivel de exigencias institucionales y profesionales que trascienden la guerra sin cuartel de subir las audiencias a cualquier precio, cuestión delicada cuando hablamos de la financiación exclusiva de RTVE con dinero público.

Ante esta situación, recuerdo una publicación del filósofo Gustavo Bueno, a quien he dedicado ya algunas palabras de reconocimiento explícito en este cuaderno digital, en la que hacía un análisis muy fino de la relación de la telebasura con la democracia (1) (Telebasura y democracia, 2002), aunque quizás algunos desconozcan que ya se había aproximado a la realidad de la televisión con un ensayo anterior, sobre televisión que se plasmó en un primer ensayo (Televisión: apariencia y verdad, 2000). Le llamaban de todos los platós que existían en este país en el año de la publicación y Gustavo Bueno se esforzaba por explicar la dialéctica de las tesis desarrolladas en su libro, de la mejor forma que era posible para él, un filósofo que se zambullía con la metafísica con una facilidad pasmosa, diciendo cosas tan interesantes como que “Sin basura no podríamos vivir”, algo que se constata hoy más que nunca cuando vemos el comportamiento humano con las famosas toallitas húmedas, por ejemplo, que tanto daño hacen a la naturaleza y, finalmente, a nuestros propios bolsillos por lo que se paga por el concepto genérico de “residuos y su tratamiento” que suena mejor. Más preocupante era la afirmación rotunda de que “Cada pueblo tiene la televisión que se merece”, porque al final la televisión, salvo raras excepciones, transmite lo que está ocurriendo en un país y la política nunca es ajeno a ello, porque la televisión y la política nunca son inocentes. De ahí el inmenso valor que se debería dar a la televisión pública que debería ser única y exclusivamente una televisión de servicios veraces y objetivos.

Pero, ¿qué se entiende por basura? La palabra “basura”, a la que se refería el profesor Bueno, “…viene de barrer, que es una apelación que consiste en separar de unas texturas dadas lo que sobra. Ahora bien, estas texturas pueden ser adventicias, polvo o lo que sea, o segregadas por ello mismo, las heces o la descomposición del objeto”. Cuando vemos la basura en el mar de plásticos que casi forman islas flotantes de centenares de kilómetros, podemos asociarlo fácilmente con las horas que se dedican en televisión a reproducir lo peor de lo peor del ser humano en sus múltiples manifestaciones: cine, espectáculo en vivo, realities, concursos, telerrealidad, telenovelas, anuncios de apuestas y juego, entrevistas despiadadas, docuseries, etc., etc. Atendiendo a nuestra lengua española, “basura” viene del latín vulgar versūra acción de barrer, derivado del latín verrĕre “barrer” (RAE, Edición del Tricentenario).

La sinopsis del libro de Bueno era rotunda: “Partiendo de la premisa «sin basura no podríamos vivir», Gustavo Bueno analiza el concepto de telebasura teniendo presente que «la basura muchas veces está en el que ve la televisión» y no en el propio medio. Para ello, ha seguido la experiencia de Gran Hermano con la mentalidad de un antropólogo, sabiendo que se trataba de un observatorio de la realidad española. Telebasura y democracia recoge el brillante análisis de este filósofo sobre las razones del éxito de un programa que ha llegado a convocar antes sus televisores a once millones de españoles. En su nueva obra, Gustavo Bueno define la basura para después profundizar en los espacios televisivos, al tiempo que repasa la programación de la televisión española de las últimas décadas con el fin de recordarnos que en una sociedad democrática la audiencia siempre debe tener la última palabra.  “La audiencia en la sociedad democrática, es la que manda y la televisión basura tiene que obedecer a esta demanda. Y no ya por razones éticas o morales, sino por razones de simple supervivencia democrática. Lope de Vega, hombre de teatro, conocía las leyes del mercado siglos antes de la televisión: «Si el vulgo es necio, es justo hablarle en necio para darle gusto”.

A través de cinco capítulos, Gustavo Bueno analizaba de forma exhaustiva la expresión “telebasura” en sí misma, con una intencionalidad meramente “clasificatoria” y no inculpatoria, distinguiendo entre televisión basura “fabricada” y “desvelada”, también la relación de la misma con la “intimidad”, la democracia y la realidad en España en la década de los setenta, incorporando el fenómeno de la televisión de la Transición. Salvando lo que haya que salvar hoy día, no ha perdido actualidad, porque con independencia de que el libro estuviera muy centrado en el programa Gran Hermano, por el impacto que supuso desde su estreno en 2000 en el país, la realidad que recoge sobre la “basura” como concepto que nos engulle como seres humanos y que acabamos viviendo desde hace centenares de siglos con ella, nos hace pensar que algo tenemos que hacer para aprender a convivir con ella. Porque existir a día de hoy, existe. Además, en la televisión perdura de una forma especial.

