El Después de Brazos Abiertos (Open Arms)

OPEN ARMS

23/VIII/2019

Ya estamos en el Después que explicó espléndidamente Benedetti en un poema inédito publicado dos años después de su fallecimiento, El Después, formando parte de un conjunto de poemas seleccionados por el autor en los últimos años de su vida (1): “El Después nos espera / con las brasas y los brazos abiertos / ah pero mientras tanto / vemos pasar con su cadencia/ la muerte meridiana de los otros / los más queridos y los no queridos”.

En el Después de lo sucedido con la última singladura del Open Arms, vemos que con sus “Brazos Abiertos” ha expuesto ante el mundo, una vez más, la tragedia de la migración hacia Europa de miles de personas que huyen despavoridas de territorios donde la vida no vale nada. Ha dejado ver la errática política europea ante la migración y la falta de poder disuasorio y correctivo, no solo reactivo, para abordar situaciones como la del Open Arms donde la vida de muchas personas ha estado a la deriva durante 20 días sin solución alguna, como las marionetas que recibían golpes sin sentido en mi infancia del Retiro.

Falta una auténtica política europea para afrontar definitivamente el problema de la migración que se concentra en las orillas de Libia, entre otros territorios de muerte en vida, donde la mafia hace estragos a diario. Mientras no exista una acción comunitaria bien armada y en todos los frentes posibles, acción directa económica y social en los países de origen de los migrantes, acción conjunta y solidaria ante la acogida que se pueda producir en el tránsito hasta la solución final y legislación que respete ante todo los derechos humanos en todas y cada una de sus manifestaciones, siempre será necesario tener los “Brazos Abiertos”, un Open Arms de turno como símbolo de solidaridad que recoja del mar a personas que necesitan ser atendidas en su desesperación humana.

Necesito encontrarme, como Benedetti deseaba cuando ya era mayor. En el Después del Open Arms, mientras no se aborden los problemas migratorios de Europa en una Cumbre Especial y Urgente del Después, seguiremos viendo pasar con su cadencia la muerte meridiana de muchas personas en el Mediterráneo en un eterno Después: “¿y qué dirá el Después / después de todo? / tengo la impresión de que sus brazos / empiezan a cerrarse / y es ahora mi muerte meridiana / la que en silencio está diciendo ven / pero yo me hago el sordo”. Es lo que pasa cuando conjugamos el verbo “Callarse”, en silencios cómplices vergonzantes de un presente de indicativo muy triste: yo me callo, tú te callas, él se calla, nosotros nos callamos, vosotros os calláis, ellos se callan…

(1) Benedetti, Mario, Biografía para encontrarme, 2011. Madrid: Alfaguara.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

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