Los libros, en España, gozan de muy buena salud

Sevilla, 7/XII/2022

El eminente cardiólogo Valentín Fuster, residente durante muchos años en América, dijo en 2013, durante una de sus múltiples visitas a España, algo que no he olvidado: “Yo puedo estar hablando todo el rato del desastre que hay en España. Pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…” o lo que es lo mismo, puedo estar hablando todo el rato de lo que hace mal este país, con la que está cayendo, pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…, si alguien o algo funciona bien en nuestro país, además en un ámbito, el de la cultura, tan olvidado en momentos difíciles, declarada muchas veces como la pariente pobre de la sociedad capitalista que protege, sobre todo, a determinadas “mercancías”. Traigo a colación esta reflexión después de haber leído atentamente una publicación reciente de la Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021, con múltiples datos de interés como para deducir después de su consulta algo que me reconforta en un escenario en el que hay muchos “artistas” que disfrutan destrozando lo que este país hace bien a diario: los libros, en España, gozan de muy buena salud. Veamos por qué.

En su presentación se afirma con rotundidad algo que demuestra la realidad objetiva que funciona bien: “Un año y otro volvemos a lo mismo. Porque nada hay más maravilloso que un libro, y nadie lo sabe mejor que nosotros. Es ésta la trigésimo tercera edición del estudio del Comercio Interior del Libro, y que sean muchas más. La pandemia de la COVID-19 ha cambiado, en parte, la concepción del mundo en que vivimos. Nos sabemos más vulnerables, miramos de reojo a nuestro alrededor y es el nuestro un mundo imprevisible y cambiante, voluble, en el que todo se sucede a una velocidad de vértigo… Pero si algo en estos años ha demostrado ser inmutable y sólido es justamente nuestro sector, el libro, pues, fiable como las matemáticas (hermanémonos con los que no son tan distintos), no ha desaparecido en la vorágine de la tecnología ni ha sido transformado por ningún virus”. Además. “si 2020 fue un buen año, este 2021 ha sido mejor. Es decir, sigue la tendencia positiva, la gente sigue leyendo un poco más cada año y el libro rebosa vida y plenitud. No parece una mala noticia para nuestra sociedad”. Llevaba razón el doctor Fuster.

He leído esta publicación siguiendo el índice del trabajo realizado, aunque siempre bajo la óptica de dos resultados pretendidos por la Federación, incluyendo como dicen siempre los auditores, algunas “limitaciones”. En primer lugar, “la cifra global de facturación por ventas de libros en el comercio interior, así como aquellas variables referidas a la oferta de libros y a su comercialización. Aunque hay una parte de la edición privada que queda fuera del estudio, las proyecciones sobre las editoriales no agremiadas y sobre la edición institucional muestran que el estudio representa una cantidad próxima al 90% de la cifra de negocio de la edición de libros”. En segundo lugar, “el empleo del sector, la distribución geográfica de la producción y de la distribución de libros, la lengua de edición, la edición en formato de bolsillo y formato electrónico, el precio de los libros según las materias, los canales de comercialización y la cantidad global pagada por derechos de autor”. Los datos que figuran a continuación aseveran este trabajo bien hecho, destacando por mi parte los siguientes, no inocentes por supuesto, entre otros muchos que cada uno puede verificar en atención a sus intereses particulares o colectivos:

1. Es importante señalar que en el informe han participado sólo las empresas asociadas a alguno de los siguientes gremios o asociaciones y que han tenido actividad editorial en 2021: la Asociación de Editores de Madrid (AEM), el Gremi d’Editors de Catalunya (GEC), el de Editores de Euskadi (GEE), la Asociación de Editores de Andalucía (AEA), la Asociación Galega de Editores (AGE), la Associació d’Editors del País Valencià (AEPV), la Associació d’Editors en Llengua Catalana (AELLC), el Gremio de Editores de Castilla y León (GECYL) y por último, la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Material de Enseñanza (ANELE)”. Lo indico porque tengo un interés especial de conocer la actividad editora en Andalucía, sobre la que puntualizaré determinados datos. En este caso de analizar el universo de empresas participantes en el informe y en el muestreo de estas, se observa el lugar no destacado que ocupa Andalucía, quinto lugar entre siete, en relación con los gremios y número de empresas que comprenden estos gremios, así como sus volúmenes de facturación anual, no superando el rango de “medianas empresas”, porque sólo hay una caracterizada como tal.

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021

2. En 2020, 12.709 personas trabajaban en el sector, mientras que para 2021, el empleo en el sector agremiado se sitúa en 12.760 empleados, 51 puestos laborales más.

