Obligatoriamente obligados a votar


AGUAVIVA, Ni yo tampoco entiendo

… el tema 83, la democracia,
el ácido sulfúrico, los ceros,
el tacón, las hambres, el casamiento
orgánico. De este mundo los dos
sabemos poco. Y sin embargo, estamos
aquí obligatoriamente obligados
a entenderlo.

Rafael Ballesteros, Ni yo tampoco entiendo

Ante la situación que atraviesa el país, donde hay un sentimiento generalizado de desencanto hacia la política y quienes la ejercen de forma directa, es imprescindible ejercer el derecho a votar por la opción política que mejor responda a intereses generales en los que cada persona se vea reflejada. Lo peor que podría pasar sería engrosar la lista de abstencionistas o de voto en blanco, bajo la excusa de que quien así actúa es porque no es político o política, recurso tan simple como dañino para un país democrático.

Creo que estamos obligatoriamente obligados a votar, por diversa razones. La primera, porque la democracia se construye entre todos y la traducción inmediata para vivir en ella es formar parte activa de su configuración que, hoy por hoy, pasa por participar en procesos electorales y ser consecuentes con lo votado. La segunda razón estriba en ejercer la responsabilidad activa de ciudadanía, porque ser responsable es la conjunción de conocimiento y libertad. Conocimiento, porque la inteligencia es el bien más preciado del ser humano, entendida como la capacidad de resolver problemas en el día a día, considerando siempre que es lo más bello que tiene el ser humano. Guido Orefice o Roberto Benigni, tanto monta-monta tanto, el protagonista de La vida es bella, explicaba bien cómo podíamos ser inteligentes al soñar en proyectos: poniendo (creando) una librería, leyendo a Schopenhauer por su canto a la voluntad como motor de la vida y sabiendo distinguir el norte del sur. También, porque cuidaba de forma impecable la amistad con su amigo Ferruccio, tapicero y poeta. Hasta el último momento. Y la libertad, sin ira, libertad, para dar respuestas a las cuestiones cotidianas en las que estamos inmersos en el acontecer diario. Esa es la dialéctica de la responsabilidad, conocimiento más libertad, entendida como respuestabilidad (perdón por el neologismo), quedando probado que se puede librar de convertirse en mercancía cuando se sabe distinguir valor y precio.

En tercer lugar, porque hay que pensar en el día después de las elecciones, porque detrás del voto debe haber siempre un compromiso activo con mi voto fiado a terceros que probablemente ni conozco, a través de un papel de color blanco, alargado como la sombra ética y decente que lo protege. Es decir, tengo que mantener activo el compromiso diario de mi opción a través de la participación activa, como ciudadano o ciudadana que vive en un ámbito local concreto, en la consecución de aquellos objetivos que me han llevado a elegir una determinada opción política volcada en un programa, que nunca se debe entender como flor de un día. El éxito político es para quien lo trabaja y no hay que olvidar que cuando la política se entiende así podemos ser protagonistas de la misma en mi casa, mi barrio, mi trabajo o entre mis amigos.

Estamos obligatoriamente obligados a entender así el voto, aunque muchas veces no sepamos por qué en el día a día político el tema 83, la democracia, el ácido sulfúrico, los ceros, el tacón, las hambres y el casamiento orgánico, no acabemos de entenderlos. Porque de lo que pasa en este mundo político casi todos sabemos a veces poco. Y sin embargo, estamos aquí obligatoriamente obligados a entenderlo.

Sevilla, 22/V/2015

Hay que votar a personas y programas decentes

ELECCIONES LOCALES 2015
http://locales2015.mir.es/web/locales2015

El próximo domingo volvemos a depositar nuestros votos en las urnas. Un nuevo proceso para un tiempo nuevo en el que la decencia, tal y como lo explicaba ayer Emilio Lledó, en el día en el que recibía el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, tiene que ocupar un lugar destacado en todo el proceso que se inicia: “Ojalá este domingo regrese la decencia” (1).

En esta convocatoria vuelvo a recordar siempre lo que escribí hace ya casi treinta y dos años, cuando publiqué un artículo en el diario ODIEL, en Huelva, que llevaba por título “Ética del Municipio” (viernes, 27 de mayo de 1983). Hoy recupero aquellas palabras, en un contexto diferente, pero he leído entrelíneas lo que desearía reafirmar de nuevo de forma sencilla, a unos días de las elecciones municipales de 2015, donde como ciudadano que va a votar, con creencias, cambiaría muy poco aquellas palabras escritas con pensamiento y sentimiento con mucha más fuerza que el viento, en la clave de Rafael Alberti, a quien tanto leía y seguía en aquellos días.