Hay programas en la actualidad, que mezclan lo divino con lo humano y saltan de una realidad a otra, con unos fundidos que pasan, sin inmutarse, de la risa al llanto o espanto por las consecuencias de lo que estamos viendo y escuchando sobre la geopolítica mundial y el ocaso de la democracia. Creo que todo no vale y que ahora más que nunca se debería cuidar este nuevo programa de la televisión pública. No vale cualquier opinión de colaboradores o tertulianos sin preparación alguna o conductores de programas que no tengan sentido del límite en sus afirmaciones, sin medida alguna en la interpretación de lo que es mejor para la televisión de entretenimiento.

Si es verdad el aserto de Gustavo Bueno expuesto anteriormente de que “Cada pueblo tiene la televisión que se merece”, es decir, si queremos que la telebasura desaparezca de nuestras vidas, lo primero que tenemos que hacer es cambiar como sociedad y propugnar un cambio urgente de valores. A título de ejemplo y visto lo visto, merecemos siempre una televisión diferente, empezando por la televisión pública, cuyo Código Ético (28 de agosto de 2019) deberíamos conocer todos los ciudadanos de este país, con una misión, visión y unos valores que deberíamos conocer y defender hasta sus últimas consecuencias las personas que no queremos aceptar los principios de la telebasura, ni los que dicta la dictadura de Mercado en determinadas televisiones privadas:

Misión

RTVE responde al carácter de empresa de servicio público, por lo que debe ofrecer una información rigurosa, independiente y plural, así como un entretenimiento de calidad; fomentar el debate, la innovación y la creación; y apoyar la difusión de las artes, la ciencia y la cultura. Todo ello bajo las premisas de cohesionar y dar cauce a la participación.

Visión

Desde su función de servicio público, RTVE tiene siempre como horizonte ser el medio de comunicación de referencia en España. Para ello, acerca las identidades nacional y autonómica a todos y cada uno de los españoles. Desde una visión global, realiza el trabajo con un criterio estrictamente profesional y difunde los valores constitucionales.

Valores

RTVE defiende y promueve en su programación los valores constitucionales, especialmente los de libertad, igualdad, pluralismo y tolerancia, sobre los que se asienta la convivencia democrática. Sus valores los marca la Ley y se reflejan en su actividad.

A lo anterior hay que agregar los “principios de conducta” porque ante lo que está pasando en la realidad, “RTVE considera que la confianza de los ciudadanos, clientes, proveedores y colaboradores externos, así como del entorno social en el que desarrolla su actividad, se fundamenta en la integridad y responsabilidad en el desempeño profesional de cada uno de sus empleados. La integridad se entiende como la actuación ética, honrada y de buena fe. La responsabilidad profesional se entiende como la actuación proactiva, eficiente y enfocada a la excelencia, la calidad y la voluntad de servicio”. Excelente reflexión televisiva de carácter público.

Estoy convencido de que Gustavo Bueno, recogería sin problema alguno una reinterpretación más amable de las palabras de Lope de Vega expuestas anteriormente, porque hoy, con una televisión publica y digna, respetando los principios de conducta enumerados más arriba, podríamos afirmar que «Si el vulgo es digno, es justo hablarle y contarle cosas sobre lo que está pasando de forma digna para darle gusto”.

(1) Bueno, Gustavo, Telebasura y democracia, 2002. Barcelona: Ediciones B.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Francisco y su conversión papal

Hay hombres y [mujeres] que luchan un día y son buenos, otros [y otras] luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los [hombres y mujeres] que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles

Adaptado en los corchetes de un texto de Bertolt Brecht en Elogio a los combatientes.

