El Principito… andaluz

Sombra hecha de luz, / que templando repele, / es fuego con nieve / el andaluz.
Enigma al trasluz, / pues va entre gente solo, / es amor con odio / el andaluz.
Oh, hermano mío, tú. / Dios, que te crea, / será quién comprenda / al andaluz
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Luis Cernuda, El andaluz, en Como quien espera el alba, 1947

Sevilla, 18/XI/2021

Como nada humano me es ajeno, en este caso voy a abordar un proyecto nacido en Andalucía, que me ayudará a comprender, obviamente, que nada andaluz tampoco me es ajeno y así lo he podido comprobar al transcribir al andaluz, el título de mi blog: Er mundo çólo tiene interêh açia adelante. Se trata de EPA (Er Prinçipito Andalûh), un proyecto de “un colectivo informal de estudiosas, aficionadas y amantes de la lengua andaluza en general reunidas en un homónimo grupo de facebook que se forma en Mayo de 2017. Toma su nombre de la famosa traducción de Huan Porras (Juan Porras) que tanto revuelo levantó en su momento. Al calor de la reacción tan negativa que se levantó contra el Andalûh desde la meseta, una serie de lingüistas, traductoras, conocedoras de la historia de las lenguas y hablantas particulares andaluzas se reunieron en dicho grupo para tratar el asunto. Allí se hizo una propuesta ortográfica inicial y a partir de ahí se han ido proponiendo, debatiendo colectivamente y haciendo, o no, los cambios correspondientes. En Febrero de 2018 publicaron la primera propuesta avanzada para una ortografía integradora del andalûh en sus distintas variantes. Desde entonces y apoyados por otros colectivos en red como Glorious Andalusian Emirate Memes, Andalusian Shitposting entre muchas otras, ha empezado a recibir una creciente atención de las escribientes andaluzas”.

Hacen una declaración de principios que conviene conocer para evitar confusiones:

  • Es una propuesta ortográfica, NO una propuesta gramatical.
  • LA PROPUESTA EPA NO ES LA PROPUESTA DE Huan Porras en la que se tradujo Er Prinzipito. La propuesta de Huan y el trabajo de la ZEA, fueron las principales inspiraciones de la EPA para comenzar el desarrollo de su ortografía andaluza. Supuso una invitación a ver posible el sueño andalûh de conseguir aunar nuestra lengua en una ortografía robusta, reconocible e inclusiva.
  • La propuesta EPA no está asociada a ninguna variante en particular, es una propuesta inclusiva que recoge de modo equilibrado todas las variantes de nuestra modalidad lingüística.
  • Sobre la supuesta “dificultad” de aprender andalûh escrito. Hay gente que aduce que la propuesta es “difícil de entender” y que no “se adivina” qué pone. Una ortografía no se “adivina”, hay que estudiarla igual que en cualquier otro idioma o lengua. Partiendo del conocimiento escrito del castellano, solo hay que estudiar un número reducido y simple de reglas y su aprendizaje es rápido e intuitivo.

También explican para quién está destinado este esfuerzo ortográfico:

  • La necesidad de escribir andaluz no es nueva, lo han hecho muchas autoras antes. Pasaba lo mismo que sigue pasando, que todas las que escribían (escribíamos) en andaluz por necesidad o por comodidad lo hacíamos a nuestra bola…fuese un wassa o un poema o una letrilla, un post en una red social o un texto de teatro.
  • Todas esas hablantes andaluzas que quieran aprender a escribir andalûh para poder comunicarnos por escrito de una manera estándar, más clara, unívoca, completa, coherente y eficaz tenemos ante nosotras nuestra primera gran oportunidad histórica.

Recuerdo perfectamente el debate que suscitó en las fredes sociales la publicación del cuento El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, que presentó en Sevilla el Sindicato Andaluz de trabajadores (SAT), el 9 de mayo de 2017. Aquello fue una revolución mediática por su origen “sindical” que conmovía los cimientos de la “toda Sevilla” y por la novedad de comenzar a traducirse al “andaluz” un cuento de tan larga historia: “Os invitamos a la presentación del libro clásico de «Er Prinzipito» en su traducción al andaluz por el antropólogo Huan Porrah. Entendiendo que será una oportunidad única para poder disfrutar de la filosofía que emana el libro a través de nuestro idioma andaluz. Ô imbitamô a la presentasión der libro klásiko de «Er Prinzipito» en su tradusión a l’andalú po e l’antropólogo Huan Porrah. Arremetiendo ke será una oportuniá unika pa poé difrutá de la filosofía ke mana er libro a trabé de nuettro idioma andalú”.