Esta nueva lectura, actualizada, va a consistir en poner en cursiva las palabras cambiadas. Solo las que respetan la perspectiva de género. En aquellos años se utilizaba siempre el vocablo “hombre”, para caracterizar una representación del ser humano. Nada más.

Sevilla, 21/V/2015

(1) Ruiz Mantilla, Jesús (2015, 20 de mayo). “Emilio Lledó: “Ojalá este domingo regrese la decencia”. El País.com.

Ética del municipio

Dicen los principios éticos más ortodoxos, que la «cosa», la plata, por ejemplo, sólo sirve cuando es para las personas. La plata en sí no es nada, porque el valor se lo ha dado el ser humano. En este caso, el voto, el «papel» municipal sólo sirve para la persona, porque en sí tampoco vale nada. ¿A qué viene esto? Sencillo. Comenzamos una nueva etapa municipal y no vendría mal adentrarse en un mundo olvidado con frecuencia: la ética municipal.

Las bases éticas nacen en cada persona. En cualquier persona en su condición, ahora, de ciudadana. Las raíces de la conducta no son debidas en principio a unas normas establecidas, sino a la posibilidad de ser persona. Luego partimos del ser humano y su conducta. No son las manos las que votan, sino toda la persona la que vota. Y ese ciudadano deposita en un papel su persona «votando». Una persona que, en principio, confía (o debe confiar) en un programa, en unas personas, en una ideología, en un progreso, etc. Y esa persona quiere ser escuchada en su silencio, a veces, de los sin voz. Porque el silencio de la urna existe ante los ruidos propagandísticos. En pocos centímetros de papel una persona se proyecta y proyecta la sociedad. Sueña con unir muchos papeles y así, casi pegados, afirmar conjuntamente que se cree en la posibilidad de ser pueblo y ser escuchado.

El problema ético nace cuando se rompen los papeles, nunca mejor dicho. El símbolo de la papelera es el fantasma que recorre las mentes de los que votan. Y el recuerdo de ese acto debe estar presente, de forma cautelar, en las mentes de los elegidos democráticamente. Cada voto representa a una persona eligiendo y elegir es la posibilidad más seria de libertad que podemos gozar. La actitud ética del respeto al voto se constituye condición sin la cual no se puede hacer política municipal.

Otro principio ético municipal es el del respeto a la razón por un sentido de responsabilidad. La razón es humana y no tiene color. Sí, por el contrario, ideología y personas. Ya ha demostrado la historia de forma suficiente que «ninguna ideología es inocente», como señaló Lukács. Y la ideología simbolizada en programas políticos ha perdido su inocencia de base. Pero eso no es «malo», para que nos entendamos. Perder la inocencia para ser responsable, es «bueno». Y ser responsable conlleva por un lado, conocer la «cosa» política (programa, por ejemplo…), el contenido de la acción y además, ser libre para decidir en nombre de unos votos.

Conocimiento y libertad, se constituyen así en elementos imprescindibles para ejercer el sentido de responsabilidad, es decir, de «respuestabilidad» (valga la expresión) ante situaciones políticas municipales muy puntuales. Arreglar una calle, poner farolas, o estudiar los impuestos, en si no son nada, sino que conocidos que son «para cada persona», para el ciudadano, valen, en el mejor sentido de la palabra.

Por último, el tema de llevar o no razón política: «La razón misma no es ni puede ser algo que flota por encima del desarrollo social, algo neutral o imparcial, sino que refleja siempre el carácter racional (o irracional) concreto de una situación social, de una tendencia del desarrollo, dándole claridad conceptual y por tanto, impulsándola o entorpeciéndola» (1). Lo que pretende la razón municipal es reflejar la situación social de una ciudad, de un pueblo; eso sí, teniendo las ideas claras, porque de lo contrario se puede llegar a estropear la construcción de un sentimiento ciudadano de crecimiento, progreso y desarrollo. Tener las ideas claras, también es punto de partida ético imprescindible en la política municipal. ¿Por qué? Sencillamente porque es búsqueda de verdad, criterio ético que a pesar del paso del tiempo, siempre se sitúa como conquista. Y es que la verdad está en la «cosa», como decíamos al principio, en ese papel alargado con nombres y apellidos, que es mi voto municipal…

Huelva, 27 de mayo de 1983

(1) LUKACS, G (1976). El asalto a la razón. Barcelona: Grijalbo, pág. 5.

¿Personas o programas?

ELECCIONES ANDALUCIA
El ideal democrático es la fe, continuamente puesta a prueba, en que los hombres y mujeres corrientes puedan elegir adecuadamente a aquellos que van a gobernar en su nombre, y en que aquellos que elijan puedan gobernar con justicia y compasión.

