El coste de la pobreza infantil en España
Uno de cada tres NNA [niños, niñas y adolescentes] sufre pobreza de forma persistente vive en Andalucía
Sevilla, 13/III/2023
Cuando comencé a escribir páginas en este cuaderno digital, hace ya casi dieciocho años, declaré que quería cumplir varios objetivos y uno de ellos fue que sirviera de expresión de mi compromiso intelectual y social a través de un blog, un medio digital que se difunde a la Noosfera, la malla pensante o inteligencia colectiva y conectiva de la Humanidad. En este largo periodo de vida, he publicado 2.218 artículos, contando el de hoy, donde la pobreza infantil ha ocupado siempre un sitio especial, lo que llamo la “amura de babor” de mi embarcación preferida, La isla desconocida, la carabela imaginaria de José Saramago en su cuento de la isla desconocida. Esa es la razón de por qué vuelvo a escribir hoy sobre una situación social en nuestro país, en mi Comunidad, Andalucía, concretamente sobre la pobreza infantil en todas sus manifestaciones posibles, ahora con un enfoque diferente, saber cuánto cuesta esta situación social tan lacerante.
Para poder aproximarnos a esta realidad y poder emitir juicios bien informados, se acaba de publicar un informe muy interesante y prolijo en datos, El coste de la pobreza infantil en España, que deberíamos conocer con detalle las personas pre-ocupadas, con guion, de la situación de niños y niñas en nuestro país, en mi Comunidad, Andalucía. Se ha llevado a cabo bajo la coordinación del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, impulsado por la Fundación “la Caixa” y en el que figuran como autoras del mismo, Olga Cantó, de la Universidad de Alcalá (Madrid) y Libertad González, de la Pompeu Fabra de Barcelona, en el que se resalta en la introducción algo muy importante, la importancia de la inteligencia colectiva, a la que también me he referido en bastantes ocasiones en este cuaderno digital: “El desarrollo social de un país se mide por la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas, especialmente la de sus niños, niñas y adolescentes (NNA). Si los hogares con NNA a cargo no pueden acceder a unas condiciones de vida dignas y a unos ingresos suficientes, las posibilidades de que una sociedad sea equitativa y cohesionada, a la vez que económicamente eficiente, se reducen. De esta manera, romper el círculo de la pobreza desde la infancia, además de ser una cuestión de justicia social, es de inteligencia colectiva”.
Prosigue la introducción explicando esta visión del problema que pocas veces se ha abordado, el impacto social y económico de la pobreza infantil en España, cuantificando los costes que esta supone para el país, de ahí su novedad: “Experimentar pobreza en la infancia limita las perspectivas educativas y laborales, a la vez que restringe las oportunidades y amplía las desigualdades sociales. Los niños y las niñas que han vivido situaciones de pobreza en edades tempranas tienen una mayor dificultad en la adquisición de habilidades básicas, un menor nivel de estudios, menos posibilidades de acceder a empleos cualificados, salarios más bajos, peor estado de salud, menor nivel de bienestar y un tejido más frágil de relaciones familiares y sociales. Crecer en un hogar en situación de pobreza o exclusión tiene efectos duraderos a lo largo de la vida de NNA. Estas consecuencias en la vida de NNA que se extienden a la edad adulta no son solo individuales, sino que se traducen en consecuencias para el conjunto de la sociedad y tienen, además, un elevado impacto económico. Este impacto se traduce enuna cifra sorprendente: 63.079 millones de euros de coste, unos 1.300 euros por persona, una magnitud que equivale al 5,1% del PIB español de 2019”.
A través de cinco capítulos y una conclusión, se aborda el problema de cuánto cuesta la pobreza infantil en España desde diversas perspectivas de sumo interés general: la importancia de conocer el coste de la pobreza infantil, cómo es la pobreza infantil en este país, a través de diversas claves para estimar su coste como fenómeno multidimensional y dinámico, así como el análisis de la década perdida (2008-2018) y sus consecuencias sobre la pobreza infantil; el coste real de la pobreza infantil en España, con sus costes asociados a la situación laboral y al estado de salud, para saber cuánto cuesta esta realidad lacerante, así como los factores a tener en cuenta para el diseño de políticas que reduzcan la pobreza infantil: edad de los niños, niñas y adolescentes, la situación laboral de los padres y madres, el nivel de estudios de los padres y madres, el tipo de hogar y, finalmente, su distribución territorial.