3. En relación con el proceso de edición, el claro objeto del informe, se han obtenido los siguientes datos:

– Observamos un aumento en el número de títulos editados en papel, situándose en 55.197, y los libros editados en digital también han aumentado un 1,2% con respecto a 2020, llegando a los 24.176 libros editados en formato digital.

– Respecto al número de ejemplares publicados se observa la misma dinámica, un aumento de un 9,3% respecto a 2020.

– La tirada media por título en papel también ha experimentado un ligero aumento, de los 3.576 hasta los 3.590 títulos en este ejercicio.

– Las materias con mayor número de títulos editados en 2021 son, en primer lugar, No ficción con un 40,1% de los títulos, luego Ficción adultos con un 21,1% y en tercer lugar Textos no universitarios con un 17,9%, lo que suma un total de 79,1% sobre el total.

– En 2021 la edición en castellano ha supuesto el 76,0% de la producción editorial en España, manteniendo la proporción relativa de la edición. El catalán y el gallego han experimentado los mayores aumentos 7,5% y un 7,1% respectivamente, respecto al ejercicio anterior.

– En los últimos cinco años se observa una tendencia positiva respecto al porcentaje de editoriales que editan en formatos diferentes al papel, alcanzando en 2021 el 50,1%.

– La facturación de libros en formato electrónico aumenta respecto a 2020, llegando a los 134,79 millones de euros, lo que supone un 6,8% más que el año anterior.

– La edición de títulos de bolsillo ha aumentado también respecto a 2020 en un 7,9%, siendo de 4.602 títulos. La edición de ejemplares también aumenta respecto al ejercicio anterior (+7,2%) alcanzando los 16.829 títulos. La tirada media disminuye levemente, siendo de 3.657 ejemplares por título (3.680 en 2020). La facturación, se ha visto aumentada en un 3,5%, siendo de 104,33 millones de euros. El precio medio pasa de 7,48 en 2020 a 7,59 en 2021”.

Tengo que destacar algo que me ha llamado poderosamente la atención: de los títulos editados en papel, por materias, hay un dato muy revelador que merecería por sí sólo un estudio a fondo, el crecimiento de la edición de novela romántica en 2021, en relación con 2020, un 15,9%, el mayor del conjunto del género de novela, lo que se podría interpretar como la reacción popular a la situación de un país exhausto por los conflictos de la postpandemia y la reconstrucción de un presente y futuro imprescindibles para seguir viviendo, orillando a veces el principio de realidad con un toque de “romanticismo”. Con este dato es complejo buscar argumentos, aunque, repito, merece un estudio pormenorizado por títulos y autores. Lo que no se puede negar es que es un dato revelador del estado anímico de un país. Si unimos este dato al de ejemplares editados, no sólo títulos, otra vez vuelve a destacar el número de ejemplares “románticos”, 1.526.

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021

4. La edición en formato electrónico ha venido ya para quedarse definitivamente entre el público lector y así lo asevera este informe: “Mediante la venta de libros en formato electrónico se ha facturado 134.792 millones de euros en 2021, un 6,8% más que en 2021. Esta facturación supone el 5,2% del total facturado en el sector durante el ejercicio 2021. Se han editado un total de 24.176 títulos, un 1,2% más que en 2020. Aumentan muy levemente el número de libros electrónicos en catálogo, llegando a los 186.887 (un aumento del 0,1% con respecto al año anterior). El número de ejemplares vendidos en formato electrónico aumenta en un 1,7%, llegando a los 13,5 millones de euros. Aumenta el precio medio de los libros electrónicos, llegando a 10,0 euros”. No acaba de consolidarse la publicación exclusiva en formato digital en nuestro país: “El 89,7% de los libros publicados en formato digital también se editaron en papel. Solo un 10,3% de los títulos publicados en formato electrónico salieron al mercado exclusivamente en formato digital. Esta cifra disminuye con respecto a 2020, dado que en el ejercicio anterior el 13,7% de los títulos se publicaban únicamente en digital. Desciende nuevamente el porcentaje de obras que contienen material adicional en su versión digital (enlaces, comentarios, vídeos, ilustraciones…), del 20,9% del año 2020 al 19,7% en el año 2021”. También hay que destacar la primacía de Amazon en este tipo de formato: “El mayor punto de distribución continúa siendo, un año más, la Venta a través de plataformas específicas de distribución digital, con un 77,2% del sector, que implica que se mantiene estable respecto a años anteriores. Dentro de este apartado destacan especialmente las plataformas comerciales genéricas y otras plataformas, con un 46,4% de la venta, donde Amazon sigue liderando este sector con un 25,7% de las ventas. Las plataformas creadas por la propia editorial facturan el 27,4% del total”. A continuación de Amazon, 34.585 libros, con un 25,7% del total, figuran a gran distancia, Casa del Libro, con 9.209 y un 6,8% del total, siendo la tercera en liza Apple Store, por este orden, con 5.870 libros vendidos, lo que supone un 4,4% del total analizado.