Michael Ignatieff, Fuego y cenizas

Se acerca el día de las elecciones al Parlamento de Andalucía. En la situación actual, surgen muchas preguntas a la hora de preparar ese momento transcendental de depositar en la urna -que no echar- la papeleta verde con la lista de personas que representan al partido elegido. La mayoría son grandes desconocidas, salvándose solo las que identificamos a través de los medios de comunicación.

El dilema está servido. Es una dialéctica muy importante a dirimir porque el marco electoral actual de listas cerradas no permite elecciones directas mediante procesos de primarias u otros más representativos. Sólo se permite la confianza en los aparatos de los partidos y en su militancia de acuerdo con sus correspondientes estatutos.

El contexto político actual cuestiona mucho a las personas que ejercen la política y ostentan cargos orgánicos y representativos. El problema radica en que no se debe generalizar porque parto de la base de que todos los partidos políticos no son iguales, ni sus militantes y representantes tampoco. A la hora de decidir prefiero decantarme por el programa más acorde con mi ideología y, sobre todo, mis creencias, porque no son inocentes. Ahora está casi mal visto hablar de derechas o izquierdas e incluso algún dirigente muestra actitudes vergonzantes al respecto, pero en este país está muy clara esta división marcada por la historia. Otra cosa es que se generalice de forma extrema y se piense que uno u otro no pueden hacer nunca nada destacable. Craso error. Lo que sucede es que aquí sí entran en liza los programas, porque nunca son iguales. En ellos se muestran las ideologías y las opciones a favor de la igualdad y la solidaridad o los que priman de forma manifiesta a los que más tienen. También, suele ser un buen índice de opción política las posiciones en los programas respecto de educación, salud y bienestar social, así como en la recaudación de impuestos para blindar los pilares de la democracia garantista de derechos y deberes ciudadanos. Porque los programas políticos no son inocentes.

En esta tarea estoy. Vuelvo a publicar los programas de los siete partidos con opciones de obtener representación política en el Parlamento andaluz(por orden alfabético):

Ciudadanos
Izquierda Unida-Los Verdes-Convocatoria por Andalucía
Partido Andalucista
Partido Popular
Partido Socialista
Podemos
Unión Progreso y Democracia

Voy a identificar la relación más acorde del programa que elija con mis principios, porque no tengo otros obviando la famosa recomendación de Groucho Marx (Éstos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros…). Persigo sobre todo que le guste a mi alma de secreto y la de todos. Los políticos que representen finalmente mi opción programática y de creencias, procuraré seguirlos de cerca para participar activamente en la consecución de sus objetivos. Si no los cumplen, entendidos como resultados pretendidos, ejerceré la denuncia pública por canales democráticos, porque pertenezco al Club de las Personas Dignas, que cada día necesita más miembros activos para denunciar, mediante la política participativa, los silencios cómplices que tanto daño hacen a la democracia.

Sevilla, 13/III/2015

Vota diferente

Sobre una idea forjada en un anuncio inolvidable de Apple publicado en 1997, ante unas elecciones transcendentales en Andalucía, el próximo 22 de marzo.

Pensar y votar de forma responsable es a veces un asunto de locos. Los inadaptados. Los rebeldes. Los problemáticos. Los que no encajan en ningún sitio. Aquellos que ven las cosas de otra manera. No siguen las reglas. Y no tienen ningún respeto por seguir pensando y haciendo solo lo establecido. Puedes citarlos, puedes no estar de acuerdo con ellos, puedes glorificarlos o vilipendiarlos pero la única cosa que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas. Ellos impulsan la humanidad hacia adelante, porque el mundo solo tiene interés cuando va así, hacia adelante. Y mientras algunos les ven como locos, nosotros vemos genios. Porque la gente que está lo suficientemente loca como para pensar que con su voto pueden cambiar el mundo, Andalucía, son los que logran hacerlo. Piensa… y vota de forma diferente.

Sevilla, 3/III/2015

Tiempo de proposiciones

Propongo compartir lo que es mi empeño
Y el empeño de muchos que se afanan
Propongo, en fin tu entrega apasionada
Cual si fuera a cumplir mi último sueño

Pablo Milanés, Proposiciones

Necesitamos declarar las proposiciones decentes para avanzar en una sociedad más justa para todos. Escuchamos todos los días noticias que reflejan un mundo hecho polvo en búsqueda permanente de paz política e interior. Faltan proposiciones compartidas para aunar esfuerzos y voluntades a través del amor y el sufrimiento, como aquellos habitantes ejemplares de Santa María de Iquique.

Pablo Milanés lo sintetizó muy bien en una canción muy corta, porque lo bueno, si breve, dos veces bueno. No hacen falta ya muchas palabras para compartir este empeño de compartir ilusión por cambiar aquello que no nos hace felices, por mucho que el mercado se empeñe en convencernos que la felicidad es tener y no ser. Es más fácil estar atentos a disfrutar esta jornada, sin ir más lejos, inquietando el gusto de los demás a través de los sentidos, compartir mensajes que entusiasmen a los demás, sobre todo a los que están más cerca, lanzándonos por caminos y veredas anunciando que otro mundo es posible, porque la primavera llega siempre, de forma puntual, haciendo nuestro el crisol de esta morada.

