Dedicado al escritor Alberto Manguel, de quien tanto aprendo
Acabo de conocer la renuncia de mi querido maestro Alberto Manguel como director de la Biblioteca Nacional de Argentina. He regalado en los últimos días ejemplares de su libro premonitorio Mientras embalo mi biblioteca, que recomiendo como lectura de agosto, cuando ahora me encuentro con él embalando de nuevo los libros acumulados en los dos años de su destino argentino, que acompañarán a los que embaló en Francia, en su presbiterio querido, con destino al depósito común en el que se encontrarán en Canadá.
Dice que se va por recomendación de su médico de cabecera, porque tiene que cuidarse, pero las buenas lenguas dicen que se va porque ya no podía más con la situación interna del personal de la Biblioteca, por la continua amenaza de despidos y porque no tenía presupuesto público, ni siquiera “un peso para comprar un grano de café: «En la biblioteca no tenemos ni un mango [ni un peso] para comprar un grano de café. ¿A quién puede sorprenderle que en la Argentina una entidad cultural no tenga presupuesto?», se preguntó Manguel a principios de mayo, durante la presentación de su libro La biblioteca de noche (Siglo XXI) en la última Feria del Libro de Buenos Aires. «En la Biblioteca yo soy solo el administrador, hay decenas de personas que trabajan y mucho, y lo hacen con sueldos miserables».
Este mundo solo nos prepara a vivir por un puñado de dólares. El gesto de denuncia del grano o puñado de café de Manguel ennoblece el alma humana para seguir pensando que otro mundo es posible. La verdad verdadera es que este mundo y yo estamos obligatoriamente obligados a entendernos.
La cultura se abre paso siempre entre los escombros de la ética pública. Manguel lo ha intentado en el país que le vio crecer junto a Borges, un regalo vital precioso. Pero era la crónica de una renuncia digna anunciada. Me dicen que lo de verdad le duele es el alma. Por esa razón sigue escribiendo su último libro dedicado a Maimónides, buscando consuelo saludable en su literatura querida.
Sevilla, 9/VIII/2018
NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de https://elpais.com/cultura/2018/07/03/actualidad/1530637233_607480.html
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