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021

5. El libro de bolsillo también ha mejorado en sus resultados de 2021: “Durante 2021 se han editado 338 títulos más respecto al ejercicio anterior, lo que supone un aumento del 7,9%. Aumentan también (aunque en menor me[1]dida) los ejemplares editados (7,2%), con lo que la tirada media desciende levemente, un 0,6%. Se observa un ligero aumento en la venta de ejemplares en formato bolsillo respecto al ejercicio anterior, esta cifra ha aumentado un 2,0%, viéndose también aumentada la facturación en un 3,5%. El precio medio de cada volumen aumenta en 11 céntimos, o lo que es lo mismo, un aumento relativo del 1,5% del precio medio en cada ejemplar res[1]pecto del año anterior”.

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021

6. La buena salud del mercado interior de libros den España se traduce en los siguientes datos en la proyección a la industria del libro, que también existe: “Los datos se presentan a precio de tapa, IVA incluido. Para los libros de texto de Primaria y Secundaria, cuya facturación se informa a precios de cesión o factura desde 2007, se estima un incremento de un 20% en su facturación, siguiendo los usos y costumbres del mercado, y homogeneizando así las cifras con las de años precedentes para su comparación. El sector editorial español registró, en 2021, una facturación de 2.576,7 millones de euros, calculada a precios de tapa, I.V.A. incluido. Una cifra superior a la del ejercicio anterior. Estas ventas representan un 5,6% más que en 2020. Esta cifra no incluye las cantidades ingresadas por venta de derechos que se contemplarán al hablar de la facturación neta. En general, todas las materias crecen, especialmente Infantil y juvenil y ficción adultos, 17,7% y 8,2% respectivamente. También crecen los libros de no ficción (+7,7%) y cómics (+4,5%). En cambio, descendieron los libros de texto no universitarios (-7,8%), posiblemente como consecuencia de la paralización de los calendarios de renovación de los libros de texto. En el año 2021 se vendieron un total de 174.100 millones de ejemplares, un 5,9% más que en 2020”. Una vez más, vuelve a destacar por facturación anual de determinadas materias el género de novela romántica con un incremento sobre el año anterior del 10,1%.

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021 (el resaltado es mío).

7. Es de sumo interés conocer con detalle los diferentes canales de ventas de libros, ante la situación dramática que en algunos momentos de la historia reciente de este país ha sido el cierre progresivo de librerías y que en determinadas ocasiones he recogido con cierto dolor en este cuaderno digital: “Las Librerías y Cadenas de librerías son los principales puntos de venta de libros. Las librerías suponen un 35,2% y las cadenas libreras un 18,6% de la facturación total anual. En cuanto a los Canales para libros electrónicos aumenta un año más la facturación llegando a los 134,79 millones de euros. Un 6,8% más que en el año anterior. La venta de libros a través de los distintos canales de comercialización en 2021, detallada por canal, se puede resumir de la siguiente manera:

— Las librerías y cadenas de librerías siguen siendo los principales canales de venta de libros, superando más de la mitad del mercado total llegando juntas a un 53,9%.

— El canal librerías ha facturado una cifra de 907,72 millones de euros en 2021, un 8,2% más que el año anterior y un 11,6% más que en el 2017.

— Las cadenas de librerías facturan 480,39 millones en 2021, un 5,9% más que el año anterior, y un 16,9% más que en el 2017.

— Los hipermercados, con 217,47 millones facturados, incrementan su cifra de ventas un 6,4% respecto a 2020 y un 14,8% más que en 2017.

— Sumando estos tres canales, las ventas en el canal minorista aumentan un 10,9% en el último año, y un 17,2% con respecto a 2017.

— La venta a quioscos desciende un año más, -1,7% respecto a 2020.

— Empresas e Instituciones (donde se incluyen las ventas de libros de texto a colegios) aumenta sus ventas respecto a 2020 (+1,9%) y bibliotecas también aumenta (+2,9%).