Como si fuéramos a cumplir el último sueño…

Sevilla, 19/II/2015

Sabemos lo que damos, no lo que se recibe

MARTIN BUBER

“Sé lo que te he dado; no sé lo que has recibido”
Antonio Porchia

Desde diciembre de 2001 me acompaña esta voz de Porchia, porque me impactó en la creencia personal del arte de regalar. Se acercan días propicios por la Navidad de la mercadotecnia para hacer regalos, por imposición casi siempre de la sociedad de consumo. Alberto Manguel fue el artífice de mi pre-ocupación actual, que todavía persiste, reflexionando sobre la estela del regalo y su epifanía: «Diciembre es una época propicia para regalar y por tanto el momento de descubrir que se necesita habilidad para escoger el obsequio. Es un acto que requiere conocer bien a la persona, interpretar el significado del regalo en su cultura o poseer dotes clarividentes para saber cómo reaccionará el agasajado. Un recorrido paralelo por la historia descubre algunos episodios gratos o claves y otros desafortunados en el momento de brindar un obsequio. Aunque siempre quedan los libros».

Aquél mes fue diferente a los demás, tanto que quise hacer un esfuerzo especial para “justificarlos” (siempre procuro hacerlo), pensando también en la segunda parte del verso: “no sé lo que se recibe”. Es verdad que estamos ante un filo cortante de la existencia, tal y como lo aprendí de Martin Buber, cuando intentaba explicar la relación Yo-Tú. Y es un vacío que siempre existe porque pertenece a la persona de secreto de cada uno que, en determinadas ocasiones, la hacemos de todos. Ahí radica el espacio insondable de generosidad que debe existir cuando se entrega no sólo un regalo, sino por decirlo de una vez por todas, la vida.

Como decía Manguel, la historia nos puede enseñar qué significa un regalo y así lo escribí en 1985: «El rito de la alianza (de las personas con el Dios) simboliza de forma magistral el contenido multisecular del regalo como sello o estela del pacto, del encuentro más grandioso que el hombre ha sabido dejar por escrito, reconociendo la sublimación de una ceremonia extendida entre los primeros pobladores de la tierra. Como prueba tangible de que las palabras que se entrecruzan Dios y los hombres han de permanecer hasta la muerte, se sacrifica un animal y se le divide en dos mitades, obligándose el titular del pacto a pasar por ambas mitades para recordarle que si se incumple cualquiera de las cláusulas pactadas, puede el hombre sufrir las mismas consecuencias que el animal. Junto a esto, existe una ceremonia llamada del «jesed» donde se obliga el hombre agraciado con el pacto a vivirlo permanentemente en cada acto de su vida siendo de esta forma «justo» hasta la muerte, en un estado de vigencia -minuto a minuto- de un compromiso que se simbolizó en un regalo» (1).

La entrega a la persona o personas que amas, a los demás, es algo más importante que el regalo en sí, aunque la vida también puede serlo. Pero la duda existirá siempre porque la libertad es eso, mantener espacios de silencio, de falta de respuestas, por mucho que se hagan manifestaciones de afecto y acogida. Es decir, sabemos siempre lo que damos, pero no lo que se recibe…

Por eso creo que si reflexionáramos sobre esta duda existencial unos minutos antes de comprar algo para otra persona, el próximo regalo ya no será igual en nuestras vidas, a pesar de que las campañas de navidad y reyes se empeñen en convertir esta oportunidad en pura mercancía. Así lo he entendido siempre: «Sería importante, creo que ante todo lo necesario, rescatar el contenido primigenio del regalo, es decir, comprometerse sólo con aquella persona que se relaciona conmigo en encuentros constructivos para la felicidad diaria, pactándose unos compromisos de vida que se puedan simbolizar en el regalo no cosificado, por ejemplo, en esa llamada a tiempo, compañía no programada o silencio de comprensión que no lleva etiqueta, precio ni papel de celofán con lazo incluido. Se perderían muchos negocios montados a propósito, pero ganaríamos todos en sinceridad y cercanía. Además, solamente lograríamos repetir la historia en un pasaje digno de ser aprendido en la mejor lectura actualizada de la relación de los hombres. La estela del regalo no consistiría en nada más que buscar ese momento de intimidad que todos tenemos y necesitamos para decirnos al oído lo que esperamos del otro. Más o menos lo que le ocurrió al platerillo de Alberti cuando deja estupefacto a su cliente que no puede pagar el collar de María y el anillo para el niño Jesús: «Yo dinero no quiero, besar al niño es lo que quiero…».

