Maya, la nieta de Salvador Allende, ministra de Defensa Nacional

Salvador Allende y su esposa, Tencha Bussi, en 1971 junto a sus nietas Marcia Tambutti (izquierda de la imagen) y Maya Fernández (derecha)

Sevilla, 1/II/2022 (actualizado a las 13:00 CET)

La noticia ha dado la vuelta al mundo: Maya Fernández Allende, nieta de Salvador Allende y símbolo del nuevo Chile, con una larga trayectoria política como militante del Partido Socialista Chileno, ha sido nombrada ministra de Defensa Nacional en un acto oficial celebrado el pasado 21 de enero, en un país con un pasado triste y doloroso por la dictadura impuesta por el general Augusto Pinochet desde el golpe de estado de 1973, en la que el ejército desempeñó un papel crucial. Tomará posesión de su cargo el próximo 11 de marzo, en lo que representa un símbolo del poder democrático en un país, después de las elecciones generales celebradas recientemente, en las que resultó vencedor Gabriel Boric. En el acto de anuncio del nuevo Gobierno, compuesto por 14 mujeres y 10 hombres, el nuevo Presidente dijo a los elegidos, que “[…] Necesitamos que dialoguen, que escuchen mucho, que escuchen el doble de lo que hablen, que preparen sus agendas con dedicación, que visiten los barrios y las regiones, que estén en las calles y construyan soluciones en conjunto con la gente de Chile». Asimismo, en el primer encuentro con su nuevo Gobierno, afirmó que “sentirnos parte de un mismo proyecto y recordar permanentemente que nos debemos al pueblo de Chile, genera una ética colectiva que nos va a permitir tener un buen Gobierno”.

Maya Fernández Allende no ha tenido una vida fácil. Ha vivido la dureza del exilio en Cuba, tierra muy querida en su familia por ser su padre natural de la isla, así como la muerte por suicidio de su madre, cuando ella sólo tenía seis años, hasta el regreso a su país natal en el año 1990, cuando comenzó a estudiar biología y medicina veterinaria. La imagen que ilustra estas palabras recoge un momento entrañable, en el que Salvador Allende, abraza a sus nietas, Marcia Tambutti y Maya Fernández, bajo la atenta mirada de su esposa, Tencha Bussi. Me parece que, una vez más, una imagen vale más que mil palabras, porque adivino en la mirada de Allende una honda preocupación por el futuro de sus nietas, así como un cariño profundo. Cincuenta y un años después, aquél abrazo simboliza algo muy importante. Maya Fernández Allende dirigirá a partir del próximo 11 de marzo, el ejército que derrocó a su abuelo, como mensaje de que el mundo al revés a veces se muestra al derecho y aquella preocupación que refleja su mirada se torna ahora en un mensaje de la libertad que proclamó  Allende desde el Palacio de la Moneda en la capital, horas antes de su fallecimiento el 11 de septiembre de 1973, que sigo leyéndolo e interiorizándolo en muchas ocasiones en su sentido más positivo, a pesar de la tragedia popular que supuso el sangriento golpe militar dirigido por el general Pinochet: “Tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”.

No he olvidado nunca estas palabras de Allende y con esta breve reflexión quiero contribuir a no participar en los silencios cómplices de los olvidos, a respetar su memoria y las de miles de chilenos desaparecidos y torturados en la larga dictadura de Pinochet, sobre todo porque paseamos hoy en muchos lugares del mundo, también en España, por grandes alamedas de libertad en las que él soñó, aunque quede mucho por hacer y conseguir. Como decía en 2013, en un post que aprecio y que escribí con ocasión del 40 aniversario del golpe de estado chileno, Ardiente im-paciencia, estas palabras suyas las he seguido sabiendo y practicando, sin ninguna duda. Es mi pequeño homenaje a Salvador Allende y al pueblo chileno, hoy y siempre.

Con el nombramiento de Maya Fernández Allende como ministra de Defensa Nacional, la fe de su abuelo en Chile y su destino alcanza un momento álgido, porque Maya permitirá que las grandes alamedas en las que soñaba Salvador Allende, por las que se pasean ya en Chile en plena democracia las personas libres, seguirán abiertas también a las Fuerzas Armadas Democráticas, aquellas que bajo el mandato de Augusto Pinochet cerraron toda posibilidad de vivir en libertad en aquél país. ¡Qué gran lección del valor histórico de la Democracia!, a pesar del dolor inmenso que durante tantos años de dictadura, diecisiete, sufrió aquél país, al que admiro, respeto y recuerdo especialmente cada 11 de septiembre.  

NOTA: la imagen de cabecera se recuperó el 11/IX/2016 de: http://allendemiabueloallende.cl/

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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