
Sevilla, 9/III/2022
Los encontré finalmente en un ejemplar original de la revista Cuadernos Hispanoamericanos, publicada en 1949 (1), que recibí ayer con la ilusión de un niño con zapatos nuevos, que se decía en mi infancia de Madrid, donde en el índice, bajo la denominación de “Tabla”, aparecen siete poemas y dos dibujos inéditos de Federico García Lorca, con un subtítulo que dice textualmente lo siguiente: “Los publica Luis Rosales”. Hasta ahí todo bien, excepto cuando se conoce la intrahistoria de cómo se obtuvieron los originales citados. Lo cuenta con detalle Ana Merino en su última obra, Amigo (2), sobre la que recientemente he escrito un artículo en este cuaderno digital que tiene como misión descubrir ”islas desconocidas” para el alma de todos y la de secreto.
En la citada novela, la protagonista, Inés, narra un hecho real en su investigación sobre un archivo de Joaquin Amigo, gracias a una invitación que se le hace para ordenar ese archivo que conservaba en Madrid, María, una nieta de Joaquín. El archivo era en realidad una caja que su mujer, Rosario de la Quintana, guardaba en el altillo de un armario de su dormitorio con documentos de todo tipo, junto a unas estanterías que mandó hacer en su casa de Ronda (Málaga) que contenía sus libros, todo ello a raíz de la dolorosa muerte del gran amigo de García Lorca, sólo nueve días después del asesinato del poeta y en su caso, de una forma igualmente trágica, al haber sido arrojado al vacío del Tajo de Ronda por las milicias republicanas. En sus primeros pasos, descubre que entre las personas que siguieron cerca de la familia de Amigo estaban Ian Gibson, Félix Grande y el poeta Luis Rosales, que aun teniendo diez años menos que Joaquín Amigo mantenían una relación de amistad y respeto mutuo. Fue en una de las visitas de Luis Rosales a la viuda de Amigo cuando se produjo un hecho que quiero resaltar hoy para hacer un pequeño homenaje a Federico García Lorca y a su gran amigo Joaquín Amigo, valga más que nunca la redundancia, al publicar en este artículo lo que de verdad sucedió con los siete poemas y los dos dibujos originales de García Lorca, que figuraban en la caja celosamente guardada en su casa por la esposa de Joaquín y que Luis Rosales se llevó un día de visita. Esta intrahistoria la cuenta su nieta a la protagonista, en el sentido de que Rosales pidió prestados esos poemas y dibujos y nunca los devolvió, a pesar de que Rosario se los pidió en reiteradas ocasiones. De ahí la expresión de dolor de Rosario al recordar este hecho: ¡Ay Luisico, Luisico! Luego, “se quedaba en silencio”.
La verdad es que no se sabe por qué ocurrió este hecho. Hoy, publico este artículo como homenaje a la amistad entrañable de Federico García Lorca y Joaquín Amigo, que para mí representa algo más que una amistad, porque ambos eran de ideas e ideologías muy diferentes y conservaban su unión con esmero y delicadeza casi benedictina, desde que se conocieron y hasta sus dolorosas muertes, que ambos sufrieron auspiciadas por bandos diferentes, como un hecho irrefutable de que de su destino era permanecer unidos hasta la muerte a pesar de todo.
Los siete poemas y los dos dibujos de Federico García Lorca, que figuraban en poder de Joaquín Amigo, publicados por Luis Rosales, con una única reseña que figura en el titulado “La oración de las rosas”, que dice lo siguiente: “Las seis primeras composiciones pertenecen al libro inédito “La suite de los espejos”, que el poeta compuso con anterioridad al “Poema del Cante Jondo”, son un hallazgo que quiero compartir hoy con la Noosfera, la malla pensante de la humanidad, al tener delante la revista original en la que se publicaron. La “Oración de las rosas” es probablemente la primera composición poética de García Lorca”. Como se observa, no hay ni una sola mención a cómo obtuvo Luis Rosales estos originales. ¡Ay, Luisico! Difícilmente sabremos por qué ocurrió este hecho. Una buena respuesta puede ser leerlos hoy con respeto reverencial a la amistad de García Lorca y Amigo, porque coinciden las fechas en que el poeta regaló a Joaquín un ejemplar de la primera edición de Impresiones y paisajes, publicada en 1918 con una dedicatoria sentida y si los poemas citados se publicaron antes del “Poema al Cante Jondo”, estamos hablando de un regalo efectuado en 1920, aunque la única fecha que figura en ellos es de 7 de mayo de 1918, concretamente en “La oración de las rosas”, considerada siempre como la primera composición poética de García Lorca. Su entrega a Joaquín simboliza algo muy importante en sus vidas contrapuestas: el respeto a su amistad por encima de todo.
Recomiendo la lectura de los siete poemas en este enlace, que corresponde a la publicación oficial, así como la visualización de los dos dibujos, en el orden que figuran en el ejemplar de la revista citada, Cuadernos Hispanoamericanos, aunque agrego a continuación el segundo dibujo, Jardín de Orfeo, porque no figura en el enlace citado, que corresponde a la página 19 del original:

Agradezco a Ana Merino haber conocido la intrahistoria de esta amistad inolvidable. Amigo es algo más que una novela. Es, sobre todo, una licencia de género literario que se permite la autora para demostrar, con una ficción biográfica, presidida por un trabajo de investigación muy riguroso, casi de ensayo total, que la verdad tiene ribetes de acero para que el dolor de lo ocurrido sea mejor entendido por todos. Un esfuerzo literario digno de reconocimiento cuando la realidad de las dos Españas se aborda de la forma en que se presenta el contenido de este libro. Fundamentalmente, porque el alma de García Lorca es inabarcable y sólo hacemos maniobras de aproximación para intentar comprenderla y explicarla de la forma más accesible para la conciencia de todos, de unos y otros, como siempre debería ser en esta España tan dual y cainita. Otro ejemplo precioso de la grandeza de espíritu de Federico García Lorca, que perdura en el tiempo y en la memoria histórica de este país y que ahora, gracias a Ana Merino, podemos conocerla mejor y con múltiples detalles. Los poemas y dibujos de Federico García Lorca atestiguan una amistad ejemplar. Léanlos y contemplen sus dibujos. En ellos hay muchas respuestas a la sinrazón actual de un auténtico mundo al revés. Por ejemplo en Tierra:
Andamos
sobre un espejo
sin azogue,
sobre un cristal
sin nubes.
Si los lirios nacieran
al revés,
si las rosas nacieran
al revés,
si todas las raíces
miraran las estrellas,
y el muerto no cerrara
sus ojos…,
seríamos como cisnes.
(1) Merino, Ana, Amigo. Barcelona: Destino-Planeta Libros, 2022.
(2 García Lorca, Federico, Siete poemas y dos dibujos inéditos, en Cuadernos Hispanoamericanos, 10 (Julio-Agosto), 1949. Madrid: Cultura Hispánica. Seminario de Problemas Hispanoamericanos, 9-19.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.
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