Porque José, que no lo podía pagar, conocía muy bien a María y no confundió nunca, como todo necio, valor y precio. Le regalaba todos los días sus silencios, sus dudas, su honradez y… su vida, sin saber a veces qué pensaba ella.

Sevilla, 2/XII/2014

(1) Cobeña Fernández, José Antonio (1987). La estela del regalo, en Teatro de barrio. Huelva, pág. 99.

NOTA: La imagen de cabecera ha sido recuperada el 2 de diciembre de 2014 de http://akifrases.com/frase/193931

Juan se fue a su Cielo

CAMINANDO

Nos dicen: Sed alegres.
Que no escuchen los hombres rodar en vuestros cantos
ni el más leve ruido de una lágrima.
Está bien. Yo quisiera, diariamente lo quiero,
más hay horas, hay días, hasta meses y años
en que se carga el alma de una justa tristeza
y por tantos motivos que luchan silenciosos
rompe a llorar, abiertas las llaves de los ríos.

Rafael Alberti, Retornos del otoño

Se nos ha muerto como del rayo, Juan, a quien tanto queríamos, un amigo de sus amigos, persona a la que conocí antes de que me la presentaran, porque era muy especial. Todos me hablaban muy bien de él porque era diferente, sobre todo bueno en el buen sentido de la palabra bueno. Estos momentos son muy dados a panegíricos de la persona que se fue de este mundo, pero solo pretendo hacer un alto en el camino y reflexionar sobre la muerte humana, la muerte de Juan.

Las personas que quiero saben que siempre comento la muerte como una pregunta en vida de muy difícil respuesta, como a otras cuestiones que nos ocupan y pre-ocupan [sic] todos los días. Ante esta situación siempre recuerdo la voz de la experiencia histórica de una persona de comunidad, de nombre Eclesiastés, que tuvo que enfrentarse al auténtico problema de la muerte, que en el fondo es un problema de cómo comprendemos y valoramos el tiempo. Y he encontrado en él una sabia respuesta.

En la vida hay tiempo para casi todo, porque todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: nacer, morir, plantar, arrancar lo plantado, matar, sanar, destruir, edificar, llorar, reír, lamentarse, danzar, lanzar piedras, recogerlas, abrazarse, separarse, buscar, perder, guardar, tirar, rasgar, coser, callar, hablar, amar, odiar, guerra, y paz.

Ante este panorama complejo, cuando se aproxima la realidad de la muerte, todo se encierra en tres preguntas fundamentales sobre el factor tiempo en vida:

– ¿Qué gana el que trabaja con fatiga? o en otra variación sobre el mismo tema: ¿Qué saca cualquier persona de todo su fatigoso afán bajo el sol?
– ¿Quién sabe si el aliento de vida de los humanos asciende hacia arriba y si el aliento de vida de los animales desciende hacia abajo, a la tierra?
– ¿Quién le guiará a contemplar lo que ha de suceder después de él?

No conocemos las respuestas, cuestión que nos deja solos ante el peligro de un mundo diseñado muchas veces por el enemigo. La verdad es que el Eclesiastés ya lo advirtió hace muchos siglos, a las personas que tenían creencias: las respuestas no las vamos a conocer nunca porque “[Dios] también ha puesto el afán en sus corazones, sin que el hombre llegue [nunca] a descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin” (Eclesiastés 3, 11).

Para los que buscamos desesperadamente comprender estas ausencias sin el apoyo de Dios, el Eclesiastés nos dejó una clave maravillosa que enmarca una respuesta posible: caminar juntos buscando la felicidad y hablar de Juan con entusiasmo, de sus cosas, de su alegría contagiosa, de su amor apasionado, de cómo nos enseñó a amar por encima de todo, en su Cielo tan particular, incluso de forma que no todo el mundo comprende: más valen dos personas que una sola, pues obtienen mayor ganancia de su esfuerzo, pues si cayeren, una levantará a la otra; pero ¡ay de la persona sola que se cae!, que no tiene quien la levante. Si dos se acuestan, tienen calor; pero la persona sola ¿cómo se calentará? Todo es más sencillo así, porque la amistad es como la cuerda de tres hilos, que no es fácil romper.

Ni incluso cuando ya sabes que nos falta una persona tan especial, Juan, que comprendía muy bien la necesidad de hacer camino en la vida, juntos…, al andar.