Sevilla, 5/V/2025 – 07:30 h (CET+2)

Hace tan sólo quince días del fallecimiento de Francisco, un personaje que ya forma parte de los “imprescindibles” en la historia de la humanidad. Se decantó por una forma nueva de transmitir la alegría del evangelio que, cuando es auténtica, lleva a un compromiso incondicional para llevar adelante la liberación de la sociedad de yugos totalitaristas, en términos equitativos y saludables. Lo afirmaba recientemente Juan José Tamayo sobre el posicionamiento de Francisco en relación a la Teología de la liberación (TL), de profundas raíces latinoamericanas: “Con Francisco la actitud ante la TL y sus principales cultivadores pasó del anatema al diálogo, del silenciamiento a la escucha, del alejamiento a la proximidad, de la condena al reconocimiento. Varios fueron los gestos de acercamiento y sintonía desde el comienzo de su pontificado”.

Respecto de un gran representante de la citada teología de la liberación, Ernesto Cardenal, a quien he dedicado páginas especiales en este cuaderno digital, me conmovió saber que Francisco mantuvo con él una relación de proximidad real y efectiva, levantando la suspensión a divinis que pesaba sobre él. Así y con otros muchos gestos de aproximación y cercanía a esta corriente cristiana de valores incalculables, demostró que su papado era de este mundo revolucionario.

Desde que contemplé la imagen que preside estas líneas, que en sí misma encierra un mensaje aleccionador, he pensado que Francisco ha sido y seguirá siendo una de las personas “imprescindibles” a las que ensalzó con bellas palabras Bertolt Brecht, una persona buena que durante sus doce años de pontificado ha estado siempre muy cerca de los nadies, los dueños de nada, los migrantes, los pobres severos, los excluidos en general de la sociedad.

Desde el inicio de su pontificado quedó claro que venía a dar un giro copernicano a la Iglesia alejada del cristianismo puro, aunque suene muy fuerte expresarlo así. Lo hizo a través de las 142 páginas de la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio), su primer gran documento papal donde trazó sus señas de identidad: “Es necesaria una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están […] Prefiero una Iglesia herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos”. Doce años después es pronto todavía para hacer un balance justo y necesario de su ingente labor, con luces y sombras, pero con un hilo conductor claro: ha salido a la calle, siguiendo una locución italiana preciosa “scendere in piazza”, se ha mezclado con miles de personas, no solo creyentes, de los cinco continentes, sobre todo con los que menos tienen, los nadies de Eduardo Galeano; ha viajado a Lampedusa para dejar claro cómo hay que tratar a las personas migrantes, ha promulgado textos papales en defensa de actuaciones de Estado en relación con el cambio climático y el respeto reverencial a la Naturaleza, así como haciendo lo indecible por introducir cambios profundos en la estructura curial del Vaticano. Han quedado muchos asuntos eclesiales sin resolver, tales como la actuación severa de la Iglesia ante la pederastia o la incorporación plena de la mujer en la estructura eclesial jerárquica, así como la transparencia en las finanzas vaticanas y de la Iglesia en general.

Tampoco olvido su declaración de principios en La alegría del evangelio sobre lo que significa un papado: “Hay normas o preceptos eclesiales que pueden haber sido muy eficaces en otras épocas, pero que ya no tienen la misma fuerza educativa como cauces de vida. Santo Tomás de Aquino destacaba que los preceptos dados por Cristo y los Apóstoles al Pueblo de Dios ‘son poquísimos’. Citando a san Agustín, advertía que los preceptos añadidos por la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderación ‘para no hacer pesada la vida a los fieles’ y convertir nuestra religión en una esclavitud, cuando ‘la misericordia de Dios quiso que fuera libre’. Esta advertencia, hecha varios siglos atrás, tiene una tremenda actualidad. Debería ser uno de los criterios a considerar a la hora de pensar una reforma de la Iglesia y de su predicación que permita realmente llegar a todo. […] Además, ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio en la interpretación de la realidad social o en la propuesta de soluciones para los problemas contemporáneos. […] Tampoco creo que deba esperarse del magisterio papal una palabra definitiva o completa sobre todas las cuestiones que afectan a la Iglesia y al mundo. No es conveniente que el Papa reemplace a los episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, percibo la necesidad de avanzar en una saludable descentralización. […] Dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del papado. Me corresponde, como Obispo de Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten en un ejercicio de mi ministerio […] También el papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal necesitan escuchar el llamado de una conversión pastoral. Una excesiva centralización, más que ayudar, complica la vida de la Iglesia y su dinámica misionera”.