Cómo botón de muestra de la importancia de este informe, ha escogido un gráfico que se expresa por sí mismo y en el que figuran los datos de aproximación al coste real de la pobreza infantil en nuestro país:

Como he analizado en artículos anteriores, la situación de la pobreza infantil en Andalucía ha ocupado muchas páginas de denuncia en este cuaderno digital. Concretamente, cuando publiqué en 2020 el titulado, Pobreza familiar e infantil en Andalucía: ¿hasta cuándo hay que esperar soluciones?, fijé una cuantificación de pobreza infantil en Andalucía que se aproximaba a más de 800.000 niños y niñas en esta situación, uno de cada tres niños en este país en situación de pobreza, que tiene su correlación con la descrita en el informe que se acaba de publicar por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil. Una vez más y con ocasión de este informe, se vuelve a reflejar esta situación, extremadamente preocupante en esta Comunidad, tal y como se aborda en el mismo a través del apartado dedicado a la distribución territorial de la pobreza infantil en España, donde Andalucía vuelve a ocupar el primer puesto en 2019, aunque es justo señalar que ha bajado siete puntos en relación con la que tenía en 2006, apreciándose que tanto en la Comunidad de Madrid como en Cataluña ha ocurrido lo contrario, con un incremento notable de la citada pobreza en la relación de 2019 respecto de 2006: “Uno de cada tres NNA que sufre pobreza de forma persistente vive en Andalucía, sin que las regiones más ricas se distancien del retrato anterior, ya que uno de cada cuatro NNA que estuvieron en situación de pobreza más de tres años seguidos vivía en Cataluña o en la Comunidad de Madrid”.
Como conclusión del informe interesa destacar algunos aspectos esenciales para comprender bien el problema, en el sentido de que “combatir la pobreza infantil además de ser una cuestión de justicia social, es también de inteligencia colectiva. Crecer en pobreza tiene costes a largo plazo, no solo a nivel individual, sino también para el conjunto de la sociedad. Además, estos costes aumentan si la experiencia de la pobreza es más severa, persistente o se da en un contexto de mayor desigualdad”. Tal y como se ha podido comprobar en el gráfico anterior, la realidad expuesta supone “un coste de, como mínimo, 63.079 millones de euros al año, que se traducen en unos 1.300 euros anuales por persona. Esta magnitud equivale al 5,1% del PIB de 2019 o, dicho de otra manera, el PIB español de ese año hubiera sido un 5,1% más elevado de no ser por los altos niveles de pobreza infantil. Esta cifra se sitúa muy por encima de la tasa de crecimiento anual media del PIB en nuestro país. Por lo tanto, mantener una pobreza infantil elevada no solo es injusto, sino que es claramente ineficiente. Calcular el coste de la pobreza infantil nos permite dimensionar mejor la inversión y las medidas necesarias para combatirla. La cifra elevada que se desprende de la estimación del coste en este estudio indica que la inversión destinada a combatir la pobreza infantil, si se hace de forma eficiente y desde edades tempranas, tiene un alto retorno económico y social para nuestro país”.
Como he afirmado en muchas ocasiones en este cuaderno digital al publicar este tipo de informes, ahí están los datos anteriormente expuestos, desnudos, que se deben conocer leyendo el citado resumen ejecutivo, junto a la gran pregunta que nos compromete a todos, qué hacer en una contraescuela del mundo al revés en nuestro país. En mi Comunidad Autónoma. Personalmente, lo tengo claro: compartir con datos, que sólo con un gobierno de Estado o Comunidad Autónoma, pre-ocupado (así, con guion) por la desigualdad actual económica, laboral y social en la población, no cualquier gobierno, porque todos no son iguales, que dicte leyes con urgencia para solucionar esta situación transformando la sociedad española, podremos avanzar en derechos y libertades que mejoren las condiciones de vida para salir de la pobreza en cualquiera de sus estadios, que afectan a millones de ciudadanos en este país, de andaluces y andaluzas, niños y niñas sobre todo, los más desfavorecidos, los pobres severos, los nadies. Para el presente y para el futuro más próximo, porque la realidad terca es que Andalucía sigue presentando datos muy preocupantes de pobreza y exclusión social, que afecta sobre todo a los niños y niñas de la Comunidad, sin olvidar a todos los niños y niñas, adolescentes también, sin excepción alguna, de este país tan controvertido.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, ¡Paz y Libertad!
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