Sevilla, 26/XI/2014

Interés público: público interés

EL PAIS-24022013
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Fotografía recuperada del diario “El País”, el 24 de febrero de 2013, pág. 17

Acabo de leer las cabeceras, reportajes y artículos de varios periódicos y todos abordan hoy la realidad de la marea ciudadana de ayer, de hoy, de mañana, de siempre, porque ésta ya no hay, afortunadamente, quien la pare. Pero no todos lo hacen de la misma manera, porque no existen cabeceras de medios de comunicación inocentes y no es que me parezca mal, porque defiendo en democracia que existan opiniones dispares, pero lo que no debo aceptar es el conformismo o la indiferencia, el eclecticismo feroz que no nos permite a veces reaccionar como es debido ante manifestaciones verbales o a través de pancartas donde parece deducirse que todos somos iguales, sobre todo si trabajas en hacer política digna y al servicio del interés público, público interés, sin fisura alguna.

Lo digo porque la generalización de la violencia verbal y escrita que se está produciendo a marchas forzadas me preocupa mucho. La violencia que se está fraguando en la mera expresión de opiniones, en un país muy poco dado a construir teoría crítica pero si a elevar a la enésima potencia la última opinión de cualquiera (que está legitimado como persona a hacerlo, pero que no debe tener patente de corso para erigirse mediante esa opinión, en cualquier caso, en el diagnóstico de situación más ajustado a la realidad, tal y como lo vamos constatando en el día a día de tertulianos de todo corte y procedencia), nos está llevando a un camino cenagoso del que hoy quiero salir y subirme a una palestra virtual porque no me resigno a adoptar actitudes vergonzantes por el mero hecho de pertenecer a una clase de dirigentes políticos, que considero dignos y de los que hay legión, pero que estamos a veces agazapados ante el silencio cómplice reinante, porque debemos, es más, estamos obligatoriamente obligados a salir en defensa del trabajo político y de trabajadores políticos que lo desarrollan, que luchan, es decir, que luchamos solo y exclusivamente por el interés público, día a día, haciendo hoy público este interés.

Existen en política personas corruptas y sin vergüenza alguna, sin lugar a dudas, pero como en todo ámbito social y profesional, porque estas actitudes también pertenecen a la condición humana, que es a la que pertenecemos, debiendo todos cuidar mucho el análisis personal e intransferible de nuestras actitudes diarias en la familia, trabajo y relaciones sociales, en el ecosistema de cada uno, para saber en qué posición estamos. Tenemos que ser implacables con ellas, denunciarlas en plaza pública, siempre ajustada esta denuncia al Estado de Derecho, no a la anarquía de la incontinencia verbal o ideológica que no protege la presunción de inocencia. Pero los que amamos el interés público, la democracia que lo sustenta, debemos protegerlo y protegernos, mediante acciones celulares de transmisión de actitudes y no solo de palabras, aunque algunos pertenecemos a la escuela de los que sabemos que todavía nos queda ella y a veces solo ella (la palabra) para trabajar y soñar que otro mundo es posible, en la realidad del pequeño mundo de cada uno, de cada una, trabajando por ganar credibilidad pública en cada segundo de nuestra vida personal y profesional, también política en su sentido más auténtico.

Hago público este interés, aunque hoy sea sólo a través de este medio, por la denuncia verbal y escrita de los silencios cómplices ante los ataques universales, sin piedad alguna, contra las personas que hacen política digna, por el reconocimiento que merecen al trabajar única y exclusivamente por el interés público, general, el más público y transparente de todos los intereses que en el mundo existen.

Sevilla, 24/II/2013

Educación para la Ciudadanía: insustituible (III)

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Fotograma de Billy Elliot (2000). Recuperado de http://www.billyelliot.com/pages/image3.html, el 29 de septiembre de 2007

La coherencia no es flor que adorne a la sociedad actual, pero estoy personalmente muy comprometido con esta actitud para vivir como ciudadano. Ayer se aprobó en el Consejo de Ministros, el Real Decreto por el que se modifican el Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria, y el Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria obligatoria. Por este motivo, vuelvo a la acción de aprovechar el potencial de las minorías y mayorías silenciosas o ruidosas de la Noosfera, en el espacio llamado Internet, para proclamar esta realidad legal, que hay que acatar democráticamente, pero nunca aceptarla personalmente mediante silencios cómplices.

Como respeto siempre las fuentes de las que provienen los datos a comentar en este blog, transcribo a continuación la referencia exacta del Consejo de Ministros, aunque no acepto las tres bases textuales que sustentan estos cambios, como ya me he pronunciado en diversas ocasiones en este blog (la cursiva, entre corchetes, es mía):