En un artículo muy interesante de la página web Yorokobu, que nos permite comprender bien el proyecto, se aborda el futuro del mismo con ilusión y buen hacer: “Entre los proyectos futuros en los que está trabajando AndaluGeeks está una aplicación para la elaboración colectiva de un mapa de toponimia y gentilicios de Andalucía. «Queremos usar esta aplicación como un banco de pruebas para futuros proyectos donde sean los propios hablantes y escribientes quienes puedan aportar términos y voces para recoger en nuestro vocabulario y gramática», explican. «Conseguiríamos, también, una versión actualizada y digital del conocidísimo ALEA (Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía), que está ya un poco antiguo y pide una renovación»”. Recuerdo en este sentido los trabajos de recuperación que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas está haciendo del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI), una obra ciclópea dirigida por Tomás Navarro Tomás, Catedrático en la Universidad de Columbia, que murió en el exilio, en Estados Unidos y que explicó en su momento y en breves palabras el objeto del mismos: “En 1914 quedaron ya definidas las líneas generales del proyectado atlas. En primer lugar, no se limitaría a la parte de España de lengua castellana, sino que abarcaría toda la unidad lingüística románica de la Península y se titularía Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI). Su objeto sería recoger el material necesario para ofrecer una representación de la lengua popular hablada en pueblos menores y antiguos por personas iletradas o de escasa cultura, entre los cuarenta y los sesenta años de edad”. En 2019 publiqué en este cuaderno digital un artículo, El dialecto valverdeño, movido por una curiosidad especial en el momento de localizar esta aventura apasionante frustrada por la Guerra Civil. Una primera consulta a fondo de la situación actual del Atlas, gracias a los trabajos que viene desarrollando en relación con este proyecto y sin descanso el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, me llevó a la consulta del  único tomo publicado hasta ahora en su página web, Fonética I, y cuya primera edición data de 1962.

Creo que todo lo que se trabaje en torno al habla andaluza es digno de reconocimiento humano y no nos debe ser ajeno. He consultado mi biblioteca (mi clínica del alma) y he leído en castellano la primera frase de El Principito, “Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba «Historias vividas», una magnífica lámina” o lo que no es lo mismo ortográficamente en su transcripción al andaluz, aunque sí en su mensaje implícito: «Una beh, kuando yo tenía zeih z’añiyoh, bi un dibuho mahnífiko en un libro a tento’e la zerba bihen ke ze yamaba ‘Histoires Vécues (Ihtoriah bibíah)'». He sentido algo especial intentando no olvidar el niño andaluz que fui, aunque crecí en Castilla y esta forma de hablar sí era muy ajena a mi formar de comprender la vida. Quizás sea esta la razón de que me apasione descubrirla en su esencia cuando ya voy bastante ligero de equipaje. De lo que estoy seguro es de que voy a seguir muy de cerca este proyecto, que agradezco, reconozco y comparto con la malla pensante de la humanidad, la Noosfera, definida magistralmente así por Pierre Teilhard de Chardin en los primeros años del siglo pasado y recuperada en 2001 en un libro recopilatorio de artículos de Tom Wolfe, El periodismo canalla y otros artículos. Estoy convencido de que tiene una actualidad y frescura sorprendentes: “Con la evolución del hombre –escribió-, se ha impuesto una nueva ley de la naturaleza: la convergencia”. Gracias a la tecnología, la especie del Homo sapiens, “hasta ahora desperdigada”, empezaba a unirse en un único “sistema nervioso de la humanidad”, una “membrana viva”, una “estupenda máquina pensante”, una conciencia unificada capaz de cubrir la Tierra como una “piel pensante”, o una “noosfera”, por usar el neologismo favorito de Teilhard.

Siguiendo al pie de la letra el habla de Cernuda, me gustaría pensar hoy, cuando escribo estas líneas, que el habla de los andaluces es un enigma al trasluz, porque Dios, que los crea, será quién comprenda la forma de hablar el andaluz.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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