La ausencia de Francisco es una tragedia en un momento delicado para la Humanidad. Faltan respuestas potentes ante tanto vocerío altisonante de los autócratas mundiales que conocemos bien por sus nombres. Les molestaba la voz de este Papa y esa es la mejor señal de que su papado converso (según sus propias palabras) no ha sido indiferente para los que han encontrado en él un crítico implacable o un refugio ideológico en tiempos tan revueltos. Una señal clara de la teología de la liberación en su sentido cristiano más puro. Queda claro que lo importante no es sólo cambiar la Iglesia, sino transformarla en su inspiración permanente del cristianismo más exigente.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy del diario El País.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Georges de la Tour, maestro de la luz en el apagón de las ideologías y creencias

Georges de la Tour, La Magdalena de la lamparilla (hacía 1642-1644) – Museo del Louvre

Sevilla, 3/V/2025 – 10:48 h (CET+2)

En el contexto del desasosiego provocado por el apagón eléctrico masivo del pasado lunes, he recordado la excelente obra pictórica de Georges de la Tour (1593-1652), como uno de los exponentes reconocidos del tenebrismo, definido por la RAE como “tendencia  pictórica del Barroco que tiende a destacar, mediante fuertes contrastes de luminosidad, la irrupción de la luz en un contexto oscuro”. Nos viene como anillo al dedo para valorar la importancia de la luz, en una operación rescate de medios simples para iluminar la vida compleja que nos rodea.

Repasando una a una las pinturas de este autor, se observa siempre el juego maestro con la luz a través de medios convencionales de la época, sobre todo con velas y lamparillas de aceite, como único elemento que hacen visibles momentos cruciales en la historia religiosa de la humanidad. Muestra de ello son las pinturas que he recogido en artículos publicados en este cuaderno digital, tales como Job, menospreciado por su mujerMusée départemental d´Art ancien et contemporain, Épinal, hacia 1630, La Aparición del ángel o El Pensamiento o Sueño de San José, hacia la primera mitad del siglo XVII (1640), San José carpintero, hacia 1642 – 1644 y el El recién nacido (1648, óleo sobre lienzo, 76 x 91 cm, Museo de Bellas Artes, Rennes).

Igualmente, otras obras suyas representan a la perfección su extraordinario dominio de la luz en entornos complejos, siendo también un exponente mágico La Magdalena de la lamparilla (hacía 1642-1644), La adoración de los pastores (hacia 1644) o San Jerónimo leyendo (s.d.), las tres en el Louvre.

¿Por qué volver a contemplar la interpretación del tenebrismo pasado, en un día tan especial para 49 millones de personas, el pasado lunes, cuando se acercaba la noche y nos daba miedo llegar a ese momento sin luz o echar de menos casi todo, todavía con la luz natural del día? Volvieron los transistores a pilas para saber qué estaba pasando y velas, muchas velas, porque las linternas se agotaron rápidamente. Es el momento en el que me acordé de Georges de la Tour: una simple vela o una lamparilla de aceite iluminaban instantes mágicos de la vida. Pasen y vean las pinturas citadas, guardando un cierto orden cronológico, comenzando por Job, el mejor representante de la duda existencial humana, sin respuesta alguna cuando le faltaba luz para seguir viviendo, agotada su paciencia, burlándose su mujer de él según de la Tour, a pesar de lo que nos enseñaron en nuestra infancia nacional y católica sobre su fe inquebrantable:

Job menospreciado por su mujerMusée départemental d´Art ancien et contemporain, Épinal, hacia 1630
La Aparición del ángel o El Pensamiento o Sueño de San José, hacia la primera mitad del siglo XVII (1640)
San José carpintero, hacia 1642 – 1644
El recién nacido (1648, óleo sobre lienzo, 76 x 91 cm, Museo de Bellas Artes, Rennes)
La Magdalena de la lamparilla (hacía 1642-1644)
La adoración de los pastores (hacia 1644)
San Jerónimo leyendo (s.d.)

Me emocionan tanto estas pinturas que provocan en mí un sentimiento de plenitud en mi alma de secreto, pero la emoción es algo muy diferente del sentimiento. Es un estado afectivo pasajero pero de alcance incalculable. El sentimiento, por el contrario, nos deja con un afecto permanente hacia algo o alguien. Somos emocionentes, personas que vivimos las emociones de una forma muy especial que intenté describir en un relato publicado en este cuaderno digital en 2010, Emocionentes, en el que explico la forma de vivir plenamente las emociones en nuestra vida. Emocionarse, al contemplar estas obras de Georges de la Tour, es para mí una gran respuesta sentimental al apagón actual de ideologías y creencias.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!