– “suprimir las cuestiones controvertidas y susceptibles de caer en el adoctrinamiento ideológico” [la controversia en sí misma introduce siempre higiene mental y no es perversa en el sentdo estricto del término. Además, se demostró mediante sentencias, mayoritariamente impecables, que no existía en la formulación curricular anterior el denominado “adoctrinamiento ideológico].
– “que ha sido un tema de conflicto desde su origen, por entender un sector importante de la población española que su contenido atentaba contra ciertos principios constitucionales” [el conflicto tuvo un ciclo temporal muy corto, intenso sin lugar a dudas, y no respondía a un sector importante de la población española, sino estrictamente la alineada con principios ortodoxos y fundamentalistas de la religión católica. La mayoría, afortunadamente, cristiana también, es muy respetuosa con la educación para la ciudadanía].
– “Este Gobierno [¿el Gobierno anterior no?] defiende el respeto a la libertad de enseñanza y, consiguientemente, al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones filosóficas, religiosas o morales (artículo 27 de la Constitución)” [la educación para la ciudadanía, tal y como se ha podido evaluar por expertos, en profundidad, a través de sus cinco Cursos académicos de implantación, no entra en colisión con el derecho citado, es más, es complementario con el mismo, porque el Gobierno correspondiente tiene también otros compromisos políticos muy importantes, es más, indelegables, como es promover desde la equidad de la formación, porque ser ciudadano para vivir con los demás, incluso los diferentes, es un derecho, pero también un deber de carácter individual y público, que trasciende muchas veces a la familia].

Antes de reproducir exactamente lo acordado en el Consejo de Ministros, finalizo este post con las palabras que escribí el 20 de mayo de 2012, Educación para la Ciudadanía: insustituible (II), en este cuaderno que toma notas de singladuras muy importantes en su búsqueda de islas desconocidas, como puedes ser tú, lector o lectora, entre otras muchas experiencias:

“Una vez más, vuelvo a manifestar mi profunda preocupación por los cambios que he conocido que se van a plantear esta semana y me gustaría que aquellas personas que comparten estos principios, porque a diferencia de la prodigiosa frase de Groucho Marx, “no tenemos otros”, ayudemos a crear tejido crítico digital, divulgando, para lo que sirva, la publicación de una serie que hice en 2007, en este cuaderno de bitácora, en los momentos difíciles en los que echaba a andar la asignatura, que he recopilado recientemente y que te puedes descargar pulsando aquí.

Divulga esta publicación, si la consideras adecuada y que responde a las expectativas de personas que día a día creemos que otro mundo es posible a través de la educación para la ciudadanía, porque las personas diferentes, y los derechos y deberes personales y colectivos, en clave de ciudadanía responsable porque se adquiere conocimiento y se ejerce la libertad, son más importantes que las mercancías, las primas de riesgo, la deuda, los recortes, el desánimo colectivo que llega a ser enfermizo, los desahucios sin compasión y el paro extendido como mancha de aceite, que genera tanta infelicidad en nuestros alrededores, en nuestra atalaya privilegiada de personas que tenemos trabajo fijo y que creemos que tenemos que luchar desde nuestra posición celular, cualquiera que sea.

Gracias anticipadas por leer estas líneas y por contribuir a que no caigan en saco roto. Lo van a agradecer las personas de bien, que aunque cueste creerlo a muchas personas, son multitud.“

MODIFICADOS LOS CONTENIDOS DE LA ASIGNATURA DE EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto por el cual se modifican otros Reales Decretos del 7 de diciembre de 2006, por el que se establecían las enseñanzas mínimas de la educación primaria; y del 29 de diciembre de 2006, por el que se establecían las enseñanzas mínimas correspondientes a la educación secundaria obligatoria.

La aprobación de este Real Decreto tiene como objetivo reformar la asignatura de Educación para la Ciudadanía, mediante la modificación de los currículos de Educación Primaria y Secundaria Obligatoria para suprimir las cuestiones controvertidas y susceptibles de caer en el adoctrinamiento ideológico.

El nuevo diseño de la asignatura de Educación para la Ciudadanía prevista en este Real Decreto entrará en vigor en el curso 2012-2013.

La asignatura Educación para la Ciudadanía ha sido un tema de conflicto desde su origen, por entender un sector importante de la población española que su contenido atentaba contra ciertos principios constitucionales.

Este Gobierno defiende el respeto a la libertad de enseñanza y, consiguientemente, al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones filosóficas, religiosas o morales (artículo 27 de la Constitución).

El Estado tiene la obligación de asegurar que los ciudadanos conozcan:

• La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que se desarrolla a su vez en:
– los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos,
– el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas,
– la Convención Europea de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales,
– y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea;
• La Constitución, como norma fundamental del ordenamiento jurídico español: derechos, deberes y libertades, forma política y estructura de España, funcionamiento de las instituciones públicas, principios rectores de la política social y económica.

