Cumpleaños de Mozart

Desde el 27 de enero, fecha en la que se ha recordado en la aldea global el nacimiento de Mozart, (recuerda: Trazom) he escuchado con gran interés una parte de una obra que llena el espíritu de búsqueda de verdad: el concierto para flauta y arpa en do mayor, K 299. La pieza central, el Andantino, es una exposición sublime del entendimiento de la música como interpretación del mundo compartido, dado que desde cualquier lugar del planeta la conjunción de flauta y arpa te sumergen en una aventura de contrapuntos de gran valor humano.

Basta pensar que dos seres humanos, mediante el diálogo de flauta y arpa, logran llamar la atención desde una composición apresurada de Mozart, durante su estancia en París en 1778, escrita por encargo -como siempre- para poder sobrevivir y con un final doloroso: nunca le pagaron su trabajo. Quizá con la eterna oferta a los seres humanos que todavía se emocionan al escucharla, como es mi caso, Mozart recibe la mejor contraprestación del valor del concierto en este aquí y en este ahora. Una vez más, no hay que confundir valor y precio.

Si al mismo tiempo que escuchas el Andantino, quieres recrearte en un pequeño documental sobre su aniversario, te invito a que entres en esta dirección: http://www.cico.tv/austria/mozart/mozartspanish-512k.wmv y compartas el tamaño del archivo (al revés: K 512) como símbolo de una nueva obra catalogada por Köchel (la actual k que aparece junto a cada una de sus obras) …

Sevilla, 29/01/06

Historia de mujer

Siempre que puedo dedico un tiempo a Ángeles Caso (Magazine, 29/I/06) para aprender de su lucha. En esta ocasión, en su artículo ¿Quién dijo igualdad…?,  la lista de marginación de mujeres es interminable y, por razones del guión, ha tenido que poner un punto final apresurado, que por desgracia se actualiza diariamente. Pero he querido mirar hacia atrás sin ira, y un relato de los pueblos ribereños en Oriente Medio, a los que siempre acudo en momentos de crisis, me abre una perspectiva histórica de que ha habido momentos, quiero pensar que hay momentos, en que determinados hombres han pensado en el papel de la mujer y han intentado que tenga su sitio.

Me refiero al relato de Elcaná y Ana, en el primer libro de Samuel, en el mal llamado Antiguo Testamento, porque podría ser actual si tuviéramos la oportunidad de leerlo con visión de género compartido. Hay un momento muy emocionante, cuando Elcaná ve a su otra mujer llorando por los rincones porque no puede tener hijos, es decir, porque no cumple su misión, lo que hoy justifica simbólicamente cualquier marginación que narra Ángeles Caso, sin interferir la historia real de España. En un gesto sin precedentes, en el contexto social y religioso en el que vivían, dice: ¿Por qué lloras, Ana, no vale mucho más nuestro amor que muchos hijos?. Y nació su hijo, Samuel, “pedido a Dios”, en hebreo, a pesar de que un sacerdote cercano creía que estaba ebria “porque, habitualmente, no decía nada”. Elcaná fue un hombre colaborador, rompedor de barreras multiseculares, que enseña a los hombres de hoy que Ana es capaz de dejar de llorar si le damos su sitio. Sin ayuda de Dios. Con la nueva visión de los que permiten que la mujer se incorpore a la vida diaria con igual derecho que cualquier hombre, a pesar de que algunas leyes, las costumbres y determinados hombres se lo estén robando.

Enviada a «Magazine, 29/I/06

Regreso a Turín

Leyendo el reportaje “Turín, de Fiat al sueño olímpico”, en el Magazine de 29/I/06, he recordado mi estancia en esa ciudad en 1968, en una época donde era practicar espíritu olímpico salir de España y buscar nuevos horizontes de realización personal bordeando el mayo francés. Aquellas tardesnoches de Turín, con la luz enterrada a las cuatro de la tarde, saliendo de los jardines del Valentino, con manifestaciones por problemas sociales, que dejaban entrever que la malla obrera en el entorno de Fiat y Olivetti, nos enseñaban a cinco españoles que buscábamos a Dios por todas partes, sin encontrarlo, que otra España era posible.

Recuerdo también una lectura apresurada, como la carrera olímpica que nos animaba a llegar a alguna parte, sobre una manifestación obrera cerca de Turín. La pancarta que presidía la manifestación, recogía en una foto-testimonio excelente, unas frases que dejaban entrever un empeño social de grandes dimensiones: “los hijos de los ricos están cansados, los hijos de los pobres están siempre locos…”. Nacía la psiquiatría alternativa con Giovanni Berlinguer entre sus promotores, así como la locura de Turín, con su trabajo en cadena que nutría los psiquiátricos del lugar. Todo un símbolo en el nuevo despertar olímpico de la ciudad, dejando atrás una etapa de contraluces digna de una interpretación propia del neorrealismo italiano. Bienvenida sea.

Enviada a «Magazine», 29/I/06

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