Me acuerdo de ‘La Noticia de Huelva’, en el 40 aniversario de su cierre

Portada del primer ejemplar del diario La Noticia de Huelva – 29 de julio de 1984

Me acuerdo de esas veces en que no
sabes si estás muy feliz o muy triste.

Joe Brainard (1942-1994), Me acuerdo

Sevilla, 2/V/2025 – 09:15 h (CET+2)

El pasado martes se cumplió el 40 aniversario del cierre doloroso, pero digno, de La Noticia de Huelva, una aventura periodística que viví personalmente desde su gestación y hasta su despedida el 28 de abril de 1985. Me lo han recordado dos profesionales que participaron de forma especial en el proyecto y creo que es justo agradecérselo con la publicación en este cuaderno digital, que me adjuntaban, de varios artículos en La Mar de Onuba, una revista de actualidad, cultura y debate, en torno a titulares muy significativos sobre esta efeméride: La Noticia de Huelva, 40 años después: memoria breve de un sueño editorial, Lo que contó La Noticia de Huelva, 1984–1985 y La Noticia; cuando la izquierda quiso crear su propio periódico, por Antonio Manfredi.

La entradilla del primer artículo citado, firmado por Perico Echevarría, es una exposición excelente de lo que supuso para Huelva y su provincia este proyecto: “Se cumplen cuarenta años de la publicación del último ejemplar de La Noticia de Huelva. Aquel periódico, nacido en 1984 al impulso de un grupo de periodistas, militantes progresistas y profesionales comprometidos con la apertura democrática, apenas sobrevivió nueve meses en los quioscos de la provincia. Sin embargo, su breve existencia dejó una huella imborrable: no solo desafió la hegemonía informativa consolidada en torno al poder económico local, sino que abrió espacios inéditos para la cultura, el pensamiento crítico y el pluralismo en una Huelva todavía en transición. Recordar hoy la historia de La Noticia de Huelva es rescatar un gesto de audacia cívica, en un tiempo en el que fundar un periódico significaba apostar por la libertad de expresión en su sentido más pleno. En un ecosistema mediático donde resonaban aún los ecos de la dictadura y donde la democracia se abría paso a trompicones, La Noticia fue durante unos meses un soplo de aire fresco: una apuesta genuina por el periodismo entendido como servicio público y como construcción de ciudadanía”.

Tuve una responsabilidad importante en esta aventura cultural y estuve presente en las páginas de ese periódico, publicando en él artículos de opinión que recopilé en un libro, Teatro de barrio, que puse a disposición de la Noosfera (la malla pensante de la humanidad) en 2007, a través de este cuaderno digital.

Creo que la presentación que hice en este libro, resume bien lo que sentí a diario en la corta pero profunda travesía de La Noticia. Les invito hoy a leer los artículos conmemorativos que he citado al principio. Si les parecen interesantes, pasen y lean posteriormente Teatro de barrio. Comprenderán qué significó para mí esta apasionante aventura, agradeciendo de nuevo el esfuerzo de miles de personas que estuvieron siempre cerca del proyecto cultural y periodístico, porque no confundieron nunca el valor y precio de la libertad de prensa, junto a la verdad y objetividad asociadas, tareas nada fáciles en los primeros años de la Transición en un país tan dual y cainita.

Antes del estreno…

«Teatro de barrio» es el resultado de una reflexión vinculada a la existencia del periódico «La Noticia de Huelva». A lo largo de cuatro meses del año 1984, aparecieron diecinueve artículos bajo el título genérico de «La flauta mágica», en homenaje al giro copernicano que Mozart imprimió a la existencia culta de la época, en un esfuerzo encomiable por vibrar con el pueblo auténtico, en la espera/esperanza de ver cantado y representado el amor sencillo de cada día.

No hubiera sido posible escribir en clave mozartiana sin la vivencia, también diaria, de aquel periódico querido. Esta publicación quiere ser un homenaje a cuantas personas se esforzaron en el cada día de su aparición, porque en toda representación teatral o publicación diaria lo importante es el esfuerzo conjuntado, «sinfónico», de los que hacen posible la lectura de la partitura, en este caso, en clave de esperanza y creencia en el hombre, la sociedad y la naturaleza.

Huelva, 30 de abril de 1987.

NOTA: la imagen de cabecera se ha recuperado hoy de la revista La Mar de Onuba.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, GAZA, REPÚBLICA DEL CONGO Y RUANDA, SAHEL Y PAÍSES EN GUERRA, EN GENERAL

¡Paz y Libertad!