De esta manera, los contenidos de la asignatura se organizan de la siguiente manera:

PRIMARIA

• Se concretan los planteamientos metodológicos para promover:
– el afán de saber,
– el conocimiento de las normas jurídicas y de los reglamentos de convivencia de los centros escolares,
– el buen funcionamiento de las instituciones políticas constitucionales la necesidad de la ética en la dirección de los asuntos públicos,
– y el espíritu de auto superación y de mejora de la sociedad.
• Se aproximan los contenidos a la realidad más cercana a los alumnos de esta edad.
• Se mantienen los bloques de conocimiento:
– Individuo y relaciones interpersonales.
– La vida en comunidad.
– Vivir en sociedad.
• Se mantienen y/o concretan la mayoría de los objetivos y se introducen tres objetivos nuevos.
– Conocer y respetar las normas básicas que regulan la circulación, especialmente aquellas que tienen que ver con la seguridad. Tomar conciencia de la situación del medio ambiente y desarrollar actitudes de responsabilidad en el cuidado del entorno próximo.
– Describir la organización, la forma de elección y las principales funciones de algunos órganos de gobierno del municipio, de las Comunidades Autónomas, del Estado y de la Unión Europea. Identificar los deberes más relevantes asociados a ellos.
– Educar en salud integral, conocer las habilidades y valores necesarios para actuar positivamente respecto a la salud.
• Se relacionan los contenidos con las distintas normas jurídicas, desde las más cercanas a las de carácter universal, por las que se rigen los sistemas democráticos.
• Se concretan y amplían contenidos como:
– La promoción de la corresponsabilidad de mujeres y hombres, sobre todo en las tareas domésticas y de cuidado de la familia.
– Los hábitos de vida saludables relacionados principalmente con la alimentación, la actividad física y deportiva.
– La convivencia en los ámbitos más cercanos familia, colegio, barrio, localidad.
– La importancia de la iniciativa privada en la vida económica y social.
– Derechos y deberes en la Constitución.
– Servicios públicos y bienes comunes, y la contribución de los ciudadanos a través de los impuestos.
– Hábitos cívicos: espacios públicos y el medio ambiente.
• Se amplían los criterios de evaluación para contemplar estos contenidos.

SECUNDARIA

• Se profundiza en los principios de ética personal y social y se incluyen, entre otros contenidos, los relativos a la condición social del ser humano, que no se agota en la mera ciudadanía, e involucra elementos afectivos y emocionales que no siempre pueden regularse por la normativa legal ni son competencia fundamental de un Estado.
• Se presta una especial atención al conocimiento y respeto de las instituciones jurídico-políticas y de los símbolos propios de España y de la Unión Europea.
• Se aproximan los contenidos a la realidad más cercana a los alumnos de esta edad, haciendo una aproximación a la Filosofía en la materia del 4º curso.
• Los contenidos abordarán especialmente:
– la promoción de los derechos, deberes y libertades que garantizan los regímenes democráticos,
– la creación de las normas jurídicas según la Constitución,
– el funcionamiento del sistema electoral y de los partidos políticos,
– las teorías éticas y los derechos humanos, como referencia universal para la conducta humana, así como los aspectos relativos a la superación de conflictos la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres,
– las características de las sociedades actuales,
– o la tolerancia y la aceptación de las minorías y de las culturas diversas.
• Se mantienen los bloques de conocimiento en las dos materias.
• En la línea de lo expuesto, se concretan contenidos que se pueden englobar en los siguientes epígrafes:
• La Constitución Española. Derechos y deberes fundamentales en la Constitución. Los valores fundamentales de la Constitución Española. Derechos civiles, políticos, económicos y sociales. La justicia. La noción de ciudadanía. Los criterios jurídicos de adquisición de la nacionalidad española.
• La protección de los derechos humanos frente a sus violaciones. La extensión de los derechos humanos: un reto del mundo actual.
• Educación cívico-tributaria.
• El deber de transparencia en la gestión pública.
• La dimensión económica de la sociedad humana. Libertad política y libertad económica. El papel de la iniciativa económica privada en la generación de la riqueza y el fomento del espíritu emprendedor. Las ONG y la Sociedad Civil.
• Globalización e interdependencia: El uso de las tecnologías de la información y la comunicación, nuevas formas de relación y ocio. Derecho a la privacidad y respeto a la propiedad intelectual. Poder y medios de comunicación.
• Los criterios morales y la noción de valor. El bien y la justicia como valores fundamentales de la acción personal y social humana.
• Desarrollo de factores de protección frente a las enfermedades, las adicciones y el consumismo.
• Los deberes hacia la naturaleza y el medio ambiente.
• Los criterios de evaluación contemplan los contenidos anteriores.

Sevilla, 4/VIII/2012

Personas buenas, mejores, muy buenas, imprescindibles

Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles

Bertolt Brecht

Sin comentarios especiales. Solo cambiaría la palabra hombres por personas. En estos momentos de desconcierto existencial necesitamos las personas que luchan, cada una donde es, está, trabaja y vive. Y debemos admirar y cuidar, sobre todo, a las imprescindibles…

Sevilla, 23/V/2012