Abandonados y nadies en Andalucía

RTVE POBREZA EXTREMA EN ESPANA

07/02/2020 / RTVE.es: El relator de la ONU para la pobreza extrema asegura que España «falla a los más vulnerables»

Sevilla, 8/II/2020

Me ocupa y pre-ocupa [sic] la pobreza en España y, especialmente, en Andalucía. He leído en la entrevista a Philip Alston, relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la ONU, en una visita reciente a España publicada ayer en el diario El País, que la palabra recurrente en las reuniones mantenidas con pobres reales de norte a sur del país es la palabra “abandono”, que “[…] ha sonado recurrentemente. La gente se siente abandonada. No reciben el apoyo que esperarían del Gobierno, de las autoridades locales, del sistema educativo, del sistema de protección… simplemente sienten que están a su suerte”.

Es verdad que estamos distraídos con un alud de noticias de todo tipo, no precisamente halagüeñas, en una dialéctica permanente: compromiso ante lo que se lee, se escucha y se ve frente a di-versión [sic] en su sentido pascaliano más primigenio. Pero la verdad social es tozuda y hay que estar atentos para no caer en el olvido de los millones de pobres que malviven diariamente en este país. El jueves pasado publiqué un artículo sobre la realidad de la pobreza familiar e infantil en Andalucía, con datos escalofriantes que junto a otros estudios que también he analizado me dejan en una ardiente impaciencia.

Sé que no existe el bálsamo de Fierabrás que cure estas heridas sociales en un santiamén, pero el actual Gobierno de Coalición tiene que abordar esta realidad lacerante de forma urgente. Debe ser una exigencia de la sociedad civil, a la que pertenezco, en defensa de los que menos tienen para alcanzar un mínimo de dignidad social. Sentí pena al leer esta pregunta y respuesta en la entrevista citada:

P. Usted ha dicho que en España ha visto lugares peores que un campo de refugiados. ¿Ha encontrado sitios así en otros países occidentales que ha visitado, como Reino Unido y EE UU?

R. Hay lugares verdaderamente desalentadores en ambos países, pero el campo de recolectores de fresas que vi en Huelva fue verdaderamente impactante, con gente que había vivido allí durante más de cinco años.

Este viernes [ayer] , Alston ha dicho en la rueda de prensa que la situación que se encontró en esa provincia lo dejó «pasmado». En su informe cifró en 533 millones de euros lo que este cultivo dejó en Huelva en 2018-2019. Y sin embargo vio a gente que «vive como animales». «Me encontré con trabajadores en asentamientos en condiciones que compiten con los peores que he visto en cualquier otra parte del mundo», explicó ante la prensa. «A kilómetros del agua, sin electricidad o saneamiento adecuado. Algunos llevan años así y podrían pagar un alquiler, pero dicen que nadie los aceptaría».

Sentirse abandonado debe ser similar a sentirse “nadie”. Comprendí muy bien esta palabra en un poema de Galeano, Los nadies, que no olvido en algunas de sus estrofas:

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folclore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.

Sé que el relator Alston se ha reunido con personas que malviven en el barrio de Los Pajaritos, el barrio en Sevilla más pobre de España, nadies para la Ciudad, la Provincia, la Comunidad, España. Lo conocí bien hace ya muchos años por razones históricas y tengo que reconocer que me hizo mucho bien estar cerca de aquella realidad para que no la olvidara nunca. También tenía programada en la agenda oficial facilitada por la ONU la visita al Polígono Sur, otro microsistema de pobreza muy preocupante en Sevilla.

Espero leer el informe final de esta visita cuando se presente ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra el próximo mes de junio. Estaré muy atento y con ardiente paciencia, según Neruda. Leyendo también el último libro publicado por Antonio Gamoneda, La pobreza, para entender qué significa la cultura de la pobreza, porque existir existe: “No es invisible pero está invisibilizada. No es lo mismo conocer la pobreza objetivamente, como un sociólogo o un antropólogo, que vivirla desde dentro. No es igual el pobre que el que se solidariza con el pobre. No digo que sea mejor ni peor, digo que es distinto. Por eso digo también que las hambres históricas modifican para siempre el pensamiento de los hambrientos” (1).

(1) https://elpais.com/cultura/2020/02/07/babelia/1581091598_442947.html

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

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