— La venta de libros (en papel) a través de internet, ha aumentado su facturación un 23,9% en el último año y un 126,3% respecto al 2017. La facturación de libros de papel a través de internet se produce principalmente a través de Amazon, con un 62,9%, seguido a mucha distancia de la web de la editorial con un 13,2%.

— La venta al consumidor final ha aumentado un 16,6% en los últimos 5 años y un 11,2% respecto a 2020”.

8. Por último, recojo especialmente la distribución de la cifra de ventas de libros en 2021 por Comunidades Autónomas, donde Andalucía mantiene una estabilidad desde 2017, con una ligerísima mejoría del 0,2% sobre el año anterior, 2020 y sobre la de referencia, 2017, lo que se traduce que en relación con su peso de población, ocupe un lugar no destacado cuando se analizan las diferencias entre ventas y población distribuidas por Comunidad Autónoma, además de su correlación según datos de población del INE, a 1 de enero de 2022: “las Comunidades Autónomas con un mayor ratio de ventas con relación a su población son: Madrid, 7,2 y Cataluña, 3,8. La Comunidad Autónoma Vasca estaría en tercer lugar sumando 1,8. En cuanto a las Comunidades Autónomas con un ratio positivo tendríamos a Galicia, 0,6, a La Rioja, 0,4 y Asturias, 0,1. Aquellas Comunidades Autónomas con resultados negativos serían: Andalucía, 5,4, Comunidad Valenciana, 2,4, Castilla y León, 1,5, Canarias, 1,6, Castilla-La Mancha, 0,8, Extremadura, 0,8, Murcia, 0,6, Baleares, 0,5 y Aragón, 0,1:

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021

Lo expuesto anteriormente se puede resumir en el siguiente gráfico que se puede ampliar hasta la saciedad consultando la publicación objeto de este artículo:

Fuente: Federación Española de Gremios de Editores de España, Comercio Interior del Libro en España 2021

Si unimos los datos expuestos anteriormente a los que publiqué en abril de este año en este cuaderno digital sobre el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2020, elaborado por CONECTA para la Federación de Gremios de Editores de España, con el patrocinio de CEDRO y en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte, con información importante sobre la lectura en nuestro país en 2020, que fue un año muy especial por la pandemia sufrida, constatamos que es una muy buena noticia conocer los resultados del informe comentado hoy. En mi caso, que me considero un filobiblion, es decir, una persona que ama los libros, es fácil entender que me interese especialmente conocer estos datos y divulgarlos porque pienso que un país que lee avanza siempre hacia la libertad de pensamiento y conductas asociadas. Decía Richard de Bury, el autor de un libro publicado en el siglo XIV, cuyo título descriptivo enuncia lo que recogen sus páginas escritas en latín,  Filobiblión. Muy hermoso tratado sobre el amor a los libros, que “La verdad que triunfa sobre todas las cosas —que vence al rey, al vino y a las mujeres, que se considera sagrada y se honra antes que la amistad, que es camino sin retorno y vida sin fin, que el santo Boecio considera triple en pensamiento, discurso y escritura— parece seguir siendo más útil, fructífera y obtiene mayores ganancias en los libros. Porque el significado de la voz perece con el sonido. La verdad latente en la mente es la sabiduría que se esconde, el tesoro que no se ve, pero la verdad que brilla en los libros desea manifestarse con fuerza a través de cada sentido. Enaltece la vista cuando es leída, al oído cuando se escucha, y además al tacto cuando se somete a la transcripción, encuadernación, corrección y conservación. La verdad escrita de los libros, no transitoria, sino permanente, se ofrece a sí misma para ser observada, y por medio de las esférulas permeables de los ojos, que pasan por el vestíbulo de la percepción y las cortes de la imaginación, entra en la cámara del intelecto, tomando su lugar en el diván de la memoria, donde engendra la verdad eterna de la mente” (1).

El informe en general es de enorme interés, pero destaqué en su momento cinco conclusiones por su impacto real en la vida diaria de los ciudadanos y ciudadanas de este país, que se enriquecen hoy con el informe que he comentado anteriormente sobre la edición de libros en nuestro país:

  1. En primer lugar, porque aun destacándose el incremento de lectores frecuentes, que ascendió a un 52,7% de la población, con un ascenso leve sobre 2019, la realidad es -aunque con tendencia a la baja- que un 36% de la población española continúa sin leer libros, cuestión bastante preocupante.
  1. Es indudable que el confinamiento tuvo un efecto positivo sobre los índices de lectura en nuestro país. La nube de palabras jerarquizadas que se recogen en la imagen correspondiente a este punto, traduce muy bien la realidad de la verdadera aportación de la lectura durante este tiempo de confinamiento tan difícil y prolongado en el tiempo: entretenimiento (99%), desconexión (97%), relajación (93%), tranquilidad (90%), ánimo positivo (83%), alegría (67%), entusiasmo (66%), fuerza mental (63%) e ilusión (63%).
  2. Señalé el incremento en el número de lectores por ocio en tiempo libre, generalizado en todas las comunidades autónomas, habiendo sido Cataluña y Andalucía las Comunidades que mayor incremento han registrado un incremento de 2,3 puntos sobre 2019, aunque sentía el puesto que ocupa todavía mi Comunidad, Andalucía, el decimoquinto, con un 59,03% de lectores en la Comunidad, estando la media en España en un 64%, lo que se traduce a que el 40,97% de la población andaluza no lee por ocio en tiempo libre.
  3. Me llamó la atención el dato de que un 51,7% de los españoles compraron libros (no de texto) en 2020, un 1,3% más que en 2019 y que la librería tradicional se mantiene como principal canal para la compra, creciendo de nuevo en 2020 a pesar del confinamiento en 3,6 puntos, alcanzando un 71,1% sobre el total de canales de compra, seguido por Internet con un 38,4%.
  4. Por último, un dato esperanzador: la lectura infantil se mantiene en valores muy elevados, aunque desciende la lectura a los más pequeños, los menores de 6 años, cuestión que debería preocuparnos en estos momentos.  Hay un ligero incremento de 1,6 puntos en la proporción de niños de 6 a 9 años que leen libros que no son de texto.

Lo he manifestado en diversas ocasiones en este cuaderno digital: el arte de leer es bello. La lectura es un acto de libertad intelectual que se modula a lo largo de la vida, convirtiéndose poco a poco en arte. Desde la escuela infantil y hasta los últimos días de la vida, tenemos millones de posibilidades de leer todo lo que se pone por delante para invitarnos a dar forma a unos caracteres que en sí mismo no son nada sin nuestra intervención personal e intransferible, porque aunque alguna vez leamos algunas palabras junto a alguien, lo que se graba en cada cerebro es irrepetible. Como si fuéramos bibliotecas ambulantes conteniendo siempre lecturas diferentes de textos llenos de palabras sueltas o frases que hemos acumulado en ellas a lo largo de la vida. En un país de bares, como España, que no de librerías, la lectura no es una tarea habitual. La mercadotecnia se ha apropiado del aserto de Gracián, lo bueno si breve dos veces bueno, dando igual la calidad de lo breve. La mensajería instantánea, donde WhatsApp, Telegram, Facebook o Twitter se ha convertido en un claro exponente de la brevedad, así como los tuits, se han apropiado de la lectura por excelencia en los micromundos personales y de redes sociales. En un modo de vivir tan rápido como el actual, la lectura pausada y continua es un estorbo para muchas personas, donde el libro supone además un reto casi inalcanzable para el interés humano de supervivencia diaria.

Con los datos expuestos anteriormente, se hace imprescindible proclamar la necesidad de la lectura como medio de descubrimiento de la palabra articulada en frases preciosas, cuando lo que se lee nos permite comprender la capacidad humana de aprehender la realidad de la palabra escrita o hablada. Maravillosa experiencia que se convierte en arte cuando la cuidamos en el día a día, aunque paradójicamente tengamos que aprender el arte de leer siendo mayores, porque la realidad amarga es que no lo sabemos hacer: “¿Pero qué queremos decir con “saber leer”? Conocer el alfabeto y las reglas gramaticales básicas de nuestro idioma, y con estas habilidades descifrar un texto, una noticia en un periódico, un cartel publicitario, un manual de instrucciones… Pero existe otra etapa de este aprendizaje, y es ésta la que verdaderamente nos convierte en lectores. Ocurre algunas afortunadas veces, cuando un texto lo permite, y entonces la lectura nos lleva a explorar más profunda y extensamente el texto escrito, revelándonos nuestras propias experiencias esenciales y nuestros temores secretos, puestos en palabras para hacerlos realmente nuestros” (2). Que los resultados de la edición de libros en España sean tan positivos como los que figuran en el informe comentado son, de verdad, una excelente noticia.

(1) De Bury, Richard. Filobiblión. Muy hermoso tratado sobre el amor a los libros. Madrid: Anaya, 1995.

(2) Manguel, Alberto (2015, 18 de abril). Consumidores, no lectores. El País, Babelia, p. 7.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

Este libro puede ser un regalo con estela:

Ciudadano Jesús. Otra navidad es posible

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

A %d blogueros les gusta esto: