Sevilla, 14/II/2020
En el día comercial de los «enamorados», me he acordado de los «entusados» en todos los órdenes posibles, personales, familiares y políticos, que también existen, aunque no cuentan para el mercado mundial del poderoso caballero don dinero, ni tienen día alguno que los representen.
Cualquier espacio humano y, sobre todo, de pareja, puede ser un territorio de tentaciones de todo tipo. Tengo que reconocer que me ha sorprendido el seguimiento que ha tenido el programa “La isla de las tentaciones”, como gran sorpresa del año televisivo. Han sido millones de personas las que han esperado, ávidos de la última noticia, cómo acaba el culebrón de cada día y, sobre todo, el doble final. Lo que no conocía era la entrada en tromba, casi en simultáneo, en el mundo de la música para los más jóvenes, de una canción que es un homenaje a una palabra que se utiliza diariamente en Colombia, tusa, que en su acepción más pura, tristeza o despecho causados por un fracaso o un desengaño amoroso (Diccionario de Americanismos, RAE), ha batido todos los récords de audiencia imaginables, con más de quinientos millones de reproducciones en YouTube desde noviembre de 2019. Lo que tengo dudas es si, fuera de Colombia, se entiende bien la letra de la canción y el mensaje explícito de la misma ante una afirmación rotunda en sus primeros compases (1):
Ya no tiene excusa, hoy salió con su amiga, dizque que pa’ matar la tusa.
¿Cómo se entiende tusa o vivir entusados en Colombia? Basta un ejemplo clarificador para sacarnos de las dudas suscitadas en el programa estrella de Cuatro. En el año 2016 se estrenó en Bogotá (Colombia) una obra romántica, El arte de compartir la tusa, postconflicto, de Diego Trujillo, que difícilmente entenderíamos en este país de las tentaciones, aunque la tusa está por todas partes. Otro gallo cantaría si asumiéramos en todos los órdenes personales y sociales que la tusa existe. Cuenta una historia que sucedió en una isla del Caribe, que nos suena: dos jóvenes “se conocieron en un paraíso tropical. Allí se enamoraron a pesar de sus diferencias, pero después de un tiempo ha llegado el momento de decir adiós y no será una despedida tradicional; […] Lo que planteo es que esa relación sacada de contexto y puesta en la realidad cotidiana de cada uno pierde sentido y adquiere otro carácter completamente distinto”, asegura el actor[-director de la obra]. El relato entonces se desarrolla en dos ambientes: la isla en la que los dos protagonistas se conocieron y a la que regresan un tiempo después, justo en la celebración del Año Nuevo, y el estudio del escritor, en donde se retratan los grandes conflictos de la relación […]”.
La noticia de este estreno en el diario digital colombiano El Tiempo, sigue explicando la trama: “A partir de pequeños monólogos, poco a poco la historia va desembocando en una resolución que implica la separación de los personajes, quienes no deciden hacer una ruptura típica. “Es una historia en la que se trata de resolver después de una ruptura de una manera pacífica y sobre todo innovadora, al proponer que la tusa se comparta entre los dos dolientes”, anota Trujillo”. Además de esos giros cómicos, en los que se hace uso de diálogos irónicos y llenos de humor negro, hay una reflexión sobre la resolución de conflictos. Por eso el actor asegura que ni el tema ni el título son gratuitos. “Esto es una comedia, una comedia romántica, pero parte de la base de decir que la educación por la paz o pensar en paz tiene que ver con resolver esos mínimos conflictos al interior de las parejas y de los hogares”, asegura”.
La Fundación Gabo, hizo extensivo al mundo, en junio de 2019, el sentido de la tusa política (que también existe) y cómo salir de ella con un mensaje esclarecedor ante los resultados en las últimas elecciones en Colombia: “Las elecciones casi siempre se viven con intensidad, y casi nunca dejan a todo el mundo contento. Pero una frustración electoral no tiene que hacerte perder la perspectiva, dejarte sin amigos o distanciarte de tu familia. Relajarse es buena idea, y por eso hicimos una pequeña lista de ideas para ayudarte a relajarte. Desahógate, pero con respeto: La frustración siempre estará ahí y ventilarla es bueno para el alma. No te prives de hacerlo, pero con respeto y sin ofender a nadie. Eso no tiene sentido y puede causar heridas que después puedes lamentar. El odio puede dar muchos likes, pero no construye. Date una vuelta por el parque, respira: Toma aire, piensa en otra cosa, camina, saca a pasear a tu perro si tienes uno. Quítate el calor del momento con un poco de aire fresco; eso te dará un poco de perspectiva. Puedes usar apps como Headspace o Calm para ayudarte a recuperar la paz. Desconéctate: Llega un punto en el que, por más noticias y tuits que leas, no vas a enterarte de algo nuevo. Cuando llegue ese momento, suelta el celular, aléjate del computador, y pon tu mente en otra cosa. Felicita a alguien que haya apoyado al candidato ganador: ¿No crees que eso pueda ser liberador? Inténtalo. Aprende a reconocer la derrota: Vendrán otras elecciones, vendrán otras oportunidades. Esta vez tu candidato no ganó, pero la vida sigue. No hay necesidad de incendiar los grupos de WhatsApp y tus redes sociales”.
Admiro la forma de expresarse las personas en Colombia, donde utilizan palabras bellísimas y que sintetizan, como “tusa”, en una sola palabra, una situación emocional y sentimental de amplio recorrido de frustración en general que va mucho más allá de la definición enciclopédica que estudié en mis años de carrera y que necesitaba muchas palabras para explicarla: “sentimiento displacentero de incompletud que surge como consecuencia de un conflicto psicológico no resuelto”. El sincretismo colombiano es una muestra del arte de hablar que aprendí hace ya muchos años de uno de mis maestros en literatura: Gabriel García Márquez. Esa es la razón de comprender, cuando vamos del timbo al tambo de la vida, como a él le gustaba decir del peregrinar humano, que el amor es eterno…, mientras dura. También se podría aplicar a la felicidad, a estar o sentirse bien en general. Lo que viene después, cuando todo falla, es tusa en estado puro o estar entusados hasta que la muerte nos separe como nos enseñaron a vivir en la pareja católica, apostólica y romana. Pero salir de la tusa con arte en un país lleno de tentaciones…, es algo más que eso, como nos enseña la obra teatral de Diego Trujillo, porque la tusa se debe compartir siempre entre los dolientes de cualquier frustración en la vida.
(1) https://verne.elpais.com/verne/2020/02/11/articulo/1581441833_501244.html
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.
Debe estar conectado para enviar un comentario.